Capítulo Especial pt. 1
-¿Titi Jin?
Jin movió su cabeza ligeramente para observar a Hobi, ambos enfrascados en el pastel sorpresa para el cumpleaños número 26 de Jungkook. Llevaban al menos unos cuarenta minutos y el niño ya estaba un poco aburrido.
-Dime, corazón.
-Uhm -Hobi rascó su nuca a sus 7 años no era fácil comunicarse con los adultos, pero amaba profundamente a su tío/papá como le gustaba decirle. Aunque si tenía que decidir, se quedaba con la etiqueta de papá, pero él tenía miedo de decirlo en voz alta -hay algo...
-¿Algo?, ¿te están molestando en el colegio, bebe?
Hoseok negó -no, yo... uhm.
Jin limpió sus manos y tomó una silla para sentarse frente al niño -dime, ¿que es lo que te tiene preocupado?
-Habrá una muestra y debemos llevar a alguien...
El niño de pronto se bajó de la silla y corrió hasta su mochila de colegio que estaba en su habitación. Al ser día viernes él se quedaba con los Jeon-Kim por todo el fin de semana, algunas veces y si todos los horarios se ajustaban él pasaba semanas en esa casa que tanto amaba.
Jin observó al pequeño castaño correr por la casa para luego volver a él con un cuaderno entre sus manos. Se lo pasó y él leyó.
¡Celebraremos a la persona que más amas!
¡Invita a tú persona más especial y tráelo a conocer tus trabajos y el lugar en donde estudias todos los días!
El mayor tragó y una sonrisa se dibujó en sus labios.
-¿A quien quieres invitar, bebé?
Hoseok pareció ofendido por la pregunta, -¡A ti!
-¡A mi! -Jin lo atrajo para un abrazo y luego de besar su rostro muchas veces lo dejó ir -es muy lindo, ¿Cuando es?
-El otro viernes, ¿podrás? -sus ojos brillaban mientras esperaba por la respuesta.
El hombre de cabellos castaños con mechitas verdes pensó en sus clases, justamente el viernes tenía solo una clase y era a medio día. Quizás alcanzaría a hacer todo.
-Claro que si bebé, no me lo perdería por nada del mundo.
Hoseok aplaudió fuerte -¿Crees que el titi Kookie se pondrá triste?, él también es mi persona especial, pero tú lo eres más titi Jin.
-No se va a enojar cariño, él sabe que tú y yo vamos juntos de la mano -Jin le guiñó su ojo y suspiró mirando al niño. Hace meses que venía rondando algo en su cabeza con respecto al pequeño.
-Tengo sueño.
-¿Quieres dormir antes de que lleguen todos? -Jin se levantó y tomó la mano del niño para llevarlo a su habitación.
Por el pasillo conversaron de los invitados que llegarían esa noche y Hobi estaba impaciente por ver a sus abuelos Jeon.
Jin sonrió ante aquello, el cariño de sus suegros para su niño era innegable y él amaba cada momento cuando estaban todos juntos.
Cuando llegaron al dormitorio lo acostó y dejó un beso en su frente.
-Te amo Hobito.
Hoseok arrugó su naricita y cerró sus ojos.
Jin dejó la habitación justo en el momento en que el timbre de la puerta principal sonaba. Corrió para abrirla y sonrió amplio al ver quién estaba al otro lado.
-¿Que te pasó calabaza? -Jeon Alexander entró a la casa de su hijo y yerno con una caja entre sus manos -tienes harina por todos lados.
-Lo sé, lo sé, Hobi quiso ayudar y bueno, no resultó muy bien.
Alexander rió entrando a la casa -Oh, lo siento -a mitad de camino paró y se quitó los zapatos -apenas deje la caja los pongo en su lugar.
-No se preocupe, yo los acomodo.
El castaño alcanzó al mayor en la cocina.
-Traje la decoración, esto va a ser mucho trabajo, podríamos haber contratado a alguien, es más podríamos haberlo hecho en otro lugar -el hombre puso sus manos en su cintura viendo a su yerno con cariño por todo el amor que le entregaba a su hijo -pero entiendo, eres fenomenal Jin.
-Yo solo quiero que pase un lindo día, el aseo lo podemos hacer después.
Alexander asintió mientras sacaba las cosas de la caja, luego alzó su cabeza y miró al castaño -¿Donde está mi Hobi?
-Pidió dormir -Jin mordió su labio.
Alexander al verlo entrecerró sus ojos -¿Pasó algo?
Jin sonrió nervioso -tengo una sorpresa para Kookie.
-¿Si?
El castaño asintió -tengo la hora para el registro civil, la pedí hace dos semanas.
Alexander sonrió y se acercó a abrazar al menor -¡Por fin! Ya nos estaban saliendo canas con Hee -el rubio palmeó con cariño la espalda del chico.
-Es una sorpresa, también compré los pasajes para nuestra luna de miel -dijo sonrojado.
-Nosotros pagamos la estadía ¿Si? Heechul no va a dejar que nuestro único hijo se case y no tenga unas merecidas vacaciones de casados.
Jin sonrió pero luego su semblante cambió. Alexander notó el cambio y volvió a la caja para sacar el restante de artículos de fiesta que había comprado días antes. -¿Que es lo que te tiene con esa cara?
-Mhm hay algo... Hace unos meses que estamos preocupados con Jungkook.
-¿Por Hobi?
-Si, pasa que él nunca quiere irse de aquí y cada vez pasa más tiempo en esta casa.
-Oh, ya veo... necesitan privacidad.
Jin negó inmediatamente -No, no es eso -rió nervioso -solo que nosotros tampoco queremos que se vaya, hace algunos años decidimos vivir separados de él, ya sabe, por los estudios pero ahora es diferente, mis clases son flexibles y los turnos de Jungkookie también entonces queremos quedarnos siempre con él.
-Pero es lo que están haciendo, calabaza, ¿qué es lo que los tiene preocupados?
El menor lamió sus labios y luego suspiró -Jungkook quiere adoptarlo, quiere que Hobi tenga su apellido.
Alexander abrió sus ojos grandes pero no se sorprendió para nada, él sabía lo mucho que su hijo adoraba a Hoseok aún si no era suyo, Alexander podía entenderlo muy bien.
-No entiendo, ¿Cual es el verdadero problema aquí?
-Mis padres.
-Oh.
-Ellos creen que todavía me deben por todo lo que hice por Hobi hace años, ellos creen que él es un peso para mi, pero no lo es, en algún momento lo sentí así pero era por que estaba abrumado por todo lo que sucedía a mi alrededor. Con Jungkook ni siquiera teníamos algo estable, económicamente hablando, entonces no podíamos hacernos cargo de él y eso me dolió. Me dolió dejarlo con mis padres -su voz tembló y se limpió rápidamente las lágrimas que asomaron por sus ojos.
Alexander se acercó y acarició el hombro de su yerno con cariño -eso es muy bonito, estoy seguro que tus padres estarán de acuerdo.
-Yo no quería dejarlo, fue como si me hubiese desecho de él y no fue así.
-Lo sabemos, todos lo hacemos calabaza, no estés triste por que me harás llorar también.
Jin rió y se movió por la cocina para limpiar su nariz -no quiero pelear con ellos pero últimamente hemos tenido algunos desencuentros.
-Lamento que las cosas sean así. Es triste estar distanciado de un hijo -lamentó.
-No quiero tener que llegar a algo legal, nosotros de verdad queremos a Hobi, queremos que tenga el apellido de Jungkook.
-Si, de hecho es algo que a nosotros también nos preocupaba con Hee, necesitábamos que esto sucediera.
Jin ladeó su cabeza -No entiendo.
-La herencia, calabaza -Alex rodó los ojos -lo tenemos en ella pero si fuera legalmente Jeon todo sería mil veces más fácil, ya sabes como es.
Oh dios.
Jin negó con su cabeza pero una sonrisa se alojó en la comisura de su boca. Hace varios años que él con Alexander habían hecho una especie de amistad, más allá de su relación de suegro y yerno ellos habían encontrado en el otro un amigo. Muchas veces el mayor de ambos lo buscaba para conversar sobre sus vidas y los problemas del día a día. Por eso Jin nunca dudaba en contarle lo que fuera que le estuviera sucediendo.
Siguieron trabajando en silencio. Jin se dedicó a terminar el pastel y Alexander a decorar la sala en donde se llevaría a cabo la sorpresa. Música variada aligeraba el ambiente mientras ellos se dedicaban a una de las personas favoritas de ambos.
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-26 años ya -Luke palmeó la espalda de su compañero de trabajo varias veces antes de entregarle un pequeño regalo. -Felicidades.
Jungkook sonrió amplio y agradeció el gesto.
Más atrás Jimin miraba la escena con los brazos cruzados en su pecho.
-Gracias por los regalos chicos -el ahora rubio gracias a una apuesta que había hecho con su prometido Jin, dejó los regalos sobre la mesa y tomó un sorbo de su vaso de gaseosa.
Luke lamió sus labios lentamente mientras lo miraba. Llevaba tiempo esperando que Jungkook y su novio terminaran para que luego este mirara en su dirección pero al parecer eso no ocurriría.
-¿Haz hablado con Jinnie hoy? -Jimin serio se acercó hasta donde estaba su mejor amigo sin dejar de mirar a su compañero que cada día ocultaba menos las ganas que tenía de entrar en el pantalón de Jungkook.
-Si -dijo el rubio ajeno a la guerra de miradas mientras observaba los regalos sobre la mesa -cuando fue por Hobi al colegio me llamaron para cantarme.
Jimin sonrió y luego suspiró -vamos a trabajar Luke, dejemos al festejado que coma algo antes de volver.
El chico, Luke, de 22 años paramédico de profesión bajó sus hombros y caminó detrás de Park Jimin.
-Ya te lo he dicho amigo, ese hombre está completamente fuera de tu alcance.
-Ugh, lo sé, solo quería darle un obsequio Park.
Jimin rodó los ojos y se alejaron para volver a la estación de enfermería.
Jungkook en tanto sacó su teléfono celular del bolsillo de su pantalón y observó la imagen de fondo. Amaba esa fotografía, en ella estaban Jin con su cabello morado a causa de otra apuesta que habían hecho ambos y Hobi con su cabello desordenado sonriendo hermosamente para la cámara.
Él también sonrió al verlos, eran su gran fuente de energía, sus personas favoritas en todo el mundo y ya estaba deseando que las horas de trabajo pasaran lo suficientemente rápido para poder estar con ellos nuevamente.
Jungkook amaba los viernes, ese era el día en el que Hobi volvía a casa y él era inmensamente feliz cuando ese pequeño niño corría por todos lados gritando y pateando una de las tantas pelotas de fútbol que tenía y que ya sumaban unas 15 en total.
Suspirando y anhelando estar en otro sitio Jungkook dejó la pequeña sala en donde tenían lo necesario para soportar los turnos agotadores y agobiantes en muchas ocasiones. Pero Jungkook amaba su trabajo, había decidido trabajar en el área de hospitalizados quirúrgicos, al ser el hijo de los dueños del lugar él pudo elegir donde trabajar y esa había sido la única vez en que hizo valer su apellido, sabía que a muchos de sus compañeros le molestaba su presencia. También habían médicos que le sonreían por el único hecho de ser un Jeon, pero él no se dejaba intimidar, nunca antes había usado su apellido para escalar pero en el trabajo era otra cosa, él necesitaba darle una buena y cómoda vida a su hermoso novio, aunque parte de él también había aceptado aquel trabajo y en ese lugar por que no tenia que esconder sus orígenes, él era Jeon Jungkook, hijo de los dueños y fundadores de aquella clínica y no tenía que sentir vergüenza por eso, él trabajaba a la par con sus compañeros y cumplía sus horas de trabajos como uno más, entonces con el tiempo Jungkook había aceptado que su apellido valía mucho dinero y también era una influencia muy grande entre sus pares. Tanto para bien como para mal.
Cuando llegó hasta donde su mejor amigo este estaba solo y llenando la ficha de un paciente en la estación de enfermería.
-¡Oye! -Jimin dejó el lápiz de lado para mirar al rubio -te dije que podías comer tranquilo, yo me haría cargo de todo, Jungkookie.
-Lo sé, pero ya no queda tanto para volver a casa.
-Dijiste que me acompañarias al bar. Solo será un rato.
-No quiero Minnie, hoy es mi cumpleaños -abultó sus labios -Jin me debe mi regalo -alzó sus cejas ante el rostro desfigurado de su mejor amigo.
-Ugh, no hagas eso, es mi cuñado maldita sea. No está bien poner imágenes mentales en mi.
Jungkook golpeó su brazo -no te imagines a mi futuro esposo idiota, él es mío.
Jimin rodó los ojos mientras se acariciaba el brazo -para que sepas yo no necesito andar viendo a otros. Mi esposo es simplemente delicioso y muy caliente.
-Lo sabemos, ya no digas más.
El azabache rió y se dedicó a terminar lo que estaba haciendo mientras Jungkook tomó posición en uno de los computadores del lugar para terminar revisar la tabla de pacientes.
Las horas pasaron y cuando ambos estuvieron listos salieron hasta el estacionamiento de la clínica. Jungkook tomó su teléfono y le marcó a su novio pero la llamada no fue contestada y eso era algo muy raro. Jin siempre tenía su teléfono a mano por si había alguna emergencia.
Jimin peinó sus oscuros cabellos mientras se acercaban a los vehículos de ambos. Él tenía la misión de llevar a Jungkook a cualquier lugar y mantenerlo fuera de su casa hasta que recibiera el llamado de Jin o de cualquiera que estuviera en casa de su mejor amigo. Y a él se le había ocurrido llevarlo a un bar deportivo que quedaba cerca de la clínica y en donde varios funcionarios caían ahí después de un agitado turno.
-¿Que pasa Jungkookie?
-Jin no contesta, ¿le habrá pasado algo?
-Uh, no lo creo, quizá debe estar jugando con Hobi, ya sabes como son cuando están juntos.
El rubio sonrió y asintió -si, amo verlos juntos. Hace unos años le pedí a Jin que fuéramos padres, que adoptaramos pero ahora creo que no es necesario, tenemos a Hobi él es como nuestro hijo.
-Bueno si, pero no está a cargo de ustedes -llegaron al automóvil de Jimin y se subieron.
-Lo sé y estamos buscando los medio para que sea legalmente de ambos, ya sabes, él tiene el apellido de Jinnie, pero yo quiero que tenga el mío también -Jungkook se puso el cinturón -me siento culpable en cierta manera por como Hobi terminó viviendo con sus abuelos y no con nosotros.
Jimin encendió el motor y salió del estacionamiento, encendió la radio y cuando paró en el primer semáforo en rojo puso su playlist favorito. Cuando una melodía suave llenó el lugar él miró a su mejor amigo.
-No sientas eso Jungkookie, ustedes no podían hacerse cargo al cien por ciento del pequeño, imagínate haberlo hecho, tú estabas cargando con dos trabajos más las clases. No iban a poder y aún así lo tenían semanas por medio. Hicieron lo que pudieron -sentenció el azabache retomando la calle principal.
Jungkook cerró los ojos un momento y recostó su cabeza en el respaldo del asiento. Sabía que su amigo tenía razón en varias cosas, pero eso no quitaba el hecho de que él pudo hacer mucho más si no hubiese sido un orgulloso de mierda con su padre. Si él hubiese aceptado lo que le correspondía desde siempre, la historia sería otra en la actualidad.
-Cada vez que Hobi se va Jin se queda mirando por la ventana a lo menos diez minutos. Eso me hace sentir una presión en el pecho horrible.
Jimin hizo una mueca pero no dijo nada más.
Cuando bajaron del automóvil entraron al ruidoso bar deportivo y se sentaron en la barra, al ser viernes el lugar estaba lo suficientemente lleno como para no encontrar mesa. Aunque para Jimin estaba bien de esa manera, solo debían tomar un trago y esperar por el llamado para llevar al cumpleañero hasta su casa.
-Bien, este es mi regalo de cumpleaños, Jungkookie.
El barman puso una enorme jarra de cerveza delante de Jungkook y este la tomó enseguida por lo menos hasta la mitad antes de parar.
Jimin se rió y tomó de su gaseosa.
-Gracias Minnie, hace mucho que no tomaba cerveza.
-Estás hecho un anciano y eso que ni siquiera se han casado. Uhm, a todo esto ¿por que no han empezado los preparativos aún?
El rubio observó al barman haciendo un trago cerca de él y se encogió de hombros -Jinnie lo ha aplazado.
-Oh, ya veo.
-Él en una primera instancia dijo que quiere recibir su diploma antes de casarnos, aunque a veces creo que él está bien así sin que firmemos nada.
Jimin meditó -bueno es solo un papel, si lo piensas de esa forma, convivir es tan complejo como casarse, es casi lo mismo pero sin ningún beneficio legal. Aunque en el caso de ustedes y si quieren quedarse con Hobi deberían estar casados, así va a ser mucho más sencillo que el tribunal quite la tuición compartida que tienen con tus suegros.
-Lo sé -dijo cansado el rubio -solo que ya no quiero mencionar el tema por que siento que lo estoy presionando, quizá ya no quiere casarse y eso está bien.
-Está bien para él pero no para ti.
Jungkook miró su jarra de cerveza y suspiró -si él es feliz de esta forma estará bien para mi también, incluso manteniendo la cosas como hasta ahora yo soy feliz.
El azabache no estaba muy convencido por las palabras de su amigo pero él no era nadie para entrometerse en su relación. Jungkook se veía un poco triste y no le gustaba para nada aquello por lo que cambiando de tema comenzaron a hablar de otras cosas por que después de todo esa noche estaban celebrando.
Jimin observó la jarra casi vacía de Jungkook y pensó que podía pedir otra, después de todo todavía no recibía ninguna llamada. Pero el teléfono de su amigo comenzó a sonar y este contestó de inmediato.
-Hola amor... Uh si pasamos a tomar una cerveza con Minnie. -Jungkook arrugó su ceño -¿Pero están bien?
Jimin también arrugó su ceño y luego buscó su teléfono, ¿por que no lo habían llamado aún?
Sacó el aparato de su chaqueta y se golpeó la frente con su pequeña mano al darse cuenta que este estaba apagado. Había olvidado cargarlo y seguramente se había terminado de descargar cuando conectó la música en el auto. Ahora estaba seguro que Jin patearia su culo.
-Si amor, nos vamos ahora.
Jungkook cortó la llamada y miró a Jimin quien estaba con sus mejillas sonrojadas. No entendía que había pasado pero no iba a preguntar nada tampoco.
-Llévame a casa, pensaba que podía tomar mi auto desde la clínica pero la cerveza puede marcar en algún control.
-Si claro. -Jimin se levantó y se acercó a pagar por las bebidas y cuando giró su cabeza para mirar a su mejor amigo lo vio cerca de él pero con un tipo que le hablaba muy de cerca.
Luke.
Oh dios ese chico no se cansa, pensó Jimin mientras guardaba su tarjeta dentro de su billetera y se acercaba rápido hacia ellos.
-Hey Jungkookie estoy listo.
-Oh, ya se van -dijo el chico completamente decepcionado mientras abrazaba por el cuello al rubio.
-Si -Jungkook se movió para no seguir en contacto con su compañero -mi novio está en casa solo con nuestro hijo y no se siente muy bien.
-¿Tienes un hijo? -Luke parecía estar en shock.
-No lo es... En realidad es una historia larga y nosotros nos tenemos que ir.
Jimin rió entre dientes y ambos se despidieron del chico que quedó en medio del bar con ojos tristes.
Salieron del lugar sin hablar. Jimin ya estaba comenzando a pensar que las cosas entre su amigo y Jin no estaban del todo bien.
Se subieron al vehículo y mientras Jungkook se abrochaba el cinturón el azabache decidió que era buen momento para indagar un poco más. Quizá podría ser de ayuda.
-¿Todo bien con Jinnie?
Jungkook lo miró y asintió despacio -si, ya sabes como es, a veces tenemos discusiones pero lo solucionamos rápido.
-Bien, bien. Ahora háblame como tu mejor amigo y no como el esposo de tu cuñado. Cada vez estás más lejos Kook.
El rubio suspiró -me quiero casar, quiero tener un puto anillo en mi dedo para alejar a todos los que quieren acercarse, así como lo haces tú. Quiero tener eso con Jin, firmar el puto papel y tener la maldita libreta en algún jodido cajón de la casa. -Dijo exasperado -siempre quise formar una familia. Y ahora siento que estamos en diferentes páginas y eso me asusta Jimin. Tengo miedo que me deje.
El azabache negó con su cabeza y acarició el brazo de su amigo con cariño -no seas bobo, Jinnie te ama, ustedes deben hablar, tú siempre te guardas tus miedos y luego explotas en el peor momento, quizá Jinnie piensa que está todo bien. Esto amigo mío es pura falta de comunicación y confianza.
-Lo sé -se acomodó en el asiento y cerró los ojos -a veces todavía me siento como si fuera un mocoso de 22 años.
-No es así, has crecido, todos lo hemos hecho. Habla con tu hombre, si quieres podemos quedarnos con Hobi mañana y así sales con Jinnie a comer. Tae ama estar con su sobrino y yo también, eso lo sabes.
Jungkook suspiró de nuevo con su ánimo por el suelo la verdad pero Jimin tenía razón, él tenía que conversar con su bonito novio y aclarar algunas cosas que al parecer estaban pasando por alto.
-Esa es una buena idea, gracias Minnie.
-Ni que lo digas, ahora te iré a dejar a tu casa antes que Jinnie crea que te andas portando mal.
Jungkook rió -jamás podría ver a otra persona.
-Uhm, lo sé pero Luke creo que no lo asimila todavía.
-Me da igual si él cree que tiene alguna posibilidad, yo he sido amable con él, no es mi culpa que crea otra cosa.
-Eres malo Jungkookie.
-No lo soy, solo estoy enamorado.
Jimin pegó un grito mientras avanzaban por las calles -Todavía puedo ver a Lisa llorar por ti cuando nos vemos.
-Ya déjalo.
-Quien diría que te quedarías con un hombre.
Jungkook resopló -es Jinnie, no es cualquier hombre y ahora apúrate que de tanto hablar de él lo estoy extrañando demasiado.
-Claro que si hombre enamorado, te llevaré con tu príncipe.
Jungkook sonrió y lo hizo lo que restó del camino hasta que su amigo estacionó fuera de su casa.
-Gracias Minnie por traerme.
-Ni que lo digas, llevamos muchos años celebrando tu cumpleaños, este año no podía ser diferente.
Jungkook acarició su cabello y luego se bajó. Miró la casa y un sentimiento de pertenencia al verla hizo que su pecho se sintiera cálido.
Abrió la reja y llegó hasta la puerta.
¿Hobi estaría durmiendo? Jungkook observó la hora y solo eran las diez de la noche, no podía escuchar sus gritos ni los de Jin.
Abrió la puerta y cuando iba a encender la luz escuchó que alguien decía: -¿Ahora?
Jungkook sonrió incluso antes de que la luz se encendiera y todos gritaran ¡sorpresa!
Jin llegó a su lado sonriente y le dio un beso en la boca haciendo que todos gritaran.
-Feliz cumpleaños Jungkookie.
-Gracias amor, ¿donde está el rey de la casa?
Hoseok llegó a él corriendo con una hoja en su mano, Jungkook la tomó y observó el dibujo.
-Mira titi Kookie, somos nosotros jugando al fútbol.
-Claro que si campeón, gracias por pintarme esa linda camiseta.
-Uh si, es el color preferido de titi Jin, ¿se ve bien?
Jungkook acarició la mejilla del niño con cariño -se ve perfecto, bebé.
Hoseok se alejó corriendo y aterrizó en los brazos de Heechul.
Jungkook entonces avanzó por la casa recibiendo el saludo de todos sus amigos y familiares. Observó por el lugar y no encontró a sus suegros. Entonces buscó a Jin entre las personas por que con tanto alboroto él no había podido ver bien a su pareja.
Dejó a sus invitados en la sala y fue hasta la cocina. Ahí estaba su prometido cortando limones.
-¿Jinnie? -el rubio dejó el papel que le dio Hobi sobre una de las encimeras.
El castaño giró su cabeza -Jungkookie tienes que estar con tus invitados.
-Si, lo sé, solo quería besarte una vez más -Jungkook lo tomó por la cintura y besó la comisura de la boca del castaño haciéndolo reír.
Jin recibió el beso y por qué había pasado todo el día sin tener a su novio se giró completamente y lo tomó del cuello, profundizó el contacto para que pudiera saborear bien a su chico bonito.
Las manos del menor lo apretaron contra la encimera y Jin gimió en su boca al sentir ese firme cuerpo envolverlo como solo Jungkook podía hacerlo.
Cuando se separaron el rubio buscó en los ojos del mayor y supo inmediatamente que algo había pasado. Los ojos de su pareja se veían brillantes y hasta un poco tristes.
-¿Que pasó?
-Nada -dijo el castaño tratando de volver a lo que estaba haciendo -tengo unos tragos que preparar, bebé.
Pero Jungkook no lo dejó y tomó sus mejillas entre sus manos -dime.
Jin suspiró -mis papás... -sus ojos se aguaron.
-Ya amor, tranquilo -Jungkook lo abrazó y su novio apoyó su frente en su hombro.
-Discutí con mi mamá por Hobi.
-¿Por que? ¿Que te dijo? -Jungkook arrugó su ceño, no había cosa que le irritara más que alguien le hiciera daño a Jin.
-No hablemos de esto ahora bebé, vamos a celebrar tu día.
El rubio bufó -bien, pero mírame -cuando Jin lo hizo Jungkook volvió a besarlo -te amo, no estés triste, lo que sea que haya sucedido lo vamos a solucionar ¿si?
-Si -sonrió el castaño -feliz cumpleaños de nuevo bebé.
Se volvieron a abrazar y cuando Jimin gritó el nombre de Jungkook desde la sala es que ambos se separaron.
La fiesta estaba recién empezando y Jin se obligó a dejar su tristeza de lado, era la noche de Jungkook y por nada del mundo él la quería arruinar.
Jin se apuró en preparar los tragos para llevarlos hasta las personas que habían llegado a festejar junto a ellos y él se enfocaría eso, el resto ya no importaba realmente.
Con ese pensamiento Jin sonrió y salió de la cocina con una bandeja llena de licor para su chico cumpleañero y el resto de los invitados.
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-Oh dios -Jungkook se tambaleó por el pasillo riéndose bajito. Todos los invitados ya se habían ido y Hoseok dormía plácidamente en su habitación.
Llegó hasta su habitación y se tiró sobre la cama, pronto sintió una risita detrás de él y el peso muerto de su novio sobre su espalda.
-Mhm, ¿quieres tu regalo ahora?
Jungkook se rió y como pudo se dio vuelta sobre la cama para quedar de espaldas y tomar las mejillas de su hermoso novio y besarlo.
Jin abrió su boca mientras se arrastraba por el cuerpo del menor y así quedar lo más pegados posible.
-¿Te gustó la sorpresa?
-Lo amé, gracias amor.
La sonrisa del castaño era amplia y Jungkook no pudo más que contemplarlo sin quitar sus ojos de su rostro.
-¿Por que me miras así? -Jin rió y sus mejillas se ruborizaron un poco.
-Por que te amo.
-Lo sé, yo también lo hago. Mucho mucho.
Se volvieron a besar y las ropas comenzaron a caer al piso.
Como pudieron se metieron entre las mantas y se abrazaron una vez más. Ambos estaban borrachos y no era la primera vez que eso ocurría. Cuando eso pasaba ellos no paraban de reír y hacer bromas, muy pocas veces lograban concretar algo más íntimo, pero estaba bien, esa mañana habían tenido un cálido momento en la ducha.
-¿No queda más alcohol? -Jungkook trató de levantarse pero Jin no lo dejó.
-Ya, es tarde. Ven, tengo tu regalo de cumpleaños.
El menor volvió a la cama de un salto y sonrió expectante.
Jin se sentó en la cama, su cabello castaño revuelto por todos lados, algunas de sus mechitas verdes caían sobre su frente haciéndolo ver gracioso ante los ojos borrachos de Jungkook.
Pero intensamente hermoso también.
-Entonces ¿quién hará el trabajo sucio hoy?
Jin se rió y se levantó. Completamente desnudo sabiendo lo que causaba en su novio se paseó por aquí y por allá a propósito.
Podía escuchar claramente los sonidos que hacía Jungkook, estos eran obscenos, casi como los que escuchaba de sus compañeras de salón cuando algún profesor joven les hacía alguna clase o seminario.
Mientras tanto él buscaba lo que necesitaba, pero su cerebro alcoholizado había olvidado donde había dejado aquel correo electrónico.
Pero si recordaba donde había dejado los pasajes aéreos.
-¡Ah, te encontré! -abrió la caja en donde guardaba cosas verdaderamente importantes como una ecografía de Hobi, su primer diente salido, una flor marchita que le había regalado Jungkook tiempo atrás. En fin, en esa caja guardaba sus cosas preciadas. Tomó los papales y cuando se giró observó a Jungkook con los ojos cerrados. Hizo un puchero con sus labios y suspiró por que su sorpresa de había ido al carajo. -¿Jungkookie? -susurró.
No escuchó nada por lo que bajó sus brazos y se acercó a la cama decepcionado. Se metió entre las sábanas y dejó los papeles sobre su mesita auxiliar. Apagó su lámpara y se giró para darle la espalda a su novio.
Estaba tan molesto, pero no podía pedirle más al rubio luego de un agotador turno de 12 horas.
Jin cerró los ojos y se durmió.
Ya luego tendría tiempo de enseñarle a Jungkook lo que tenía para él...
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Hola! Aquí está lo que prometí en mi tablero. La segunda parte la subiré en uno días más y ese sería el final final de todo.
Lxs amo mucho 😘
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