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Jungkook le dio el primer sorbo a su cerveza y arrugó el ceño. —¿No tenías alguna cerveza menos amarga?
Namjoon negó sonriendo y observó a Jimin que ya estaba medio borracho a causa de todo el vino que había tomado.
—Tenía solo cerveza y el vino de mi papá.
—Iré a comprar entonces, no me gusta esta cerveza.
Jungkook se movió por la sala del mayor de los tres y tomó su chaqueta, Namjoon también se levantó y siguió al menor fuera de la casa.
Caminaron hasta la botillería que estaba a pocas calles de la casa de Kim. Jungkook eligió una botella de vodka negro y un whisky. Nam compró dos gaseosas y cigarrillos. También cosas para comer y un chocolate para Jimin.
Cuando volvieron a la casa de Namjoon ambos se rieron al ver a Jimin bailando en medio de la sala, había corrido la mesa de centro y ahora el lugar era una improvisada pista de baile.
Jungkook dejó las bolsas en la mesa del comedor, se quitó su chaqueta y comenzó a sacar las cosas a la vez que Nam iba a la cocina en busca de recipientes para dejar los bocadillos.
Jimin se rió cuando tropezó camino al comedor. Cuando llegó observó la mesa y se sentó buscando un vaso para servirse gaseosa.
—Extraño a mi novio... Lo voy a llamar.
Jungkook sonrió mientras terminaba de sacar las cosas para comer. Observó a su mejor amigo sonreír y luego arrugar el ceño. Después de eso Jimin levantó la mirada hacia él con la boca ligeramente abierta y los ojos como plato.
—¡Porqué no me dijiste antes Tae, no hubiésemos salido si me avisabas!
Jungkook se preocupó, inmediatamente pensó en Jin y en Hobi y su corazón se aceleró en su pecho dolorosamente.
Jimin terminó la llamada y se levantó de la silla —Debes ir a tu casa Jungkookie.
—¿Qué? ¿Porqué? ¿Pasó algo con Jin?
Jimin no respondió y buscó la chaqueta de cuero de su amigo y se la entregó —Si no vas enseguida tu papá Alexander va a recibirlo y no creo que eso sea lo adecuado.
—¿Qué? ¿Jin... Jin fue a mi casa?
—Es lo que Tae acaba de decirme —Jimin comenzó a empujarlo hasta llegar a la puerta. El rostro del castaño era de asombro —¡Ve Jungkook!
—S-si... Voy —se puso su chaqueta torpemente y salió a tropezones de la casa de los Kim.
De pronto se sintió inquieto, recordó que su padre Heechul saldría esa noche a una cena con sus colegas de la clínica y que su papá Alexander quedaría en casa.
Se metió al auto y mientras salía hacia la calle principal conectó el Bluetooth y marcó a su papá.
La llamada no fue contestada y su preocupación se elevó. Apretó el acelerador y luego de tortuosos 15 minutos Jungkook estaba estacionando fuera de su casa.
Se bajó rápidamente y observó la reja de entrada, ahí no había nadie. Avanzó hasta esta y observó la casa en completa oscuridad, solo las luces exteriores se podían apreciar. Dio un paso hacia atrás y metió la mano en su bolsillo para sacar su celular y llamar a Jimin, pero un ruido cerca de él lo hizo detenerse y voltear. Observó una silueta detrás de su automóvil y comenzó a sudar frío, pero no pasó mucho hasta que pudo distinguir al hermoso rubio que tanto amaba caminar lento hacia él.
—No quería asustarte —fue lo primero que dijo Jin antes de quedar frente al menor.
Jungkook tragó sin decir una palabra, era tan inesperado verlo, había anhelado tanto por ese momento en que tendría la posiblidad de mirarlo a los ojos, pero ahora que estaba frente a él no sabía qué hacer o qué decir.
Jin mordió su labio y no pensó nada. Se acercó los pasos que los separaban y lo estrechó entre sus brazos. Su cabeza cayó en la curvatura del cuello del menor y sus manos apretaron suavemente su fina cintura. Jadeó tratando de aguantar el llanto inminente que quería salir a toda costa de su garganta y lo logró por un momento. Luego Jungkook correspondió el abrazo y con voz temblorosa le habló.
—Estoy tan contento de que estés bien... —Jungkook murmuró.
Jin lloró y sus sollozos podían escucharse claramente en esa noche silenciosa. —Perdóname Kookie. Perdóname por todo lo que has pasado por mi culpa, yo... Yo te amo tanto y soy egoísta al estar aquí, pero no pude...
Jungkook tomó las mejillas del mayor y no pudo mas que besarlo mientras las lágrimas de ambos se mezclaban sobre sus rostros.
Jin alzó también sus manos y acarició las mejillas del menor mientras profundizaba el beso. Sus lenguas se encontraron después de tanto dolor y Jin quiso más, más del sabor dulce de esa boca, más de esos fuertes brazos que lo envolvían y lo protegían de todo mal. Más de de él, más de su Jungkook.
Cuando se separaron se miraron a los ojos y sonrieron felices de haberse reencontrado. Jungkook tragó el nudo en su garganta —Viniste por mi — balbuceó.
—Lo siento por tardar tanto —Jin acarició la cicatriz del menor con su nariz y Jungkook se derritió ante tal acto de cariño.
—¿Porqué cambiaste de teléfono? ¿Porqué me dejaste Jin? —no quería que sonara a reproche pero lo fue y se arrepintió de que hubiera tanto rencor en esas preguntas.
—Tenemos que hablar Jungkook.
—Solo si me prometes que no me vas a dejar de nuevo —pidió con sus ojos brillando a causa de las lágrimas que seguían cayendo por sus ojos.
Jin lo volvió a abrazar y ahora Jungkook sollozaba entregado en sus brazos. Se sentía tan vulnerable, Jungkook estaba seguro que el mayor podía romper su corazón nuevamente y dejarlo. Pero en ese momento olvidó toda la pena que había sentido todo ese tiempo lejos de él.
Se separaron y Jungkook tomó su mano por primera vez sin miedo a que pudieran ser vistos. Llegó hasta la reja y sacó su llave, Jin tiró suavemente de su brazo para detenerlo.
—¿Tus papás están en casa?
—Mi papá.
Jin paró en seco, lo último que quería era ver a Alexander, menos después de lo que había conversado con el padre de Jungkook, Heechul.
Se sentía en medio de un gran secreto y eso no le gustaba.
—Kookie, no creo que sea lo mejor... No quiero tener más problemas con él.
—No los tendrás —dijo el menor tirando de su brazo para finalmente atravesar el extenso y bello jardín de los Jeon.
Cuando estuvieron en la puerta Jungkook se giró para mirar al rubio, una sonrisa preciosa se dibujó en sus labios. Estaba feliz, eufórico por tenerlo otra vez a su lado. —No tengas miedo, yo te voy a cuidar.
Jin tragó y sonrió también para luego tomarlo de las ropas y besarlo efusivamente. Había extrañado tanto sus besos.
Jungkook gimió buscando más y eso fue suficiente para que Jin lo empujara hacia la puerta subiendo las manos lentamente por debajo de la ropa del menor suavemente. Rozó la cicatriz que Sungmin le hizo esa fatídica tarde y se alejó de él como si el cuerpo de Jungkook estuviera en llamas.
Negó con su cabeza repetidas veces mientras nuevas lágrimas volvían a brotar de sus ojos. No podía con la culpa, no quería esos recuerdos. Jin se alejó dos pasos pero Jungkook fue más rápido y lo tomó de cintura de manera brusca para que no se alejara.
—Mírame Jin —Jungkook ahora lo tomó suavemente de las mejillas y le quitó las lágrimas con sus pulgares —estoy aquí Jinnie, ¿Acaso no me ves? Estoy bien, no me pasó nada... Deja de alejarte de mi por favor. No me hagas más daño —rogó.
El mayor tragó y siguió llorando. Se odió por seguir teniendo miedo de todo. Recordó lo que Jeon Heechul le había dicho esa misma tarde. Sungmin saldría de la cárcel y él ya no tenía tiempo para tener miedo.
—Jungkookie —susurró —tengo miedo, tanto miedo de que te haga daño nuevamente, no me lo perdonaría jamás.
—¿De que hablas Jin?
—Sungmin saldrá de la cárcel mañana... No quiero que te toque de nuevo.
Jungkook tensó su mandíbula y lo tomó un poco más fuerte, sus dedos se enterraron en el suave rostro del mayor.
—Yo no tengo miedo, ese hijo de puta no me va a dañar de nuevo, ¿Confías en mí?
—S-si.
—Yo te voy a cuidar, te voy a proteger de todo y de todos. Te amo Jin, te amo tanto que estoy dispuesto a todo por ti y por Hobi. —Jungkook lo soltó y bajó sus manos hasta la estrecha cintura del mayor —confía en mi amor. Es lo único que te pido.
Seokjin sollozó de nuevo pero asintió y lo abrazó aún más fuerte mientras hipaba sin poder calmarse. Jungkook entendió que debían entrar a su casa y comenzó a caminar con él de la mano de nuevo hasta la puerta.
La sala estaba iluminada tenuemente. El castaño cerró la puerta y sin dejar de sostener la mano de Jin caminó con él siguiéndolo por la casa. Subieron las escaleras y cuando iban llegando al dormitorio del menor Alexander salió de su habitación.
La respiración de Jin se atascó en su garganta y sintió miedo de la reacción que podría tener el papá de Jungkook al verlo en su casa.
—¿Qué haces aquí Jin? Pensé que había sido claro la última vez que hablamos. —Alexander dio un paso adelante ante la mirada fría de su hijo, pero no se dejó amedrentar, después de todo su hijo era inexperto en muchas cosas. Y él creía fervientemente que lo de su hijo y Jin no era más que un simple capricho disfrazado de "amor".
—Kookie —susurró en su oído —vamos a otro lado.
—No —sentenció el menor —esta también es mi casa.
—¡Él no es bienvenido aquí!
—Me vale una mierda tu opinión papá, él es el hombre que amo y lo voy a cuidar de cualquiera. Incluso de ti.
Alexander rió —Dios Jungkook, eres un niño todavía, ¿Crees que vas a pasar tu vida junto a este hombre?
Jin no aguantó y se zafó de la mano protectora de su chico y se puso delante de él —Creo que debería guardar silencio ¿No se da cuenta que su hijo y yo estamos enamorados? ¿Qué hay de malo en mí? ¿Porque no me acepta?
Alexander alzó su rostro en forma de defensa ante esas palabras, él sabía muy bien porque no le gustaba Jin para su hijo, pero no era tan idiota para decirlo delante de Jungkook. Ya le bastaba con el odio que podía ver en los hermosos ojitos del menor. Pero simplemente no podía parar.
—Responde papá ¿Qué hay de malo en Jin? —esta vez fue Jungkook quien habló.
Alexander aclaró su garganta pero no pudo decir nada ya que la voz de su esposo resonó fuerte y clara por todo el lugar.
—Si dices alguna cosa Alex no voy a tener miedo de llamar al abogado y pedir el divorcio, ahora si quieres que sigamos siendo la familia que hemos sido todos estos años vas a aceptar a Jin como uno de nosotros. Él no nos ha hecho nada a nosotros, lo que le pasó a Jungkook fue un accidente. Por favor Alexander no digas cosas de las cuales te vas a arrepentir luego.
Jin no quería que los Jeon se separaran, esa no era la salida. Pero si el papá de Jungkook no lo aceptaba el ya no podía hacer nada, no lo podía obligar.
—Señores Jeon —empezó Jin captando la atención de Heechul y Alexander —yo sé y estoy seguro que ninguno de los dos querían una persona como yo para acompañar a su único hijo. Puedo entender, lo hago, yo dije que no volvería a buscarlo pero no pude cumplir mi palabra, porque yo amo a su hijo, lo quiero con cada fibra de mi ser... —Jungkook se paró a su lado y tomó su mano y alzó la mirada para observar a sus padres. —Sé que ustedes alguna vez habrán anhelado una pareja quizá más educada o de su estrato social, pero lamentablemente no tengo ni un poco de los recursos que ustedes tienen, pero eso jamás me hará menos para estar al lado de Jungkook. Somos jóvenes y puede ser que nos estemos apresurando con esta relación a ojos del resto... Para mi no es así, para mí esto está más que claro —Jin miró a Jungkook que tenía los ojos aguados después de esas palabras —yo voy a luchar por él, a pesar de todo y todos. Señor Alexander, lamento que todo esto haya tenido que pasar así pero yo no voy a renunciar a su hijo.
Y sin decir una palabra más Jin avanzó por el pasillo de la mano de Jungkook, pasaron por el lado de los esposos y bajaron las escaleras.
Salieron corriendo de la casa entre nerviosos y felices.
Se subieron al automóvil del menor con rumbo desconocido...
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¿Les dije que esta historia sería corta?
No le quedan muchos capítulos. Pero creo que lo peor ya pasó (?
Que tengan bonito fin de semana 😘
💕
Si alguien está viendo esta serie sepan que lxs amo!!!!
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