(Canción en multimedia: Tenerife Sea de Ed Sheeran ♥.)

45%: Harry.

Después de mis hermanas emocionarse por mi cita con Beth, y de bombardearme con preguntas que respondí apenado, mi papá propuso cenar viendo una película, así que él hizo pasta y chilaquiles caseros, junto con palomitas y otras cosas que comimos viendo Pocahontas, película que mis hermanas gemelas escogieron.

Esa era una de las princesas favoritas de ellas, y aunque yo sea hombre, debo admiitir que la historia es buena, pero sobre todo la música. De hecho después de ver la película busqué el soundtrack instrumental y la versión de "Colors of the wind" en piano me gustó tanto que la descargué en mi celular para después leer escuchándola, junto con tantas otras canciones instrumentales.

Lo mejor de la película, obviamente, fue disfrutarla juntos en familia; yo riéndome de las niñas cantando las canciones, por ejemplo. Cuando ellas se durmieron, apagamos la televisión, Edmundo mi padre se llevó los platos para lavarlos, y yo llevé a mis hermanitas una por una a sus camas, cobijándolas y besando sus cabecitas antes de apagar la luz y cerrar la puerta, para posteriormente ir a prepararme y acostarme. Por supuesto que no dormí inmediatamente; no tenía sueño y me parecía que era muy temprano. Lo comprobé cuando vi que iban a dar las nueve de la noche apenas.

Dejé mi celular y me propuse a leer, recordando que había terminado de leer las obras de Poe y debía empezar una lectura nueva de mi librero. Desde donde estaba acostado podía verlo y opté por Los miserables; me levanté por él y volví a acostarme. Inspeccioné un poco la portada, la contraportada, y justo cuando había empezado a leer las primeras tres líneas mi celular vibró.

Lo tomé, lo desbloqueé y vi un mensaje de Bethany:

Se formó una sonrisa en mi rostro. ¿Habrá sentido la misma sensación que yo de extrañarla después de despedirnos hace unas horas?

Le respondí.

Y así Bethany siguió la conversación.

Después de ese último mensaje no volvió a conectarse ni responder, hasta después, casi a las diez, que volvió a mandar otro mensaje: 

Me atreví a responderle con un simple pero significativo corazón.

Y así, me dejé atrapar por el sueño.

Al siguiente día me desperté y antes de irme, en el desayuno, mi papá me dijo que después de la escuela hiciéramos algo en familia, como ir al cine, así que asentí y cuando estuve preparado salí y me dirigí a la escuela.

En un cambio de clases en que me crucé con Bethany antes del descanso le dije que si lo pasábamos juntos y aceptó. Yo sonreí disimuladamente, nervioso y emocionado para cuando tocaran la campana en la clase previa al descanso.

Al sonar y salir, Kyler me empujó de manera juguetona.
—Anda, ve con ella, galanazo.

Reí y asentí, buscando a Bethany en el lugar donde dijimos que nos encontraríamos, un lugar con muchos caminos delimitados por árboles en jardineras en las cuales se podía sentar.

La encontré con Ila y cuando conectamos miradas Ila dio un salto y dándole un golpe amistoso a Beth en el hombro, dijo una despedida que no escuché, se fue, y Bethany y yo nos acercamos.

—Hola —dijo.

—Hola —respondí, ya a un paso de ella— ... Ah, pues...vamos a sentarnos. —Beth asintió y buscamos la jardinera más alejada y arrinconada.

Nos sentamos, y ya sentados sólo pude mirarla. Vi cómo acomodaba un cabello tras su oreja y luego sus labios, atrayendo mi mirada con electricidad.

Quería besarla.

45%: Bethany.

La plática con Harry había resultado más amena de lo que esperaba. Incluso al mencionar a Calvin por error se mostró tranquilo, ¿qué otra cosa pudiera haber hecho?

Inconscientemente, sonreía cada que me escribía. Incluso llegué a estar impaciente por sus respuestas a mis mensajes. Poco antes de acostarme le mandé un mensaje de buenas noches, al cual él respondió con un gran corazón palpitante que me dejó pensando unos minutos antes de caer dormida con una conmovida sonrisa en mis labios.

En ese momento Ila me estaba hablando de la sensación que tenía al estar con el mejor amigo de Harry, Ky.
—Es como si no existiera nada más en el mundo, Beth —explicó sonriendo de oreja a oreja.
Yo me limité a asentir, pues sabía que todavía no terminaba de hablar.
—Y creo que él siente lo mismo. Parece que las cosas se acomodaron a la perfección para que nuestras vidas se cruzaran.
Esta vez no pude reprimir una carcajada, nunca había visto a mi amiga así. De cierto modo eso había tenido sentido yo con Calvin, pero Ila describía su situación con mayor intensidad. Le brillaban los ojos por sí solos e incluso se le veía más contenta.
—Las maravillas del amor —le dije.
Ella soltó un suspiro asintiendo.

De pronto sentí una mirada encima de mí, al voltear me topé con los pequeños ojos de Harry. Esos ojos que me perseguían en sueños.
—Supongo que nos vemos luego —se apresuró a decir Ila.
Yo asentí y me dirigí hacia él.

Lo saludé con un simple hola y él respondió de la misma forma. Decidimos alejarnos un poco del bullicio académico yendo hacia una jardinera arrinconada.

Nos sentamos a espaldas de ella y dejamos que el refrescante viento llenara el silencio unos segundos. Podría ir ahí más seguido...
Noté que Harry tenía sus ojos clavados en mí, así que le devolví una incómoda mirada. Es decir, me halagaban algunos detalles suyos, pero todavía, muy al fondo de mí, existía esa chica tímida que había ingresado a preparatoria.

—Te ves linda hoy.
—Ah, gracias. Igualmente...
Él se rió por lo bajo al tiempo que apartaba la mirada.
—¿Qué? —inquirí, un tanto divertida.
—Nada... es que... no estás acostumbrada a recibir cumplidos, ¿cierto?
Me quedé callada unos segundos rememorando la única relación que había tenido.
—No muy a menudo los recibo.
—Calvin no parece el tipo de chico que halaga a su novia... —se atrevió a decir.
—Tienes razón.
Nos sumimos en un tranquilo silencio. Entonces volví a abrir la boca.
—¿Has tenido novia?
—Algo así. Era muy pequeño, pero... sí que las recuerdo.
Él se quedó sumido en sus pensamientos, se notaba desde lejos.
—Qué opinaban tus papás?
—Mi papá me alentaba a seguir buscando, pero mi mamá....
La expresión de Harry se nubló, cosa que me hizo entender su situación.
—No hay problema, entiendo.
Él me sonrió.
—¿Qué opinaban tus papás de Calvin?
—Lo detestaban, decían que era un muchacho de mala mente. Y tenían razón, siempre la tienen.
—¿Tan malo era?
Yo hice un gesto para restarle importancia, luego me puse seria casi sin ser consciente de ellos.
—Era muy orgulloso, el tipo de pensamiento superior, ya sabes: la mujer no debe destacar demasiado, Es decir, sí; pero ten cuidado de no opacar a tu pareja.

Harry asintió al tiempo que pasaba saliva fuertemente.
—Si yo obtenía sobresalientes, él se molestaba. Pero nunca exteriorizaba.
—Escuché que era muy posesivo.
Lo miré unos segundos, aunque no pude sostenerle la mirada porque sabía que tenía razón.
—Así es.

Los demás estudiantes en el patio iban y venían de un lado otro cargando sus libros, pues la semana de semestrales se acercaba.
—Creí que era más seguro de sí mismo, o por lo menos eso aparenta con sus mega bíceps —dijo Harry fingiendo ser el hombre más musculoso del planeta.
Solté una risotada por su mala imitación.
—Siempre llega en su moto haciendo ruido para que todos lo vean —insistió él.
—No le vayas a decir a nadie que te conté, pero... Calvin lo tiene muy pequeño.

El rostro de Harry pasó de una total sorpresa a una carcajada tan fuerte que quienes pasaban se voltearon a vernos.
—Espera, ¿cómo sabes eso? —formuló cuando su ataque de risa finalizó .
Pude sentir como la respiración me faltaba. Creo que no había sido buena idea confesarlo.
—Yo... era su novia. Digamos que ya no soy virgen —admití—. Sé que te decepciona saberlo.
Él me sonrió de lado antes de entrelazar sus dedos con los míos
—No me decepciona. La virginidad me parece un concepto inventado por un hombre que se creyó tan importante que decretó que su cuerpo podría cambiar el estado de una mujer.

Por más que pensé, no encontré manera de responder ante tal comentario.
—Eso es muy sabio —dije por fin.
—Gracias, creo.

Por segunda vez los ojos de Harry se dirigieron a mis labios, pero fingí no haberlo notado.
—Ya lo superé; me pondré guapa para mí, sonreiré para mí, haré planes para mí y seré feliz para mí. Y si algún hombre quiere compartirlo conmigo, bienvenido sea, y si no, más para mí.
—Yo quiero ser ese hombre —dijo de pronto.

Como suele decir la sabiduría popular: la tercera es la vencida.
Lo pude comprobar cuando Harry se acercó unos centímetros más, y yo a él. También me di cuenta de que las palabras de Ila eran ciertas: ese momento era como si no existiera nadie más en el mundo.

Apoyé mi mano en su hombro y él me atrajo por la espalda; estaba preparada para recibir sus labios contra los míos.

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N/A (Harry): 

Amé este capítulo de nuevo, aunque el más corto xD ¿Ustédes? Digan su opinión, por favor :3

Tenerife Sea es de hecho la canción que desde siempre imaginé como la oficial/original de esta historia jejeje... Besho 7u7

N/A (Beth): 

Este es mi capítulo favorito hasta ahora lol.