[ 20 ]
Jin frunció el ceño molesto mientras lavaba la loza de la cena. Hobi estaba durmiendo hace un buen rato en su habitación y el rubio tenía un montón de cosas que hacer antes de dormir.
Cerró la llave y sin secarse las manos llegó hasta la sala. Su marido estaba en su sofá mirando televisión.
—¿Porqué no recoges los juguetes? Todavía tengo que guardar los platos y sacar la ropa de la lavadora.
—Yo hoy trabajé todo el día, estoy cansado ¿Que hiciste tú hoy?
Jin siempre había odiado lo poco valorado que era por su esposo. Él siempre trataba de tener la casa en orden pero con Hobi tirando todo por todos lados era muy díficil mantener la casa impecable.
—¿Qué crees que hice? He estado lavando ropa todo el día o qué ¿acaso no usas ropa limpia y planchada todos los días?
—Solo estás aquí en la casa, yo salgo a estresarme, sabes que mi trabajo es bajo presión y aún así me molestas cuando llego a casa.
—Solo estoy aquí. Claro, seguramente las cosas se hacen solas —reprimió las ganas de llorar que tenía, la situación en su casa estaba fuera de control. Él cada vez tenía menos ganas de estar cerca de ese hombre.
—¿Tienes que ser tan dramático siempre? —Sungmin se levantó del sofá y de mala manera tomó varios juguetes y los tiró sobre la caja en donde Jin los guardaba —¿Estás contento ahora? —su mirada llena de odio congeló al rubio en su lugar. —Me voy a acostar.
Y sin decir más pasó a su lado. Jin respiró varias veces para calmarse. Estaba tan cansado de su vida, tan dolido por no encontrar la manera de arrancar de ese lugar y miedo... Tenía miedo de que podría hacer Sungmin si él llegara a dejarlo.
Se agachó y comenzó a recoger los juguetes restantes. Las lágrimas igual lograron colarse en sus ojos y mientras dejaba en orden su sala se sintió miserable por la vida que llevaba en esa casa.
Lo que más le dolía era su Hobi. No podía abandonarlo, él había hecho un compromiso con su hermana y no lo podía romper.
Sacudió su cabeza y una sonrisa tiró de sus labios al recordar a Jungkook. Al otro día se verían y eso le quitaba toda la pena que sentía en ese momento...
Porque estar con Jungkook era mágico, era un momento preciado que no podía dejar de disfrutar, estar con él menor era una de sus cosas preferidas y poco importaba si podían estar cinco horas juntos o sólo diez minutos, Jin atesoraba sagradamente casa momento, los guardaba en su corazón por si en algún momento tendría que vivir de recuerdos.
Finalmente recogió todo y apagó la luz de la sala. Se dirigió hasta la cocina y mientras secaba los platos sonreía recordando los malos chistes que le contaba al menor y que este reía a pesar de no ser para nada graciosos.
Cuando terminó en la cocina se metió al baño en donde tenía la lavadora. Sacó la ropa y la llevó hasta el tendedero que tenía cerca de su cocina. Colgó toda la ropa y su espalda dolió al agacharse a recoger un calcetín que se había caído al piso.
Se levantó quejándose y caminó nuevamente al baño para lavarse los dientes.
Pasó por la habitación de su pequeño y lo tapó con las mantas. Dejó un besito en su frente y salió de la habitación dejando la puerta abierta.
Suspiró pesadamente al dirigirse a su dormitorio. No se asombró al ver a su marido mirando televisión, tomó su pijama y se giró para salir nuevamente de esta para cambiarse.
—¿Desde cuándo no te sacas la ropa delante mío? —Jin paró en seco —¿Cuando vamos a hacer el amor Jinnie? Ya no dejas que te toque —siguió hablando.
—Estoy cansado.
Abrió la puerta y salió de su dormitorio, no había manera de mostrarle su cuerpo a Sungmin, a pesar de haberle dicho muchas veces a Jungkook que no dejara marcas en su piel, este no había hecho caso y la espalda de Jin tenía una cantidad de arañazos que no podría explicar si su marido lo viera.
Se metió al baño por tercera vez esa noche y rápidamente se puso su pijama. Dejó su ropa sucia en el canastillo y volvió a la cama.
Se acostó en la orilla y se tapó hasta la nariz. Cerró los ojos rogando a que Sungmin no se pusiera en plan molesto para tener sexo, porque él simplemente no lo tocaría.
No había forma en que tocara a otro hombre que no fuera Jungkook.
El rubio se durmió rápidamente a causa de las labores del día.
Esa noche soñó con unos cabellos castaños ondulados y salvajes.
—
—
—Wow. —Jin admiró la lujosa propiedad a la que Jungkook lo había llevado esa mañana.
—Sé que es mucho... Pero era esto o llevarte a mi departamento.
Jin rió —Mientras estemos solos Kookie cualquier lugar es bueno para mí.
—Tienes razón —Jungkook mordió su labio ansioso —Uhm, yo tengo algo para ti.
El rubio se movió más cerca del castaño y esperó a que este buscará algo dentro de su mochila.
Jungkook sacó tres cajas de bombones y se las entregó al rubio —No es necesario que te las comas ahora, puedes dejarlas acá y cuando volvamos puedes comer... ¿Te gusta el chocolate cierto? Estoy casi seguro que te escuché decir que te gustaba todo lo que fuera dulce...
Jin sonrió y lamió sus labios. Levantó la mirada y tragó.
—G-gracias, yo... Yo amo el chocolate si... Es un bonito regalo Kookie.
El menor asintió satisfecho —Me gustaría poder regalarte otro tipo de cosas pero es obvio que no podrías llegar a tu casa con esos regalos —meditó.
—No necesito de tus regalos Kookie, necesito solo de ti para estar bien. Mirarte y besarte.
—Me estás mirando Jin —dijo divertido —me gustaría que me estuvieras besando también.
Jin no lo pensó dos veces y dejó las cajas sobre la mesa de centro y se abalanzó sobre los labios del menor. Tomó su rostro y sin mucho aviso metió su lengua en esa caliente y dulce boca.
Jungkook lo abrazó y mientras la boca de Jin chupaba su cuello con cuidado de no dejar marcas. Eso lo hizo recordar su espalda llena de rasguños.
—Kookie —susurró en la piel de su cuello enviando millones de cargas eléctricas al cuerpo del menor.
—Uhm...
—Tienes que dejar de marcar mi espalda.
Jungkook se separó y arrugó su ceño. —¿Porqué no puedo?
Jin se talló los ojos —Porque si lo haces y él lo ve tendría que dar explicaciones y si doy ese tipo de explicaciones no se si pueda mantener esto que tenemos.
—¿Estás diciendo que si él te ve las marcas vamos a dejar de vernos?
—Jungkook...
—No, déjame —se zafó de sus brazos y caminó por la sala molesto.
—Por favor Kookie, ponte en mi lugar.
—¿Quieres que me ponga en tu lugar? —el castaño rió amargamente —estoy tratando créeme, pero y tú ¿Te pones en mi lugar? ¿Sabes lo que es esperar horas por ti? ¿Sabes lo que es tener que aguantar que todas las noches compartes la cama con él? —negó con su cabeza —¿Tú crees que esto es fácil para mí?
—Yo jamás dije que sería fácil, no es fácil para ninguno de los dos. —Jin se acercó hasta él y a pesar de su rechazo lo abrazó por la cintura —solo te estoy pidiendo algo simple Kookie, no te estoy diciendo que nos dejaremos de ver porque no podría, ya no —buscó su mirada apesar de que el menor rehuía de esta —no hagamos esto más complicado de lo que ya es ¿Si?
Jungkook bufó pero finalmente se apoyó en el hombro ajeno. Estaba irritado pero no quería malgastar el poco tiempo que tenía con el mayor con discusiones que no los llevaría a nada a ninguno de los dos.
La situación era así y simplemente él tenía que acostumbrarse.
-—¿Crees que me gusta compartir la cama con él? ¿Crees que prefiriria estar con él que contigo? Si piensas eso estás muy equivocado, ya te dije que si estoy ahí es por Hobi. Estoy seguro que él me lo quitaría apenas quisiera poner un pie fuera de ese lugar.
—Yo... Yo lo siento Jin, estoy un poco abrumado por todo —alzó la mirada y sus ojos se encontraron.
—Esta es la primera vez que estoy con alguien que no sea él. Todo el tiempo estoy tratando de no hacerte daño, pero me doy cuenta que lo estoy haciendo igual y eso no me gusta Kookie.
El menor no dijo nada más y lo besó. Apretó su cuerpo contra el otro y se dejaron envolver por la burbuja de su relación. Porque en un mundo ideal Jin tomaría la mano de Jungkook sin pensarlo.
En un mundo ideal Jin llevaría a Jungkook a la casa de sus padres y lo presentaría como su novio y estaría tan orgulloso de él.
Pero la realidad no era esa.
Su realidad sólo se basaba en aguartar lo más que pudiera a un hombre que detestaba. Su realidad era vivir en un constante engaño y eso lo estaba destrozando por dentro.
Se quedaron abrazados un momento antes de que el menor buscara sus labios nuevamente.
—Sé que esto es díficil, para mí también lo es... Cuando se me echó a perder el celular me volví jodidamente loco Kookie, el sólo hecho de no poder comunicarme contigo me tuvo enfermo de los nervios.
—Lo siento... No quería decir esas cosas, pero esto es tan... Es díficil de explicar el porqué entraste así de golpe a mi vida.
Jin sonrió y acarició su mejilla. Jungkook cerró los ojos ante el tacto cariñoso del mayor .
—Puedo decir lo mismo de ti, desde que te conocí diste vuelta mi mundo entero —el rubio besó sus labios tirando un poco con sus dientes el labio inferior —pero no me arrepiento, eres lo más lindo que me ha pasado este último tiempo.
Jungkook sonrió y encogió un poco sus hombros al hacerlo. Jin mordió su labio mientras lo miraba embelesado.
—Hay algo que quiero que me cuentes, solo si estas dispuesto. No quiero obligarte a nada.
—¿Qué es?
El mayor lo tomó de la mano y lo llevó hasta el sofá, se sentó y le hizo una seña al castañito para que se sentara en sus piernas. Cuando este lo hizo pasó una mano por su cintura y Jungkook inmediatamente apoyó su cabeza en la curva de su cuello.
—Me gustaría saber sobre ese tipo que te castigaba a la hora del sexo... Quiero saber porqué un chico como tú, con ese carácter que tienes aguantarías esos tratos.
Jungkook se tensó inmediatamente al escucharlo y trató de salirse de su regazo pero Jin se lo impidió. Acarició su espalda de arriba hacia abajo para tranquilizarlo.
—No te quiero obligar, solo quiero conocerte un poco más... Quiero conocer tus miedos.
Jungkook suspiró y asintió levemente, aclaró su garganta y comenzó su relato —Era un profesor de mi universidad, en la que estudiaba cuando tenía 18 años, —dijo bajito mientras acariciaba el pecho del mayor —yo a él lo había visto en los pasillos pero finalmente lo conocí en una fiesta de mi facultad, no sabía porqué estaba ahí, yo sabía que él le hacía clases a una novia que yo tenía en ese tiempo... Yo estaba borracho esa noche y él se ofreció a llevarme a mi casa.
Jin tensó el agarré. No podía creer que hubieran hombres tan hijos de puta. Aprovecharse de un chico borracho, el rubio sintió asco.
—Él me dijo cosas muy bonitas esa noche, que era atractivo, que tenía buen cuerpo y cosas así... Yo caí como un imbécil, él era uno de los profesores más deseados de la universidad y bueno, yo quería experimentar. Fuí un idiota.
—No, tú no tuviste la culpa. Él era el adulto.
—Si, como sea... Esa noche nos besamos en su automóvil y me gustó... Luego comenzamos a vernos más seguido hasta que nos acostamos. Yo no había estado nunca con un hombre y él no fue muy cuidadoso esa vez... La segunda fue una tortura, pero me quedé con él y me odié tanto tiempo por eso.
—Que hijo de puta.
—Él era casado, creo que todavía lo está —Jungkook suspiró —un día me vio hablando con una de mis compañeras de clase, yo había terminado mi relación porque lo quería, o al menos eso era lo que sentía en ese entonces —su voz tembló al recordar —esa noche me llevó a un motel y me lo hizo sin preparación, sangré y a él no le importó, me hizo tanto daño que apenas pude llegar a mi casa, el dolor fue horrible, nunca había pasado por eso en mi vida y no sabía que había hecho mal para haber merecido ese castigo. Cuando pude llegar a mi dormitorio yo seguía sangrando, recuerdo que mi papá llegó a mi habitación, es algo que hace siempre. Yo estaba enrollado en mi cama llorando y muriendo de dolor y vergüenza, él se preocupó enseguida y comenzó a revisarme. Yo lo dejé y no dije nada, quería que lo viera solo —Jungkook tragó —cuando vio la sangre sobre mi pantalón pensó que me habían violado, bueno con lo años me he dado cuenta que eso fue lo que pasó realmente. Mi papá me llevó a la clínica sin que lo supiera mi padre —el menor hizo una pausa y miró a Jin —¿Te había contado que tengo dos papás?
—No, no lo habías hecho —el rubio parpadeó tratando de alejar las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos.
—No llores, ya pasó... Mi papá Alexander lloró mucho esa noche mientras me curaban. Estuve hospitalizado unos días. Le mentimos a mi padre Heechul, inventamos un viaje y nos fuimos a nuestra casa en la playa para que pudiera recuperarme bien. Mi papá me obligó a contarle todo lo que había pasado y lo hice, me hizo prometer que no lo buscaría más y me llevó a terapia. Con el tiempo volví a estar sano y me obligué a nunca más estar con un hombre y fue fácil porque no había conocido a ninguno que me hiciera volar la cabeza... —Jungkook sonrió y dejó un suave beso en los labios ajenos —hasta que llegaste tú.
El rubio rió quitándose una lágrima de la mejilla —Siento mucho que hayas pasado por eso, maldito hijo de puta ¿Él todavía está en tu universidad?
—No, yo me cambié y mi papá se encargó de dejarlo sin trabajo... Ser hijo de un médico te da muchos beneficios y no solo económicos... Él conocía al jefe de este profesor y como le debía un favor lo despidieron.
—Me alegro por eso. Sería una alivio que no trabajara con estudiantes... ¿No lo denunciaron?
—No. Yo me negué aunque mi papá quería hundirlo, teníamos todo para hacerlo pero no pude, él tenia una doble vida, detrás de él había una familia que no tenía la culpa por sus actos.
—Eres un ángel —el rubio lo tomó de la mejilla y lo besó. Su lengua jugó despacio contra la otra y suspiró en sus labios. —Fuiste muy valiente al confiar en tu papá, esa relación era tóxica.
—Si, siempre me busco problemas —sus ojos descendieron hasta sus manos.
Jin tragó y un nudo se alojó en su garganta ¿Qué tan diferente era él con respecto a ese maldito profesor?
Bien, Jin no le estaba haciendo daño físicamente, pero ¿Y emocionalmente?
Se odió, porque él también estaba dañando de cierta manera al hermoso castañito.
Odiaba a aquel hombre que hizo sufrir a su Kookie pero ¿Que tan alejado estaba él de hacerle un daño así de significativo al menor?
Jungkook volvió a esconder la nariz en el cuello del rubio cajero y cerró los ojos.
Ahora se sentía más aliviado de haber contado lo que por tantos años lo atemorizó.
En brazos de Jin se sentía protegido.
Y sólo esperaba que esa sensación se alargara por mucho tiempo más.
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3/4
Volví, mil años después pero lo hice xd.
Tengan una linda semana.
ngsoledad aquí va la actualización ahora espero la tuya 😚💕
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