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Capítulo 18. Alessia

detener; [verbo] Impedir el desarrollo de una acción, suspenderlo.

¿Han tenido alguna vez la sensación de que eres estúpida? ¿De que, por más que las cosas cambien, seguirás cometiendo los mismos errores de siempre? Así lo noto mientras me paseo de un lado a otro rodeando el Doll's donde, no tan casualmente, Logan se encuentra trabajando colocando una sonrisa a todos los clientes con los que se cruza pero sin percatarse de mi mera existencia a un cristal de distancia.

Bufo desesperada obligando a mis pies a marcharse pues no estoy segura de aguantar demasiado la presión que supone permanecer junto a Logan como siga así. Verlo la pasada mañana, con esa mirada de perrito abandonado que tan bien se le daba y con su amigo, creo que se llamaba Taylor, quien lo arrastraba detrás de él. Creo que no me he sentido tan mal en la vida.

O puede que sea la misma chica idiota de siempre que piensa que las personas, algún día, podrán remendar sus propios errores y convertirse en gente con las que desear permanecer al lado, compartiendo momentos y riendo de tonterías. A lo mejor mi cabeza solo tiene presente el sentimiento de que por fin todo esto se convertirá en algo de lo que estar orgullosa.

Alzo la vista hasta el ventanal de cristal que me separa del interior de la cafetería, no diferencio a Logan dentro y, por un momento, pienso que ya ha acabado su turno y se ha ido en el tiempo que he tardado en dar la vuelta a la manzana. Echo un vistazo a mi reloj, imposible, son solo las siete, no puede haber acabado tan pronto.

— ¿Alessia? — Pregunta una voz confundida en la lejanía, cierro mis ojos con fuerza ya no sé si deseando volver a escuchar mi nombre en sus labios o ansiando que vuelva dentro de la cafetería para permitirme repasar lo que tenía que decirle. Mis pies se voltean sin pedir permiso, son ellos los que tienen el control de mi cuerpo.

Redirijo mi atención hacia él, repaso su rostro con mechones de su cabello cayendo a ambos lados de su frente dándole más énfasis a esos ojos verdes con manchas marrones que tanto llegan a cautivarte. Mis dedos crean una batalla entre ellos, comienzo a pellizcar los padrastros de la mano derecha tratando de encontrar la tranquilidad que he perdido cuando Logan ha pronunciado mi nombre.

— Yo... — tartamudeo, me reprendo por ser tan inocente, niego con la cabeza antes de volver a alzar el rostro y mirarlo —. Iba a mi casa y, bueno, yo creía que... — bufo, soy estúpida —. Mejor me voy — acabo, me volteo sobre mis talones, esta vez sabiendo tomar las riendas de la situación, aunque no sé si de la mejor manera.

Comienzo a caminar en dirección opuesta a la que me iba antes, no tengo ni idea de donde me va a llevar esta caminata pero, definitivamente, no hacia mi casa y esperaba que Logan no se percatara de ello. Recuerdo que, por esta calle, podía llegar a un restaurante de comida rápida, puede que una hamburguesa no me viniera tan mal después de este episodio tan bochornoso en mi vida.

Antes de poder dar un paso más, una mano se encierra en mi muñeca deteniendo mi caminar. No me atrevo a voltearme con miedo a lo que pueda encontrar en esos ojos tan seductores que me habían causado tantos sentimientos revoloteando en mi estómago y escalofríos en cada lugar en la que su piel tocaba la mía.

— ¿Podemos hablar? — Cuestiona, miro por encima de mi hombro su expresión, atormentado a más no poder.

— ¿No te echarán la bronca? — Cuestiono, doy una cabezada hacia la cafetería, niega con la cabeza sonriendo.

— A Luca no le importará si hablo contigo — asegura, algo en su forma de hablar guarda cierto cariño hacia aquel hombre, no dudo que sea su jefe. Aún así, debo inspirar fuertemente para después asentir en su dirección. Sus dedos cosquillean en mi muñeca conforme descienden a través de mi piel y sostienen mi mano. No entrelaza sus dedos con los míos, simplemente la aguanta creando que un terremoto corra por todo mi cuerpo sin un mínimo cuidado por no dañarme —. Sígueme — pronuncia. Afirmo con la cabeza pero su rostro ya se ha volteado y no creo que me haya visto.

Camino detrás de él con la mirada clavada en el suelo, no deduzco a qué lugar me lleva pero me concentro en lo suave que se siente su tacto que ahora traza círculos en el dorso de mi mano y crea corrientes eléctricas que suben hasta mi cuello. Acabaré con una tortícolis como siga provocando esas cosas en mi interior.

Un infantil parque se alza antes mis ojos, con menudos niños revoloteando y corriendo por todo su alrededor. Sonrío contemplando la cantidad de familias que visitan estos lugares con tanta frecuencia, solo por ver a sus hijos reír y jugar. Esa felicidad que tanto los padres como los hijos poseen, el corazón batallando para no salir por las paredes de mi garganta ante tanta dulzura.

Nos alejamos unos metros del parque, es una buena manera para desplazar la vista cuando la atención de Logan sobre mí se haga tan sofocante. Encuentro un banco al levantar la mirada y Logan es el primero en sentarse, suelta un suspiro, aliviado supongo, cuando se percata de que no pongo resistencia alguna en permanecer de pie.

Entramos ambos en una espiral de silencio, con miradas de refilón, de vez en cuando, hacia el otro y el cuerpo ladeado para observarlo sin sufrir una rotura de cuello. Aplano mis labios y mis párpados se cierran, si debo ser yo la primera en dejar las cosas claras, que así sea, no pienso seguir reteniendo esa sensación de culpa que crece a pasos agigantados en mi alma y que no parece tener intención de largarse hasta que hable con él.

— Logan, yo...

— Lo siento — me interrumpe, sus ojos no me miran, toman mi pensamiento acerca de distraerse contemplando a los niños jugar —. Stacy era la última persona a la que quería recurrir, sigo creyendo que es una maldita loca psicópata pero, no sé qué pasó, simplemente estabas tú ahí con... — se detiene él mismo, se muerde el labio inferior negando con la cabeza. Agacho la cabeza sabiendo a lo que se refiere —. Había tenido problemas con mi padre, también — se encoge de hombros, esta vez me observa y la mirada atormentada y llena de culpabilidad me rompe el alma —. Supongo que busqué alguna especie de distracción y me jodí a mí mismo encontrando a Stacy — hay rabia en su voz, separa nuestras manos y se rasca el brazo, como una manera de dispersar sus pensamientos en otra dirección.

— No tienes que darme explicaciones, Logan — miento, es lo que he estado esperando desde que vine, una simple posibilidad de que lo que sucedió entre ellos no haya sido producto del deseo que se tienen, si no de otra cosa. Y ahí esta la «otra cosa» de la que deseaba tanto saber, esa cosa que hasta me quitaba el sueño.

— He estado diciéndote desde que te conozco que hagas lo que tú desees hacer, que no te dejes llevar por los demás y he sido el primero que ha permitido que Stacy me haga perder el control — sacude la cabeza, una mueca de asco adopta la posición de sus labios —. No hay ninguna manera en la que deje de ser un idiota, mis acciones siempre serán así y joderé a todos, Alessia, te joderé a ti y es lo último que quiero — susurra.

Un sentimiento de desesperación comienza a atacar mi cuerpo, alzo un brazo en su dirección y con la misma mano sostengo su barbilla. Le obligo a mirarme, me niego a que siga con la vista clavada en ese parque y que su cabeza vuele a lugares en los que ni siquiera debería tener la intención de inmiscuirse.

El color en su cara se pierde un poco, sus mejillas llenas de esas dulces pecas que tan cautivadores se hacen para mí dejan de relucir como siempre lo hacen. Le quito los dos mechones de su cabello castaño que caen a cada lado de su frente, su rostro queda precioso cuando consigo ver los hermosos ojos que sus padres le atribuyeron al tenerle.

— He sido yo y sigo siendo yo la que quiere estar a tu lado así que, en caso de echar la culpa a alguien, deberías hacerlo a mí porque soy una maldita masoquista que solo quiere que las personas reconozcan lo que hacen — fuerza una sonrisa, mi vista se desplaza involuntaria hasta sus labios, relamo los míos en un acto reflejo —. No tienes que culparte de nada, Logan — aseguro, una risa amarga sale de sus labios, aún así, no se mueve y mi mano comienza a descender por su cabello para llegar hasta su cuello.

— Deberías odiarme — murmura, me encojo de hombros.

— Puede que sí — afirmo, sus ojos bajan unos segundos antes de volver a los míos. Una sonrisa comienza a curvarse en mis labios —. Pero tengo demasiada paciencia en soportar a idiotas que luego reconocen sus errores — admito, reímos con pocas ganas, no es como si quisiéramos soltar una carcajada. Ahora mismo mi cuerpo se siente tan pesado que dudo en poder sostenerlo en caso de levantarme.

— Lo siento — vuelve a disculparse tras calmar nuestras respiraciones. Mi corazón amenaza con ir a un ritmo desorbitado, trazo caricias en su cuello y el sentimiento que provoca su estremecimiento es indescriptible. Menos aún el escalofrío que recorre mi espina dorsal cuando eso sucede —. Yo estaba... molesto, supongo — explica.

Los dos sabemos qué es a lo que se refiere cuando describe su estado de ánimo, agacho la mirada hasta notar las grietas del banco de madera. Suelto un suspiro debatiéndome entre decir la verdad o seguir con la mentira, mi voz sale como un susurro cuando contesto.

— No tienes porque estarlo.

No me atrevo a soltarlo, no cuando siento que algo crece en mi interior tan rápido que no sé cómo frenarlo. Noto un cosquilleo en mi estómago cuando los dedos de Logan se colocan en mi barbilla, como hace unos minutos yo he hecho con él. Tengo la necesidad de salir corriendo y llorar en algún callejón sin salida. Solo quiero sentir esto por más tiempo.

Deseo tener la necesidad de disculparme con alguien por alguna pelea por no tener la suficiente valentía de seguir molesta. Quiero notar como las corrientes eléctricas atraviesan mi piel cuando alguien me toca o mi corazón latiendo a ritmos desesperados cuando me habla.

Miro sus labios, los relame al igual que yo y alcanzo a creer que no dejaré de mirar su boca. Noto su mirada clavada en mí, preguntándome si hacerlo o permanecer con la duda de lo que habría sucedido en caso de hacerlo. Hay un leve movimiento de asentimiento que él percibe, cierro mis ojos apoyando mi frente con la suya.

Una de sus manos se desplaza hasta mi mejilla, sosteniendo mi rostro y la otra vuelve a entrelazarla con la mía, dando un apretón en ella queriendo comprobar que es real, es un golpe de veracidad que ambos necesitábamos para conservar la poca calma que nos queda, la poca necesidad de tenernos con la que llevamos luchando hace días.

Olvidamos todos nuestros problemas, no recuerdo los rostros de las personas por las que no debería hacer esto ni tampoco las consecuencias que esto, este beso, provocaría. Soy únicamente capaz de sentir su aliento entremezclándose con el mío, su aroma fresco a menta llegando a mí en oleadas desafiantes.

— ¡Logan! ¡No te pago para que te besuquees con tu novia!

Doy un salto en mi lugar captando la voz fuerte de un hombre detrás de nosotros, redirijo mi atención hasta él, con su cabello con algunas canas por la edad haciéndose visibles y su rostro compuesto por pocas arrugas que le hacen parecer incluso más joven de lo que seguramente es. Echo un vistazo hasta Logan que niega con su cabeza bufando en el intento.

— Creo que debería irme — susurro, me levanto como si el banco tuviera pinchas y no pudiera soportarlo por más tiempo. Quito las migas inexistentes de mis pantalones y alzo la mirada, una sonrisa capta mi atención y agacho la cabeza con la intención de que no vea los redondeles que comienzan a formarse en mis mejillas.

— Te veré mañana, dulzura.

Su característica picardía vuelve a tomar posesión del conocido y ardiente Logan Wilkinson, lo que no me espero es la manera en la que se acerca a mí con rapidez y planta sus labios en mi mejilla. Me quedo paralizada sintiendo lo que su beso provoca en mí, boqueo como pez fuera del agua y Logan aumenta, si se puede, su sonrisa.

Se aleja de mí comenzando a caminar al interior del restaurante y creo que dejo de respirar hasta que me aseguro de que se encuentra lo suficiente lejos de mí como para no volver a hacer el ridículo. Sacudo la cabeza.

Este chico se convertirá en mi perdición.

¡NEW CHAPTER! I WHIS YOU ALL LIKE IT

Primer capítulo de los cinco que van a haber en este maratón, enserio espero que os gusten porque hay muchos altibajos, como podéis ver, en esta incompleta pareja JAJAJA

¡Pregunta Random!: ¿Cuál es vuestro personaje favorito?

Besos y XOXO

Cuídense e llenadme el ordenador de notificaciones.

Dentro de media hora otro capítulo ;) 

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