—...Y no más eso de ocultar todo, ¿Entendido?—repitió de nuevo Liliana mientras reprochaba a Jazmín.

—Para eso estamos las amigas—la abrazó Annie fuertemente.

Sonreí de lado mirando eso.

—¿Ese era tu plan entonces?—Daniel me empujó un poco mirándome divertido—¿No podías decirme que querías besarla frente a todos?

—Muy gracioso—golpeé su brazo sentándome en uno de los asientos del auditorio.

—Bien, será mejor comenzar. ¿Qué canción escogeremos?—interrumpió Stephanie mientras revisaba en la laptop de Annie las opciones que tenían, Jazmín dejó su bolso a mi lado quitándose el suéter que llevaba, lo dejó caer cerca de mí para luego acercarse a las chicas cruzándose de brazos.

—¿Harás algo este fin de semana?—preguntó Daniel sentándose a mi lado. Negué con la cabeza mirándole mientras dejaba salir un suspiro—¿Por qué no hacemos algo?

—¿Cómo qué?

—No lo sé—se encogió de hombros pensando unos minutos—Algo para olvidarnos de la escuela por un día...

—¿No habías dicho que el hermano de tu padre tenía una casa en el bosque?

—Sí. Cierto—pareció pensativo y luego sonrió—¿Qué tal un fin de semana lejos de la ciudad? Sólo nosotros...

—¿Nosotros quienes?

—¡Oigan chicas!—ignoró mi pregunta llamando su atención. Todas nos miraron al instante—¿Tienen algo pensado para este fin de semana?

—No—contestó Liliana por todas.

—Daniel tiene un tío el cual puede darnos su casa en el bosque por este fin de semana—comenté mirándolas. Todas parecieron dudar ante eso, Jazmín era la principal.

—¿Quiénes van?—Stephanie se acercó junto a las demás. Al estar en el borde del escenario, se sentaron doblando sus piernas o en posición de indio, Jazmín balanceaba las suyas mirando a Daniel con cierta curiosidad. Sonreí de lado regresando mi atención al tema.

—Sólo parejas.

—¿Es enserio?—Annie se mostró incrédula.

—¿Es enserio?—pregunté esta vez mirándolo.

—Sí, es enserio—reafirmó mirándonos—Oh, lo siento, no sabía que estaban solteras y...

—Muy gracioso, idiota—lo interrumpió Liliana riendo sarcásticamente—Ninguna de nosotras está sola.

—¿Enserio?—Daniel se cruzó de brazos sin creerle—¿Dónde están los chicos?

—Trabajando—contestó.

—Estudiando en otra escuela—añadió Stephanie.

—O haciendo ambas cosas—finalizó Annie.

—¿Y el tuyo?

—¿El mío qué?—preguntó confusa Jazmín mirando a Daniel.

—Tu novio—rodeó los ojos y las chicas rieron menos ella. Sus mejillas se tornaron rosas, tardó unos minutos en responder ya que parecía luchar con los nervios. Sus ojos me miraron unos segundos y luego fueron a mi amigo.

—Estudiando—una sonrisita divertida acompañó su voz.

—¿Van a ir entonces?—regresé a lo principal.

—Me apunto—asintió Liliana. Annie aceptó pero Stephanie prometió avisarnos con tiempo, Jazmín parecía más dudosa.

—No lo sé, no creo que mi madre me deje ir a esa casa—se cruzó de brazos abrazándose casi a sí misma.

—No debes decirle a donde vas, es sencillo—golpeé el brazo de Daniel reprochándole eso.

—¿Y si intentas convencerla?—Annie intentó animarla.

—Lo intentaré, les avisaré pronto—prometió—¿Llevarás a Vanessa, Daniel?—sonrió divertida.

—¿O tienes muchas que no sabes a quien invitar?—bromeó Liliana riendo. Aguanté reír ante eso, mi amigo negó con la cabeza estando serio.

—Obviamente llevaré a Vanessa. ¿No debían ensayar?—intentó sacarlas del tema lográndolo. Sonreí divertido y Jazmín bajó su mirada al percatarse de la mía.

—Estás completamente loco, ¿Lo sabías?—reclamó con cierto tono divertido. Me miró algo curiosa mientras sus mejillas permanecían rosadas—Me besaste frente a toda la escuela, casi frente a todos mejor dicho.

—Lo sé, estoy loco, lo acepto—me encogí de brazos mirando los asientos del auditorio. Los demás se habían ido, estos momentos eran los que más me encantaban, estar solo con Jazmín era lo mejor—Pero tú también estás algo loca, correspondiste el beso dos veces—culpé mirándola.

—No es cierto, yo sólo...

—¿Qué?—levanté una de mis cejas haciéndola reír.

—Sí, estoy loca pero es tu culpa.

—No me culpes de tu locura—sonreí divertido. Se hizo un largo minuto de silencio pero fue interrumpido por la risa de Jazmín—¿Qué sucede?

—Nada. Sólo recuerdo cuando tu hermana llegó en el momento equivocado—mordió su labio colocando su cabello de lado, lentamente su sonrisa fue desapareciendo, la diversión se había acabado—Sé que no quieres hablar de esto pero enserio lamento no poder estar en la graduación contigo, Darío.

Asentí sin querer decir nada. No importaba cuanto pasara tiempo con ella, igual se iría, era la verdad pero en ese instante es que pienso que si lo intento no me arrepentiré. Algo hizo clic en mi cabeza, ¿Podía ser posible?

—Se me acaba de ocurrir algo—dije mirándola. Su rostro permaneció algo serio pero a la misma vez dulce—¿Por qué no esperas a la graduación?

—No puedo—negó con la cabeza—Ya te dije que...

—¿Por qué no nos vamos juntos? Podemos irnos a donde quieras—intenté animarla pero ella sonrió con cierta duda y tristeza—Podemos hacerlo, Jazmín, podemos irnos de esta ciudad, alejarnos de la multitud...

—No podemos.

—¿Por qué no?—quise saber. Ella tomó mi mano rozándola con sus dedos.

—Porque no podemos—contestó encogiéndose de hombros—Son esos momentos locos que tienen los adolescentes, son fantasías que no pueden hacerse realidad.

—No son fantasías. Son posibilidades...

—No es buena idea—me interrumpió recostando su cabeza de mi hombro—Estoy cómoda ahora mismo, estoy cómoda contigo aquí, es todo lo que necesito.

Acaricié su mano respirando hondo.

—Pero cuando no estés aquí estarás incómoda—llevé la contraria. Pensé que se alejaría pero no lo hizo.

—¿Podemos dejar el tema?

—Pensé que era el único que intentaba ignorarlo—dije algo serio. Ella subió su mirada separándose un poco, colocó su mano en mi cuello observando mis ojos—No quieres irte Jazmín, no mientas.

—No quiero irme pero debo hacerlo—susurró.

—Puedes quedarte conmigo...

—Por favor, Darío, eso es estúpido. No sabemos si esto es algo serio...

—Te besé frente a casi todos los estudiantes en el jardín, ¿Crees que no es algo serio?

—¿Y si alguien más intenta algo más arriesgado por mí?—intentó acabar con mis esperanzas pero no lo logró—¿Ves? Aún falta por conocer personas, quizás una chica de esa multitud desconocida puede intentar conquistarte...

—Perderá su tiempo porque a la que quiero es a ti.

Sonrió dulcemente jugando con mi cabello.

—¿Por qué eres tan terco?

—¿Por qué eres tan negativa?—contesté con otra pregunta. Besé sus labios unos segundos para separarme luego—Debes ir con nosotros este fin de semana.

—¿Otra especie de "salida de amigos"?—bromeó.

—No creo que a tu novio le guste esas salidas—seguí el juego sonriendo divertido.

—Oh no, créeme, le encantan estas cosas—volvió a besarme sin borrar su buen humor.

Había comenzado a llover, el tráfico nos había atrapado, Jazmín iba intentando encontrar una radio de música para alegrar el ambiente. Su celular tenía las mismas canciones y ella parecía estar aburrida de escucharlas. Miré mi celular sin tener nuevos mensajes o llamadas.

—Pensé que sería la última vez que te llevaría a casa.

—Esta será la última vez, tuve que venirme contigo, estaba lloviendo y...

—Gracias, es bueno saber que me utilizas—fingí estar ofendido por eso. Ella sonrió negando con la cabeza—¡Deja esa!—se detuvo ante mi voz. Subí el volumen escuchando la voz de la pareja que cantaba.

—Creo que he escuchado esta canción—dijo pensativa—¿Es un cover?

—Sí. Así es. La canción original es de John Mayer, muy buena por cierto—opiné mirando al frente.

—Tienes buenos gustos musicales, Darío.

Sonreí algo apenado asintiendo. En cuanto llegó la parte del coro, pude escucharla murmurar algunas palabras.

—¿La has escuchado?—la miré divertido.

—Sí. No sé la canción completa pero si algunas partes—sonrió.

—Canta un poco para mí, me encantaría escucharte.

—Sólo si tú cantas conmigo—propuso. Asentí rodeando los ojos. Esperó después del coro cantando de forma suave y más dulce.

Se me hizo creer que nunca amaría a otra persona.

Planeé seguir siendo la chica que sólo podría amarse a sí misma.

—¡Tienes una hermosa voz, Jazmín!—felicité. Sonrió sonrojada.

—Tu turno.

Con el buen ritmo de la canción, di leves golpes con el dedo al volante.

"Solitario" fue la canción que canté hasta el día en que viniste.

Mostrándome otro camino y todo cuanto tu amor pudiera romper.

—Ahora el coro—dijo cantando.

La mitad de mi corazón tiene muy buena imaginación.

La mitad de mi corazón te tiene a ti.

La mitad de mi corazón está en su sano juicio para decirte que...

La mitad de mi corazón no lo hará.

Y la mitad de mi corazón es un matrimonio forzado

Para una novia con un anillo de papel.

Y la mitad de mi corazón es la parte de una chica

Que nunca amó nada de verdad.

—Deberíamos ser cantantes—bromeó riendo. Reí al igual que ella.

—Ganaremos mucho—seguí el juego negando con la cabeza. Extrañaría esto.

Al llegar a casa mi madre iba saliendo, me despedí de ella para luego buscar algo de comer, Delia estaba durmiendo y mi padre seguía en el trabajo. Fui a mi habitación encendiendo la laptop, mientras esperaba que cargara correctamente, comí apresuradamente mi almuerzo, realmente estaba hambriento. Revisé mi Facebook teniendo algunas notificaciones, como lo había imaginado, algunos habían comentado sobre el beso de esta tarde, sonreí negando con la cabeza. La última era de hace minutos, entré al hacer clic, J Young había colocado una imagen en la cual estaba etiquetado. Era una foto de hace algunos días, Liliana la había tomado. Jazmín salía rodeando mi cintura con su brazo y yo tenía mi brazo sobre sus hombros apoyando mi cabeza sobre la suya, ambos sonreíamos.

Miré el mensaje que tenía...

"No puedo dejar de amarte...con la mitad de mi corazón"

Decidí escribir un comentario como respuesta.

"Con más que la mitad de mi corazón"

Sonreí como idiota tomando la foto y colocándola en mi perfil de Facebook. En segundos estaría lleno de comentarios o burlas pero no me importaba en absoluto, Jazmín se iría y quería estar con ella en el poco tiempo que estaría en la ciudad.