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[ 11 ]

Sábado por la tarde y Jin ya se quería ir de ese lugar.

No había podido ni ir al baño por la cantidad de gente que había en el supermercado, todos sus compañeros estaban igual de cansados e irritados. Incluso el tierno Jimin parecía querer ahorcar a alguien.

—Kim, ve a tu descanso, luego vas tu Park.

Jimin asintió enojado y siguió atendiendo.

Jin se levantó y cuando llegó a la sala de descanso se estiró completamente. Su espalda dolía como la mierda, miró por la ventana y observó la sala de ventas, sus ojos se fueron directamente al pasillo de los shampoos. Observó detenidamente pero no encontró lo que estaba buscando.

Se llevó la mano hacia su rostro. Tratando de despejar sus ideas. Se giró y se llevó la mano a su pecho al ver al castañito apoyado en el marco de la puerta.

—Dios, Jungkook me asustaste.

—Lo siento —Jungkook se acercó —¿Otra vez sin almuerzo?

—No quise cocinar.

—Y que hay de tu marido.

—¿Que pasa con él? —Jin tragó.

—¿No cocina?

El rubio lamió sus labios mientras se acercaba a la mesa para distraerse con algo que no fuera mirar a Jungkook y su cabello húmedo.

—A veces lo hace —se encogió de hombros ¿Porque Jungkook tenía el cabello húmedo? Se preguntó.

—Yo cocino... Cocino muy bien.

Jin se mordió su labio ansioso por la cercanía del menor. Lo miró y sintió su cuerpo quemar por querer tocarlo, por sentir sus labios sobre los suyos.

Llevaba días soñando despierto con el menor, días en los que no había querido tener relaciones sexuales con su esposo y se dedicaba a masturbarse mientras se duchaba pensando en todo momento en Jungkook.

Su mente se volvía nada cuando lo tenía cerca, sus racionalidad se iba a la mierda cada vez más lejos y él estaba cayendo... Estaba cayendo en un pozo del que no sabía si iba a poder salir en algún momento.

Jin suspiró y dió un paso adelante confiando en que nadie entraría por la puerta y tomó a Jungkook de la camiseta negra que vestía y lo estampó contra la pared.

Jungkook jadeó al sentir el cuerpo del mayor apresarlo contra la pared al lado de la puerta. Sus manos se fueron a su pecho y las bajó lentamente por todo el maravilloso torso de Jin hasta llegar a su estrecha cintura.

Jin se movió un poco para cerrar la puerta y cuando el silencio reinó en dicha habitación juntó sus narices y atacó esa boca que tanto había querido volver a probar.

Su lengua hizo camino hasta sentir la otra y gimió por lo rico que se sentía el sabor de Jungkook. Era dulce y él simplemente quería probar una y otra vez. Mordió suavemente el labio inferior del menor para luego pasar su lengua y suavizar. Chupó su lengua de nuevo amando cada vez más su sabor y sonrió satisfecho cuando un gemido salió de la boca de Jungkook.

Y amó aún más ese gemido.

Bajó sus labios por la mandíbula perfecta que estaba a su disposición y chupó la clavícula para seguir bajando hasta arrodillarse frente a él.

Jungkook respiraba rápidamente por la excitación. Ni siquiera podía hablar de lo caliente que se sentía cuando miró hacia abajo y vio como el rubio cajero comenzó a tirar de sus pantalones deportivos hasta liberar su erección.

Jungkook mordió su labio y echó su cabeza hacia atrás olvidando donde estaban y que podían ser descubiertos en cualquier momento. Mas no le importó cuando la lengua de Jin saboreó su glande hinchado con seguridad y sin vacilar en ningún momento.

Siseo y bajó la mirada hacia su entrepierna y solo pudo gemir al ver los ojos de Jin mirándolo con hambre, con una necesidad que casi lo hace llegar al límite.

Tomó los cabellos rubios y acarició suavemente mientras sentía la lengua caliente y húmeda sobre su pene. Jin comenzó a chuparlo y él simplemente se dejó ir entre suspiros y gemidos.

Jin llevó una de sus manos hasta las bolas del menor y las masajeó.

Una maldición resonó por la sala y Jin no sabía porque su corazón saltaba de felicidad al ser él quien tenía de esa manera al menor. Era como si se hubiera ganado un maldito premio al escuchar esos gemidos salir de su boca.

Succionó más fuerte y más rápido amando el apretón que sentía en su cabello cada vez que se metía todo ese exquisito miembro a la boca.

—Mierda... Joder no pares, no pares —Jungkook gimió fuerte y quedó sin aliento cuando su orgasmo lo golpeó fuerte y derramando todo dentro de la boca del mayor.

Apenas Jin se retiró un poco Jungkook se arrodilló y tomó sus mejillas para luego besarlo. Su semen escurría por la comisura de la boca del mayor y Jungkook se encontró amando su sabor mientras devoraba esos labios que deseaba besar día y noche.

Cuando se separaron se miraron unos segundos con sus pechos subiendo y bajando por la excitación. Jungkook estaba esperando que Seokjin saliera corriendo diciendo que jamás se volvería a repetir algo como eso y él lo único que quería era irse del maldito supermercado y llevarselo consigo.

—No puedo sacarte de mi cabeza Jungkook —Jin murmuró —¿Que me hiciste? —dijo abatido.

El menor se incorporó y subió su pantalón, estiró su mano hacia abajo esperando que el rubio la tomara y cuando eso sucedió el menor lo atrajo a su cuerpo para abrazarlo.

Jungkook acarició su espalda de arriba hacia abajo lentamente. Jin apoyo su cabeza en el hombro y respiró suavemente más tranquilo. Olió su perfume y lo abrazó un poco más apretado.

—Yo tampoco puedo dejar de pensar en ti... Me gustas Jin, me gustas un montón y no se qué hacer...

El rubio se enderezó y los miro a los ojos quiso preguntar a que se refería pero no fue necesario porque Jungkook volvió a hablar.

—No se qué hacer para alejarte de tu marido, te quiero para mí...

—Jungkook...

—Shh, no digas nada... Estoy pensando seriamente en secuestrarte.

Jin se rió y ambos escucharon pasos que se dirigían hacia ellos. Se separaron de golpe, el rubio se sentó en la primera silla que encontró y Jungkook no alcanzó a moverse por lo que se quedó ahí mismo cuando abrieron la puerta.

—Hola chicos, no sabían que estaban aquí.

Namjoon dejó una bolsa sobre la mesa y se sentó frente a Jin que estaba completamente pálido.

—¿Comieron?

Jungkook se tensó pero cuando el rubio habló quedó con la boca abierta.

—Yo si comí y estuvo delicioso mi almuerzo. Ahora iré por Jimin para que pueda almorzar también. Nos vemos.

Jin le dio una sonrisa cómplice antes de salir de la sala dejando a Jungkook completamente fascinado por su respuesta.

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3/3
💕
Perdón lo poco.
😏

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