Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 43. Logan

"Incluso si no estás en el camino correcto, serás atropellado si te quedas sentado" 

— Will Rogers

— ¡Vamos, Thiago! Es imposible que seas tan malo — grita Skylar cuando Thiago no consigue meter la bola negra en el agujero.

— Cállate, Skylar — espeta Thiago entre dientes enfurruñándose cual niño pequeño al que le quitan un caramelo de la boca.

Sigo divirtiéndome de los caprichos de mi amigo por ganar, contemplo como Dylan y la peliazul también se cachondean de lo que ocurre. Niego con la cabeza y la apoyo en el hombro libre de la pelirroja, aspiro su aroma a cerezas maravillado. Está con su espalda pegada a mi cuerpo, me acomodo en el taburete que hay al lado de la mesa de billar.

— ¿Siempre son así de competitivos? — interroga Alessia, sonrío descubriendo que ella también lo hace. Me encojo de hombros.

— Solo cuando se trata de una partida de billar — respondo —. O cuando quieren avergonzarse mutuamente — añado. Las vibraciones de la espalda de Alessia me hacen sonreír aún más, ese melodioso sonido me lleva al paraíso.

— Es divertido salir con vosotros — confiesa, se me hincha el pecho de cariño hacia ella. Me encanta saber que, el que ella salga conmigo y con los demás, no suponga un problema o algún tipo de incomodidad.

Dejo un beso sobre su hombro descubierto de cualquier tipo de tela. Una sonrisa se dibuja en mis labios al ser partícipe de ver como se estremece por el tacto de mis labios en su piel.

— Admite que solo te interesa estar conmigo — me mofo. Comienzo con la espontánea tarea de seguir con esos besos que tanto logran descontrolarla en cuestión de segundos. Cada fracción de su piel por la que mis labios pasan supone un estremecimiento y algún que otro escalofrío.

Inclina la cabeza hacia la derecha para darme un mayor acceso, su garganta se mueve al tragar saliva. Mis dedos se clavan en su cintura disfrutando de conseguir crear esas sensaciones en el cuerpo de una irresistible y sexy pelirroja.

— ¿Desde cuándo te has vuelto tan egocéntrico? — cuestiona con un tono ronco que consigue ponerme los pelos de punta. Retengo en mi cuerpo cualquier tentación de hacer algo indebido, no se debe cruzar la línea de besos fuera de una habitación o de cuatro paredes en las que estar completamente solos.

— Desde que cierta chica consigue ponerme del revés con solo tocarme — respondo en su oído. Su cabeza se gira para observarme, estampo mis labios sobre los suyos antes de tener el placer de escuchar su voz dulce.

Un jadeo suyo se queda sofocado por mi boca, arrastro mis dientes por su labio inferior disfrutando del sonido que me brinda. Recorro este con mi lengua obligando a que me permita a entrar en su boca, sentir el sabor a la cerveza que ha estado tomado no debería gustarme. Sin embargo, la acerco más a mí, ansiado por necesitar investigar cada parte de su boca como un arqueólogo experimentado.

— ¿Cómo puedes saber tan bien? — murmuro sobre su boca.

Sonríe provocando que un gruñido escape del fondo de mi garganta al lograr con cada mínima acción que hace ponerme del revés. Gime cuando vuelve a tener el contacto de mi boca y me obligo, a pesar de que parece imposible, a no hacer crecer el bulto que crece en mis pantalones.

Mis manos siguen con su tarea de acariciar la mayor parte de la piel tersa de su espalda, hago un camino a través de su columna vertebral mientras los besos por su cuello se vuelven cada vez más intensos. Muevo las yemas de mis dedos hasta tocar sus costillas necesitando seguir subiendo. Aún así, cuando un disimulado gemido escapa de su garganta, cojo fuerzas de mi poca voluntad para detener mis movimientos.

— Esto es un bar — me repito en voz baja aplaudiéndome por ser tan obvio. Espero que consiga entender lo que digo —. Me niego a que todos puedan ver lo que provoco en ti. Solo yo quiero sentirlo — le aclaro. Que ella piense que no quiero nada con ella me habría partido en dos, sin embargo, prefiero parar antes de que no sea capaz de contener las emociones que me invaden por dentro.

Sus ojos chocan con los míos, oscuros y vidriosos a causa de la lujuria y la excitación que recorre nuestros cuerpos. Una electricidad que no pasa desapercibida cruza el ambiente sofocante que nos invade desde los pies hasta la cabeza. Asiente respirando entrecortadamente, su aliento choca contra mi boca en una suave caricia que no me ayuda para nada.

— No te recordaba como una exhibicionista, dulzura — bromeo jocoso, muestro mis dientes con diversión cuando me lanza una mala mirada. Me golpea suavemente el brazo, su respiración se calma lo suficiente como para inspirar y exhalar por la nariz.

— Eso me pasa por tener de novio a un chulo prepotente que se tira cada vagina que pasa por la calle — espeta desafiándome. Un reto se instala en sus ojos, sonrío aceptando.

— Puedes estar tranquila, amor. Solo hay una que quiero probar y está justo a mi lado — murmuro. Me lamo los labios y su respiración se entrecorta cuando siente mis manos moviéndose por la cara interior de su muslo comenzando a entrar en terreno prohibido.

— Logan... — me llama, se le va la voz volviendo a la misma burbuja que teníamos antes. Casi ni puedo reconocer donde estamos a causa de toda la tensión que se empieza a forma en cada músculo de mi cuerpo. Debo recordar que estoy con unos amigos que no durarán ni un segundo en cortarme el rollo y un bar un poco asqueroso en el que no puedo seguir con mi cometido.

Pese a que todo eso supone mil puntos a favor para detener lo qeu estamos haciendo, solo hay una que me impide seguir. El cuerpo de Alessia se pone rígido de repente, mis manos ya no se mueven por sus piernas y levanto la cabeza de su cuello lleno de besos para comprobar qué es lo que la tiene así.

— ¿Dulzura? — pregunto mirando sus ojos clavados en un punto fijo. Levanto mi mano clavando los dedos en su barbilla y obligándome a que me mire. Una confusión llena su mirada, frunzo el ceño.

— ¿Ese de ahí es Tommy? — pregunta, muevo mi cabeza cual niña del exorcista apartando de mi campo de visión cualquier persona u objeto que no tenga que ver con una melena color carbón que explota la burbuja en la que estábamos ella y yo hace menos de unos cuantos segundos.

Así como dice Alessia, distingo un cuerpo musculado girado hacia la derecha consiguiendo observar a una chica rubia sentada a su lado. Sus ojos están clavados en ella mientras sus labios intentan crisparse, como solo él puede, en una sonrisa. Un vaso de Dios sabe qué se enreda entre sus dedos, lo lleva hasta su boca dándole el trago más largo que he podido contemplar nunca.

Echo un vistazo a mi novia, su atención no se aparta de él, de como su mano se posa sobre la de la chica con la que está. Vuelvo mi vista hasta ellos tragando saliva y esperando que no haga nada por lo que Alessia pueda preocuparse. Está claro que la atención que tiene puesta sobre él no es porque lo haya pillado con una chica sino por el vaso de bebida que lleva en su mano y la forma de no poder siquiera soportar ni su propio peso.

Mi lengua recorre mis labios con la intención de humedecerlos, acaricio el brazo de Alessia buscando que vuelva a mirarme. Lo consigue. La lástima que los invade provoca que una oleada de furia me llene a mí en su lugar. No es justo que él le esté haciendo esto a ella ahora, pero tampoco puedo culparle por buscar salida a su pena a través del alcohol.

— Tommy va a estar bien, dulzura — la calmo, suelta un suspiro cerrando los ojos —. Solo se está tomando unas copas con una chica — le aseguro, asiente apoyando su frente sobre mi pecho. Dejo un beso sobre la cima de su cabeza.

Mis labios se despegan de inmediato de la cabeza de mi novia cuando un estruendoso sonido de cristales rotos retumba por todo el bar. El cuerpo de Alessia sale disparado en busca de su amigo antes de que pueda detenerla. Las miradas de todas las personas en el local no parecen importarle y a mí tampoco se me pasa por la cabeza decir algo en contra de ello cuando voy tras Alessia.

Aprieto las manos en dos puños al contemplar como Alessia se agacha para llegar a coger a Tommy, unos descontrolados celos que trato de calmar se desatan en mi interior. Los celos de que Alessia siga creyendo que está en deuda con Tommy y que parece no querer dejarle por nada del mundo.

— ¿Tú quién narices eres? — dice una voz ligeramente aguda. Miro por el rabillo del ojo, mientras me acerco a ellos, como la chica que estaba antes con él también se agacha para ayudarle. Aplano los labios enfadado porque ese estúpido alcohólico reciba más atención de la que se merece.

— Soy su amiga, idiota — espeta ella. No me resisto a la calma que me apacigua cuando la palabra amiga sale de su boca —. Podrías ayudar en lugar de ser una estúpida arpía — escupe.

Decido que no es bueno que ella haga esto sola, llego hasta donde están y cojo del codo a la rubia que hablaba con él. Sus ojos se clavan en mí dispuesta a enfrentarme, su mirada se calma cuando se percata de quien la está cogiendo. Una estúpida sonrisa se posa en sus labios, ruedo los ojos internamente.

— Será mejor que te vayas — recomiendo, la furia en sus ojos vuelve. No dice nada cuando me aparta de un tirón, coge su bolso y sale de nuestra vista en menos de un segundo. Inspiro agachándome a donde está Alessia comenzando a poner el brazo de Rodgers sobre sus hombros. Sus manos tiemblan mientras lo coge, su trasero conoce el suelo cuando no consigue la suficiente fuerza como para levantarlo.

Me coloco delante de ella como un rayo, sus ojos comienzan a inundarse por las lágrimas. Detengo sus manos inquietas obligando a que deje por un segundo lo que está haciendo para que se centre en mí. Ese rostro lleno de tristeza no hace que las ganas de querer matar a Rodgers disminuyan.

— Tengo que llevarle a casa, Logan — hipa, inspiro —. No puede volver a casa en coche si está así — repite.

Echo un vistazo a Rodgers que yace tumbado en posición fetal en el suelo. Las ganas de pegarle un puñetazo no se evaporan de mi sistema, él sabe perfectamente que Alessia sufre viéndole así y a pesar de ello el capullo sigue creyendo que la mejor forma de superar los obstáculos, es bebiendo. Vuelvo mi atención a la dulce y bondadosa pelirroja que no dejará a nadie tirado si está en sus manos.

— Primero tienes que calmarte, amor — susurro, niega con la cabeza como si le fuera la vida en ello. Intenta despegarse de mí sin conseguirlo. Acabará teniendo un ataque de pánico como siga así —. Mírame, Alessia — ordeno, parece no escucharme —. ¡Alessia, por favor! — suplico. Ahora sí que lo logro.

— No quiero verle así — se compadece, se apoya sobre mí abrazándose a mi cintura. La rodeo con mis brazos dejando un beso sobre la cima de su cabeza rompiéndome el corazón al ver como colapsa en un llanto que parece interminable.

Busco entre todas las personas del bar un grupo, no se me hace difícil distinguir la melena azul de la novia de mi amigo. Los ojos de todos están clavados en nosotros y me alegro en parte de no tener que conseguir que me miren. Gesticulo una despedida con los labios, asienten comprendiendo y repito la acción de ellos cuando Thiago hace un gesto de un móvil.

No sé si conseguiré llamarle pero aún así me prometo a mí mismo hacerlo.

— Vamos a hacer una cosa, dulzura — le aviso, retiro su cabeza de mi hombro notando la humedad de la tela. Me olvido de ello centrándome en lo que de verdad me importa ahora —. Lo llevaremos a su casa, si no recuerdo mal está a unas calles de distancia — Alessia asiente —. No quiero verte llorar, amor. Tommy solo ha bebido más de lo que debía, estará bien por la mañana — aseguro.

Asiente y echa un vistazo a Rodgers antes de fijarse de nuevo en mí. Deja un fuerte beso sobre mis labios, como si estuviera buscando que sienta lo que ella. Cuando vuelvo a mirarla, el cariño y el amor que invade sus ojos me hace reconocer por qué estoy ayudando a un estúpido alcohólico que terminará destrozando la vida de mi novia.

— Muchas gracias — susurra sobre mis labios. No soy capaz de responder, mi corazón se vuelve a hinchar por la ternura que el significado de esas palabras significa para ambos.

Ahora solo falta llevar a casa al idiota que se deja emborrachar por una ruptura.

¡CAPÍTULO QUE DEBERÍA HABER PUBLICADO AYER PERO QUE SE ME PASÓ COMO NO TENÉIS NI IDEA!

Así que, bienvenidos al mundo de vacaciones de NHOA que no se entera de cuando ha subido capítulo hasta que pasan mil años. Espero que puedan entenderme y que dissfruten de este triste pero necesario capítulo.

¡Pregunta Random!: ¿Qué creéis que pasará con Tommy?

¡Besos y XOXO!

NHOA

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro