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Único

Cuando su relación inició, cuando su matrimonio inició, realmente desde que se conocieron supieron  que acabarían juntos de una u otra manera. Lo que no esperaron fue  que realmente acabarían.

Su relación estuvo rota desde hace algún tiempo. El hecho de no poder tener hijos se volvió  una especie de obsesión para Baekhyun y una frustración para Chanyeol, quien no quería tener sexo por horarios o que su esposo terminando se pusiera  prácticamente de cabeza para "asegurar" un embarazo. 

El divorcio ya era inevitable y Baekhyun lloraba sobre los papeles que Chanyeol le entregó. 

—¿Esto es porque no puedo tener hijos? —No, no era eso, pero Chanyeol simplemente no podía más.

—Jamás te exigí un hijo. Lo único que quiero es el matrimonio normal que teníamos antes. —Y sí, eso era lo que Chanyeol quería, un matrimonio feliz e incluso rebelde, ese que los unió desde el principio.

No mentiría, también quería ser padre y lo anhelaba mucho, pero no a costa de la salud mental de Baekhyun. Realmente no quería estar casado con ese chico obsesivo en el que se volvió . Le dolía verlo llorar, pero era lo mejor. Ya ninguno de los dos era feliz con esa situación y a lo mejor estando separados iban a reencontrarse con ellos mismos y volverían a ser felices de una vez por todas.

Su teléfono sonó, dejando ver el nombre de su hermana en la pantalla, lo cual le extrañó  porque no era cercano a su familia, no desde que todos decidieron rechazar su matrimonio con Baekhyun. Sin embargo, contestó.

—Yoora.

—Tenemos que hablar…

Fue lo único que pronunció aquella mujer y Chanyeol salió disparado a su casa familiar, sabía que no lo buscarían a menos que fuera  muy grave la situación. 

Sí, era una situación grave. Su madre estaba muriendo y pidió verlo.

—Chanyeol. —Sentir la cálida mano de su madre sobre su mejilla le hizo derramar una lágrima, porque Dios, la extrañaba tanto—. Que bueno que viniste, hijo.

—¿Por qué no me dijeron  nada?

—Supusimos que estabas  molesto por la reacción que tuvimos por tu enlace. Cometí un error al juzgarte a ti y a ese muchacho. No me queda mucho tiempo de vida, necesito que hagas algo por mamá, aunque sé que no lo merezco.

—Haré lo que sea por ti.

—Quiero que vayamos a la casa de playa que tenemos en Busan. Quiero estar contigo, con Yoora y con tu esposo.

—Lo que pasa es que….

—Es mi último deseo, Chanyeol.

¿Cómo negarse ante la petición de su madre? Tendría que hablar con Baekhyun acerca de eso, después de todo acababa de pedirle el divorcio y peor aún, lo dejó en medio de un mar de llanto antes de quitarse. Era un pésimo hombre y estaba seguro de que sería lo más egoísta del mundo pedirle a Baekhyun que estuviera con su familia, pero era su madre y no quería negarse a la petición, tal vez, la mujer tendría la oportunidad de redimirse e irse en paz.

Cuando regresó a su casa vio que Baekhyun aún se encontraba en la mesa del comedor viendo los papeles, no supo  cómo hacerle la terrible petición.

—Baek…

—Te firmaré los papeles. —Lo dijo tan seguro y serio que Chanyeol sintió escalofríos.

—Necesito pedirte un enorme favor.

—¿Un favor? No creo que estés en posición de pedirme tal cosa.

—Es mi madre.

—Quien me rechazó sin conocerme. —Baekhyun hizo una sonrisa de lado—. ¿Qué  quieres?

—Ella, está muy mal. Tiene leucemia y está en la fase terminal, quiere conocerte y convivir contigo. 

—¿Cómo estás? —Era increíble como seguía preocupándose por él, incluso cuando  no lo merecía.

—No sé qué  siento, solo sé que no quiero que muera con remordimientos y si ella quiere redimirse contigo, quiero cumplirlo.

—¿Qué pasará después?

—Firmaremos y…

—Seremos libres.

Fue Baekhyun quien dió el primer paso y lo abrazó fuertemente. Fueron cuatro años juntos, tal vez el último fue  un total infierno para ambos, para Baekhyun por su obsesión por ser padre y para Chanyeol porque su esposo ya no era el chico del cual se enamoró. 

Ambos se pusieron el anillo de matrimonio nuevamente, pues ya tenía aproximadamente dos meses que ninguno lo usaba porque simplemente se les olvidaba. El trato fue actuar como un matrimonio normal mientras estuvieran  en esa casa juntos. Ambos pidieron vacaciones indefinidas en su trabajo, no les fue negado ante la situación que Chanyeol estaba viviendo y Baekhyun básicamente era el jefe, así que solo tuvo que dejar a cargo a alguien más.

Sí había algo de lo que se enamoró Chanyeol cuando conoció a Baekhyun fue  de su trabajo. El joven era dueño de una galería junto a uno de sus mejores amigos, ambos pintaban y le daban oportunidad a talentos poco conocidos de mostrar y vender su arte. Para Chanyeol era inspirador porque él era compositor y cada vez que Baekhyun pintaba un precioso cuadro él tenía la suficiente inspiración para escribir algo nuevo, se complementaban de aquella manera, solo que ya no quedaba absolutamente nada de ese Baekhyun.

Llegar a la casa de Busan fue un poco nostálgico para Chanyeol, pues sabía que a fin de cuentas todo eso era como una despedida y no solo para su madre, si no que también para su matrimonio.

—¡Chanyeol! —La voz de su madre lo sacó de sus pensamientos. Ella estaba en una silla de ruedas y venía con Yoora empujándola—. Me alegra que llegaran bien.

—Mamá, te presento a Baekhyun.

El joven castaño se acercó e hizo una reverencia—. Es un honor conocerla.

—Cuando Chanyeol dijo que se enamoró, mencionó que era un hermoso chico con cara de cachorro. —La mujer tomó la mejilla de Baekhyun y sonrió dulcemente—. Tenía mucha razón. 

—Oh, no diga eso.

—Eres precioso. —La mujer le devolvió la sonrisa y pidió—: Por favor llámame Madre, después de todo eres mi yerno. Chanyeol, mete tus maletas.

—Soy Yoora, tu hermana. Un gusto conocerte. —La preciosa chica hizo una reverencia y le extendió la mano.

—Es un placer conocerte —contestó Baekhyun.

—Yoora, deja que Baekhyun me dirija a la casa.

La joven se hizo a un lado e hizo caso a la petición de su madre. Baekhyun se sintió avergonzado por el trato que recibió en esos minutos de apenas conocerse, aunque también  se sintió feliz. Chanyeol miró la escena y sonrió, ojalá todo hubiera sido así desde el principio, pensó.

Baekhyun sabía que la familia de Chanyeol era adinerada, pero al ver la casa se quedó sorprendido. La vivienda era espectacular, por fuera tenía una fachada rústica, pero por dentro era moderna y espaciosa. Estaba fascinado, quería recorrer el lugar.

—Puedes mirar si gustas. —Fue como si la madre de Chanyeol leyera su mente, así que le tomó la palabra.

Caminó por la casa, viéndose sorprendido por cada cosa que había en ella, pero lo que más le impresionó fue el "sótano", dado que había una habitación enorme en donde se encontraba una alberca climatizada. Era increíble porque estaban prácticamente en la orilla de la playa y tenían una piscina así de impresionante.

—¿Te gusta? —La voz de Chanyeol lo hizo brincar del susto.

—Es preciosa esta  casa, no creí que tu familia fuera tan adinerada.

—Bueno, no valía la pena hablar de ellos cuando no nos aceptaban, pero sí. Papá y mamá son dueños de EXOdus.

—Por Dios, es uno de los centros comerciales más importantes de Seúl .

—Sí, claro que cuando papá murió hace dos años todo se lo dejó a mamá.

Baekhyun sabía que ese era un tema sensible para Chanyeol. Cuando su padre murió no se presentó en el funeral a rendirle honores y no porque no quisiera, sino porque su madre no se lo permitió. Nuevamente el bajito se acercó a abrazarlo, Chanyeol no recordaba la última vez que Baekhyun lo había abrazado así, su vida últimamente estaba centrada en horarios de ovulación y sexo cronometrado, se sentía tan bien ese tipo de cariño.

Desempacaron y por petición de su madre salieron a la orilla del mar. No era que la mujer necesitara mucho la silla de ruedas, pero era lo mejor para que no se fatigara tanto, por eso, cuando se dirigieron  al mar, fue Chanyeol quien la ayudó  a acercarse mientras Baekhyun y Yoora armaban un pequeño picnic sobre la arena. La chica le dirigió  algunas miradas tímidas al chico y él se sintió  un poco incómodo porque no supo  cómo tomarlo.

—Hice unos sándwiches  —dijo Yoora —. Sólo que no sé cuáles les gusta.

—Estaremos bien con lo que sea, no somos quisquillosos con la comida.

—Yo… siempre quise conocerte.

—¿En serio? —preguntó genuinamente sorprendido.

—Cuando todo pasó yo sólo  tenía quince años y no podía revelarme a mis padres. Me hizo muy feliz la noticia de Chanyeol. —La joven siguió hablando sin mirarlo—. Él  siempre habló  de buscar a su alma gemela y de encontrar a alguien quien siempre lo inspirara  a ser mejor todos los días. Decía que cuando decidiera casarse sería  porque encontró al amor de su vida, así que cuando anunció que se casaría contigo y no con Do Kyungsoo como querían obligarlo, me sentí tan feliz.

"¿Chanyeol se iba a casar con alguien más?", pensó. Eso no lo sabía.

Miró a la chica y le preguntó—: ¿Estaba comprometido?

—No por decisión propia. Mis padres eran muy estrictos y querían asegurar el futuro de ambos por medio de esa unión.

—Por eso rechazaron nuestra unión.

—Ojalá nunca lo hubieran hecho, ¿Sabes? Nunca vi a Chanyeol tan feliz.

Dirigió su mirada hacia donde veía la chica y observar a Chanyeol jugar en el agua con su madre hizo que su corazón palpitara. Estaba tan decidido a tener un hijo que se olvidó  de lo precioso que se veía su esposo sonriendo.

Veinte minutos después madre e hijo se acercaron al pequeño picnic y comieron lo que la jovencita preparó. Sólo que Baekhyun tuvo un problema, aquellos sándwiches  tenían pepino y él  odiaba el pepino más que a nada en el mundo.

—¿Todo bien? —preguntó su suegra.

—Sí, es solo que… —No quiso  decirlo, no quiso  hacer sentir mal a la chica, después de todo, no era su culpa no saber eso.

—Baekhyunnie, dame tus pepinillos., El mío no tiene suficiente. —Chanyeol le arrebató la comida y le quitó lo que a Baekhyun no le gustaba.

—Eres un grosero, Chanyeol. —Fue su madre quien lo regañó—. Mi yerno debería darte un golpe.

—No se preocupe. Estoy acostumbrado a esos arranques de Chanyeollie.

—Cuando era pequeño siempre hacía berrinches si no le daban lo que quería. En una ocasión rompió sus zapatos porque quería unos nuevos.

—¿En serio hiciste eso, Chanyeol? —pregunto Baekhyun sonriendo.

—No, eso es mentira.

—Por alguna razón le creo a tu mamá —Volteo a ver a su suegra y dijo—: Una vez compramos un shampoo nuevo que aseguraba que su cabello quedara  suave al instante, entonces "accidentalmente" el shampoo que estaba en el baño acabó  derramado en todo el baño y todo porque su hijito quería probar el nuevo Shampoo.

—Baekhyun, eso no es cierto.

—¿Dices que estoy loco?

—Sí, el shampoo se cayó accidentalmente y tuve que abrir el otro, que efectivamente me dejó el cabello muy suave.

Todos se rieron a carcajadas. Chanyeol extrañó  tanto las carcajadas de su esposo...

🐚

Regresaron a casa y Chanyeol fue de compras al supermercado porque no había muchas cosas en casa. Yoora lo acompañó, dejando a Baekhyun sólo al cuidado de su suegra.

—¿Sabes jugar cartas? 

—Muy poco, pero puedo aprender.

—Entonces, hijo, ven a jugar conmigo.

—Oh, pero jugar cartas no sirve si no apostamos. ¿Qué podemos apostar? —preguntó Baekhyun.

—Secretos, ¿te parece? Te haré preguntas y tú me puedes hacer a mí.

—Acepto.

Empezaron a jugar y Baekhyun no tenía mucha idea de como jugar, así que en la primera ronda recibió mucha ayuda de su suegra, quien claramente  ganó primero.

—Bueno, pregunte lo que guste.

—¿Podrías perdonarme?

La pregunta descolocó a Baekhyun al instante porque no guardaba ningún rencor contra ellos. Sin embargo, tomó la mano de la mujer y contestó—: No tengo nada que perdonarle, usted actuó como una madre y el pasado está ahí, en el pasado.

—Me siento más tranquila sabiendo que una vez que yo me vaya Chanyeol estará contigo y permanecerás ahí para él.

Sintió un nudo formándose  en su garganta, pero lo evitó. Él en serio quería estar con su esposo más tiempo, pero ¿cómo pedirselo? Sobretodo porque estaba  consiente de que fue  un idiota, en el tiempo cuando decidió que quería ser padre se obsesionó con sus tratamientos de fertilidad, además, estuvo tomando hormonas y obligó a Chanyeol básicamente a tener sexo con él cuando quiso, tampoco olvidaba las veces que le gritó por no llegar a casa a tiempo o la vez que lo cacheteó  porque Chanyeol le dijo que no quería hacerlo.

—¿Estás bien?

—Sí, mejor sigamos jugando. 

Para la siguiente ronda Baekhyun ya agarró  el ritmo y, aunque su suegra nuevamente le ganó, esa  vez dio  más batalla.

—Aprendes rápido, hijo —dijo la mujer sonriente—. ¿Chanyeol es bueno contigo?

—Chanyeol es… todo con lo que soñé. Creo que lo único que nos hace falta para ser totalmente felices es un hijo.

—¿Un hijo?

—Sueño con ser padre.

—¿Entonces necesitas un hijo para ser totalmente feliz?

Antes lo era, era muy feliz. Aún pensaba en sus escapadas a bares de mala muerte cuando querían salir de lo común o sus viajes como mochileros, también recordaba  cuando, a veces, iban a un restaurante y fingían no conocerse. Todos los días eran una nueva aventura. De vez en cuando, Chanyeol prestaba la moto de su amigo y recorrían las carreteras sin un rumbo fijo, sólo porque amaban mirar el cielo nocturno. Entonces llegó el día en el cual se aferró a tener un hijo y todo se fue por la borda.

—¿Una ronda más? —preguntó Baekhyun.

—Claro.

La tercera fue la vencida para el chico y por fin pudo hacerle una pregunta a su suegra, la cosa era que no sabía qué preguntarle.

—¿Tu pregunta es…?

—No lo sé, déjeme pensar. —Miró alrededor de la casa como si pudiera encontrar alguna pregunta en las paredes y cuando fijó su punto en una fotografía, preguntó—: ¿Por qué… por qué tiene esa foto?

—Porque la sonrisa de Chanyeol es la más sincera que vi  en mi vida. Fue Yoora quien la descargó desde la red social de un amigo de Chanyeol. —Baekhyun se paró y miró la foto de cerca, era una foto de su boda—. Todavía no puedo perdonarme.

—Tiene que hacerlo, tiene que perdonarse a sí misma.

—Si tan solo tuviera más tiempo... Podría  remediar mis errores.

Él sí tenía tiempo, él aún tenía tiempo de remediar los suyos.

Chanyeol llegó junto a su hermana y ambos tenían unos sombreros ridículos que hicieron reír a los que esperaron en casa. 

—Compramos muchas cosas —empezó Chanyeol—. Además, trajimos pizza para la cena y conseguí una ensalada para ti, Baek.

Baekhyun cambió sus hábitos alimenticios cuando decidió quedar embarazado, sólo que Chanyeol no sabía que fue por eso, pues le dijo que era para cuidar su figura. 

—Hoy se me antoja la pizza.

Todos se sentaron en la mesa a disfrutar de aquella comida entre risas y bromas.

🐚

A la mañana siguiente, Baekhyun se paró muy temprano para darse cuenta que Chanyeol no durmió  a su lado, sino que  en el diván que estaba en el cuarto y le dolió que no compartieran cama.

Salió de la habitación para preparar el desayuno y cuando terminó fue a caminar. Cerca de la casa había un pequeño malecón y decidió simplemente sentarse a mirar el mar. El sonido de las olas lo relajaba y cerró los ojos para deleitarse solo con ese sonido.

—Hola… —Aquella desconocida voz lo hizo girar—. Espero que no te moleste la compañía.

—No.

—Me llamo Junmyeon.

—Baekhyun.

—Nunca te vi  por aquí. ¿Eres nuevo?

—Estoy de visita por aquí.

El chico era agradable y tuvieron una sencilla plática que fue interrumpida por una voz que claramente Baekhyun conocía—: ¿Interrumpo algo?

—¿Lo conoces? —preguntó Junmyeon.

—Sí, él es… —Baekhyun no tuvo ni  idea de cómo  presentarlo. Se suponía que era su esposo, pero estaban apunto de divorciarse.

—Su esposo.

—Oh, entiendo. —Chanyeol no pasó desapercibida la expresión de decepción de Junmyeon, aún así, no le importó—. Fue un placer conocerte, Baekhyun. Espero poder coincidir nuevamente.

—Claro, será un placer.

Chanyeol tomó su mano y lo jaló de regreso a la casa. Estaba enojado, ver a Baekhyun siendo coqueto con otro chico no le gustó y no era que Baekhyun estuviera coqueteando, sino que él tenía ese encanto que atraía a la gente. Odiaba tanto eso.

—Me lastimas —dijo Baekhyun.

—Perdón. Me preocupé al no verte, cuando desperté estaba solo en la habitación.

—Y yo en la cama.

—Se supone que estamos a nada de divorciarnos, no tendríamos porque compartir la cama.

—Se supone que ni siquiera debería estar aquí, pero aquí estoy, Chanyeol, estoy porque me necesitas. Seríamos un matrimonio normal por unos días, ¿recuerdas?

—Tienes razón. Discúlpame.

Baekhyun no esperó que Chanyeol se inclinara un poco y le robara un tierno, pero dulce beso, esos de los que ya no se daban.

Cuando regresaron  a la casa notaron  que las mujeres ya se encontraban comiendo y no dudaron en sentarse en la mesa. 

Los días pasaron y la mamá de Chanyeol se veía aún más cansada cada día, era como si el final estuviera realmente cerca. En su caso, fingir que eran el matrimonio perfecto cada vez se volvía más difícil porque eran felices en ese momento, pero ¿qué pasaría después? Incluso fueron  a un centro comercial a comprar pintura y un caballete porque tenía ganas de volver a pintar. Su esposo fue  el mismo bromista, detallista y cantarín de siempre. ¿Y él? Él era el mismo Baekhyun de hace tiempo atrás, sin estrés ni preocupaciones.

Un día, cuando terminaron de comer, la madre de Chanyeol pidió que pusieran las fotos de su boda, cosa que Baekhyun no sabía que Chanyeol tenía en un USB que llevó a tal viaje. Instaló el pequeño proyector y la primera foto salió a la luz. No fue sano para el corazón de Baekhyun ver aquellas fotografías donde era él, donde se sentía totalmente completo. No soportó aquello y se fue a su habitación. Cuando la puerta sonó esperó  ver a Chanyeol ahí, pero se sorprendió al ver a su suegra.

—Madre…

—Sé lo que pasa, Chanyeol me contó todo.

—No puedo estar aquí, perdóneme, pero no puedo fingir que todo está bien cuando estoy tan roto. —Empezó a llorar de una manera tan desesperada—. Escuché a Chanyeol una noche mientras hablaba con sus amigos, estábamos cumpliendo dos años de casados y todos hablaban de lo magnífico que era ser padre y les dijo que él también quería sentir eso. —La madre de Chanyeol ya estaba cerca de él, tomando su mano—. Pero cuando dejé  de cuidarme no llegó, entonces fui al médico y dijeron que no había ningún problema en mí. Empecé los tratamientos de fertilidad y nada, no ha sucedido nada.

—Chanyeol no está molesto por eso, él no está molesto contigo por qué no has podido tener un hijo.

—Entonces ¿por qué quiere el divorcio?

—Porque el amor es espontáneo y feliz, no tiene tiempo u horarios. Justo como cuando se conocieron.

—¿Qué hago? ¿Qué hago con lo mucho que lo amo? Estos días fueron  una farsa, la farsa más dolorosa.

—Déjaselo al tiempo, Baekhyun.

Cuando su suegra salió de la habitación él pudo calmarse un poco, pero no salió, aún no estaba listo.

La noche cayó y con ello su inspiración regresó. Sin tratar de llamar la atención salió a la playa con su material y empezó a pintar la magnífica noche estrellada que le estaban regalando. Estaba tan concentrado que no escuchó que tenía a alguien rondando detrás de él.

—Es hermoso.

—Gracias.

—Hace mucho que no pintabas extrañaba verte haciéndolo. —Chanyeol se acercó aún más.

—Tu madre me inspiró  un poco y el cielo lucía hermoso. Creo que todo se acomodó de repente.

—Solo faltamos nosotros.

—Sí, solo eso falta —contestó nostálgico.

—No quiero que desistas de lo que quieres u  olvides quién eres. Sólo sé tú, siempre sé tú.

No resistió y le dio un beso, un beso que no le dabas a cualquiera. Eran de esos besos en los que sentías que podías volar si quisieras.

Ni siquiera recordaban  cómo fue  que sus cuerpos acabaron debajo de las sábanas mientras unían sus manos y sus cuerpos desnudos. Se dejaron llevar por el placer y no por los horarios.

—No tienes idea de cuánto te amo, Baekhyun.

Chanyeol midió su cuerpo con caricias y Baekhyun con besos. No hubo  ruidos obscenos, tampoco exigencias sucias, sólo pequeños suspiros y gemidos.

—Chanyeol, te amo más que a nada en este mundo.

Las estocadas de Chanyeol no fueron violentas, sino que  lentas y dulces. Baekhyun enredó  las manos en su cabello y las pasó  por los formados brazos de su amante mientras repetía una y otra vez que lo amaba. 

Esa noche estrellada hicieron el amor sin medida o cronómetro, eran simplemente unos jóvenes entregándose a lo que el corazón les dictaba.

Una, dos, tres veces perdieron la cuenta de las veces que sus cuerpos se juraron amor. Porque su amor no se medía  con palabras, siempre lo hicieron  con acciones.

Y a la mañana siguiente todo era tan diferente, todo se veía tan hermoso y brillante, que incluso olvidaron cuál  era el verdadero motivo por el que estaban ahí.

La madre de Chanyeol vio  a su hijo brillar nuevamente y por primera vez observó al increíble cachorro que alguna vez le presentaron en palabras.

🌌

Regresaron a Seúl  con la energía repuesta y la madre de Chanyeol los invitó  a vivir en su hogar, cosa que aceptaron al instante.

Baekhyun aprendió nuevas recetas, su suegra era una increíble cocinera y, contra todo pronóstico, la mujer se veía recuperada. Era casi un milagro.

Para el segundo mes viviendo juntos, Baekhyun empezó  a comer menos porque su apetito se fue  y sus constantes dolores de cabeza solo lo hacían dormir. Su suegra sonreía porque estaba segura que eso solo se debía a una cosa, era por eso que mandó a Yoora a la farmacia. Cuando su yerno despertó y lo vio bajar lo primero que hizo fue ponerse frente a él y entregarle la caja.

—¿Ah? ¿Una prueba de embarazo?

—Estoy segura que saldrá  positiva.

El chico accedió con dudas porque estaba  seguro que eso se debía a que estaba desintoxicando de tantas hormonas que tomó. Grande fue su sorpresa cuando la prueba salió  positiva de dos meses.

—¡Te lo dije!

Baekhyun ante la emoción cargó a su suegra y le dio vueltas al estilo princesa. 

En la noche, cuando su esposo llegó no se aguantó y le soltó la noticia. Después de todo, sí  lograría ser padre. Chanyeol gritó de alegría y se puso a llorar de la emoción, nunca se sintió tan feliz.

🌌

Para el sexto mes Baekhyun ya sabía que esperaban un precioso niño al que llamarían Byul, porque sabían que fue producto de aquella noche estrellada. 

La madre de Chanyeol se encargó de consentir a su yerno siempre que pudo y le hizo  la vida imposible a su hijo con muchos: "Chanyeol, no hagas enojar a Baekhyunnie", "Chanyeol, Baekhyunnie quiere helado, tráelo" o "Chanyeol, los piecitos de Baek están hinchados, dales un masaje", Baekhyun disfrutaba  tanto eso...

—Suegra, ¿cree que se parezca a Chanyeol? —preguntó Baek mientras su esposo acariciaba su abultado vientre.

—Por Dios, no creo que quieras un hijo tan feo.

—¡Mamá!

—Es broma, pero ojalá se parezca a ti, querido Baek. —La mujer hizo una mueca de dolor.

Fue su yerno quien se levantó a verla y le preguntó—: ¿Está bien?

—Solo un dolor.

Ella nunca se recuperó, sólo fue  un milagro inesperado hasta ese tiempo. Baekhyun sabía que solo era cuestión de tiempo para que volviera  a recaer, así que se le ocurrió una idea.

—Mañana se pondrá aún más guapa.

—¿Por qué? 

—Es una sorpresa.

Al día siguiente, la mujer se arregló un poco y se sentó justo como Baekhyun le pidió porque la sorpresa era que la iba a pintar.

—No sé por qué lo haces. Nadie comprará esa pintura.

—Es para exhibirla  en mi galería cuando la termine.

—¿Cómo se llamará tu pintura? Todas las pinturas deben tener un nombre. Que esta no sea la excepción.

—Lo pensaré más adelante.

Tomó los pinceles con delicadeza y observó cada arruga, cada línea de expresión, cada cosa para que su cuadro se viera  perfecto. En lugar de pintar una simple pared detrás pintó un mar, uno tan hermoso justo como en donde la conoció.

En un tanto de dos horas ya tenía el boceto.

—Ya está. ¿Quiere verlo? —Baekhyun acechó , pero algo no estuvo  bien—. ¿Madre?

Pero ya era muy tarde.

Según los médicos, el que viviera tanto tiempo fue contra todo pronóstico y les dijeron que no sufrió al momento de morir, que fue como quedarse dormida. 

Chanyeol no durmió bien esa noche y Yoora estuvo  totalmente destrozada, fue Baekhyun quien estuvo  confundido con sus sentimientos porque sabía que no hubo  remordimientos y que sin querer tuvieron  una preciosa despedida. Solo lamentó  que no esperara el nacimiento de su nieto.

Le dedicó tanto amor a ese cuadro que nadie vio  hasta que le puso  un nombre y pudo  exhibirlo.

🐚

El pequeño Byul nació un 14 de junio, trayendo alegría a la casa entre tanto dolor de los Park. El bebé les trajo luz y ya no hubieron  más lágrimas, sólo una absoluta felicidad.

Baekhyun aún no terminaba  los últimos detalles del cuadro, así que cada vez que podía iba a su estudio que tenía bajo llave, lo curioso fue que incluso lo ocultó  hasta a su propio hijo.

Pasaron casi dos meses cuando le pidió a su amigo hacer una exhibición, cosa que se armó en solo dos días, pues todo ya esperaban el regreso triunfal del ahora brillante Baekhyun. Le pidió a Chanyeol que no llegara tarde y así lo hizo.

Fue muy chistoso ver a su Baekhyun con un bebé en brazos explicando y tratando de vender pinturas, pero también le dio ternura y alegría porque ese era su Baekhyun, ese era el amor de vida.

—¿Qué hay detrás de esa sábana? —preguntó algún asistente.

—Este cuadro no está a la venta —Baekhyun lo miró y contestó con una sonrisa—. Pero lo quiero exhibir aquí, el cuadro se llama "Déjaselo al tiempo".

—¿Lo vas a mostrar?

—Sí. —En lugar de dirigirse a los compradores volteo a mirar a su esposo y continúo—: Hace tiempo conocí al amor de mi vida, pero tuvimos muchos tropiezos para encontrar nuestra felicidad. —Chanyeol empezó a sentir un nudo en la garganta con las palabras de Baek—. Y un día nos embarcamos en una aventura en la que no sabíamos qué esperar. Conocí a esta persona que cambió mi vida y me dejó la enseñanza más maravillosa que pude aprender: "Dejaselo al tiempo". A veces estamos tan apresurados queriendo o deseando cosas, forzamos tanto la vida que  está se niega a darnos lo que queremos porque no es el momento de hacerlo. —Baekhyun miró dulcemente a su hijo—. El tiempo es el encargado de decidir cuándo sucederán las cosas. Es mejor esperar  que todo se acomode para que sea aún más mágico. Las cosas van a suceder en el lugar y el momento indicado. 

Cuando destapó el cuadro Chanyeol no pudo evitar derramar una lágrima. Frente a él estaba la imagen más pura de su madre, con una sonrisa dulce y su ropa favorita, como siempre la recordará. Por un momento, agradeció que las cosas sucedieran así, tal vez si hubiera aceptado a Baekhyun desde el principio no hubiera tenido la oportunidad de reconectarse de esa manera. Ella tuvo  razón cuando dijo que el tiempo acomodaba todo y fue la mejor enseñanza que le pudo dejar al matrimonio que se dio  una segunda oportunidad.

—¿Te gustó, mi amor?

—Me encantó.

Chanyeol abrazó a su pequeña familia y nuevamente miraron el cuadro. El más alto cargó a su bebé y se acercó al cuadro para mostrárselo.

—Ella es tu abuela.—Chanyeol no pudo evitar llorar un poco más—. Estaría  feliz de conocerte, incluso más feliz que tía Yoora. Ella te ama aunque no esté aquí y yo te amo incluso antes de que existiera. Ella tiene tanto razon con respecto a la vida.

—Perdonaste y amaste, Chanyeol.

—Estamos listos para más aventuras, solo que con un mosquetero más.

—Somos la familia que siempre deseé.

—Somos lo que siempre quisimos.

Todo pasa, todo cambia, todo deja de doler, todo mejora. Sólo déjaselo al tiempo.

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Quiero darle las gracias a Martin-ssi por permitirme estar en su evento, pasen a leer más demás historias.

También quiero darle las gracias a mi preciosa UnicornGened porque su idea fue maravillosa y me permitió tomarla. Por último, pero no menos importante a la MillenAry por asesorarme durante el escrito. Son un amor 💕

¡Sigan disfrutando del Chanbaekverso!

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