Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

24. Sólo contigo

—Estaré bien, mamá—escuché a Jazmín decirle de nuevo. Aquella mujer parecía muy dudosa sobre dejarla ir, se abrazaron y luego se acercó a mí ayudándome con las cosas del auto—¿Crees que está bien todo esto?

—No debes ir si no lo quieres—susurré mirándola.

—Créeme, podría quedarme aquí pero...—suspiró dejando su bolso junto a los otros tres que había—en pocas semanas comenzarán los exámenes finales, luego vendrá el concurso y...

—Jazmín—la interrumpí dulcemente—Tu madre quiere que te quedes.

—Pero yo quiero ir, pensé que tú querías esto—dijo muy seria—Estaré bien, mi madre sólo está nerviosa. ¿Podemos irnos?

—Está bien—suspiré asintiendo.


Nos reunimos con Liliana y Annie en el parque más cercano, ambas nos presentaron a los dos chicos que las acompañaban, Leo y Benjamín, eran agradables a simple vista. En el camino, preferí que Daniel condujera, Vanessa conversaba con Jazmín sobre algunos libros interesantes, me alegraba que se llevaran tan bien. Esperaba que este fin de semana pudiera relajarnos de los estresantes días de clase.

Nos detuvimos frente a una hermosa casa de madera, a simple vista parecía una de esas que salen en los cuentos de hadas que están escondidas en el bosque, habían dos árboles a cada lado que parecían cubrirla perfectamente, todos bajamos de los autos apreciando el lugar.

—No pensé que sería tan...

—¿Grande y lujosa?—Daniel había interrumpido a Vanessa que parecía no encontrar las palabras. Ella sonrió un poco tomando su mano, Jazmín se acercó a mi lado observando las ventanas oscuras de la casa, justo antes de la puerta, habían tres pequeños escalones.

—¿Tu tío viene mucho aquí?—preguntó Annie esta vez.

—Algunas veces—contestó mientras buscaba las llaves en su bolsillo—Vamos adentro.

Iba a seguirlos pero Jazmín tomó mi mano deteniéndome, los chicos se adelantaron un poco, me giré mirándola algo preocupado. Antes de que pudiera preguntar, entrelazó nuestros dedos sonriéndome un poco, le devolví la sonrisa caminando junto a ella, la casa por dentro tenía unos hermosos sillones blancos, algunos cuadros de paisajes estaban colgados en las paredes, las luces eran algo antiguas. Liliana y Benjamín habían subido las escaleras queriendo mirar mejor el lugar.

—Creo que el tío de Daniel aprecia la lectura—susurró Jazmín al ver una biblioteca mediana llena de libros.

—Tienes algo para distraerte este fin de semana—opiné sonriendo un poco. Ella pareció estar de acuerdo.

—No, claro que no—Vanessa intervino—Nada de libros, hay que hacer algo diferente.

—Cierto, lo siento—Daniel se acercó mirándonos, abrazó a Vane rodeando su cintura.

—¿Qué les parece?

—Es muy cálida—opinó Jazmín. Cerca de las escaleras, estaba la cocina, nos encontrábamos en la sala, imaginaba que arriba estaban las habitaciones.

—¿Cuántos...?

—Hay tres—adivinó lo que preguntaría.

—Tenemos un problema, entonces—Vanessa lo miró algo preocupada—Somos muchos para tres habitaciones.

—Dos de nosotros deberán dormir en la sala, mi tío suele dejar un colchón no muy grande como repuesto...

—¿Por qué no dijiste esto antes?—a Jazmín pareció molestarle ese detalle. Acaricié su mano intentando calmarla—¿Qué habrías hecho si Stephanie hubiese decidido venir con su novio?

—No debemos alterarnos, sólo hay que decidir quien dormirá aquí—se encogió de hombros.

—Quizás cuatro personas puedan dormir en una habitación...

—Creo que todos ustedes prefieren tener intimidad—Jazmín interrumpió a Vanessa bruscamente. ¿Por qué estaba a la defensiva? ¿Qué problema había?—¿Ves?—señaló al no obtener respuesta.

Hubo unos minutos de silencio, tenía la respuesta.

—Dormiremos aquí.

—¿Enserio?—Daniel pareció sorprendido.

—Claro—me encogí de hombros—Dormiremos aquí hoy pero mañana alguien más debe darnos una habitación.

—Daniel y yo lo haremos.

—¿Qué?

—Me parece justo—explicó Vanessa sonriendo un poco—Darío es tu mejor amigo y Jazmín es mi amiga. ¿Tienes alguna queja, cariño?—quiso saber. Daniel no pudo quejarse, sonreí divertido—Trato hecho. Será mejor traer los bolsos...

—Y descansar un poco, estar conduciendo por un rato es agotador—dijo mi amigo.


La noche se había apresurado en llegar, todos estábamos cansados, por suerte, la casa tenía otro baño cerca de la cocina, Liliana y Annie habían preparado algunos sandwich de imprevisto, todos querían dormir por esta noche, ahora me parecía buena idea habernos venido un viernes, así tendríamos el día entero de mañana para hacer lo que se quisiera, al salir del baño luego de cambiarme, me encontré a Jazmín acostada en el colchón que se mantenía en buen estado, ahora cubierto por una sábana, imaginaba que ella lo había hecho. Miraba distraídamente el techo, parecía sumergida en sus pensamientos.

Su pijama era unos pantalones cómodos hasta las rodillas de un color azul cielo, una camisa de tirantes blancas y su cabello estaba suelto, su pecho subía y bajaba por su respiración tranquila. Al percatarse de mí, sonrió un poco.

—Vaya.

—¿Qué?—caminé al sillón que habíamos movido para dejar espacio, coloqué mi bolso junto al suyo.

—Pensé que saldrías sin camisa para impresionarme.

La miré algo serio y apenado por esa idea. Ella sonrió divertida sin dejar de mirarme, negué con la cabeza recostándome a su lado, las luces de la sala seguían encendidas.

—Probablemente eso hagan los demás—susurré. Volvió a apartar su vista mirando el techo con una leve sonrisa—¿Estás bien?

—Sí, ¿Por qué?

—Parecías algo molesta cuando llegamos.

—No fue por las habitaciones ni por ustedes—explicó en voz baja como si le avergonzara algo—Es sólo que...no me siento cómoda.

—Puedo dormir en el sofá si quieres, no tengo problema...

—No es necesario, Darío—sus ojos se fijaron en mí. Se acomodó mejor apoyándose de su codo teniendo una mejor vista—Todas las noches tengo problemas para dormir y cuando estoy en otro lugar es mucho peor.

—¿No estás acostumbrada a pasar la noche en otra casa, cierto?—ella asintió sonrojándose un poco. Sonreí de lado acariciando su mejilla—Me quedaré despierto contigo, no te pasará nada, Jazmín—prometí.

—Gracias—se acercó más a mi logrando besarme. Fue un beso largo de esos pocos que puede disfrutarse, colocó una de sus manos en mi cuello apoyándose mejor cerca de mí, no tardó en acariciar mi mejilla mientras el beso avanzaba, cada vez me sorprendía más como nuestros labios danzaba juntos, subí y bajé mi mano por su espalda sintiendo su piel tibia, me alejé un poco queriendo que recuperara el aliento pero ella negó con la cabeza sin abrir sus ojos—No te detengas, por favor—pidió.

Volví a recostarla quedando sobre ella, esta vez mi hermana no podrá interrumpir el momento. La besé dulcemente bajando a su cuello, podía sentir su corazón latiendo fuerte, rápido y sin detenerse. Estaba justo igual que el mío, acaricié sus brazos escuchando su respiración agitada en mi oído, uno de los tirantes de su camiseta se había caído un poco dejando su hombro descubierto, me deslicé hasta el creando pequeños mordiscos que causaban leves risas en Jazmín.

Justo cuando comencé a subir su camiseta, me detuvo besando ferozmente mis labios separándose luego. Ambos respirábamos agitados, sus mejillas estaban rojas y en sus labios había una pequeña sonrisa.

—No estamos solos.

—Ellos están ocupados—susurré deseando seguir. Colocó su mano en mi pecho sintiendo mi corazón, rió divertida provocando una sonrisa en mí.

—Intenta respirar, tendrás un ataque al corazón—bromeó.

—Lamentablemente siempre estoy a punto de tenerlo cuando estoy contigo, Jazmín.

—Quizás porque deseas estar conmigo tanto como yo contigo—dijo, dio un corto beso a mis labios mirándome divertida y pícara—Me encanta verte así...cariño.

Sonreí negando con la cabeza calmando poco a poco el corazón.

—Eres muy mala, amor.

—Sólo contigo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro