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Taehyung sonrió de lado al entrar a la casa que su hermano. Había sido invitado a cenar y lo cual no era raro ya que ahora se encontraba con el corazón roto luego de su ruptura con Jimin. Y Jin había estado realmente preocupado por su hermano menor por lo que una cena en su casa era el mejor panorama para quitarle un poco la tristeza que lo embargaba.
Jin lo dejó en la sala mientras recorría su hogar para ir por Jungkook quien había salido recién de la ducha.
Cuando el mayor entró al dormitorio se lamió sus gruesos labios al ver a su novio de espaldas a él con sólo su pantalón de jeans negro apretado a cada parte de sus deliciosos muslos. Su torso al descubierto dejaba ver su trabajada espalda. Jin sintió un tirón bajo su pantalón y sin pensarlo mucho llegó hasta él y lo abrazó por la espalda chocando su creciente erección contra el redondo y bien formado culo de su novio.
Jungkook sonrió y giró su cabeza para encontrar la boca de Jin. Tomó las manos del mayor y las llevó a su entrepierna para que este lo tocara.
—Mi hermano ya llegó —susurró en su oído mientras sus manos subían y bajaban por la cremallera de su pantalón.
El castaño lamió sus labios y tiró su culo hacia atrás para luego restregarse sobre la erección del mayor.
Jin jadeó y suspiró —mierda bebé, tengo tantas ganas pero ya llegó el mocoso.
Jungkook rió y se giró completamente para tomar los labios ajenos y fundirse en esa boca que tanto amaba.
Lo tomó de la cintura y besó su cuello para luego ir bajando lentamente.
—Puedo hacerlo rápido amor —sonrió el menor mientras bajaba por su cuerpo y se arrodillaba tentadoramente entre sus piernas.
Jin lamió sus labios y asintió con los ojos oscuros y profundos, preso de la lujuria que sentía en ese momento al ver a su precioso y sexy novio haciéndose de su pene con una devoción que lo llevó al límite.
Jungkook se deslizó por todo el tronco una y otra vez gimiendo al hacerlo, su mano derecha se cerró en el pene de Jin y su lengua lamió la cabeza hinchada y húmeda gracias al liquido pre venir. Chupó otro poco haciendo sisear al mayor que no había más que jadear bajito tratando de no gemir y hacerle saber a su hermano que era lo que estaba haciendo en su dormitorio y que era lo que lo estaba demorando.
Jin tragó saliva, sentía su boca seca por lo mucho que la había abierto en los últimos minutos. Luego, un tirón en su zona baja le hizo correrse de la manera más deliciosa y empuñando sus manos dejó salir un gemido largo y sensual.
Jungkook se levantó y luego de tragar le dio una amplia sonrisa mostrando sus grandes dientes.
—Te lo debía.
Jin rió y lo besó. Luego salió de la habitación y Jungkook terminó de vestirse, fue al baño y se limpió los dientes antes de también dejar la habitación y saludar a su cuñado.
Él había hablado con Jimin pero este no había dado mayores detalles a la ruptura, lo que si el castaño pudo notar fue la tremenda tristeza de su amigo había trasmitido por el teléfono.
Jungkook sabía que lo tenía un poco abandonado y se odiaba por eso, pero entre la universidad y su trabajo los fines de semana no tenía tiempo y lo poco que estaba en su casa lo usaba para estar con Jin o para ir a visitar a sus padres que habían vuelto a vivir juntos.
Pero él sabía que tenía que buscar la instancia y ver a su amigo.
Antes de llegar a la sala se arregló la camiseta negra dentro de sus jeans azules y caminó a paso seguro hasta un Taehyung que lucía abatido sobre el sofá de la iluminada sala.
Y no lo culpaba en absoluto, conocía mejor que nadie a su mejor amigo, sabía que la mayoría de los hombres que habían tomado su mano alguna vez terminaban devastados cuando el pelirosa daba un paso al lado, aunque Jungkook estaba realmente sorprendido de que se lo hubiese hecho a Taehyung, ellos se veían realmente felices juntos.
Jungkook no entendía que había pasado.
Lo saludó y luego fue a la cocina en donde Jin tenía todo listo. Ambos habían cocinado temprano y era algo que hacían cada vez que los dos tenían un poco de tiempo libre.
—Amor —llamó a su azabache novio mientras se acercaba a él —estoy pensando que quizá tu hermano no se sienta cómodo hablando conmigo aquí... Ya sabes por Minnie.
—Él no dirá nada a menos que esté borracho, bebé. Tae es de los que se guardan todo y solo dejan aflorar su pena o sus rabias cuando ya no puede soportarlo.
—Eso, eso es horrible —reflexionó el menor.
—Lo es, pero él es así y yo no quiero empujarlo a hablar si no quiere, entonces, él no dirá nada y no será porque tú estés escuchando bebé, sino por que simplemente prefiere ahogarse en su tristeza.
Jungkook de pronto sintió pena por su cuñado, le caía bien el chico que era de su misma edad. Podían bromear y tenían bastante cosas en común, por eso le dolía un poco que ya no estuviera junto a Jimin.
Los dos eran una buena combinación, pensó.
Taehyung y los dueños de casa se sentaron en el comedor y empezaron a comer en silencio. Seokjin miró los ojos hinchados de su hermano y se dio cuenta que su hermano estaba realmente destrozado, con la mirada en su plato y una mueca en los labios. El azabache suspiró y luego sonrió queriendo sacar de ese estado a Taehyung.
—¿Cuando cambiaste tu color de pelo?
Taehyung alzó la mirada y tragó lo que tenía en la boca —Hace dos días... Me aburrió el azul es muy díficil de mantener.
—Te ves bien rubio —acotó Jungkook.
Taehyung volvió a comer —supongo que lo tendré un mes y luego volveré a mi color natural.
—Te ves bien con cualquier color Tae.
El chico hizo una mueca y miró a la pareja frente a él —no hagan esto... No sientan pena por mi.
—No lo hacemos, estamos hablando de tu cabello —dijo Jungkook enseguida.
—Si claro.
—Oye, puedes hablar con nosotros —dijo Jin mirándolo a los ojos.
—Yo puedo ir a comer a la cocina —Jungkook se encogió de hombros.
Taehyung sonrió y esa fue la primera muestra de que el chico se quebraría, Jin lo sabía, lo conocía como si fuera su hijo.
—Él me dejó.
Y luego de decir aquellas palabras el tenedor cayó sobre el plato y Taehyung se tapó el rostro con sus manos mientas su cuerpo temblaba por el llanto.
Jungkook se levantó y se metió a la cocina.
Jin rodeo la mesa y se sentó a su lado, su mano descansó en su hombro y Taehyung se dejó abrazar.
—Hace bien llorar una perdida Taetae, hace bien sacar la pena.
Él menor asintió sollozando dolorosamente y luego de unos minutos se calmó.
—No quiero que Jungkook escuche lo que pasó con él... Me va a patear el culo.
—Oh dios, Tae, ¿Qué hiciste?
El rubio se limpió las lágrimas y miró a su hermano con un dejo de preocupación —lo negué.
Jin cerró los ojos por un momento y negó suavemente con su cabeza.
—Si, es mejor que Kookie no escuche.
—Soy un cobarde Jinnie —se lamentó limpiando nuevamente sus lágrimas que caían sin parar por su rostro —yo le hice daño a la persona que me ha querido tanto.
—Pero Tae ¿Porque lo hiciste?, él es tu compañero.
—Estábamos en el supermercado, aprendí una nueva receta y quería cocinarle, esa noche los papás saldrían con Hobi, pero yo quería hacer algo especial y como he estado trabajando —miró a su hermano —alquilé un departamento por toda la noche y parte del día siguiente... Pero lo arruine todo.
Jin hizo una mueca con sus labios al comprender más la situación, Taehyung era impulsivo, pero no una mala persona, algo había pasado para que él se hubiese asustado de esa manera y terminara negando la relación de meses que tenía con Jimin.
Le dio tiempo, varios minutos y cuando Taehyung no habló más Jin se levantó y quitó los platos de la mesa y fue a la cocina. Jungkook estaba sentado sobre una de las encimeras con una botella de cerveza en la mano. Le sonrió y lo llamó para que se metiera entre sus piernas.
Jin dejó los platos sobre la encimera que tenía más loza y se acercó a su novio. Lo abrazó por la cintura y su nariz quedo a la altura de su pecho.
—Iré donde mis padres ¿Te parece?, él debe querer desahogarse y si estoy yo no puede, no me tiene ese tipo de confianza.
El azabache negó —no se trata de eso, él está cuidando su trasero.
—¿Que le hizo? —murmuró más seco de lo que quería.
—Lo negó y ahora está llorando.
Jungkook suspiró y relajó sus hombros —dios, no digas cosas así, pensé que lo había golpeado o algo así.
—¿Crees que yo dejaría que alguien golpeara a Jimin? —Jin alzó la cabeza y sus ojos se encontraron.
—Jimin jamás se dejaría golpear amor, una vez en la universidad un tipo le pellizco el trasero y él le dio un derechazo tan fuerte que lo dejó inconsciente en el piso de la cafetería.
—Wow, eso me gusta.
—Es malas pulgas... Pero no me voy a meter en sus problemas, si Tae quiere hablar contigo yo prefiero no escuchar, no puedo ser parcial cuando mi mejor amigo está al medio —Jungkook acarició el cuello del mayor con sus dedos mientras pensaba que hacer.
—Lo sé, creo que deberías ir a verlo bebé, ¿Hace cuánto que no salen?
Jungkook asintió mirando los ojos marrones hermosos de su novio —es una buena idea, él también necesita contención.
—Es lo que pienso y cuando venga Hobi podríamos invitarlo... No quiero dejarlo solo, estimo mucho a Jimin, además es tu mejor amigo, no podemos dejarlo fuera de nuestra familia porque ellos ya no estén juntos.
—Eres un ser muy compresivo ¿Lo sabías?
Jin sonrió y juntó sus labios suavemente —dale mis saludos ¿Si?
—Claro que si, él te aprecia mucho también.
Jin decidió salir del calor que le otorgaba el menor y se despidieron con un breve beso en los labios.
Jungkook salió por la puerta trasera y se dirigió rápidamente al automóvil para ir donde su mejor amigo.
Jin en tanto buscó helado y dos cucharas. Cuando salió de la cocina Taehyung estaba mirando el piso con lágrimas todavía cayendo por sus mejillas.
El mayor se acercó y le entregó una cuchara —veamos una película y me cuentas que pasó, necesitas quitarte esta pena Tae.
El rubio asintió despacio y se levantó de la silla para seguir a su hermano hasta la sala.
Pronto la película empezó y también el ralato de Taehyung.
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Jungkook estacionó fuera de la casa de su amigo y bajó las bolsas con comida y cervezas.
Tocó la puerta dos veces y esperó unos minutos hasta que Jimin le abrió la puerta con su cabello revuelto por todos lados y de otro color.
—¿Puedo pasar?
El ex pelirosa asintió y se movió a un costado para que su amigo pasara.
—Traje comida, ¿Estás solo?
—Con los mellizos, mamá tuvo turno.
Se veía cansado, triste, ojeroso y desaliñado.
Atrás habían quedado los días en que su amigo se veía radiante, siempre sonriente e impecablemente vestido, pero Jungkook entendía, su amigo, ese mismo que había estado con el a lo largo de los años desde que él llegara a su universidad, ese mismo que muchas veces lo había acompañado en su solitaria mansión, aquel que lo aconsejaba y le había dado su amistad desinteresada, tenía el corazón roto.
Su amigo por primera vez estaba sufriendo por amor y Jungkook podía ponerse fácilmente en sus zapatos.
—Toma asiento —habló más bajo —los mellizos se fueron a dormir.
—¿Tan temprano?
—Si, se estaban peleando, ya sabes como son.
—Si... ¿Tienes hambre? —Jimin negó —¿Hace cuantas horas que no comes?
—No lo sé —bajó la mirada y observó sus pantuflas.
—¿Me vas a contar?
—Es un cobarde, no vale la pena.
Jungkook empezó a sacar las cosas para comer, él había alcanzado a pinchar su carne cuando tuvo que salir a la cocina y luego ya no le había dado hambre, pero ahora la comida que estaba viendo se le hacía muy apetitosa y sabía que era cosa de minutos para que Jimin se sentara frente a la mesa de centro y empezara a comer.
Y no pasó mucho cuando su amigo ahora de cabello negro se sentó frente a él alrededor de la mesa y comenzó a comer.
—Pelo negro, me gusta, te ves como un chico inocente.
Jimin rió bajito —el color que tenía era muy díficil de mantener.
Jungkook pensó en esas mismas palabras dichas por su cuñado y pensó que ambos estaban conectados de alguna manera sin siquiera mucho esfuerzo.
—Entonces...
—¿Te acuerdas que tenía una novia antes de estar conmigo?
—Si.
—Bueno estábamos en el supermercado, él dijo que tenía una sorpresa para mi —Jimin suspiró y dejó su tenedor a un costado —en uno de los pasillos nos encontramos a los padres de esa chica —el azabache hizo una mueca con sus labios ante el triste recuerdo —él me presentó como su amigo... Mintió diciendo que éramos compañeros de universidad.
Jungkook mordió su labio —¿Alguna vez hablaron sobre eso?
—No, yo di por hecho que él estaba fuera, que si bien había tenido una novia, pensé que no se avergonzaría por tener una pareja del mismo género... Ellos lo invitaron a cenar y dijeron muchas cosas, como que su hija estaba tan triste luego de su ruptura, que querían que vaya a su casa y que lo querían como si fuera su hijo. Él no dijo que ya tenía a alguien, no dijo que soy yo que hace meses está con él —Jimin alzó la mirada y sus ojos se llenaron de lágrimas —jamás me sentí tan humillado en mi vida.
—Lo siento... No merecías eso.
—Es algo que me vengo repitiendo, pensé que teníamos buena comunicación, ya sabes, hablábamos mucho de nuestras vidas, de lo que queremos lograr en unos años más hicimos planes Jungkookie, pero eso se esfumó cuando me negó y si él hubiese sido sincero conmigo yo lo hubiese entendido —Jimin ahora arrugó su ceño enojado por el curso de sus emociones —yo no lo hubiese obligado jamás a que tomara mi mano en público, jamás lo obligué a nada, pero por último pensé que él le diría a esas personas que tenía a alguien en su vida, aunque no dijera que era yo, pero no dijo eso y quedó en ir a cenar a la casa de esa chica.
El castaño suspiró y buscó la otra bolsa, esa en donde tenía la cerveza y le extendió una al chico lloroso frente a él.
—Quizás es muy inmaduro o se asustó, ¿porque las cosas decantaron en esto?, en ustedes separados.
—Yo me enoje y le dije muchas cosas de las cuales me arrepiento, pero me sentí utilizado... Me di cuenta que jamás salíamos de dia, siempre estábamos en su casa, nunca me presentó a sus amigos —Jimin se limpió bruscamente la lágrima que se deslizó por su pómulo y que no alcanzó a llegar más lejos —me tenía escondido y yo jamás me di cuenta, decía que me amaba pero me doy cuenta que se avergonzaba de mi. Se avergonzaba de nosotros, de nuestra relación.
Jungkook negó no queriendo creer en eso ¿Porque alguien haría eso? ¿Porque Taehyung haría eso cuando siempre mostró un amor incondicional a su mejor amigo?
Pero él no estaba ahí para dilucidar que había pasado con su cuñado, tampoco podía hablar mal de él.
Entonces Jungkook se levantó, rodeo la mesa y se sentó junto a su mejor amigo e hizo lo que le pareció más acertado.
—Ven aquí —lo atrajo a un abrazo apretado mientras Jimin comenzaba a llorar bajito —llora Minnie, llora toda tu pena.
Jungkook esperaba que el corazón de su amigo fuera fuerte y soportara estar lejos de la persona amada.
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