[ 4 ]
—Aquí.
Jimin aplaudió y le tiró un beso a su mejor amigo. Jungkook arrugó su ceño y se sentó frente al rubio sin mirarlo y le extendió lo que había comprado para él.
—No sabía si te gustaba la pizza —se rascó la nuca incómodo.
—Me gusta, gracias ¿Cuánto te debo? Podría hacerte una transferencia cuando llegue a casa.
—No te preocupes, yo pago.
Jimin masticó su trozo de carne y se limpió con la servilleta —Jungkookie tus papás son lo mejor.
El castaño alzó los ojos, por nada del mundo quería verse como un jodido niño frente a Jin.
—¿Tus padres compraron todo esto? —preguntó curioso el mayor de todos.
—Los papás de Jungkookie son médicos, no te preocupes por los gastos —Jimin tomó un sorbo de si bebida gaseosa y se levantó. —Me iré a ver a Joonie. Provecho Jin.
—Gracias —Jin le sonrió y luego miró al castaño sentado frente a él. —¿Tú no almuerzas?
—Ya comí —dijo rápidamente.
Jungkook quería golpearse por lo idiota que estaba ese día ¿Que le pasaba? ¿Porque no podía hacer una conversación con el cajero nuevo?
—Gracias de nuevo por el almuerzo. Le iba a pedir a mi marido que me trajera mi comida que dejé sobre la mesa.
Jungkook tensó la mandíbula sin notarlo —¿Cuántos años tienes?
Jin respondió enseguida —Tengo 28 años ¿y tú?
—22.
—Eres un bebé —Jin sonrió.
—¿Qué? —el castaño abrió sus ojos sorprendido.
Él no era un bebé, claro que no.
—Mi hermano tiene 23 y es un bebé para mí. Disculpa si te ofendí.
Jungkook entrecerró los ojos.
Quizá podría enseñarle al rubio que no era un bebé.
—No me ofendo, pero no soy un bebé... Quizá tu hermano parezca uno pero yo no lo soy —Jungkook estaba enojado y odiaba el hecho de que una simple palabra lo sacara de sus casillas.
—Está bien... Disculpa —Jin miró al chico enojado frente a él y se maldijo por su boca suelta. Lo que menos quería era tener una mala relación con sus compañeros.
El chico chasqueo su lengua y se levantó. Jin se quedó quieto mirando al castaño salir enojado del lugar. Cerró los ojos unos segundos y dejó a medias su pizza.
También se levantó al verificar que su hora de almuerzo había finalizado. Limpió todo lo que ensució y prontamente estaba fuera del comedor para volver a sus labores.
.
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—Jungkookie siempre se enoja, no te preocupes. —Jimin dejó el espejo en el que se había estado mirando los últimos minutos y le sonrió a Jin.
—No quise que se enojara... Digo, el verdad parece un bebé —dijo pensativo.
—¿Cierto? —el pelirosa pegó una risita adorable —él es el único que no se da cuenta.
El rubio sonrió. Su compañero tenía razón. Jungkook se veía realmente adorable cuando se enojaba.
Jimin comenzó a terminar la última parte de su entrenamiento y Jin simplemente esperaba que el castaño no estuviera tan molesto con él al terminar la jornada de trabajo.
—
—
Jungkook estaba fuera de la reja del supermercado esperando a su mejor amigo. Namjoon se había ido temprano ese día por lo que solo le quedaba esperar al pelirosa para ir a su casa.
Todavía estaba molesto con el rubio por haberlo tratado como si él fuera un jodido niño. Bufó enojado y pisó su cigarrillo cuando lo vio acercarse.
—Hola.
Jungkook alzó los ojos y se alejó pero Jin no lo dejó y lo tomó de la manga de su chaqueta.
—No seas mal educado.
—¿Quieres que te salude de nuevo? Nos vimos hace unas horas anciano.
El rubio se tensó —Realmente eres un mocoso.
—¿Me estás retando?
—¿Qué?
—Eso... ¿Me estás retando a demostrarte lo contrario? —dijo provocando una mirada de sorpresa del mayor.
Jin lo soltó como si el chico estuviera en llamas y dio un paso para atrás, se ajustó la mochila en su hombro en un gesto nervioso.
Jungkook sonrió y le guiñó un ojo. El mayor simplemente se dio media vuelta y se fue rápidamente del lugar.
El castaño suspiró y se apoyó en una de las paredes.
¿Que mierda estaba haciendo?
¿Porque se estaba comportando como un idiota frente al mayor?
Jin era un hombre y él hace mucho tiempo había dejado de jugar para ese lado.
Pero había algo en el rubio que lo llamaba hacia él.
—¿Estás listo Jungkookie?
Jimin llegó a su lado y lo apuró para que salieran del estacionamiento.
El pelirosa iba sonriente como de costumbre, su mejor amigo tenía el mejor humor del mundo... Bueno, casi todo el tiempo.
—¿Les dijiste a tus papás que me quedaré en tu casa esta noche?
—Si. Aunque da igual, ellos se van de viaje en unas horas más.
—Oh.
—No es nada del otro mundo Minnie.
Jimin frunció el ceño, su amigo pasaba largas temporadas solo en su casa, la vida del castaño era privilegiada sin duda, lo tenía todo, pero le faltaba algo que era primordial.
—¿Y si vamos a mi casa? Estoy seguro que mi mamá estará feliz de verte.
—Tengo cerveza en mi cuarto.
—No se diga más.
Jungkook rió —Va a llover parece.
Ambos miraron hacia el cielo y unas finas gotas cayeron en sus rostros.
—Ugh, me alise el pelo de puro gusto —dijo el pelirosa abultando sus labios.
—Nos iremos en taxi entonces. Vamos a los que están en la esquina.
Corrieron hasta el paradero de taxis y se subieron a uno cuando ya la lluvia comenzaba a caer fuertemente en la ciudad.
Jungkook dio su dirección y el automóvil comenzó a andar. Avanzaron al menos cinco cuadras y ahora la lluvia caía con fuerza. Jungkook sacó su celular y comenzó a revisar los mensajes que no había podido leer mientras estaba en el trabajo.
De pronto Jimin da un salto en su asiento y le pegó en el pecho con su mano —¡Mira es Jin!
Jungkook dejó el celular y miró a través de la ventana, como no pudo apreciar nada bajó un poco el vidrio.
—Pobre, mira lo mojado que está.
El castaño hizo al conductor detenerse y le pidió a Jimin que lo llamara.
—¿Y que le digo? —dijo el pelirosa al ver que el mayor se acercaba al taxi.
Jin se agachó y miró dentro del automóvil.
—Jin... Eh, —Jimin miró a su amigo que estaba mordiendo su labio ansiosamente. El pelirosa no podía creer que su mejor amigo siempre quedara sin palabras frente al mayor.
—Dejaste tu billetera en casa ¿No? —dijo el castaño.
Jin asintió, estaba comenzando a temblar de frío.
—Vamos sube, te llevaremos a donde vayas.
—No es necesario... Caminaré.
—Hace frío —Jungkook le sonrió amablemente en un gesto para hacerle entender que lo que había pasado antes entre ellos en el estacionamiento del supermercado estaba olvidado.
Jin lamió sus labios mojados por la lluvia y se subió.
—¿Dónde vas?
—Donde mi hermano, pero vive muy lejos, estaba pensando en que me dejen en mi casa.
—Podemos ir donde tu hermano... No hay problema.
Jin asintió y susurró un gracias.
Le dió la dirección al chófer y prontamente estaban camino a la casa de su hermano, que también era la casa de sus padres.
Jungkook iba innegablemente nervioso por tener al rubio tan cerca de él. Respiró profundo para calmarse y dejó de jugar con sus dedos.
Un teléfono sonó y Jin comenzó a buscar entre sus ropas.
—¿Que? Oye no... Ya voy en camino, pásame a la mamá Taehyung. —Jin arrugó el ceño mientras esperaba a su madre que se dignara a tomar el teléfono —¿Mamá? —Jin suspiró —No puedes quedarte con Hobi hoy... No lo he visto en todo el día, además mañana tiene jardín.
Jungkook se quedó en silencio mientras el taxi seguía avanzando. Miró en dirección de su mejor amigo y se dio cuenta que este estaba durmiendo.
—Mamá, ya voy en camino... —Jin suspiró de nuevo. —Bien. Nos vemos mañana. Cuida a mi bebé ¿si?
Jin guardó el teléfono y miró a Jungkook. —Me bajaré por aquí. Ya no tengo que ir donde mi hermano, disculpa por el gasto.
—No puedes bajarte aquí... Está lloviendo, no te preocupes, daremos la vuelta ¿Si?
El rubio se ruborizó ante la mirada segura del menor y arrugó su ceño ante su amabilidad, era un chico muy cambiante y Jin todavía no olvidaba lo que había pasado fuera del supermercado.
Jin volvió a dar otra dirección y prontamente el taxi se dirigió hasta el lugar indicado.
—Te pagaré lo que has gastado hoy Jungkook.
El castaño pestañeo al escuchar su nombre salir de esos gruesos y tan bonitos labios que tenía el mayor, quedó con la boca entreabierta y no supo cuanto tiempo pasó hasta que el chófer indicó que habían llegado a la casa del rubio.
—Gracias por lo de hoy, te debo un almuerzo y... —el rubio miró el contador del taxi —lo que sea que salga el recorrido hasta aquí.
—No es problema...
Jin se despidió de él y se bajó del automóvil.
Jungkook llevó su mano hasta su pecho y esperó hasta que Jin entrara a su casa. Cerró los ojos y suspiró.
—Mierda, estoy tan jodido...
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Ay mi Jungkookie 😟
No sabe donde se está metiendo 😙
Gracias x sus lecturas y votos ♥️
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