Dos días antes de vacaciones mi vida sucumbió ante la llamas del automóvil, reflexionaba que era lo que había pasado, pues minutos antes venia conversando con mi madre sobre lo que haríamos en el viaje hacia Jalisco, teníamos pensado por ejemplo ir a los jardines botánicos ya que le tengo mucho apego a las flores de todo tipo y en especial visitar a la Tía Victoria una media hermana de mi madre que antes habían discutido por teléfono, no logre escuchar el motivo, me ahorre a solo mirar unos cuantos videos de gatos y buscar unas cuantas cosas sobre la Preparatoria.

-QUEEEE C-COMO QUE LA MAESTRA DE MATE YA ENCARGO OTRA TAREA????- Con desganas reproche tirando el celular en mi mochila, seguía sonando por las abundantes quejas de todos los alumnos enfurecidos.

-Colette no grites... ya me duele la cabeza de estar manejando- revise la expresión del rostro de la Jefa, de esa manera le decía a mi madre ya que era una gran contadora y lider de un grupo de empresarios de un rico café

-Losiento... solo es de nuevo esa señora chiflada- Para tener 16 años era muy responsable cuando se trataba de la escuela pero en casa era una vaga total, mayormente olvidaba de hacer los quehaceres de la casa, llegaba de la escuela a tumbarme en la cama como si fuera el mismo suelo.

-Sabes que me molesta de tu tia?- Tenia tantas ganas de saberlo era claro que no.. mi madre siempre se quejaba de todo, de la gente de los animales, si le dolía la pierna o si le salía algo mal, pero aun asi no me molestaba o más bien me aguantaba las ganas de decirle que no me importaba. De papá no hay que decir mucho, él está trabajando de lo que más le gusta es chef en un gran restaurante de mi ciudad, no puede acompañarnos a este tipo de viajes porque en estas fechas muchos turistas van al restaurante.

El error más grande de mi madre es siempre contar los problemas a cualquiera que no sea con la persona de quien es el conflicto y en su mayoría de tiempo se encuentra enojada es por eso que no observo cuando un Tráiler iba de reversa en un estacionamiento de la gasolinera, nos dimos directo en él, mi madre no piso los frenos, los cristales se hicieron pedazos uno de ellos me atravesó el cuello aun podía ver lo que sucedía pero me costaba respirar mi madre no tenía señales de vida, tome mi celular con lo poco que me quedaba y mande un mensaje.

-(Te quiero mucho papa...)

Mi cabeza me daba vueltas, la sangre que salía era bastante que no me faltaba más por morir, quisiera cambiar sobre cómo me veía, no tenía el físico más agradable en todo momento lloraba por cómo me veía en el espejo, sentía mi nariz la más grande del mundo y mi actitud la más fría, me merezco esto y más por pesimista.

-(Yo también mi princesa, ten un buen viaje)

Con la mirada en el móvil, solo cerré mi ojos y dejé porfin aquel mundo o eso era lo que había creído, sentí una calidez familiar, estire mi mano lo más que pude y había algo extraño... Mi mano era muy pequeña y no comprendía a la mujer tan bella con unos jade y una melena de color morado.

-¿Te encuentras bien Anna?-

-Ya nació mi pequeña?- Al lado de esa mujer había un colibrí, aquel había hablado eso era demasiado extraño que me asusto y comencé a llorar.-Oh Oh tranquila mi princesa soy yo papá - Ese colibrí se hizo cenizas que se unieron formando a un hombre muy elegante de cabello plata con ojos color miel, para calmar mi llanto me acarició la mejilla-

Me límite a sonreír pues esto se sentía muy cómodo además no solo había nacido en una familia estable si no que al crecer me di cuenta que eran de la Realeza, eran perfectos pero solo tenían algo que ellos mismos se hacían decaer, pues llevaban años sin encontrar a mi Hermana. Cada que se sentían con ganas de discutir siempre tocaban ese tema pero no les dan las fuerzas y siempre papá abrazaba a mamá.

Un día cuando ambos estaban bien vestidos, me vinieron a visitar, mi niñera siempre me cuidaba.

-¡Anna! Mi hermosa princesa - Me hizo cosquillas en los pies... Reí y coloco su frente con la mía, mi madre siempre era tan cálida, en cambio mi padre después de unos meses cambio o talvez siempre era así. -Vamos cariño ni siquiera la has visto -

-Losiento mis amores, solo... Aún no dejo pasar lo de Isabella- El me cargó en sus brazos y me susurró -Te protegeré, siempre mi princesa - Mamá lo abrazo y ambos decidieron acompañarme esa noche.

Los años habían transcurrido y yo me la pasaba jugando de aquí para allá, escapando de mis niñeras, siempre tenía 4 Señoras detrás de mí, cuidándome 24/7. Mi Noveno cumpleaños se aproximaba para estar en este cuerpo de una niña, disfrutaba a lo máximo mi infancia. Hoy estaba intranquila porque sería la primera vez que me dirigía al lugar que siempre iba a derramar lágrimas mi madre.
El lugar donde secuestraron a mi hermana Isabella, yo estaba en el vientre de mi madre cuando eso sucedió.

Cada ves que salíamos del palacio era obligatorio llevar máscaras hechas de magia especial pues nos protegían de los intrusos y sobre nuestra ubicación a demás de ello todo el Reino estaba protegido de una gran ilusión para despistar a los viajeros.

-Madre no creo que valga la pena regresar a ese lu- Un recuerdo choco en los más profundo de mi corazón cuando mi madre me dió una cachetada, rápido no me aguante y mis lágrimas salieron

-Anna...Mi niña nunca comprenderás lo que siento, pido disculpas por mi acción - Apesar de lo que hizo mi antigua vida me hizo sentirme insegura recordaban cuando lloraba en silencio mientras tenía ataques de ansiedad, me preguntaba si de verdad servía para algo.

Era un jueves por la tarde las calificaciones de mi colegio no eran las más deseadas y mi madre se hizo cargo de restregarlo.

-¿¡DE VERDAD COLETTE!? NIÑA ESTÚPIDA TE DOY TODO Y ESTO ES CON LO ME PAGAS!!?, No me bajes la mirada mírame ahora - Me tomo bruscamente la barbilla -Dime que necesito para que dejes de ser tan pendeja, ni si quiera me ayudas en la casa- No dije nada desde el día que ella me golpeó no he vuelto a responder con lo que yo pienso correcto, porfin ella me soltó y en cambio yo sali corriendo, entre en mi cuarto, mi respiración era agitada me tomé fuerte de la cabeza, llore y no deje de hacerlo, me metí a mi lugar seguro... el armario, me apegue a una de sus esquinas y porfin hablé

-Siempre que me esfuerce el resultado será lo mismo -

Estaba tan distraída que madre me abrazó mientras estaba en shock

-Anna losiento... - Era la primera vez que alguien se disculpaba conmigo, no le tome mal pensar y disfrute de su disculpa

Cap.1
"Mi Razón de ser"