15. Baila conmigo
—Estaba buscándote, ¿Qué haces aquí?
—Todos están pasándola bien y quería estar solo unos minutos—mentí un poco sonriendo pero no se confió de eso—Ve con Derek, creo que quiere bailar contigo.
—¿Con Derek?—se cruzó de brazos mirándome mientras una de sus cejas se levantaba. Tomé un aperitivo de la bandeja llevándolo a mi boca—¿Estás celoso de nuevo?
—No estoy celoso—respondí al instante bebiendo un trago—Sólo digo la verdad, el chico te ha mirado toda la noche y estoy seguro que quiere un baile junto a ti.
—¿No viste lo de hace minutos?—preguntó algo divertida. No le veía el lado divertido al asunto, la observé manteniéndome un poco serio—Derek lo hizo pero lo rechacé.
—Es mentira—dudé sobre creerle o no. Dejó su vaso vacío en el mesón de la cocina mientras se servía un poco más—Lo hubiera visto.
—¿Cómo puedes verme si estás metido aquí, Darío?
Tenía razón.
—¿Por qué lo rechazaste? El chico es guapo y muchas hablan de él...
—Creo que esto lo hablamos en la escuela cuando tuviste tus primeros ataques de celos, ¿Lo recuerdas?—me observó con sus ojos café brillando. Tomó su vaso nuevamente lleno.
—No fue un ataque de celos, sólo no quiero que...
—¿Qué?—una de sus cejas se alzó y sonreí divertido negando la cabeza divertido—¿Ves? Te preocupas mucho, pero respondiendo tu pregunta lo rechacé porque esperaba que me invitaras a bailar.
—Jazmín...
—Tu amiga Vanessa está bailando con Daniel, creo que ambos serían una pareja muy buena—se encogió de hombros—Pero creo que ambos podemos ser mejores en el baile, así que...—dejó la frase sin terminar. Suspiré sonriendo de lado, bebí un trago largo dejando mi vaso en el mesón.
—¿Aceptas bailar conmigo, señorita Young?—extendí mi mano y ella contuvo la risa tomándola.
—Con mucho gusto—caminé hacia la sala donde se escuchaba la música. Sentir la pequeña mano de Jazmín entre la mía era relajante y me ponía nervioso a la misma vez, se sentía delicada y suave, imaginé que tenía un cristal entre manos y que debía tratarlo con cuidado. Al pasar entre sus amigas, una de ellas le hizo el favor de sostener el vaso.
Al llegar a nuestro lugar entre algunas parejas que bailaban, ella se giró quedando frente a mí. Colocó mis manos en su cintura sin darme tiempo de hacerlo por mí mismo, rodeó mi cuello con sus brazos haciéndome sentir más alto aún. Lentamente nos movíamos al ritmo de la canción, Jazmín mantenía sus ojos en mi cuello y luego volvía a mirarme para repetir el mismo gesto.
—¿Todo bien?—susurré.
—Estoy nerviosa—respondió de la misma forma con una pequeña y dulce sonrisa.
—¿Por qué?
—Es mi primer baile con un chico y...—ante mi mirada incrédula sonrió divertida ahora—Lo sé, es estúpido y poco creíble pero te prometo que es cierto. No acostumbro a andar en esto.
—Pero has estado bailando con tus amigas y muy bien—dije descuidado provocando un sonrojo en sus mejillas. Sus ojos brillaban mientras se mantenían fijos en los míos. ¿Alguna vez me había imaginado así con Jazmín? La respuesta era sí.
—Me gusta la música—se encogió de hombros restándole importancia sin perder el lento ritmo que llevábamos. No éramos los únicos que bailaban.
—Tenemos algo en común.
—¿Es primera vez que bailas en una fiesta?—ladeó su cabeza de lado mirándome dulcemente.
—He asistido a estas fiestas pero son más aquellas fiestas familiares—expliqué algo apenado. Sonrió un poco jugando con el cuello de mi chaqueta—Y no, no es primera vez.
—Debes darme clases de baile entonces.
—No lo creo—miré algunos mechones que caían sueltos por sus mejillas—Para ser tu primera vez bailando debo admitir que lo haces muy bien—sonreí un poco. Hubo un largo rato de silencio entre ambos, en ese tiempo, pude localizar a Vanessa bailando con Daniel, parecía pasarla bien ya que reían con gusto. Me gustó verla así pero a la misma vez supe que tenía que dejarle las cosas en claro a mi querido amigo, no quería ver a esa chica sufriendo con el tiempo.
—¿Se ven muy bien, no lo crees?—Jazmín veía lo mismo que yo.
—Me preocupa Daniel.
—Él parece que le cae bien—dijo despreocupada.
—No lo conoces—ella me miró—Daniel puede lastimarla y Vanessa es una gran chica, no merecería eso.
—¿Lo dices por Victoria, no es así?—asentí mirándolos unos minutos—¿Y si quizás no haga lo mismo?—regresé mi atención a ella. Mantenía una calma que podía sentirla y una dulzura que me atrapó de nuevo—Las personas pueden cambiar, Darío.
—No creo que sea el tipo de persona que puede cambiar...
—No lo juzgues—me interrumpió—No creas esto pero he leído que las personas se enamoran dos veces, la primera puede ser aquella que te vuelve loco pero la segunda siempre sera tu alma gemela.
¿Entonces yo era la primera para Vanessa y Daniel era el segundo?
—¿Has encontrado a la segunda persona?—comencé con mi curiosidad inocente. Jazmín pensó unos minutos sin quitar sus ojos de mí.
—No lo sé aún. Ni siquiera he descubierto a la primera. ¿Qué me dices de ti?
—No sabría si considerarlo primera o segunda—aparté la vista mientras seguíamos danzando—No lo sé, estoy igual que tú.
—Ser adolescente es difícil.
—Mucho.
—Gracias por apoyarme, Darío—susurró sin verme. Su sonrisa ahora había desaparecido—Gracias por escucharme las veces que lo he necesitado y gracias por soportarme. Es extraño que el azul sea el tema principal—reí divertido y ella subió su vista sonriendo apenas.
—No debes agradecerme por nada—logré hablar al calmar la risa—El error que cometen muchas personas es dejar a los demás solos, nadie puede hacerlo solo, el mundo no puede obligarte a estar solo—respiré hondo para continuar—No pensé que algún día estaríamos en una fiesta bailando pero aquí estamos y a pesar de que me juzgaste mal...
—No fue mi culpa, lo siento—se apresuró a decir algo divertida pero seguí mi discurso dejando salir una sonrisa de lado.
—Has visto como soy. Sólo es como tú dijiste, la vida es una verdadera mierda.
—Correcto—rió un poco y luego suspiró sonriendo algo dulce—¿Sabes? Muchas veces deseé algo así.
—¿Algo como?—fruncí el ceño sin entender.
—No sé explicarlo pero es algo que necesitaba tener—contestó no muy segura—¿Escuchaste la canción? Aquella que te envié.
—Sí. La escuché muchas veces—admití sin sentirme avergonzado lo cual me pareció sorprendente y extraño—Y yo quería...
—No digas nada—pidió—Sé porque lo digo, sólo sigamos bailando.
—Lo que digas.
Me abrazó con sus delicados brazos y yo en cambio rodeé su cuerpo con los míos. Ya estaba acostumbrado a sentirla así conmigo.
Todo había salido muy bien, todos habían disfrutado la noche y la fiesta, las chicas junto a Jazmín habían estado la mayor parte del tiempo charlando con Vanessa, no la veía incómoda ni molesta, parecía pasarla bien. Daniel le había dado su número, luego hablaría con él. De regreso a casa, todas las luces estaban apagadas. Subí a mi habitación sin hacer ruido, al cambiarme de ropa por algo cómodo para dormir, encendí mi laptop teniendo un mensaje en Facebook. Era de hace minutos y era de J Young, sólo decía...
Sólo escúchalo.
Descargué el audio que estaba en el mensaje. Conecté mis audífonos y subí el volumen escuchando el dulce sonido de la guitarra.
La chica que siempre dice "Sí" quiere gritar un "No"
Se hace cargo de la tensión de todos e ignora la suya.
La vida y el alma de la fiesta pero ama quedarse en casa.
Ella dice que no tiene el corazón roto pero llora por sí sola.
Jugar a fingir, no debería ocultarlo, no es correcto ser una mentirosa.
Estoy cruzando la línea bailando en el fuego, cuando no estoy bien. ¿Debería negarlo?
Porque estoy volviéndome loca cuando no estoy bien.
Sigo rezando para que las grietas no muestren mi dolor.
Porque incluso cuando estoy cayendo, digo que mi vida es como un sueño.
Pero estoy luchando a través de una pesadilla porque no estoy siendo realmente yo.
Así que realmente no me conoces.
La chica que comienza todas las bromas simplemente acaba de reírse.
Predica el que hacer y que no hacer pero le encanta ser mala.
Sonríe cuando adivinan a quien está amando, lo que ellos dicen la hace enojar.
Ella dice "Estoy bien, no necesito nada" pero espera por su mano.
Jugar a fingir, no debería ocultarlo, no es correcto ser una mentirosa.
Estoy cruzando la línea bailando en el fuego, cuando no estoy bien. ¿Debería negarlo?
Porque estoy volviéndome loca cuando no estoy bien.
Sigo rezando para que las grietas no muestren mi dolor.
Porque incluso cuando estoy cayendo, digo que mi vida es como un sueño.
Pero estoy luchando a través de una pesadilla porque no estoy siendo realmente yo.
Así que realmente no me conoces.
Al terminar de escuchar la canción y la letra, revisé entre mis canciones que tenía guardadas en la laptop. Hace poco había escuchado a Delia cantar una canción que hablaba sobre tener confianza en uno mismo, la canción no me había encantado hasta este momento. Era perfecta para Jazmín, en Youtube tuve que buscarla. Descargué el audio y al tenerlo listo lo pasé a un mensaje por Facebook escribiéndole...
No te critiques a ti misma, no más. Tienes una sonrisa por la que vale la pena luchar.
Esto es para ti, Jazmín : )
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