Jin dejó un plato adicional sobre la mesa, miró de soslayo a su hermano, Taehyung estaba mirando por la ventana claramente nervioso. El rubio sonrió con cariño, nunca había visto a su hermano perder la cabeza por alguien y ahora lo estaba haciendo por el pequeño y atractivo pelirosa.

Tae llegó hasta él y lo miró con ojos suplicantes —¿Crees que me veo bien?

—Claro que si.

—Estoy nervioso.

Jin rió —¿Porqué? Los papás lo van a adorar, Jimin es muy agradable.

—Lo sé, pero es que hace poco yo estaba con otra persona, no quiero que se sientan presionados a aceptarlo.

—Eso no va a pasar, ya verás que ellos lo van a adorar.

Taehyung asintió y se metió a la cocina. Ese día él había querido cocinar con ayuda de su hermano. Quería que Jimin probara su comida, quería darle una buena impresión de sus habilidades culinarias.

El rubio en tanto quedó en el comedor terminando de arreglar la mesa para esa noche. Estaba feliz porque que su hermano había escuchado su corazón y lo que realmente quería. Se sentía un poco triste por la ex novia de Taehyung, pero pensó que cuando el amor llegaba no había una mala decisión.

Lástima que eso no se aplicaba a él, ni a su vida.

Pensó en Jungkook, como todos los días, y suspiró creyendo que su decisión era la mejor. Pero se torturaba todas las noches imaginandolos juntos otra vez, paseando por la playa con Hobi corriendo delante de ellos, se dormía todas las noches anhelando una solución pero todo tenía que ser a su tiempo. Él quería mostrarle su mejor versión al castaño, no la que el menor había visto. Y para lograr eso debía amarse de nuevo, debía darse la oportunidad de mirarse en el espejo y aceptar que él no era un fracaso, que él merecía tener una segunda oportunidad y tener una vida tranquila, sin miedo, sin culpas.

Solo esperaba que Jungkook estuviera disponible para cuando eso pasara, y sabía que estaba jugando con fuego porque el menor no sabía de sus planes, pero era un riesgo que estaba dispuesto a correr.

La puerta sonó y Tae salió de la cocina —Abre tú Jinnie, iré a ponerme perfume, huelo a comida.

Su hermano menor se perdió por el pasillo y Jin se rió. Llegó a la puerta y la abrió. Su sonrisa se esfumó cuando vio quien era.

El rubio miró hacia atrás en el momento que su hermano salía del baño —Tae, no es Jimin.

El aludido hizo una mueca y se perdió nuevamente en la cocina.

—Disculpa por venir así, ¿Podemos hablar?

Jin miró a ese hombre alto y rubio que tenía el rostro afligido, no era el mismo que le había gritado y humillado en la sala de espera de la clínica.

—Seré breve.

Jin asintió y fue hasta el dormitorio de sus padres. Al entrar se acercó a su madre que estaba leyendo un libro. Ella lo bajó apenas su hijo mayor entró al dormitorio.

—¿Qué pasó hijo? No me digas que tu hermano quemó la comida.

—No mamá, Tae lo está haciendo bien... ¿Puedes ver a Hobi por mi unos minutos? Saldré a comprar algo que faltó.

—Si hijo, no te preocupes.

Jin miró a Hobi que estaba durmiendo al lado de su abuela.

—Volveré pronto.

Ella asintió y el rubio pasó a buscar su chaqueta y mientras caminaba hasta la puerta se preguntó que querría el papá de Jungkook.

Salió al frío de la noche y caminó hasta donde el hombre lo estaba esperando. Caminaron en silencio hasta alejarse de la casa del rubio.

Pararon cerca de la avenida principal y Alexander miró al hombre frente a él.

—Lo primero que diré es lo siento Jin, ese día en la clínica me comporte como un idiota y lo lamento.

—Fue humillante.

—Lo sé y dios —su voz tembló ligeramente —no hay día en que no me avergüence de mi comportamiento, pero tú eres padre ¿Cierto? Dime ¿Que no harías tú por tu pequeño? —Alexander se pasó una mano por su perfecto cabello rubio y volvió a mirarlo —él no es mi hijo biológico, pero desde que lo conocí fue amor a primera vista, era tan indefenso y necesitaba amor y yo simplemente se lo di y no me equivoqué, Jungkook es la persona más hermosa que existe, tiene una personalidad cautivadora y es tan amable con todos que cuando me llamaron ese día del ataque yo casi me muero...

Jin sintió sus ojos aguarse mientras lo escuchaba.

—La verdad es que me volví loco cuando supe porqué lo habían herido, un lío con un hombre casado —Alexander negó —la historia se volvió a repetir y yo me sentí culpable ¿Tú sabes la historia de él cierto?

—Si.

—Y si lo sabes dime ¿cómo puedes vivir tan tranquilo sabiendo lo que hizo tu cuñado?

Jin arrugó el ceño y ladeó su cabeza no entendiendo nada. Alexander suspiró al darse cuenta que Jin no sabía nada.

—Yo estuve investigando sobre ti y tu familia, perdón, yo solo pensaba en lo mejor para mi hijo... Yoongi ¿Él era tu cuñado, no?

—S-si. —Jin no quería unir las piezas en su cabeza, se negaba a pensar en el daño que había recibido su Kookie había sido generado por su propio cuñado. Ese hombre abnegado por su familia, ese mismo que lo estaba ayudando en todo. No podía ser verdad.

—Él fue quien destrozó a Jungkook, lo dejó tan mal, tan asustado que pasaron meses antes de que él siquiera pudiera estar cerca de un hombre nuevamente.

Jin empuñó sus manos. La decepción era enorme, pero la rabia lo era aún más.

—Yo no sabía que él había sido, Jungkook nunca me dijo su nombre —murmuró cada vez más molesto.

—Mi hermoso es un ángel, ni siquiera quiso denunciarlo... Jin si yo vine hasta aquí a parte de ofrecerte mis disculpas es para pedirte que no lo busques. Yo sé que tú eres papá y podrás entenderme. 

El rubio agachó la mirada y tragó las lágrimas que querían salir. Respiró hondo y levantó su mirada. —Lo entiendo.

—Tanto tú como él merecen un final mejor, pero juntos no creo que sea lo más óptimo... Me gustaría ayudarte a salir adelante.

—No, eso no lo puedo aceptar me alejaré porque lo amo y quiero lo mejor para su vida, pero no le permitiré que sienta lástima por mi.

Alexander asintió —Gracias por entender —se dio la vuelta para ir hasta su vehículo pero se detuvo cuando Jin habló.

—Yo también tengo algo que pedirle a usted y a su esposo. —Jin avanzó y esperó hasta que Alexander se girara para volver a hablar —Yo pido que estén más tiempo con él, se siente solo y la compañía de ustedes no le andaría tan mal... A él le gusta mucho cocinar, deberían alentarlo un poco más... Eso es algo que hacen los padres que aman a sus hijos. Mas allá de negarle algo que le gusta mucho hacer sería mejor que lo apoyaran, él los ama, no lo dejen solo.

Y sin decir una palabra más Jin se alejó para retornar a su casa.

Alexander se quedó en el mismo lugar pensado en las últimas palabras que habían salido de la boca del menor.

—
—

Jungkook abrió el refrigerador y se asustó cuando escuchó unos pasos.

—¿Te asusté? —Heechul hizo una mueca y se acercó a su hijo. No le diría que estaba más tranquilo al verlo salir de su habitación. No quería presionarlo.

—Pensé que no estaban en casa.

—Alex salió pero yo me quedé ¿Quieres comer algo? Puedo preparar algo... —Jungkook arrugó el ceño en clara señal de molestia —o puedes prepararte algo tú mismo.

El castaño sacó una caja de leche y se apoyó en una de las encimeras de su cocina. Heechul miró hacia el techo y se balanceó como niño pequeño sin saber cómo iniciar una conversación más profunda con su hijo.

Jungkook tomó su leche y cuando la terminó tiró la caja en el basurero, iba a salir de ahí cuando su padre lo tomó del brazo suavemente.

—¿Crees que podemos hablar un poco? 

El menor asintió y ambos caminaron hasta su sala de juegos. Heechul sabía que era el lugar que su hijo amaba pero no pasaba mucho tiempo ahí.

—Me estoy asustando padre, primero estás en casa un día en el que nunca estás y ahora quieres hablar conmigo... ¿Estás enfermo? Si es así quiero saberlo enseguida.

Heechul cerró los ojos y suspiró. Tanto tiempo perdido con su hijo, tanto trabajo para darle lo mejor pero se había olvidado de darle algo primordial: compañía.

—Estoy bien hijo, me tendrás que soportar por varios años más —sonrió tratando de aflojar el nudo en su garganta.

Jungkook jugó con sus dedos esperando a que el mayor comenzara a decirle todas las cosas que sabía que se estaba muriendo por decir. Estaba listo para el sermón.

—¿Porqué no te has vuelto a ver con ese chico? —los ojos del menor se abrieron y su corazón golpeó en su pecho. —Pensé que ahora que él está libre o más bien seguro lejos de aquel hombre —se rascó el mentón —pensé que iniciarían algo.

El menor suspiró e infló sus mejillas sin saber por dónde empezar. —¿No estás enojado?

—No. Estoy sorprendido la verdad.

—¿Sorprendido?

—No pensé que mi hijo siendo tan joven se enamoraría de esa manera.

Las mejillas del castaño se tiñeron de rosa al escuchar a su padre, se avergonzó porque claramente todos se daban cuenta de lo mucho que amaba al rubio.

—Él es especial.

—Lo sé, no muchas personas darían la vida por otro. Tú lo hiciste así que me imagino que ese muchacho debe merecerlo.

Jungkook tragó y se limpió rápidamente una lágrima que quiso bajar por su mejilla.

—Él no me buscó padre, me dejó una carta despidiéndose de mi y eso es lo último que supe de él. Una despedida.

Heechul mordió su labio y suspiró —Si te busco Jungkookie.

—¿Qué?

—Fue a la clínica al día siguiente del ataque... Él estaba desesperado por verte hijo, lloró porque... —Heechul estaba seguro que Jungkook jamás le perdonaría que le hayan negado la visita a Jin —no dejamos que pasara a verte y Alex no tomó muy bien su visita.

Jungkook se levantó despacio y caminó por la sala de juegos. Lamió su labio y miró a su padre —¿Qué le dijeron para que él no contestara mis llamadas?

Heechul no se iba a responsabilizar por la boca suelta de su esposo pero tampoco quería que su hijo se enojara con ellos.

—Padre.

—Alexander no fue muy suave, pero yo traté de amortiguar el daño dándole acceso a tu visita, pero yo no sabía que él te había dado una carta. No entiendo.

—La envió con Jimin... Yo tampoco entiendo, si se despidió en una carta de mi ¿porqué iría a verme?

—Seguramente se arrepintió... No lo sé hijo.

Jungkook sintió su sangre hervir ¿Con qué derecho sus padres decidían por él? Era mayor de edad ellos no podían oponerse de esa manera a nada referente a la elección de sus parejas.

Bien, en el pasado él se había equivocado y había aprendido de eso. Jin era el hombre que estaba eligiendo y no lo iba a dejar tan fácil. No.

Caminó hasta la salida de la sala y cuando vio a su papá Alexander entrar por la puerta principal olvidó que tenía una herida en el abdomen y rápidamente llegó a su lado enojado.

—Galletita.

—¿Qué le dijiste?

—¿Qué?

Heechul suspiró, se amarró su cabello castaño y salió también de la sala para que las cosas no se salieran de control entre sus dos personas especiales.

—A Jin ¿Qué le dijiste en la clínica?

Alexander miró detrás de Jungkook y su mirada se fue directamente hasta Heechul que se había apoyado en el marco de la puerta con sus brazos cruzados en el pecho.

—¿Le contaste?

—No, no le dije nada más de lo que realmente pasó, nosotros no dejamos que el chico entrara a su habitación y tú no fuiste amable con él.

Alexander suspiró y miró a su hombre con cara de pocos amigos. Ya se cobraría en la cama semejante traición.

—Jungkookie, tu padre tiene razón, pero me arrepentí de eso y le pedí perdón por lo que le dije.

—¿Lo viste? —Jungkook se echó hacia atrás el cabello tan enojado que no sabía si iba a seguir siendo el hijo respetuoso con sus padres.

—Si.

El menor humedeció sus labios ansioso —¿Cómo está? ¿Se ve bien? ¿Pudiste ver a Hobi?

Su rubio padre negó suavemente y se preparó para la reacción que iba a tener su hijo —Le dije que debía alejarse de ti y el aceptó.

Los ojos de Jungkook se cerraron por segundos y cuando los abrió había furia en ello. —¡No tenías derecho! Yo lo amo ¡Maldita sea! ¿Porqué mierda se creen con el derecho de decidir por mi?

—Jeon Jungkook —advirtió Alexander y miró a Heechul para que le diera una mano pero este simplemente hizo una mueca con su boca y negó con su cabeza.

—Te odio papá, y quiero que sepan ambos... —Jungkook miró a su padre Heechul y luego al rubio que tenía los ojos cristalinos por el llanto que estaba aguantando —que voy a buscarlo y haré hasta lo imposible por tenerlo a mi lado, les guste o no.

El menor se dio media vuelta y subió a paso lento las escaleras, pegó un portazo cuando llegó a esta.

Alexander se echó a llorar y Heechul llegó a su lado.

Ambos se abrazaron sin decir una sola palabra.

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Kim Heechul (Super Junior)
Como Jeon Heechul.
No se dejen engañar por esa dulce cara de bebé 😏.

Mike Vogel (actor)
Como Jeon Alexander.

Siempre imaginé al papá de Jungkook como un rubio sabroso y bueno hasta que encontré lo que más o menos he tenido en mi mente este tiempo. Sé que quizás es una combinación extravagante, pero así soy yo xd.

Gracias x sus comentarios y votos ❤️

Nunca pensé que la historia tendría tan buena recepción.

#AmoAMisLectoras

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Tengan bonito fin de semana 💜