"Planeé cosas que nunca funcionaron, y funcionaron cosas que nunca planeé. Así aprendí que no puedo controlarlo todo. Y que eso está bien"
— Me niego a serviros algo en el Doll's, idiotas — reniega Logan junto a mí. Apoyo mi cabeza en su hombro en el momento en el que su brazo alrededor de mi delgado cuerpo me aprieta contra él. Sonrío divertida viendo los rostro de fastidio del grupo de amigos de Logan.
— ¡Vamos, Logan! — intenta convencerle Thiago, su mano sostiene la de Elizabeth con un cariño irresistible —. Solo te hemos pedido algo para tomar, no te hagas la víctima — reprende.
Echo un vistazo por encima de sus hombros a mi novio. Su mirada de querer matar a su propio amigo me hace reír. Y que Dylan tampoco haga algo por calmar las aguas también hace que esa mirada envenenada vaya dirigida a él.
— Estoy todos los santos días en esa maldita cafetería — comenta Logan fingiendo estar molesto. Una sonrisa se crispa en sus labios —. Lo último que quiero es volver a pasar por ahí incluso en mis horas libres.
Los presentes sueltan un bufido, debo aguantarme la risa para no ser una aguafiestas que disfruta con estas estúpidas e infantiles disputas. La peliazul, o así es como la llama Logan, y Skylar sonríen en mi dirección. Ruedo los ojos comprendiendo lo que quieren decir, me responden con una negación divertida de cabeza.
Hombres...
— ¿Qué os parece una partida de billar? — propone Thiago tras unos segundos. El fastidio de hace unos segundos se ha esfumado en menos de lo que canta un gallo. Una traviesa sonrisa cruza sus labios cuando le echa un vistazo a su hermana —. Nosotros aún tenemos una partida pendiente — murmura hacia ella.
— Cierto, aún sigues molesto por la paliza que te metí hace unos años — contesta ella con diversión. Lanza una mirada despreocupada hacia nosotros —. ¿Os parece bien? — cuestiona. Miro un momento a Logan, sus ojos chocan con los míos preguntándome sin mediar palabras. Vuelvo la vista a Skylar asintiendo.
— Por mí perfecto — aseguro. Una sonrisa se forma en los labios de Skylar y comienzan a caminar hasta el conocido establecimiento donde se puede practicar billar. Es irónico que no tenga ni idea de la existencia de ese local siendo este el lugar donde nací.
Suspiro.
Alzo el brazo acariciando el dorso de la mano de Logan que tiene colgando sobre mi hombro. Miro por el rabillo del ojo su mirada perdida, aplano los labios descubriéndolo de la misma forma de nuevo. ¿La tercera vez va ya?
— ¿Ha pasado algo? — cuestiono casi sin escucharme a mí misma. Me sorprende encontrarme con que Logan clava su atención sobre mí y forma una sonrisa que para nada es capaz de llegar hasta esos preciosos ojos pardo.
— ¿Por qué lo dices? — interroga acariciando mi mejilla con la mano que me sostiene por los hombros.
— Has estado demasiado callado desde esta mañana — declaro. Se cree que no le he visto por los pasillos del instituto con la cabeza gacha y negando cada dos por tres cuando creía que no estaba mirando.
Ya no soy esa estúpida e idiota niña que no quería saber lo que sucedía a su alrededor. Si él me apremia a que debo confiar en él para contarle hasta la más mínima cosa que haga, quiero que él se sienta en el completo derecho de tener la misma oportunidad de mi parte.
— Eso será porque se me está comenzando a ir la voz de hablar tanto — intenta bromear. Le lanzo una mala mirada sin querer una broma de su parte, no es el momento indicado para ello.
Carraspea.
Vuelvo la vista al frente sin conseguir distinguir las siluetas de las personas con las que andábamos hace unos segundos. No me preocupo por no verlos pues sé que, con las ganas de divertirse que tienen, llegarán al lugar lo más pronto posible y no podremos alcanzarlos hasta que lleguemos.
De todas formas, estoy segura y absolutamente tranquila de saber que Logan sabe llegar y el hecho de estar teniendo ahora mismo un momento a solas me absorbe por completo. Ambos necesitamos estas charlas más a menudo, para que él me cuente su día y sus inquietudes y yo pueda confesarle las mías.
— He estado hablando con mi madre — susurra, la escucho atenta apoyándome sobre él. Su corazón late desbocado y el simple sonido de este hace sentirme como una presa huyendo de su depredador. Está claro que esa presa somos nosotros y que el depredador será cada problema del que tengamos que escapar con la mayor velocidad posible.
— ¿Cómo está? — cuestiono. Esto de romper el hielo con Logan es nuevo para mí siendo que es más común que él comience a hablar a que lo haga yo. Sin embargo, soy capaz de reconocer cuando una persona no consigue sacar lo que lleva dentro.
Vivir tantos años con esas emociones te hacen reconocerlas en cualquier lugar, en cualquier momento y con cualquier persona. Más aún si esa persona es Logan.
— Tiene ganas de conocerte — murmura, el corazón se me hincha de algo parecido al orgullo con un toque de miedo extremo. Ya no comprendo si el miedo va enlazado al orgullo o el orgullo al miedo pues un emoción hincha mi corazón por Logan y un pánico terrible me encoge el estómago por su madre.
— ¿Eso es bueno? — pregunto desconfiada, una pequeña risa escapa de los labios de Logan. Descanso mis hombros tensos cuando me abraza de una forma tan cariñosa que me derrite. Deposita un beso sobre la cima de mi cabeza.
— Es increíblemente maravilloso, dulzura — asegura.
Me relajo en sus brazos sin percatarme de que seguramente nos hayamos pasado el lugar donde teníamos que entrar y que llegaremos más tarde de lo que la luna demorará en ponerse. Se aclara la garganta avisándome de que la conversación no termina aquí, que lo que estamos hablando es simplemente un ritual de iniciación a lo que de verdad importa.
— El caso es que mi padre no... — se detiene. También entiendo cómo actúa cada persona cuando las palabras que saldrán por su boca no serán las que todo el mundo quiere escuchar. Busca ese arte en el que no dañar la integridad humana —. Él tampoco quiere que estemos juntos — confiesa.
Ahora soy capaz de entender lo que siente Logan cada vez que le digo lo de mis padres pues un balde de agua fría cae sobre mi cuerpo. Parece mentira que hace unos segundos hubiera estado feliz porque le caía bien a su madre y ahora esa alegría se haya evaporado por los pensamientos contradictorios de su padre.
— ¿Qué motivo tienen para que no les guste que estemos juntos? — pregunto en voz alta. Me coloco de brazos cruzados sintiendo una repentina oleada de frío poniendo mi piel de gallina. Miro por encima de mi hombro a Logan cuando este retira el brazo de mis hombros. Aplano los labios —. ¿No estarás pensando en dejarme, no? Por que te puedo asegurar que te mataré si lo haces — declaro.
Me aplaudo a mí misma mentalmente cuando consigo mi cometido. Una sonrisa se dibuja en su rostro y me mira enternecido. Levanta la mano tocando por unos segundos mi mejillas para después descender hasta peinar mi cabello en llamas.
— No sería capaz de hacerlo ni aunque me fueran a quemar en una hoguera — me calma, una opresión se libera de la boca de mi estómago. Formo una sonrisa ladeada, me quejo internamente al ver que Logan retiene la risa que quiere escapar de su boca. Le miro mal —. Te dije que no te dejaría ni aunque esté a punto de morir por cáncer y voy a cumplir mi promesa todo el tiempo que sea necesario.
Entreabro los labios.
¿Dónde está la sensibilidad de mis piernas cuando las necesito?
Las ganas de besarlo son impedidas a causa de la terrible manía que tengo de dejar de sentir las piernas, o sentirlas derretirse, cuando menos quiero. A pesar de que Logan me comprende y de que una sonrisa se posa en su sonrisa al descubrir qué me sucede, la felicidad se esfuma de sus facciones en un parpadeo.
— El problema es que ya sé por qué no quieren que estemos juntos — comenta, abro los ojos como dos platos esperando una respuesta de su parte. La curiosidad me invade y mi poca paciencia para temas de este tipo sale a la luz.
— ¿Y? — interrogo. Miro sus ojos disgustados, imita mi acción de lamerse los labios a sabiendas de que lo que va a contar supondrá algo grande. O, al menos , eso es lo que parece.
— Tu madre estuvo saliendo con mi padre — suelta. Lo confiesa como si estuviera tirando una bolsa de basura al contenedor o como si estuviera quitándose una tirita del tirón tras un golpe en la rodilla. Me quedo sin voz tratando de encadenar todas las escenas en las que mis padres y yo hemos estado discutiendo por el mismo tema una y otra vez; día tras día.
El impedimento de mi padre de salir de casa el día que quede con Logan o la rabia que le invadió cuando le conté con quien salía, la sorpresa de mi madre al confesarle el nombre de Logan, la molestia del padre de Logan cuando él habla de mí. Son razones por las que, poco a poco, el acertijo que sobrevolaba mi cabeza se va resolviendo.
— ¿Tu padre? — interrogo —. ¿Y mi madre? — vuelvo de nuevo —. ¿Juntos? — cuestiono. Formo una mueca de disgusto notando como un escalofrío recorre desde la punta de mis pies hasta la cima de mi cabeza.
— Al parecer, los Wilkinson estamos obligados a enamorarnos de una chica Murphy — habla jocoso, le dedico una mala mirada. Se acerca lo suficiente como para poder darle un suave golpe en el hombro —. ¡Au! — chilla, finge acariciarse la parte adolorida de su hombro como si de verdad le hubiera causado algún daño. Esto es menos que un pellizco para él.
— No hace gracia — espeto. Alza una ceja.
— ¿Ah, no? — cuestiono.
— ¿Qué le ves de gracia, Logan? Porque yo, sinceramente, no la encuentro — me exaspero. Suelto un bufido retirando un mechón de pelo que caía por mi rostro. Vuelve a su posición anterior segundos después cual hoja que cae al suelo.
Logan sonríe. Se acerca a mí apartando por mí el mechón de cabello rojizo y colocándolo tras mi oreja, su proximidad seca mi boca. No comprendo como, tras unos segundos, mi espalda está apoyada sobre la pared y mi cabeza está gacha tras soltar otro bufido.
Posa sus yemas heladas sobre mi barbilla obligando a mi atención a volcarse únicamente en él. A esos ojos verdes con motas oscuras y una terminación amarillenta que me dejan embelesada.
— No es que me guste que mi padre haya salida con tu madre — detiene mis pensamientos. Ruedo los ojos.
— Te mataría si fuera así — declaro consternada. Me pellizca en la cintura y pego un chillido. Ahogo el grito cuando sus labios se estampan con los míos en un beso casto callándome, se separa más rápido de lo que me gustaría.
— Pero lo único en lo que puedo pensar es en que tus padres no me odian simplemente por ser yo, dulzura — confiesa, mis labios se entreabren al contemplar su determinación. Comienzo a comprender —. Nuestros padres se han creado una paranoia y han tenido unos conflictos tan grandes que lo que quieren es no tener que cruzarse. Creen que porque yo sea hijo de John Wilkinson y tú de Helen Murphy, nosotros seremos exactamente iguales a ellos.
Cierro los ojos, una tremenda liberación se instala en mi cuerpo. Porque tiene más razón que nadie y porque, por esa razón que Logan me está comentando, nuestra relación puede tener un futuro. O por los menos, el voto a favor de nuestros padres.
— ¿Le consigues ver al gracia ahora, dulzura? — interroga, veo una difuminada sonrisa cuando abro los ojos. Se aclara conforme enfoco en su boca, asiento imitando su acción y crispando mis labios para sonreír —. No voy a dejar que nuestros padres decidan por nosotros porque ellos han sido lo suficiente estúpidos como para no darse cuenta de que no estaban hechos el unos para el otro.
— ¿Y quién te dice que nosotros sí que lo estamos? — interrogo.
Sonríe.
— Dulzura, te percatarás conforme los años pasen y yo siga sosteniendo tu mano.
SOUNDTRACK ~ Helium ~ SIA
*Inserte suspiro de enamora empedernida*
Sinceramente, no es por despreciar mis otras novelas (las cuales amo con locura) pero me estoy sintiendo mucho más cómoda y entretenida escribiendo esta historia que con cualquier otra. Siento que podría escribir de ellos mil capítulos más y no me cansaría. El caso es que noto como me estoy soltando más con esta historia que con cualquier otra, ya sabéis: más salseo, más amor, más tensión...
¿Qué pensáis vosotros?
¡Espero que os haya gustado! Y, solo como noticia, me da las vacaciones dentro de dos días y a esta novela le quedan menos de 20 capítulos así que espero que los esteis disfrutando al máximo...
¡Besos y XOXO!
PD: ¿Alguien más quiere a un Logan en su vida?
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