[ 36 ]
—¿Ahora está derecho?
Jin lamió sus labios mientras observaba a su novio que ya llevaba un bien rato sosteniendo un cuadro en lo alto de la pared de la sala. La verdad era que el cuadro estaba bien desde hace minutos, pero Jin se estaba deleitando con ese pequeño pero bien formado trasero que tenía frente a él.
—Creo que... Un poco más abajo estaría bien —dijo sonriendo sin que Jungkook se diera cuenta de sus verdaderas intenciones.
—Me duelen los brazos Jinnie.
Jin volvió a lamer sus labios y su mano bajó hasta su entrepierna. Se masajeó mientras se imaginaba a Jungkook abierto para él mientras lo penetraba en medio de la sala de lo que sería la casa que iban a compartir.
—¿Jinnie? —Jungkook giró su cabeza para ver donde estaba su novio y porque estaba este tan callado. Pero no alcanzó a hacer mucho cuando sintió sus manos en la cinturilla de su apretado pantalón.
—Quítate la ropa Kookie —pidió con tono sexy.
—¿Qué? —Jungkook trató de bajarse de la banca pero el mayor se lo impidió.
Jin pasó sus manos por delante y abrió el botón, luego bajó la cremallera y tiró del ajustado pantalón hasta dejarlo en los tobillos ajenos.
Jungkook jadeó en sorpresa aún con el cuadro en la mano. Pronto lo bajó para no dañarlo y lo dejó sobre la chimenea que estaba a un lado.
Sintió la lengua caliente de su novio en la parte baja de su espalda y su pulso se aceleró.
Llevaban una semana yendo a la nueva casa para arreglarla, mucho no había que hacer la verdad, esta estaba en excelentes condiciones, tenía tres dormitorios, dos baños, una amplia sala y un comedor de buenas proporciones. La cocina era lo mejor que tenía la casa, azulejos en las paredes y pisos era lo bastante grande para que cuando Hobi sea un poco más grande pudieran cocinar los tres.
Eso había dicho Jungkook y Jin estuvo muy de acuerdo.
Jungkook gimió y apoyó sus manos en la pared mientras Jin lamía y chupaba su entrada. Su mano se fue a su entrepierna y comenzó a frotarse desesperadamente.
Si, desesperadamente porque ellos no habían tenido intimidad en un par de semanas y Jungkook estaba algo ansioso por sentir la polla de su hermoso novio dentro de él.
Jin ayudó a bajar al menor de la altura en donde estaba y aterrizaron en el sofá que temprano habían llevado.
La espalda del castaño se arqueó mientras el ahora azabache lamía toda su extensión haciéndolo gemir alto. Sus manos se fueron a sus oscuros cabellos y enredó sus dedos ahí para enterrar su polla en esa deliciosa boca.
Jin gimió y se lo llevó hasta el fondo de su garganta, cuando ya no pudo aguantar más y las arcadas se hicieron presente se lo quitó de la boca.
—Mierda amor, siempre tan bueno —Jubgkook se llevó su mano a la boca y se la tapó porque no paraba de gemir y no quería que sus vecinos escucharan, era temprano, domingo por la mañana para ser más específico.
La lengua del azabache barrió por sus bolas y luego por la dura extensión.
Esa semana había sido muy agotadora para el universitario, Jungkook había tenido los exámenes finales y había estado estudiando mucho, por lo que Jin quería darle un momento de tranquilidad y ya tenía un buen panorama para ese día domingo.
Jin lo chupó y lamió hasta que Jungkook ya no pudo aguantar y se corrió por toda su boca. Se tragó su esencia mientras miraba a su novio con los brazos caídos, completamente satisfecho. Luego se acomodó de lado en el sofá y Jungkook le dio la espalda. Jin lo abrazó por la cintura y se pegó a su caliente cuerpo. Besó su cuello y luego se acomodó y cerró los ojos un momento.
—Necesitaba esto.
El azabache sonrió y asintió —te lo mereces por haberte matado estudiando bebé, estoy seguro que te irá súper bien.
—Espero, quiero terminar el año sin quedarme con ninguna materia.
—Pero eso nunca ha pasado ¿No?
—No, pero este año han pasado muchas cosas y también me he distraído mucho.
—Si, tienes razón, perdiste muchas clases.
Jungkook también cerró sus ojos y se dejó envolver por esos brazos fuertes y suaves que tanto amaba. Acarició el dorso de la mano de Jin con cuidado y una sonrisa grande se dibujó en sus labios.
Estaba feliz.
Feliz por tener la oportunidad de estar con su novio, feliz por poder al fin concretar la mudanza, estaba al tanto que su papá Alexander y los mismos padres de Jin no estaban de acuerdo en sus decisiones tan apresuradas. Pero ellos no dieron pie atrás.
Jin estaba trabajando y su sueldo era relativamente bueno, ya no estaba al cien por ciento al cuidado de Hobi. Sus padres también estaban en participación de su crianza, por lo que Hobi ahora tenía dos hogares.
Jungkook se giró y contempló a su novio. Le sonrió y acarició su mejilla lentamente —¿Todavía te sientes un tanto culpable por lo de Hobi?
Jin hizo una mueca con los labios —si.
—Entiendo... Pero también entiendo que tus papás quieran hacerse cargo.
—Lo sé, pero yo me comprometí a criarlo.
—Amor, lo has hecho todos estos años pero también en el pasado tomaste esa responsabilidad por qué te sentiste atrapado a hacerlo, ese infeliz se lo quería llevar. Tu también eres joven y si bien es el bebé de tu hermana y lo criaste como hijo, no es tal —el menor midió las reacciones de su novio, había confianza en ellos y él lo único que quería era que Jin entendiera que Hobi siempre iba a ser parte de él, pero no tenía porque tomar la responsabilidad completa. No si veía a Jin un tanto atado a no poder otras cosas con su vida. La responsabilidad de criar a un hijo era demasiada.
—Mi mamá lloró por que se siente culpable, yo entiendo Kookie, de verdad lo hago pero siento que le fallé a mi hermana.
—Hubieses fallado si ese maldito se lo hubiese llevado amor, tú te hiciste cargo y también estuviste ahí con él a pesar de la mierda que tuviste que aguantar, al niño no le faltó nada todos estos años y eso es gracias a ti.
El azabache hizo un puchero y luego lágrimas bañaron su rostro. Se escondió en el pecho de Jungkook y lloró un poquito por que en el fondo de su corazón se sentía miserable.
Se sentía miserable porque respiraba un poco más al no tenerlo a su cargo todos los días, se sentía una mierda porque el peso que había cargado todos esos años se había quitado.
—Mi papá —dijo sollozando —mi papá dijo que ahora ellos se harían cargo y yo me siento como la mierda, me siento mal porque...
—Porque quieres sentirte como un hombre de 28 años y hacer cosas que hacen los hombres a esa edad, amor, eso no es un crimen y tus papás también lo vieron... Además lo tendremos una semana por medio completa para nosotros jugar con él y amarlo un montón —Jungkook buscó su boca y lo besó, un besito corto para calmarlo.
Jin asintió.
—Conozco papás que dejan a sus hijos prácticamente tirados y jamás los veo con culpa en los ojos, que tú te sientas así dice mucho de ti amor, eres un excelente tío, papá. —Jungkook rió por la nueva etiqueta y Jin también lo hizo quitándose las lágrimas.
—Mi mamá dice que no pregunta por mí.
Jungkook rió aún más alto —Él te seguirá amando Jinnie, pero no es malo que de aquí en más te vea cómo lo que eres, su tío —el menor lamió sus labios —tú sabes que yo lo amo y siempre fue así, desde el primer momento, ahora eso no cambia y no quiero que sientas que me estoy desligando de él por que tus papás quieren hacerse cargo, pero creo que es lo que corresponde. Disculpa mi sinceridad amor.
—Está bien, mi mamá dijo que estaba siendo muy exagerado con el tema —volvió a limpiar sus lágrimas —dijo que podríamos ir todos los días a verlo, finalmente Hobi está en la casa que nunca tuvo que abandonar.
—Claro que si amor.
—¿Bebé?
—¿Mhm?
Jin se apoyó en su codo —¿Has hablado con tu papá?
Jungkook hizo una mueca —No, hace dos días que dejó la casa. Lo llamé pero no contestó.
—Lamento que las cosas entre ellos no se pudieran solucionar ¿Podremos hacer algo?
—No, osea, no lo sé, no quiero meterme en su relación. Mi padre dijo que lo dejara.
—Él debe estar muy triste.
—Si, nunca se habían separado.
Jin hizo una mueca, iba a decir algo más pero su teléfono sonó. Se levantó y contestó de inmediato al ver que era su madre.
—¿Jinnie hijo?
—Hola mamá ¿Cómo está Hobi?
—Está bien, jugando con Tae y Jimin en el jardín, ¿Cómo van los arreglos de su casa?
Jin se giró y sonrió de lado al ver a Jungkook completamente desnudo sobre el sofá, se había quitado toda ropa y estaba perezosamente tocando su polla mientras lo miraba con la boca entre abierta.
—Bien, ya tenemos la sala y el comedor listo. Solo faltan las habitaciones.
—Me parece perfecto hijo, mañana Hobi tiene dentista, ¿su cuaderno de control lo tienes tú?
—No, está arriba del armario, donde está la mochila que usaba el año pasado.
—Oh, ahí no había buscado, entonces todo en orden.
—¿Mamá?
—Hijo está bien con nosotros, es lo que siempre tuvimos que hacer con tu padre, debimos haber peleado con él y no haberte puesto en ese aprieto, lamento que todo lo que pasó contigo y Jungkookie sea por nuestra culpa, fuimos demasiado descuidados.
—Oh mamá...
—Ya basta Kim Seokjin.
Oh mierda, su nombre completo.
—Soy tu madre y te estoy diciendo que Hobi va a estar bien con nosotros, podemos hacernos cargo y sé que tú estarás siempre cerca de él, quiero que vivas hijo, que no sigas estancado en tus etapas, él es tu sobrino y siempre lo será, pero ya es bueno que nosotros nos hagamos cargo completamente de él.
Jin sintió un nudo enorme en su garganta, le hizo una seña a Jungkook y salió de la sala. Llegó hasta el dormitorio principal y su boca se abrió cuando la vio completamente decorada, él no había entrado esa mañana ¿Cuando Jungkook la había arreglado?
Su corazón latió fuerte en su pecho.
—Yo sabía que era una enorme responsabilidad, pero lo hice porque lo amo y la amo a ella mamá, si Hobi va a estar bien ¿Porque me siento tan miserable?
—Porque eres una maravillosa persona, bondadosa y desinteresada, eres un hombre responsable que da mucho amor y es por eso que nosotros queremos que puedas vivir como lo mereces, como siempre tuvo que haber sido bebé, esa responsabilidad no era tuya. Lo hiciste espectacular hijo, pero ahora quiero que te enfoques en ti, Hobi siempre va a estar aquí para cuando quieras verlo y puedes llevarlo también a tu nuevo hogar, nosotros queremos que retomes tus estudios y dime ¿Como lo vas a hacer si estás con tantas cosas a cargo?
Las lágrimas cayeron de nuevo. No podía hablar por lo que se quedó en silencio mientras su madre lo calmaba.
—A Hobi no le va a faltar amor, ni nada, eso es lo que más importa, déjanos hacernos cargo bebé.
Jin suspiró y asintió lentamente con su cabeza , susurró un bajito sí.
—¿Tú crees que quiera vivir conmigo cuando crezca un poquito más?
Su madre rió y con eso Jin se tranquilizó un poco.
La llamada finalizó y él se quedó en su habitación, esa misma que en unos cuantos días más compartiría con el hombre más importante de su vida.
Aquel hombre que él mismo había elegido para su vida.
—
—No tiene que ser así padre.
—¿Porque no? Puedo comprar una casa para ustedes ¿Porque quieren pagar renta? El sueldo de Jin no creo que sea tan elevado —Heechul dejó su vaso de whisky sobre la mesa de centro —disculpa Jin —dijo mirando a su yerno.
—Oh, no se preocupe señor, tiene razón con respecto al sueldo —Jin le sonrió y luego apartó la mirada para ver a Hobi jugando con varios juguetes que su suegro había comprado para él.
—Nos la hemos arreglado bien todos estos meses padre.
—Lo sé, pero quiero ayudar.
—Ya lo haces, con la comida que mandas semanalmente, con los regalos y todo eso.
—Les debo las vacaciones —se encogió de hombros el mayor —además vas a estar de cumpleaños, ¿Que mejor regalo que una casa Jungkook?
—Oh dios.
Jin se rió mientras veía a los dos Jeon ser tan tercos como siempre. Observó la enorme sala de juegos y su corazón se apretó al saber que Alexander no se encontraba en aquel lugar.
Habían pasado tres meses desde que él y Jungkook hubiesen dejado cada uno sus hogares y las cosas habían estado funcionando muy bien, veían a Hobi semana por medio y el niño adoraba tener juguetes en ambas casas, tenía su propia habitación y esa semana que estaba junto a ellos no lloraba extrañando a sus abuelos ni nada, todo iba de maravillas con él.
Seokjin al llevar pocos meses trabajando no había podido ir a las vacaciones que Heechul había preparado para todos ellos por lo que lo aplazaron.
Jungkook había pasado sus vacaciones trabajando también y ahora estaba en su cuarto año de enfermería.
Entre ellos como pareja todo iba bien. Tenían tiempo para disfrutar su relación y también para compartir con los Kim y por supuesto Hobi. Trataban de al menos ir una vez por semana a ver a Heechul que había quedado solo en la enorme casa de los Jeon.
A Alexander, Jungkook lo veía a veces pero ya no era una relación como en el pasado.
Jungkook se levantó de su sitio y tomó a Hobi de la mano para llevarlo a la cocina por algo de comer. No quería seguir lidiando con las ideas de su padre.
Jin dejó su vaso de gaseosa sobre la mesita y observó al mayor. Tenía ojeras bajo sus ojos y su piel estaba un poco más pálida. El azabache entrecerró los ojos y lamió sus labios antes de preguntar —¿Cómo va todo? —se removió incómodo —¿La salud?
—¿No le has contado?
—No señor y me estoy mordiendo la lengua cada vez que lo veo a usted, ¿No está haciendo tratamiento?
—Si, empecé hace unas semanas, estoy perdiendo peso y se que mi rostro se ve horrible pero no puedo contarle, no todavía.
—Usted no debería tomar alcohol.
—No es alcohol.
—¿No?
—No, es una bebida especial que tomo para que Jungkook no se de cuenta que no estoy bebiendo, créeme, él se daría cuenta enseguida que algo está pasando.
—Con todo respeto señor, yo creo que él ya se está dando cuenta y yo ya no puedo ocultar más su secreto. Nosotros jamás nos mentimos y yo le estoy mintiendo en algo tan importante para él... Dígale que está enfermo.
Heechul cerró los ojos unos segundos y suspiró —le diré, pero necesito que él acepte lo que le estoy ofreciendo. Legalmente le corresponde todo lo mío cuando yo muera, pero hay cosas que mi familia va a pelear y yo no quiero que eso pase... No lo merecen.
—Señor, por favor, déjeme ayudarlo a hablar con su esposo.
—Ex esposo, ese hombre ya no tiene nada que ver conmigo.
A Jin le dolía ver a su suegro enfermo. Él había sido una pieza fundamental para que con Jungkook pudieran estar juntos y verlo así de solo y más encima con problemas médicos lo tenia realmente triste e impotente por no poder hacer mucho por él.
—Usted todavía lo ama... Y él es cardiólogo.
—Mi mejor amigo también lo es... Alexander ya no me ama, fin del asunto... Ahora vamos a lo importante, compré dos casas Jin, una es para ustedes, está a tu nombre y la otra...
—No, no, señor Heechul no haga eso, nosotros estamos ahorrando para comprar lo nuestro propio.
—¿Porque son tan orgullosos? Jungkook es millonario Jin y por lo tanto tú también, él va a heredar todo... Los departamentos, las casas, mi parte de los centros médicos que son tres, los automóviles, el yate... Puedo seguir toda la tarde.
—Oh dios mío. No pensé que...
—¿Tuviera tanto dinero? Así es, podían vivir sin trabajar hasta que mueran, incluso, sus hijos y nietos podrían vivir sin problema. Todo ese dinero tengo y necesito que lo acepten.
Jin no sabía que decir, Jungkook había querido partir de cero y tener las cosas por sus propios méritos y no por que su padre le diera todo.
Pero Heechul estaba enfermando cada día más y él ya no podía guardar el secreto.
No tenía que ver con el dinero, sino que con el poco tiempo que Jungkook pasaba con su padre.
—Mi corazón está fallando Jin, me van a poner un dispositivo de asistencia en unas semanas más, lo más probable que me pongan en la lista de transplante, pero mi edad no ayuda mucho, tampoco estoy tan grave, por lo que tendré que pasar por varios tratamientos antes.
—Oh dios ¿Trasplante?
—Si. Necesitaré un corazón nuevo en algún momento.
Jin tragó y suspiró sonoramente —Tiene que contarle, por favor.
Heechul asintió haciendo una mueca. Adoraba a su yerno, se había llevado una sorpresa tras otra al conocerlo un poco más, el chico realmente amaba a su hijo y no estaba ni un poco interesado en el dinero de la familia.
¿Porque Alexander no había visto eso?
—¿Tomaste mi consejo en cuenta?
Jin no reprimió la enorme sonrisa en sus labios y asintió mirando hacia la entrada de la sala —se lo diré esta noche. Estamos de aniversario.
—Felicidades entonces. Llévate un vino para la celebración.
Jin rió y negó con su cabeza ante su testarudo suegro. Heechul también rió y en ese momento Jungkook volvía con Hobi en brazos.
—Se durmió.
El castaño meció al pequeño y su padre lo observó con los ojos brillosos.
—Llévalo a mi dormitorio si quieres Jungkookie.
—No puede ser arriba papá, tenemos que escuchar cuando se levante.
—Mi dormitorio está aquí abajo ahora, me cambié hace unos días —Heechul sostuvo la mirada de su hijo.
Jungkook asintió, debía ir a dejar a Hobi para que pudiera dormir bien y pensó que tal vez su padre se había cambiado a la planta baja para no dormir en la misma habitación que había compartido tantos años con su papá Alexander. Con ese pensamiento el castaño salió con el niño rumbo a la habitación.
Jin se giró y los hombros de su suegro cayeron.
—No puedo subir más de cinco escalones sin que me quede sin aire.
El azabache llegó hasta él y palmeó su espalda con cariño. —Es momento de hablar con él —esta vez no fue una petición.
—Si hijo, es momento de hablar con Jungkook.
Jin asintió más tranquilo aunque la preocupación seguía ahí.
Y estaba también preocupado por él mismo, porque cuando su novio se enterara de que él había guardado el secreto se iba a enojar demasiado.
Y Jin solo esperaba que lo perdonara por haber ocultado tan dolorosa información...
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Hobi es un niño muy feliz y lo seguirá siendo independiente con quien viva.
❤️
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