¡Orgullo vs amor!
"Mamá... Papá". Esas simples palabras logran llenar un vacío en el corazón del ser humano. ¿Por qué decides eliminar esas palabras del mundo? ¿Acaso no te importa lo que haces... lo que sientes... lo que eliminas? Los doctores le llaman feto... las madres les dicen esencia de mi esencia... hijo de mi vientre. ¿Por qué mamá?... ¿Por qué no me quieres? ¿Acaso... acaso eres un demonio?
Martes en la tarde.
Había ido al banco central a recoger lo que cambiaría el rumbo de la vida del niño en camino.
Al presentar sus datos y pedir lo que quiere, fue llevado a una bóveda en solitario y con una llave abrieron una cajita entre miles y se la pasaron. El acompañante hizo una reverencia.
-Lo dejo solo Dr. Shinjuro.
Dijo y se fue.
Shinjuro miró el contenedor de la cajita de aluminio y suspiró. Dentro había una carta y una foto. Esa foto le traía recuerdos... recuerdos que con dolor tuvo que soportar porque no pudo olvidar.
¿Cómo olvidar si ese día fue el último día que lo vio con vida?
-Sensei...
Susurró al aire y cerró los ojos. Recordar cómo perdió a su sensei le daba mucho dolor pero ya llegó el momento de cumplirle con su última voluntad.
Tomó la carta y leyó la firma.
"Dai Tomioka"
-Espero que tus palabras borren los traumas que tú hijo consiguió con Ume y Zaichi
Dijo con pesar pues fue él quien presenció cómo Giyuu se derrumbó ante la tumba de ellos y fue frente a él que prometió no volver a ser padre.
-Giyuu... tendrás que tragarté el orgullo si quieres ser feliz hijo mío.
Dijo antes de irse de la bodega no sin antes poner la caja de aluminio en su lugar y entregar la llave.
Decidió fue a la empresa de Giyuu y Sabito. Los dos levantaron esa empresa con mucho esfuerzo y ahora eran empresarios con éxito.
-Lo siento señor pero el Sr. Tomioka no se encuentra. Él está en las afueras de la ciudad en una conferencia con los socios de las empresas vecinas y fuera del país.
Le explicó la secretaria de Giyuu al él preguntar.
-¡Maldición!
Exclamó con impotencia, tenía que hacer algo rápido.
-¿Puede darme la dirección? Tengo algo que decirle, es sobre la salud de su esposa. Verás yo soy su doctor y lo que tengo que decirle es de vida o muerte.
Dijo y la secretaria buscó la dirección del hotel donde se hospedará después de la reunión.
Agradecido, Shinjuro se dirigió al lugar pero en el camino se hizo de noche y el lugar estaba bastante alejado. Si no llegaba, al amanecer todo se complicaría
En otros sitio.
-Claro Sabito, ya está hecho.
Caminó para secarse los zapatos sentado en el sofá de su habitación.
-Sí, ya le avisé a Kanae que no llegaría a casa.
Pasó el celular a su otra oreja.
-No presiones Sabito, dame tiempo.
Dijo con el ceño fruncido.
-Aún no le pido perdón. Pero mañana lo haré.
Suspiró. Y tras quitarse la chaqueta se acomodó.
-Esta bien. Pero mañana me tomaré el día libre con ella. Confío en que tú no me necesitaras después del gran trabajo que hice hoy.
Se escuchó una sonora risa proveniente del celular y después la llamada terminó.
Giyuu suspiró algo feliz. Sabito le daba palabras de aliento y lo ayudaba a con su carácter. Últimamente había estado muy distraído y eso no era bueno para los negocios donde siempre estaba concentrada. Pero a partir de mañana todo cambiaría porque intentaría lo que jamás en su vida había hecho... cambiar su orgullo.
-No será fácil.
Dijo, pero si quería ser o convertirse en otra persona tendría que cambiar su orgullo aunque Kanae lo había ablandado. Le había cambiado esa forma de pensar tan seria y sin contemplaciones que tenía lo había transformado.
Cerró los ojos por un instante y se permitió descansar un poco. Estuvo toda la tarde tratando de convencer a los nuevos socios de firmar el trato y lo había logrado pero resultó ser muy cansado.
Pasaron los minutos y bajo el tranquilizador sonido de la habitación se permitió soñar, soñar con un futuro, soñar con Kanae.
.
.
.
-Giyuu.
Lo volvieron a llamar. Se volteó y vio a una hermosa mujer sonriéndole. Ésta tenía los brazos en su espalda y su rostro estaba adornado con una sonrisa sincera.
-Kanae.
Musitó él sonriendo y la abrazó.
-Giyuu... ¿Por qué no quieres? ¿Por qué me obligan?
Musitó ella al abrazarlo. Giyuu no entendía nada pero sintió que el estómago de Kanae ensanchaba más y más. Él se separó de ella y la observó.
Giyuu se fijó en el vientre de ella y abrió la boca de la sorpresa...
-¿Por qué no quieres ser padre?
Dijo dolida y tras de ella apareció una mujer bella de pelo blanco, ojos azules y de bella figura.
-U-Ume.
Musitó Giyuu asombrado por verla otra vez. Al lado de ésta apareció un niño de 5 años con ojos azules, pelo blanco y aspecto dulce.
-¿Por qué no quieres ser padre Giyuu?
Repitió Kanae.
Giyuu no pudo articular palabra alguna y como por arte de magia el niño y Ume cambiaron su semblante a uno de miedo. Sus miradas estaban llenas de furia y los miraban fijamente.
-Nos mataste.
Musitó el niño dando un paso al frente.
-Te odio padre.
-Eres un monstruo Giyuu. No sabes amar.
Dijo Ume y miró a Kanae.
-Ella te abandonará.
Afirmó.
-No te soportará y odiará.
-Giyuu.
Dijo Kanae mirándolo y Giyuu se fijó en ella.
-K-Kanae... yo... yo.
Trató de hablar pero por alguna razón no podía.
-La abandáras como a nosotros... la matarás de dolor.
Dijo Ume y desapareció junto al niño. Él y Kanae quedaron solos pero Kanae estaba llorando.
-Papá.
Dijo una voz que trajo el viento e hizo eco en varias direcciones. La vos era de un niño... un niño muy pequeño.
Parecía que lloraba porque se podía oír los gritos de un bebé haciendo eco por todo el lugar.
-Papá.
Se ve volvió oír esa voz y Kanae empezó a desaparecer.
-Te amo Giyuu.
Dijo y desapareció en un soplo de aire. Giyuu quedó estático en ese lugar.
- K-Kanae.
Dijo al intentar respirar pero luego quiso recuperarla.
¿A dónde se había ido?
-¡Kanae!
Gritó y se arrodilló.
-Kanae... no me dejes.
Susurró.
El sonido del teléfono lo sacó de su "Descanso" y él se puso de pie agitado.
Al principio no sabía dónde estaba pero después reaccionó.
-Un sueño.
Susurró y luego fue a tomar el teléfono.
-Buenas
-Señor Tomioka. El Doctor Shinjuro está aquí, dice que tiene algo importante que decirle sobre la salud de su mujer.
Le informó y Giyuu pareció petrificarsé.
-Hágalo pasar.
Ordenó y su voz pareció más autoritaria de lo que pretendía.
-Sí señor.
Dejo el teléfono. Se sentó de nuevo en el sofá y se preocupó.
-Acaso ese atraso es algo peligroso Kanae.
Dijo para sí al recordar el desayuno de ésta mañana.
"Ella te abandonará"
Recordó parte del sueño.
¿Por qué cada noche soñaba con ella y...?
-Zaichi.
Dijo en un susurro para luego entristecer.
"Te odio... te odio... ¡Te odio!"
Se agarró la cara de la de desesperación. Aún recordaba esa palabras. Aún le dolían esas palabras.
Las puertas sonaron de forma irritante y él fue abrir. Se encontró con un hombre preocupado y mirándolo fijamente.
-¡Giyuu!
Exclamó y suspiró al verlo.
-Shinjuro ¿Qué haces aquí, tan lejos de tu consultorio?
Temió preguntar pues muy bien sabía a qué venía.
El doctor lo miró con el ceño fruncido.
-¿Al menos me permitirías pasar o quieres que hablemos en el pasillo?
Dijo con sorna y Giyuu le dió el paso. El Dr. entró y se acomodó en el sofá suspirando fuerte.
-¡Joder! ¡¿Por qué tenías que hospedar tan lejos Giyuu?!
Dijo con enfado. Había viajado todos esos kilómetros para poder contactarlo personalmente pero lo malo es que es de noche. Tenía que darse rápido si quería que Giyuu recapacitara y salve la oportunidad que se le fue concedida para realizar un deseo escondido.
Giyuu supo, por la reacción de Shinjuro, que lo de Kanae era grave.
-Ve al grano. ¿Qué tiene Kanae? Y no me le des vueltas al asunto Shinjuro quiero la verdad.
Le advirtió y se sentó frente a él.
Se miraban fijamente y Shinjuro sólo pasó su dedo por su sien de manera nerviosa y frustrada.
-Kanae y yo tuvimos una conversación.
Empezó a contar.
-Me dijo que la dejarías si ella quedará embarazada.
Terminó por decir. Giyuu se veía sorprendido. Acaso de eso era de lo que quería hablar? Frunció el ceño. Pensaba que era sobre la salud de su mujer... no de sus problemas.
-¿A eso viniste Shinjuro? ¿Viajaste tantos kilómetros sólo para regañarme?
Estaba algo enfadado por eso.
-Ya no eres mi tutor, ¿Sabías?
Le recordó.
-Eso lo sé pero soy tu amigo Giyuu.
Lo observó por un momento tratando de adivinar lo que pensaba.
-Dime algo ¿esa amenaza tiene algo que ver con aquel suceso Giyuu?
Tiro al blanco. Vio la cara de sorpresa que él puso al escucharlo y frunció el ceño... ahora era el doctor el que estaba enojado.
-No tiene nada que ver.
Le dijo como defensa al ver descubierto.
-¡Maldita sea!
Exclamó dando un golpe al sofá.
-¡Háblame de hombre a hombre Giyuu! Tu mujer está...
Paró de hablar. Si le decía ahora puede que no sea capaz de contenerlo y que entre en shock... no le convenía perder los estribos de esa forma.
Giyuu lo miró por un momento largo... iba a decir algo relacionado con Kanae y cayó de repente.
-¿Qué? ¿Qué tiene Kanae Shinjuro?
Inquirió. Vio como el doctor se calmaba y suspiró para calmar sus nervios eso no le gustaba. Algo malo le sucedía a su mujer y tuvo un mal presentimiento.
-Ve al grano Shinjuro. ¿Qué tiene Kanae?
Volvió a repetir.
-Ella... ella sufre por tu culpa.
Le dijo sin rodeos.
-Dime algo, ¿Cumplirías tu palabra si te enteras de que ella está embarazada?
Soltó de golpe.
Giyuu quedó sorprendido por eso.
¿A qué jugaba ahora? Tragó en seco.
-Ella no está embarazada. Me he encargado de eso.
Dijo con seguridad pero algo dentro de él estaba asustado. Si ella quedaba embarazada sería revivir su mala experiencia como padre... como un maldito padre.
El doctor sabía de su estado emocional. Ha vivido junto a Giyuu ese cambio y lo ha acompañado en todo ese tiempo. Nunca deseo morir pero si deseo y prometió no repetirlo.
-Debes superarlo... ha pasado mucho tiempo.
Le dijo tomándolo de sorpresa.
-Te levantaste y ahora es el momento de seguir.
Le aconsejó. Es que simplemente por alguna extraña razón, sentía su dolor, su miedo y su soledad.
-Ya lo superé.
Contestó mirando el suelo con la expresión oscurecida. No le gustaba recordar.
Tú nunca me quisiste y te dices llamar padre. Yo no tengo padre... no te conozco.
Se pasó la mano por su pelo rubio. Otra vez los recuerdos le azotaban y su corazón se oprimía. No le gustaba recordar, no quería recordar.
-No. No lo has superado Giyuu.
Le dijo y se acercó a él.
-Tu difunta esposa e hijo aún siguen en tu memoria. No te torturés más Giyuu. Eras muy joven demaciado joven diría yo.
Pensó en su sufrimiento. Lo conocía y vivió su proceso de recuperación.
Giyuu recordó a Ume. Una mujer hermosa de pelo albino y ojos azules. Le dió un hijo... uno hermoso con ojos azules y una encantadora sonrisa.
Todo era perfecto o eso creía hasta que un día le llovieron palabras que no soportó... palabras que hicieron que él se alejara de ellos pero al regresar no soportó la escena que vio en la sala.
Recordar no le gustaba. Le causaba dolor y su autoestima caía.
"Olvidar no es justo pero a veces suele ser necesario" le dijo Shinjuro en una de sus tantas secciones. Pero él nunca pudo olvidar. Lo intentó pero no pudo.
-Giyuu ¿tú amas a Kanae?
El mencionado levantó la mirada con expresión. ¿Qué si la amaba?
-Sí.
Afirmó seguro.
-La amo demasiado como para perderla.
Dijo con clara determinación en su mirada pero estaba consumido por una inmensa tristeza. El doctor se dió cuenta de eso.
-¿La abandonarías si ella quedará embarazada? ¿Te atreverías a dejarla?
Inquirió. Por un momento temió por la respuesta pero algo en Giyuu cambió. Una sonrisa se hizo presente en su rostro abatido por los dolorosos recuerdos.
-Lamento haber hecho una promesa que nunca podré cumplir. No es la primera vez de hecho.
Suspiró.
-Nunca la abandonaría y más al saber que dentro de ella lleva algo mío... de nosotros.
Corrigió tocándose el pecho. Tan sólo imaginar que Kanae estaba embarazada le causaba ilusión y miedo. No quería volver a fallar pero Kanae logró cambiarlo, logró tocar su corazón.
El doctor se sintió iluminado por una tremenda alegría pero luego se acordó de lo que vino a hacer.
-Giyuu, lo que tengo que decirte es algo importante y probablemente cambie toda tu vida.
Giyuu parecía curioso ante sus palabras.
-Primero, toma.
Dijo dándole la carta con la firma de Dai Tomioka. Giyuu la tomó y se sorprendió al ver el apellido. Miró curioso a Shinjuro.
-Es de tu padre Giyuu.
Afirmó y el nombrado quedó impresionado.
-¿Tú conociste a mi padre?
El doctor asintió. Estaba confuso. Shinjuro no sólo fue tutor y amigo sino que también conocía a su padre y hasta ahora es que lo dice.
-¿Por qué no me había dado esto antes?
Dijo un poco molesto.
-Porque Dai hizo esa carta minutos después de tu nacimiento con la intención de entregártela al tú ser padre.
Dijo con algo de culpa.
Giyuu se incomodó porque no respondió su respuesta sino que dijo otra cosa.
-Sí así fue entonces, ¿Por qué no me la entregaste antes?
Volvió a preguntar. Su ceño se frunció. ¿Por qué se la entregaba ahora y no en ese entonces?
-Eras muy joven Giyuu. No tenías muchas expresiones ni tampoco muchos sentimientos.
Volvió a sentarse en el sofá.
-Te la iba entregar después pero sucedió aquel incidente y me retracte de entregártela.
Explicó calmado ante la mirada reprobatoria de Giyuu.
-¿Por qué me la entregas ahora?
Esa pregunta salió sin proponérselo.
Shinjuro sonrió, esperaba esa pregunta.
Giyuu al verlo sonreír supo por qué se la entregaba ahora... su sorpresa fue evidente.
Ahora entendía por qué el ciclo de su mujer estaba descontrolado o más bien, por qué le decía que estaba descontrolado. El desmayo de esta mañana le vino a la mente... síntomas del embarazo.
-Porque serás padre Giyuu.
Le confirmó el doctor.
No supo cómo reaccionar ante esa respuesta.
¿Será padre?
¿Un hijo de él y de Kanae?
¿Padre?
"Prometo nunca más tener hijos. Soy un hombre sin sentimientos y sólo hago sufrir a los que quiero. ¡Jamás seré padre! Nunca más me multiplicaré y así viviré el resto de mi vida... sin descendencia alguna"
Se escuchó a sí mismo diciendo su juramento. Aún lo recordaba con total claridad pero Kanae estaba embarazada y él...
"Si quedas embarazada este compromiso se rompe"
-¡Diablos!
Exclamó mentalmente el recordar esa noche.
-¡Maldita sea! ¡Joder!
Shinjuro lo miró mientras él se restregaba el pelo con total impotencia. Era algo curioso porque nunca lo había visto así de nervioso y sin saber qué hacer.
-Ella abortará.
Soltó haciendo que él se petrificará al escucharlo.
¿Qué iba a abortar había dicho? quizás escucho mal.
-¿Qué dijiste? no juegues conmigo.
Lo miraba fijamente esperando a que dijera otra cosa.
-Lo que oíste Giyuu. Kanae es un ser frágil y está sola en el mundo. Sólo te tenía a ti y te ama.
Hubo un silencio por parte de ambos.
-En aquella discusión le hiciste saber que le abandonarías si quedaba embarazada.
Vio como él tragaba en seco.
-Ella estaba asustada y ésta mañana fue a confirmarlo aunque me dijo que sólo quería que le negara lo que sabía... pero estaba embarazada de dos meses.
¡Tenía dos meses de embarazo!... dos meses con un hijo de él en su vientre. Giyuu empezó a analizar lo dicho... las repentinas comidas, el cambio de peso... su abultado vientre.
-Eso quiere decir que las comidas nocturnas y su abultamiento es debido al embarazo.
No fue una pregunta... más bien fue un susurro para él mismo. Bajó la cabeza. ¿Cómo pasó eso? ¿Cómo no se dió cuenta antes? Pero... ¿Abortarlo?
-Tendrá gemelos.
Dijo seriamente él doctor.
¿Sorpresa?... la sorpresa ya no cabía en su rostro. Su mirada estaba perdida en un punto detrás de Shinjuro. No pestañaba, no hablaba y pareciera que había olvidado cómo respirar porque no hacía movimiento alguno. Se congeló al escuchar que tendría gemelos y ¿Los iba a abortar? ¡Abortar!
-¿Dónde está ella?
Dijo rápidamente al pararse del sofá. Su respiración se agitó en gran manera y el doctor por igual se puso de pie.
-Él único doctor que le haría un aborto en esa zona es Muzan.
Giyuu parecía pensativo pero su rostro estaba aún en lejanía... pareciera como si hubiera actuado por impulso nada más.
-¿Muzan? ¿El mismo que atendió a Makomo?
El doctor asintió.
-Debo buscarla, no puede matar a mis hijos... ¿En qué estaba pensando? ¡Es vida lo que lleva en su vientre!
Empezó a caminar por toda la habitación como si fuera un lobo enjaulado.
-¡Maldita sea! ¿Por qué no me dijo nada? ¿Por qué calló y no me dijo que estaba embarazada.
El doctor frunció el ceño. ¿Es que acaso no conocía a su prometida?
-Giyuu.
Llamó pero él seguía dándole vueltas a la habitación.
-Giyuu ¡Giyuu!
Lo detuvo. Shinjuro miró su espalda por un momento y luego suspiró.
-Lee la carta Giyuu.
Le sugirió.
-Y después, cuando arregles las cosas con tu mujer, te contaré cómo conocí a tu padre.
Giyuu seguía estático. No sé movía, no se volteaba, nada. La decisión de ir o no por su mujer la tenía y nadie más... sólo Giyuu.
-Me tengo que ir. Mañana te espera un fuerte día.
Anunció mientras se dirigía a la puerta pero antes de tocar la perilla sintió que lo agarraban del hombro.
-Giyuu... hoy no lograrás nada.
Dijo intuyendo la reacción de él.
-Mañana a las 9:00 AM es que el consultorio abre y espero que vuelves si es que quieres detenerla.
Le dijo y giró la perilla de la puerta.
-No... no quiero fallar.
Musitó Giyuu por lo bajo evitando que Shinjuro cruzará la puerta, éste se quedó con la expresión de duda en el rostro.
-¿Cómo sabes que ella irá mañana?
Se aventuró a preguntar. Sabía lo eficiente que era Shinjuro y no dudaba de él pero... ¿cómo lo sabía?
-Mientras venía hice unas llamadas...
No se dió la vuelta para mirarlo, no hacía falta.
-Muzan me dijo que mañana su primera cita era Kanae y dijo que iba a atenderla.
Dijo y Giyuu apretó su hombre. Con ese gesto supo lo destrozado que estaba y no hacía falta voltearse para ver que estaba a punto de llorar.
Muy pocas veces había visto a Giyuu llorar pero, las veces que lo vio fue en cuestiones y poderosas y fuertes. Ahora era una cuestión muy, pero muy fuerte para llorar pero sabía que él no lloraría... sabía que se aguantaría pero la pregunta es ¿hasta cuándo?
Sintió como Giyuu lo soltaba y sin decir nada salió de la habitación y se fue a la suya. Con esa idea se permitió respirar y alejar la tensión.
-Ahora a dormir... fue un día agotador.
Dijo y se perdió en el pasillo. Ya había hecho lo posible por hacerlo entender... ahora la repuesta era de él y de nadie más aunque ya sabía que tomaría la decisión correcta. De hecho... la duda no cabía.
.
.
.
Giyuu estaba aún estático frente a la puerta. Había pasado 15 minutos desde que Shinjuro se fue dejándole la peor de las noticias y una carta. Se mantenía con los puños apretados, la cabeza gacha y los fuertemente cerrados. ¡No sé suponía que era un hombre con anticipación! Ahora mira cómo está... maldiciéndose por haberle dicho esas palabras tan hirientes ese día. ¿Por qué simplemente no se calló? No... tenía que amenazarla y hacer de su embarazo una maldición y ¿Por qué no se dió cuenta de que estaba embarazada?
-Kanae.
Susurró.
-¿Por qué me prohíbes ser padre?
Dijo en apenas voz audible. Sabía muy bien la respuesta pero no sabía. ¿Cómo pedirle perdón después de eso? ¿Y por qué se precipitó a tomar esa decisión?
-¡Maldición mujer! ¿Por qué?
Gritó por fin. Estaba furioso consigo mismo por haberla llevado a hacer eso pero mañana... mañana iba a parar todo eso, aunque tenga que derribar todo la clínica para sacar a su mujer de ahí...
Con ese pensamiento se acercó a la carta abandonada. En algún momento de la discusión él la soltó y ahora yacía en el suelo. La tomó y se sentó en el sofá frente a la cama. Leyó nuevamente la firma.
-Dai Tomioka.
Musitó despacio.
-Mi padre se llamaba Dai.
Susurró y la abrió. Al momento de abrirlo y sacar el papel de un papelito más pequeño cayó al suelo. Lo tomó y se sorprendió al ver la imagen que esta contenía.
Era una foto donde una azabache estaba con un vientre muy visible y a su lado un hombre de ojos alargados de color azul parecido a él... de hecho, se parecían mucho. Más abajo había un escrito y decía:
"Dai, Hima y al amor materializado... Giyuu"
Ahí supo que eran sus padres y se veían tan felices juntos ¿por qué la vida se empeñó en separarlos al él nacer? ¿Por qué no lo dejó disfrutar de su familia?
Las lágrimas que quería contener salieron sin poder evitarlo. Ver esa escena le dió añoranza y su corazón latió fuerte al recordar que puede perder más que un sueño.
Se limpió las lágrimas y empezó a leer la carta.
Hoy es un día tranquilo. Cielo despejado, brisa fresca y tengo frente a mí a la mujer que tanto amo... tu madre Giyuu. ¿Sabes? Hoy fue tu nacimiento. Me dio mucho miedo al oírla gritar; nunca la había oído gritar de dolor como lo hizo contigo. Me dio miedo porque pensé que los perdería a ambos. Pero al verte... tu pelo azabache y tus ojos azules... ¡Saliste igual a mí! Tu madre te besó la frente y lloró al tenerte en brazos. Fue la escena más hermosa que haya visto.
Al tenerte en mis brazos no podía verte porque te veía borroso y no era culpa tuya sino que, te veía a través de mis lágrimas. Tenía miedo cuando ví a tu madre pasar al quirófano pero se dispersaron al pensar que estaría a punto de conocerte. Todo el miedo se me olvidaba. Mi mayor sueño, el ser padre, estaba a punto de concebirse.
Tú has sido lo que más he querido desde que supe de tu existencia. Cuando me enteré que vendrías en camino no lo podría creer... ¡Y a la primera!
Recuerdo ver a tu madre llorar de felicidad al sentir tus movimientos. Pateabas fuerte y al yo sentirte... mi corazón gritó de alegría. Cada día crecías más y más y mi corazón también. Sé que esto te debe sonar muy cursi viniendo de un hombre pero, tú te sentirás igual o más sentimental que yo al tener tu primer hijo con la mujer que amas.
Te criaré como un hombre ejemplar, igual que hizo mi padre conmigo y que en paz descanse. Ya te imagino con tu familia y a mí rodeado de nietos. Será fantástico.
Te aseguro que pronto tendrás hermanos... no serás el único pero siéntete orgulloso de ser el que me enseñará a ser padre. Mi orgullo, eres mucho más de lo que desee... el amor materializado de Hima y mío. Nuestra esperanza y por el cual daremos todo.
Te amo hijo mío y cuando seas padre te sentirás más orgulloso que yo. Ahora mismo te veo dormir tranquilo al lado de tu madre. Es una escena hermosa.
Hijo mío, espero que éste mundo te dé lo mejor y que tú se lo des a él... cuida a tu familia porque es lo mejor que le puede pasar a un hombre. Ser amado y ver su amor materializado en un hijo... sangre de tu sangre. Te quiero hijo mío.
...
Dai Tomioka, padre orgullo y primerizo.
Fin del capitulo 3 (parte 4)
Que les pareció?
Muchos querían saber más lo que pasa así que decide traer este cap lo más pronto posible.
Créditos a Rose-Uzumaki por esta adaptación de su obra original (pasen a ver su perfil si son fan del NaruHina)
Nos vemos en el siguiente capítulo que es el penúltimo.
Bye bye.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro