Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22. Alessia

Sabes que estás enamorado cuando no quieres acostarte porque la realidad es por fin mejor que tus sueños. 

— Dr. Seuss 

Mis párpados revolotean con el sonido estridente de un tono de móvil, un mensaje, uno dirigido a mí. Miro a mi alrededor observando el techo del salón de mi casa, mi cuerpo se siente en una nube. Frunzo el ceño al notar un latido en mi oído, un bombeo que se me antoja demasiado calmado y relajante. Solo quiero dormir un poco más, apagar la televisión en la que programan los créditos de alguna película y no despertar hasta que sea mañana.

Cierro los ojos, ese latido me acompaña para volver a inmiscuirme en mis sueños donde no importa quién seas o de quién provengas. Sonrío satisfecha, la sonrisa se esfuma en un santiamén.

Los créditos de una película.

Una película

Logan.

Los párpados se me pegan al volver a deslumbrarme con la luz del atardecer comenzando a colarse en la sala. Mis manos cosquillean, deslizo mi mirada hasta acabar observando el dorso de esta. La boca se me seca cuando reconozco la tela de una camiseta y la dureza de los músculos de Logan bajo mi tacto.

Retiro la mano de aquel lugar como si quemara, me levanto tan rápido de su pecho que temo de despertarle. Echo un vistazo en su dirección, sigue durmiendo como un hermoso tronco. Contemplo la línea de su mandíbula y dejo de mirar cuando un chasquido escapa de su boca, espero a que se despierte.

No lo hace, sus párpados siguen cerrados y su pecho permanece subiendo y bajando en una lenta respiración. Mi boca se entreabre al ver la suya, levemente abierta y obteniendo unas facciones suavizadas. Nada que ver con lo que hace unas horas atrás estaba clavado en sus expresiones, esos sentimientos de angustia y preocupación que me hicieron imitarle.

Redirijo la mirada, la vista se queda fija en el móvil encima de la mesilla del salón. Suelto un suspiro silencioso con la intención de no despertarle y me inclino para coger el móvil que había sonado minutos antes de que yo me enterara de que estaba cómodamente sentada encima de su pecho.

Me llevo una mano a la cabeza sosteniendo el teléfono en la otra, niego con la cabeza. No puedo creer que me haya quedado dormida encima de él, lo último que recuerdo es haber estado sentada a su lado, con el bol de las palomitas vacío en la mesilla y las bolsas de patatas, también. Recordaba la manera en la que su muslo había tocado mi pierna y ese simple roce había enviado una descarga eléctrica por todo mi cuerpo.

Vuelvo a necesitar un vaso de agua para aliviar la sequedad de mi boca al rememorar el momento exacto en el que sus dedos habían buscado mi mano o, como, segundos después, su brazo quedó extendido por encima de mis hombros provocando que terminara casi apoyada completamente contra él. Como si sostenerme la mano no fuera suficiente, como si, que yo estuviera recostada sobre él, fuera mejor que sostener mi mano y acariciar el dorso de esta cuando lo hizo.

Aún noto el cosquilleo en el estómago y como había restregado las manos en mis piernas tratando de quitarle el sudor que habían adquirido por estar tan nerviosa. Sentía el aire escapando de mis pulmones y no volver a entrar en ellos.

Así que esa, pienso, había sido la razón por la que me desperté en esa postura.

Trago saliva volviendo al presente sin reparar hasta ese mismo momento, que me encontraba observándole. Contemplando y analizando el modo en el que una de sus manos se encontraba detrás de su cabeza y la otra en su barriga a causa de la lejanía que había obtenido con él. Se le nota tan descansado, y tan hermoso.

Sacudo la cabeza, como siga así terminaré por arrancarme los pelos de la cabeza y no me importará absolutamente. ¿Por qué no puedo, simplemente, quitarme el corazón para no sentir tantas cosas, tantas emociones, tantos estremecimientos? ¿Por qué no puedo solo ser una chica sin sentimientos a la que nada le importa, a la que le da igual si los demás piensan horrores de ella o que la juzgan por las personas de las que proviene?

Me obligo a dejar de pesar en esas cosas, solo servirán para crearme más problemas porque estar empezando a sentir algo por alguien solo trae eso: problemas y únicamente problemas. Muevo las manos para que trabajen en escribir la contraseña en el móvil y ser capaz de ver los mensajes que hay en él sin detenerme con la tentación de volver a contemplar su rostro tan apaciguado y, para qué mentir, tan hermoso.

La sorpresa invade mi cuerpo cuando me encuentro con tropecientos mensajes de personas, algunas las conozco, otras simplemente preguntan la tarea de clase como si yo fuera el interlocutor entre profesor de todas las asignaturas que damos y los estudiantes que no escuchan una mierda en ellas. Descarto las que responderé después — los de alumnos distraídos y charlatanes — y me centro en el de las personas más importantes.

Los ojos se me abren más de la cuenta en el momento en el que el mensaje de mi madre cobra vida ante mis ojos, como un holograma de lo que le está sucediendo ahora mismo. La visualizo en un coche, escribiéndome ese mensaje hace, aproximadamente, veinte minutos.

Mamá: Estamos de camino a casa, tardaremos una hora como mucho. ¿Estás bien?

Me cago en... — tapo mi boca, cierro los ojos deteniendo la palabrota que desea escapar del fondo de mi garganta y que lucha por salir. Distingo un movimiento a mi lado y le echo un vistazo de refilón ansiando que no se despierte, no todavía al menos. Suelto un suspiro cargado de alivio cuando lo único que hace es rascarse la mandíbula y colocar en su rostro un extraño ceño fruncido.

No me quiero imaginar lo que estará soñando, revolotean los pensamientos en mi cabeza.

Cambio la atención hacia mi móvil de nuevo y salgo del chat, después la contestaré y le diré que estoy bien pero necesito saber lo que Tommy tiene que decirme. Había visto que él también me ha hablado y yo aquí con otro chico durmiendo sobre su pecho. Soy una novia falsa, mentirosa y horrible.

Los ojos me escuecen y me harto yo misma de ser tan sensible, de llorar tan fácilmente aunque no quiera hacerlo. Son tantas las angustias que se instalan en mi alma y que trato de disimular con una sonrisa que, cuando llego a casa, lo único en lo que pienso es en encerrarme en la habitación y ponerme a llorar como si estuviera en un funeral.

Tommy: Hola, amor. ¿Podemos vernos hoy? Me muero por estar contigo.

Se me escapa un bufido, junto al mensaje está adjuntado una carita enamorada y me quiero golpear mil veces contra la pared por no tener los mismos sentimientos por él. Todo sería más fácil si yo le quisiera y él me quisiera, pero la vida es una zorra egoísta que solo piensa en sí misma.

Ahora estoy aquí, al lado de un chico que parece apoyarme y escucharme en cada momento, que ha venido a mi casa acudiendo por ayuda y que se ha quedado dormido en el sofá, con la camiseta levemente levantada y marcando ese vientre plano que me deja como una mema, embelesada.

¿Por qué no puedo controlar los sentimientos, obligar a mi corazón a que ame a Thomas Rodgers en lugar de empezar a liberar mariposas en mi estómago por otro chico? Sería capaz de arrancarme el corazón y ordenarlo que me hiciera caso y que no fuera a su aire porque me siento como una maldita perra al estar con alguien por quien no tengo los mismos estremecimientos cuando su piel toca la mía que con Logan Wilkinson.

Cierro los ojos deseando transportarme a otra década y a otro lugar. Me encantaría estar en los años noventa en Nueva Orleans, disfrutando de la música jazz de todos los grupos que te deleitan y te divierten como nunca. Esa felicidad que corre por sus venas cuando están tocando y que los demás lo sentimos igual.

Es un buen sueño.

Pero no, me tiene aquí, con un chico que empieza a convertirse en una pieza fundamental en mi vida, que está enseñándome a ser yo misma y que está despertando que pensé que no aparecerían en la vida. Porque mi lugar era quedarme junto a Tommy toda mi eterna vida como mis padres desearían, hasta que llegó él, Logan Wilkinson, el jugador de fútbol americano que se encargaba de hacer que mi corazón bombease como si estuviera a punto de exponer un trabajo delante de toda la clase.

Yo: Hoy imposible, estoy llena de trabajo...

Le doy a enviar a pesar de que sea mentira y de que es la peor de la historia, porque él comparte la mayoría de mis clases conmigo y casi no han enviado nada, por no decir que no hay ni una sola tarea que pueda hacer para librarme de mentir tan mal. No dudo ni por un segundo que él haya sido tan estúpido, Tommy es uno de los chicos más intuitivos que he conocido nunca.

Decido que ya es hora de despertarle, de mirar por encima de mi hombro a Logan y que abra sus ojos. Mis padres vendrán, como muy tarde, dentro de veinte minutos, eso sí han pillado todos los semáforos de vuelta en rojo y el tráfico está terrible. Si no es así, tengo, como mínimo, entre diez y cinco minutos, tirando más para el cinco que para el diez. Que los dioses se apiaden de mí para no morir a manos de mis padres.

Me levanto del sofá poniéndome de cuclillas delante de él, en el sofá rojo que se extiende por la mayor parte de la sala de estar. Me deleito por unos segundos sin tener la intención de hacerlo desde un principio en delinear el contorno de sus labios, en disfrutar de las tiernas pecas que se reparten equitativamente por cada pómulo y su nariz, tornándose más grande o más pequeños conforme las estaciones pasan y moviéndose con facilidad cuando las esquinas de su boca se alzan.

Respiro profundamente, mi mano se alza involuntaria hasta llegar a su rostro. Se siente tan débil y temblorosa mientras la acerco a su cabello que tengo la tentación de retirarla, pero es demasiado tarde para cuando pienso en ello. Mis dedos apartan varios mechones de su cabello castaño a un lado y al otro dejando a la vista sus preciosos ojos, por ahora cerrados, pero que, en contra mía, no tardarán demasiado en ser abiertos.

Se le ve tan calmado, tan pacífico que un resentimiento invade mi cuerpo al pensar en la idea de despertarlo e irrumpir en sus sueños más íntimos. Tengo la boca sellada deseando poder acercarme a él y plantar mis labios en los suyos para sorprenderle y despertarle de una mejor forma que llamándole por su nombre. Deshecho la idea al caer en la cuenta de que eso me haría parecer como una loca psicópata y no quiero parecerme a cierta chica en ese aspecto.

Su ceño se profundiza y su rostro se arruga en una mueca de tristeza, retiro mi mano de su rostro de golpe imaginando que le he hecho algo mientras me mantenía en mi cabeza y le he hecho daño. Me relamo los labios sintiéndolos secos de repente, se mueve hasta adoptar una posición parecida y sus ojos se cierran con más fuerza que antes.

— No te vayas...

Entreabro mis labios y creo que he escuchado mal, frunzo el ceño buscando una respuesta lógica a las palabras que supuestamente han salido de su boca. Apoyo las piernas en el suelo quedando al estilo indio y deseando poder asegurarme de que ha dicho algo de verdad y no han sido imaginaciones mías de una loca que comienza a gustarle alguien.

Mi mente comienza a divagar por algún lugar recóndito en el que ser capaz de encontrar un recuerdo para asociarlo con lo que ha dicho. Boqueo como pez fuera del agua buscando el significado de esas palabras y el motivo por el que su rostro, incluso estando dormido, se ha mostrado tan triste y su voz tan rota.

Como cuando ha llegado a casa, pienso, su tono tenía la misma angustia que ahora.

Los interrogantes asoman por todas partes y no tengo a nadie para que me los resuelva. Ni siquiera me sentiría preparada para preguntarle lo que ha soñado porque, vamos, si al llegar hace unas horas a mi casa no ha podido decirme nada, no tiene sentido que me lo quiera decir ahora. Y yo no sé si me siento emocionalmente estable como para escucharlo decirme algo que pueda resquebrajar mi alma aunque, en caso de querer confesármelo, a pesar de derramar cincuenta mil lágrimas, le prestaría atención con todos los sentidos enfocados en él.

Vuelvo a redirigir la mirada hacia él, sigue abriendo y cerrando la boca como si quisiera decir algo más, su cara sigue arrugada y ya no encuentro el lugar anterior de sus pecas, se han vuelto más intensas, más coloridas, como si las emociones jugaran con la visibilidad de sus preciosas y tiernas pecas.

— Tenemos que comprar comida, ...John — alzo la cabeza, su voz se hace presente de nuevo, arrancándome pedacitos de mi alma por cada palabra que suelta.

¿Logan tiene problemas con el dinero?

Las preguntas se instalan en mi cabeza con más fuerza que antes. Todo el instituto habla de la riqueza de la familia de Logan, que su madre es una mujer con un trabajo increíble que pocas veces está en casa por andar por el mundo y que su padre puede vivir del cuento. Nunca se me habría pasado por la cabeza pensar que Logan, un chico como él, podría estar en la miseria.

Recuerdos de cuando nos hemos sentado en el sofá inundan mi mente. Ha devorado la comida que había en la mesa con una ferocidad y una hambruna increíbles. Los conectores trabajan con tanta rapidez que, para cuando sofoco un suspiro sorprendido tendido en un tensa y larga respiración, me siento como la mierda.

¿Cómo nadie se ha podido dar cuenta de eso? ¿Cómo la gente es tan estúpida de inventarse o presuponer cosas como su vida de esa manera tan falsa?

Contemplo su rostro con una visión diferente, analizando como su expresión se suaviza y parece entrar en otro sueño u olvidarse del anterior. Restriego mis ojos.

Definitivamente, Logan no es un chico como me hacen creer en el instituto y parece esconder tantas cosas que me siento una completa desconocida en lo que ha conocerle se trata. Sus párpados revolotean y solo una idea aparece por mi mente, un objetivo, una manera de tratar de ayudarle en lo que sea que ese maldito problema haya ocasionado.

Déjate llevar por Logan Wilkinson.

Aunque eso suponga un corazón roto.

Me voy a dormir, ya tengo sueño y he estado haciendo unos arreglillos con unas cosas...

Fin del maratón, me ha encantado que os haya gustado y los comentarios también lo confirman, son todxs un amor <3

¡Pregunta Random!: ¿Cómo habéis visto el capítulo?

¡Besos y XOXO!

N H O A

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro