[ 30 ]
Jin golpeó dos veces aquella puerta que muchas veces fue su salvación en malas épocas. La misma puerta que últimamente se había convertido en su refugio mientras trataba de reconstruir su vida lejos de Jungkook.
Yoongi abrió la puerta y no alcanzo a decir ni una sola palabra. Jin entró como un tornado y lo tomó del cuello de su camisa para luego estamparlo hacia la pared más cercana.
El profesor se quejó cuando su cabeza rebotó en la dura superficie y antes de que pudiera decir cualquier cosa uno de los puños de su ex cuñado se estrelló contra la comisura de su boca.
El rubio lo golpeó de nuevo con furia —¡Tenía 18 años maldito animal! ¡¿Cómo pudiste hacerle eso a él?!
Yoongi escupió la sangre de su boca cuando Jin se alejó dos pasos. Cerró sus ojos un momento, estaba mareado.
—Eres un hijo de puta. No mereces la bonita familia que tienes.
—D-deja que te explique —pidió respirando agitado.
—¡No! A mi no me tienes que explicar una mierda, jamás pensé que eras capaz de hacer una cosa así... Capaz de destruir a una persona como él.
—Me equivoqué, lo sé, ¿Crees que no me arrepiento de lo que le hice?
Jin se calmó y negó con la cabeza —Lo violaste Yoongi ¿Cómo mierda puedes vivir un puto día en paz?
El profesor se puso rojo de vergüenza y arrepentimiento, sabía que tarde o temprano iba a tener que lidiar con los demonios de su pasado. Pero jamás se imaginó que Jin sería su verdugo.
—Yo no estaba bien, en esos años me comencé a sentir atraído hacia un hombre y él ya estaba comprometido, me obligué a no verlo como algo más, ¡A mi no me gustaban los hombres, maldita sea! —Yoongi tomó una respiración pausada y retomó sin mirar a la cara al rubio —luego de unos meses lo conocí a él... Jungkook.
Jin empuñó su mano nuevamente listo para atacar.
Yoongi pareció notar esto y se alejó un poco hacia la ventana, levantó sus manos para que el rubio lo escuchara —Él apareció y... Y yo me desquite con él porque no podía acercarme al hombre que me gustaba.
—Eres asqueroso.
—Lo fui, sí, ¡Pero ya no soy asi! Te lo juro, yo casi pierdo todo por lo que le hice... Su padre me dejó sin trabajo y me amenazó tantas veces con denunciarme que casi me volvió loco... Yo hice terapia Jin, me recuperé y todos estos años he tratado de enmendar el terrible error que cometí... Por favor Jin, yo he estado buscando todos estos años la manera de acercarme a él... Quiero su perdón.
—¡Jodidamente no! —Jin llegó hasta él y lo volvió a tomar de la ropa pero sin intención de golpearlo nuevamente, solo quería asustarlo y al parecer lo estaba logrando con creces, el hombre que siempre se mostraba fuerte ante todos, con esa mirada fría ahora temblaba de miedo mientras tragaba saliva sin parar —escúchame bien hijo de puta, tú te llegas a acercar a un kilómetro de él y te juro que te mato ¡¿Me escuchaste?! —lo sacudió fuerte mientras el profesor asentía.
Lo soltó y tan rápido como entró salió por la puerta.
Nunca más volvería a ese lugar y mucho menos su hijo.
Yoongi definitivamente había muerto para él.
—
—
Era sábado y Jin ya no contaba con el trabajo en el supermercado. Habían revisado las cámaras de seguridad y habían decidido desvincularlo por faltar a una de las normas de la empresa.
Queda estrictamente prohibido mantener relaciones sexuales dentro de las instalaciones.
Mirando el techo de su ahora habitación, Jin se encontró extrañando a Jungkook, como todos los días desde el incidente en su antigua casa. De eso ya había pasado un mes. Cambió su número de teléfono por si el menor decidía llamarlo. Él quería sanarse y eso no iba a pasar si estaba junto al hermoso castaño, quería ser el mejor hombre para él... Y por supuesto también había dado un paso al costado después de aquella conversación con Alexander.
Él le había dado su palabra.
Jimin iba frecuentemente a su hogar pero evitaban hablar de Jungkook y eso Jin lo agradecía. Muchas veces había tenido el deseo asfixiante de buscarlo, pero nunca lo hizo.
No podía hacerlo.
La puerta de su habitación se abrió y su padre se asomó.
—Nos vamos hijo, tu madre dice que cenes.
Jin se levantó inmediatamente y siguió a su padre por el pasillo. En el camino se encontró con Taehyung que tenía a Hobi en brazos.
—Justo iba a dejarte al terremoto.
El rubio rió y tomó a su pequeño en brazos para que pudiera despedirse de sus abuelos.
Los padres de Jin saldrían por el fin de semana de la ciudad y dejarían a sus hijos en casa. Jin estaba seguro que apenas la puerta se cerrara su hermano saldría volando también. Últimamente no estaba nunca en casa, entre la universidad y su incipiente relación con Jimin él ya no veía tan a menudo a su hermano.
—¿Saldrás? —preguntó mientras veía a su hermano ponerse su chaqueta.
—Si... Voy a un cumpleaños, no sé a que hora volveré.
Jin asintió y anheló tener la edad de Taehyung, se había hecho cargo de una responsabilidad y aquella promesa que le hizo a su hermana antes de fallecer a veces le pesaba, aunque trataba de no pensar en eso, después de todo era algo que él había elegido y no se arrepentía.
—Cuídate, lleva tus llaves. No me voy a levantar a abrirte la puerta.
—No te preocupes, las llevo. —Taehyung arregló su cabello con sus dedos y se acercó a su hermano que aún tenía a Hobi en brazos y dejó un sonoro beso en la mejilla del pequeño. Este pegó una risita adorable y comenzó a moverse en brazos.
Jin suspiró y lo bajó. Taehyung siempre lograba alterarlo, aunque siempre de buena manera, parecía que su pequeño tenía una energía inagotable. Al contrario de él que prácticamente se dormía de pie.
—Mejor me voy, debo pasar por Jimin.
—Dale mis saludos entonces.
—En tu nombre —el universitario pareció dudar un momento pero finalmente se dio media vuelta y salió por la misma puerta que minutos antes sus padres habían utilizado.
Hobi corrió a buscar su pelota y comenzó a patearla al aire. Jin lo observó un momento mientras pensaba que hacer para matar la tarde y noche del sábado.
—¿Quieres salir con papá cosita?
El niño ni siquiera lo miró y pateó más fuerte la pelota que cayó sobre una de las plantas de su abuela.
—¡Hobi no! —Jin lo tomó en brazos —ten cuidado con las plantas de la abuela.
El niño se acurrucó en su pecho y sus pequeñas manitos rodearon su cuello. Luego hizo lo que últimamente hacia para que no lo regañaran tanto. Buscó un beso de su padre ofreciendo su mejilla. Jin se derritió ante eso y obviamente dejó un beso en aquel lugar.
El niño lo tenía en su mano. Ya no había nada que hacer. Sonrió y lo dejó en el piso para buscar sus chaquetas. Luego de estar listos salieron rumbo al supermercado.
—
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—Estoy preocupado por Jungkook.
Heechul alzó la mirada de su teléfono para encontrar los ojos preocupados de su esposo.
—Dale un respiro, mientras más lo presiones más se va a alejar de ti cariño. Está enojado y debemos respetarlo.
Alexander suspiró. Terminó de doblar sus camisetas deportivas y se sentó en la cama.
—Me odia —dijo dolido.
Heechul negó y se movió por la cama para abrazarlo —No te odia cariño, está enojado por todo lo que ha pasado y por tu forma de tomar las cosas.
—Yo no entiendo porque estás tan tranquilo... ¿De verdad quieres que nuestro hijo tenga como pareja a un hombre como él?
—¿Cuál es el verdadero problema con ese chico, Alex?
El rubio movió sus dedos un tanto nervioso —Es mayor que Kookie, tiene un hijo... No me gusta para él.
Heechul podía entender la preocupación de su esposo, no lo podía culpar por querer que su hijo estuviera con una persona de su edad, con alguien con quien pudiera compartir sus gustos y tiempo. Pero su hijo estaba enamorado y eso nadie podía cambiarlo.
Al castaño le dolía ver a su hijo tan decaído, tan ido. Ya no era el chiquillo de sonrisa radiante y ojitos brillantes.
Su hijo se estaba apagando.
Estaba sufriendo por amor.
—Cariño. —Alexander giró su rostro y su marido acarició su mejilla un tanto áspera por el crecimiento de su barba. —¿Porqué te estás comportando así? —Heechul movió su pulgar despacio por el rostro de su esposo —¿No te acuerdas de nuestra historia? ¿No te acuerdas que tú me elegiste a mi con un niño en brazos?
Alexander asintió en silencio recordando el día que había visto por primera vez a Heechul. —Tú eras ayudante en la clase del Doctor Jung, yo tenia apenas...
—20 años. —Sentenció. —Eras tan joven y me elegiste, a pesar de que tenías un novio de tu edad en esa época, me elegiste aunque no nos podíamos ver todas las veces que quisiéramos... Estuviste conmigo en mis peores momentos, cuando no tenía nada, y luego tomastd mi mano en los mejores momentos de mi vida. Me elegiste a mi y a Jungkook, ¿Porqué nuestro hijo no podría hacer lo mismo?
Alexander no aguantó y se echó a llorar en los brazos de su esposo. Jungkook sin quererlo estaba repitiendo la historia de ellos, pero nada era fácil. Jungkook aún era un chiquillo inmaduro. Aún no terminaba su carrera ¿Porque debía elegir a un hombre con tantos problemas?
—Yo sé que él lo ama, pero no puedo aceptarlo Hee, no lo quiero con nuestro niño.
El castaño se quedó en silencio sin comprender del todo porque su marido se estaba oponiendo tan tajantemente a la idea de Jungkook y Jin en una relación.
La puerta de su dormitorio se abrió despacio. Alexander se limpió rápidamente las lágrimas al ver entrar a Jungkook a la habitación.
—Lo siento... Debería haber tocado —el castaño miró a sus padres —saldré un momento... Me invitaron a un cumpleaños.
—Oh, eso es genial Jungkook, diviértete hijo —Heechul avanzó hasta él y palmeó su hombro con cariño —¿Tienes dinero?
—En la tarjeta.
Alexander se levantó de la cama y buscó su billetera. —Toma un poco de efectivo, no es bueno que andes sin dinero real.
Jungkook tomó los billetes y agradeció.
—Tu herida está casi cicatrizada, trata de cuidarla de golpes y cosas asi.
—Papá voy a una fiesta, no voy a pelear.
Heechul se rió —Alex está hablando de sexo Jungkook.
El menor abrió sus ojitos sorprendido y negó con su cabeza un poco avergonzado por las palabras de su padre.
—Yo... No planeo estar con nadie.
Alexander pudo ver la tristeza en sus ojos. Era un mensaje bastante claro, su hijo no saldría a tener sexo con cualquiera. Ya no.
—Bien, entonces disfruta tu noche. Cuidado al manejar ¿Si?
—Oh, no te preocupes Namjoonie me viene a buscar.
Heechul asintió satisfecho. Alexander empezó a morder sus uñas ante lo lejano que sentía a su pequeña galletita.
—Cuídate hijo —Alexander dijo antes de meterse a su baño privado.
Jungkook hizo una mueca y se giró para salir de la habitación, pero su padre lo detuvo antes.
—No seas tan duro con él, te ama y tiene altas expectativas... No quiere que te equivoques y que después sufras por eso.
—Lo sé, estoy molesto porque se metió al medio padre, eso es lo que me dolió más, su poca tolerancia y que piense que Jin no es el indicado cuando ni siquiera lo conoce como yo. Hasta tú lo aceptaste, aún si él ya no quiere estar conmigo —dijo agachando la cabeza, su voz se volvió triste tras decir aquello. Heechul acarició sus cabellos y suspiró
—¿Lo haz llamado?
Jungkook levantó la mirada y asintió —Lo he llamado toda la semana y parece que cambió de número... No quiero incomodarlo más, supongo que no quiere saber de mi.
Su padre se alejó unos pasos y puso sus manos en los bolsillos de su pantalón pensativo mirando a su hijo en todo momento —Creo que no deberías darte por vencido —dijo finalmente y sonrió al ver el rostro de su hijo —Es más... Ustedes se deben una conversación, después de lo que pasó no pueden hacer como si fueran dos extraños. Tú conoces a su hijo, estuviste junto a él en sus momentos más difíciles y si lo aceptaste y lo quisiste con todo eso a cuestas él debería sentirse afortunado de tenerte y yo creo que es así hijo, cuando ese chiquillo fue a la clínica estaba destruido, había tristeza y culpa en sus ojos, él dijo que te amaba y yo le creo. —Heechul volvió a su lado y acarició su rostro con cuidado —Búscalo, conversen y luego decidan, pero tienen que aclarar las cosas, yo no te quiero ver así de triste hijo. Me duele verte tan deprimido.
Jungkook suspiró y miró hacia la puerta del baño.
—No te preocupes por él. Lo va a tener que aceptar tarde o temprano —sonrió —si ese chico realmente te ama como dice nosotros los apoyaremos.
—Padre. —Jungkook lo abrazó por la cintura y el mayor inmediatamente lo rodeó con sus brazos —jamás pensé que serías tú quien me apoyaría.
—Lo sé, hemos estado muy alejados, pero ya no más, te quiero cerca mío y quiero tu confianza también.
Jungkook se separó de su padre y tragó —hay algo que no sabes... Algo que pasó hace un tiempo atrás.
Heechul asintió —Vamos a la sala a hablar entonces, quiero tomar una copa. Tu cara me dice que no es algo fácil de contar.
Jungkook no dijo nada y salió de la habitación con su padre al lado suyo.
Bajaron las escaleras y cuando estuvieron en la sala, Jungkook le envió un mensaje a Namjoon para decirle que se iría en taxi. No sabía cuanto se demoraría en contarle a su padre lo sucedido 4 años atrás.
Guardó su teléfono y se sentó en el sofá. Esperó hasta que su padre se sentó cerca de él y entrelazó sus dedos nervioso, un suspiro tembloroso salió de sus labios.
—Padre, ¿Puedes prometer que no te vas a enojar conmigo después de que te lo cuente?
—Eso depende de muchas cosas hijo, pero ten confianza en mí, puedo ser bastante racional cuando quiero.
Se secó el sudor de las manos en su pantalón y fijando su mirada en la alfombra blanca que adornaba la lujosa sala comenzó su relato.
Su padre lo escuchó los primeros minutos en completo silencio, pero a medida que continuaba y contaba como habían sido los encuentros sexuales entre ambos la expresión de su rostro se transformó. Jungkook decidió que no quería mentirle más a su padre y le contó como él y su papá Alexander habían encubierto la situación para que él no se enterara.
Sabía que quizás estaba ayudando a que sus padres discutieran esa noche. Pero ya no quería más mentiras.
—Me mintieron los dos —dijo en un susurro. —¿Tan poco confías en mí?
Negó. —No es eso padre, yo... Yo no quería avergonzarte.
—Jamás pienses eso Jungkook. Yo merecía saber eso y tú merecías justicia hijo. Dime como se llama.
—Padre, no es necesario,ya pasaron muchos años... Yo no sé que es de él, ya no importa.
—No importa... ¡Por supuesto que importa! Dame el nombre ahora mismo Jeon Jungkook.
El castañito cerró los ojos. Si él le daba el nombre a su padre este iría tras Yoongi y Jungkook solo podía pensar en la familia de aquel profesor.
—Él es padre papá, tiene hijos y una esposa... Yo no quiero arruinar eso.
—Tú no sientas culpa por eso, además que le estaría haciendo un favor a esa mujer ¿Quién querría criar hijos y tener un matrimonio con un abusador? Dime Jungkook ¿Quién es?
Jungkook mordió su labio sin saber que decir...
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Tengan bonito fin de semana.
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