[ 16 ]
—Gracias por haber venido Jungkook y disculpa que te haya interrumpido —Jin tensó su mandíbula al decir lo último. Cuando había llamado al menor este había tenido el descaro de contestar el teléfono mientras estaba teniendo sexo. El rubio quería arrancarse los cabellos por lo celoso que se había puesto.
—¿Que es lo que quieres? Me están esperando en otro lugar... Ya sabes, para terminar lo que empezamos.
Jin bufó. Había citado al menor en la playa, había un pequeño muelle abandonado y justo debajo de este ellos estaban conversado. Lejos de todas las miradas curiosas.
—¿Vas a estar así con esa actitud?
Jungkook se cruzó de brazos sonriendo —Esta es mi actitud habitual ¿Me vas a decir que es lo que quieres?
Jin sintió un poco de inseguridad ante esa actitud altanera del menor. Quizá ya no quería estar con él, después de todo ¿Quién querría estar con un hombre casado?
Jin se acercó y lo acorraló contra uno de los pilares de madera del muelle. La respiración de Jungkook se estancó en su pecho mientras veía a Jin como se acercaba a su boca. El castaño no pudo ni pensar cuando el mayor tomó sus labios suavemente tirando de estos para luego delinear con su lengua sus labios. Las manos de Jin se fueron directo a esa estrecha cintura y un jadeó escapó de su garganta al sentir los brazos de Jungkook rodear su cuello.
—Dime que me extrañaste Jungkook —Jin mordió su labio y volvió a meter su lengua dejando al menor sin aliento. —Tu cuerpo me dice que sí.
Jungkook gimió al sentir el roce de sus caderas.
—Dios —echó su cabeza hacia atrás para ser besado por el mayor. Lamió sus labios y sus dedos se fueron a apretar los mechones rubio que estaban a su alcance. —Mierda —otro gemido y Jungkook sentía sus piernas débiles a causa de los besos y la fricción de sus cuerpos.
—Dilo ¿Me extrañaste? —gruño en su oreja mientras movía sus caderas para crear más fricción.
—¡Ah! Mierda ¡Si! Te extrañe —Jungkook estaba tan excitado que no le importaba estar gimiendo sin control por solo unos besos en su cuello y el roce de sus pollas cubiertos por sus pantalones.
—¿Haz llevado a alguien más a tu departamento? —volvió a gruñir cerca de su oído.
Jungkook rió mientras sus manos viajaban bajo la camiseta del mayor para tocar su abdomen.
—¿Estás celoso? —jadeó al sentir la mano de Jin en su entrepierna.
—¡Joder Jungkook! —Jin apretó el agarre sobre el pantalón del menor haciéndolo gemir —estoy malditamente celoso. Dime qué no te haz acostado con nadie.
Jungkook se dio cuenta que era débil ante el rubio. Quería jugar con él un momento, pero no pudo. Incluso nunca pudo concretar una salida con una de sus conquistas de turno... Ya no era eso lo que quería.
Ahora solo quería a Jin.
—No lo he hecho. No me acosté con nadie estos días. —Jungkook aceptó el beso caliente que le estaba dando el mayor. Por un momento quiso preguntar si él se había acostado con su esposo, pero tuvo miedo de la respuesta por lo que optó por guardar silencio y tratar de apagar su maldito cerebro.
—¿Que fue lo que escuché cuando te llamé? —preguntó apretándolo un poco más hacia su cuerpo.
—Una porno.
Jin hizo un sonido de aprobación mientras le comía la boca. Habían pasado muchos días sin poder tocarlo, sin poder besar esos adictivos labios.
—No se que me pasa contigo, me tienes malditamente loco Jungkook.
Jin chupó su lengua saboreando ese dulce sabor en la boca del castaño. Sus manos tocaron por sobre el pantalón la dura erección del menor. Quería quitarle la ropa.
—¿Tienes tiempo ahora? —susurró Jungkook su voz cargada de deseo.
—Si... Ahora sí que nadie nos va a interrumpir.
Se separaron y ambos respiraron agitados. Se tomaron un tiempo para calmarse, y cuando estuvieron listos salieron de ese lugar.
—
—
—Mis padres están de viaje, llegan en cinco días.
Jin asintió y trató de no mirar embobado la enorme casa del menor.
Jungkook esperó a que el rubio mirara por todo el lugar y luego lo dirigió hasta el segundo piso de la propiedad.
Entraron a la habitación del castaño y prontamente ambos se estaban besando y tocando como si no hubiera un mañana.
Bueno, tal ves no lo habría.
Jungkook fue el primero en quitarle la chaqueta y luego la camiseta, besó su cuello para luego pasar su lengua por uno de sus pezones. Sus manos viajaron rápidamente hasta el cinturón del mayor y con manos expertas se lo quitó.
Jin se dejó quitar la ropa sin dejar de mirar al chico tan atractivo. Había deseado tanto que llegara ese momento.
Cuando Jin estuvo completamente desnudo, Jungkook dio un paso atrás para contemplarlo. Después de ver a Jin sin ropa ya no estaba seguro si podría volver a tocar a una mujer nuevamente. Jin tenía todo lo que le gustaba.
El mayor lamió sus labios se acostó en la cama. Jungkook se movió cerca de esta y comenzó a quitarse la ropa lentamente ante la mirada hambrienta del rubio.
Tiró su boxer al piso mientras miraba maravillado como Jin trabajaba su polla, se subió a horcajadas sobre sus muslos y su gemido llenó la habitación cuando sus pollas chocaron. Mordió su labio con fuerza y comenzó a temblar levemente.
—Oye, tranquilo —Jin se sentó en la cama —¿Quieres contarme que es lo que te da miedo?
Jungkook negó mientras jugaba con el cabello de Jin. —No estoy listo para que lo sepas.
—Está bien, no vamos a apurar esto... Podemos estar aquí, como te dije el otro día y luego...
—Quiero hacerlo contigo Jin. —Jungkook respiró profundamente —quiero que me lo hagas.
—¿Estás seguro?
—Si, no me preguntes porque pero confío en ti. —El corazón de Jin dio una vuelta en su pecho ante esas palabras.
—No te haré daño, te lo juro Jungkook, yo... No te haré daño.
El menor besó sus labios lento, sus lenguas se saborearon suavemente mientras Jungkook se movía lentamente sobre el pene del mayor.
Jin echó su cabeza hacia atrás y dejó que Jungkook besara y chupara su cuello.
Lentamente cayeron a la cama y el rubio cambio las posiciones para meterse entre las piernas del castaño.
Miró a su alrededor y sonrió al ver dos condones y un lubricante sobre la mesa auxiliar.
—Siempre estoy preparado —se burló el menor al ver los ojos entrecerrados de Jin.
—¿Estás seguro?
—Sí.
—Bien, puedes decirme cuando parar si es mucho para ti ¿Lo tienes?
—Lo tengo.
Jin asintió. Abrió el lubricante y echó una buena cantidad sobre sus dedos índice y medio. Abrió lentamente las piernas de Jungkook.
Su entrecejo se arrugó profusamente al ver una pequeña línea ya cicatrizada muy cerca de su ano. Jin sabía lo que eso era, lo había visto un par de veces mientras estudiaba en la facultad de medicina.
Levantó la mirada y sus ojos miraron los del menor.
—¿Estás seguro que quieres continuar?
—Lo estoy.
Jin asintió. Pero no estaba del todo seguro, miró la marca nuevamente.
—Fue un castigo —Jungkook luego de decir eso cerró sus ojos.
—¿Castigo? —no había manera en que Jin se quedara preparando al menor mientras este seguía temblando, levemente.
—Cuando él se enojaba conmigo me lo hacía sin preparación.
—Eso... Dios, eso es terrible Jungkook.
—Solo estuvimos unas cuantas veces juntos porque yo no podía aguantar su pene dentro de mí —el menor abrió los ojos lentamente —por eso ese día me paralice en el departamento. Tenía miedo.
Jin lamió sus labios, de pronto ya no quería tocar al menor, no por que ya no lo deseara, sino porque veía a ese chico roto, lo veía avergonzado y por sobre todo asustado.
—No tenemos que hacer esto Jungkook.
—Estoy listo, lo sé, lo siento aquí —se tocó el pecho con una de sus manos —estoy listo para ti.
—Hubiese venido mejor preparado, yo jamás pensé que tenías miedo por que un maldito decidió hacerte ese daño... Eso es muy peligroso.
—Lo sé, lo he visto en otros hombres y pensar que pasé por eso...
Jin limpió sus dedos en su pierna y se acostó al lado del menor, lo atrajo a sus brazos y le dio un beso en su frente para calmarlo.
—¿Confías tanto en mi?
—Lo hago, si.
El mayor sonrió mientras tomaba sus labios, fue un contacto suave que fue gradualmente subiendo la temperatura de ambos.
Jin se separó y volvió a ponerse lubricante sobre sus dedos, también dejó caer una gran cantidad sobre el orificio del menor.
—Ya sabes que hacer si no quieres más.
Jungkook asintió mientras abría sus piernas y llevaba una de sus manos hasta su pene para acariciarse. Vio como Jin lentamente acercaba un dedo hasta su entrada. Cerró los ojos de golpe al sentir el masaje que estaba haciendo alrededor de su entrada.
Sentía húmeda toda su zona baja y lentamente fue aflojando las sábanas que tenía fuertemente apretadas por el miedo que tenía de sufrir y pasar por el hospital nuevamente.
El dedo de Jin logró entrar sin mucho problema gracias a todo el lubricante que había tirado sobre su orificio. Lo metió un poco más a fondo mientras escuchaba a Jungkook jadear.
—Respira —acarició con su mano libre su muslo para calmarlo.
Jungkook lo miró y tragó saliva cuando Jin le regaló una hermosa sonrisa tranquilizadora.
El dedo intruso seguía dentro de él y no lo sentía tan incómodo. Respiró de nuevo haciéndole caso al mayor y su cabeza la echó para atrás cuando sintió otro dedo dentro de él.
Con movimientos lentos y tomándose todo el tiempo, Jin preparó a Jungkook. Masajeó, dilató y abrió lo más que pudo la entrada del chico que había comenzado a gemir suavemente mientras él movía sus dedos en distintas direcciones.
—Creo que estás listo —Jin quitó sus dedos y pudo ver el ano del menor dilatado lo suficiente como para poder entrar.
Jungkook tenía sus mejillas sonrojadas y estaba comenzando a sudar, su cabello castaño estaba levemente pegado a su frente.
—¿Como te sentirías más cómodo?
—Tu arriba mío.
Bien, eso había sido rápido, pensó Jin mientras se trabajaba su erección. El deseo no se había esfumado de él y todavía seguía muy duro. Se puso el condón y se acomodó entre medio de sus piernas.
Fue dejando besos por sus muslos, para luego ir subiendo lentamente por su pecho, lamió y chupó suavemente uno de sus pezones. Subió hasta su cuello en donde dejó más besos húmedos. Jin sonrió cuando Jungkook lo tomó del cabello para guiarlo a su boca.
—Bésame por favor —pidió.
El rubio humedeció sus labios y tomó su erección para alinearla hacia la entrada del castaño.
Se acomodó y tomó sus labios mientras comenzaba a empujar muy despacio haciéndose caminó por el apretado agujero. Jin observó en cada momento el rostro del menor mientras lo besaba con hambre.
Empujó un poco más y gimió cuando pasó el apretado anillo de músculos.
—Tan estrecho Kookie —gimió de nuevo obligándose a ir lento. No se iba a perdonar si le hacía daño.
Jungkook jadeó sintiéndose lleno, la sensación era muy diferente a lo que había vivido tiempo atrás, era incómodo pero no doloroso. Llevó sus manos hasta el culo del mayor para hacerle entender que estaba listo para que conenzara a moverse.
El rubio se apoyó en sus codos y balanceó sus caderas. Salió unos centímetros para volver a entrar apretando los dientes en el proceso.
Jungkook gimió fuerte y ese sonido invitó a Jin a moverse un poco más.
—Joder, que bien te sientes Jungkook.
—S-si, tu también.
Volvieron a besarse mientras Jin salía y entraba de él un poco más rápido haciéndolos gemir en sus bocas.
—Tócate Kookie.
El menor hizo caso enseguida, Jin buscó el lubricante que había quedado cerca de la cabeza de Jungkook y tiró un poco sobre la erección del castaño. Este gimió al sentir el líquido frío sobre su polla y comenzó a trabajarla rápidamente.
—Si, eso... Así es, que vista me estás dando Kookie... Eres tan jodidamente caliente —Jin no aguantó y se abalanzó para tomar sus labios nuevamente. Nunca podía saciarse del dulzor de la boca del menor.
Jungkook siguió masturbándose mientras gemía sin parar en la boca del rubio. Ya le quedaba tan poco para terminar. Echó su cabeza hacia atrás y en ese momento Jin chupó su lóbulo, eso fue suficiente para descargar toda su esencia sobre su mano.
El rubio siseo cuando su pene fue apretado deliciosamente gracias al orgasmo de Jungkook. Empujó unas veces más y sintió su semen salir disparado, no dejó de moverse hasta vaciarse completamente dentro del condón.
Ambos respiraban con dificultad. Pero los dos tenían enormes sonrisas en sus labios.
Jin hizo el amago de salir del menor pero este lo abrazó por el cuello para que no saliera aún. Por lo que se quedaron abrazados un largo rato hasta que Jin sintió la necesidad de ir al baño.
Jungkook protestó pero lo dejó ir.
En el baño el rubio tomó su teléfono y le envío un mensaje a su hermano para saber cómo estaba Hobi y si Sungmin se había aparecido por la casa de su madre. Respiró más tranquilo al saber que su marido no sospechaba nada y que Hobi estaba siendo muy bien cuidado por sus abuelos y tíos.
Salió del baño directo a la habitación y se puso su boxer. Jungkook no estaba ahí por lo que no lo pensó mucho y salió a buscarlo.
El menor estaba en la cocina completamente desnudo mirando dentro del refrigerador.
Jin sonrió y se acercó para abrazarlo por detrás, pasó sus manos por su cintura y besó su hombro. Jungkook tiró su cabeza hacia atrás descansado ahí.
—Gracias por lo de hoy —Jin murmuró.
El menor giró su cabeza y besó sus labios —Gracias a ti por cuidar de mi.
Se quedaron abrazados mirando dentro del abarrotado refrigerador.
Jin suspiró. No quería pensar en lo que estaba haciendo y lo peligroso que era tener una aventura fuera de su matrimonio, pero mientras Jungkook lo miraba con esos ojos brillantes a Jin se le estaba haciendo difícil decir que no.
Ya no había vuelta atrás para sus sentimientos, quería a Jungkook en su vida a pesar de las consecuencias que sus actos tendrían en el futuro.
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4/4
De aquí en más disfruten del jinkookjin 😚💕
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