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Déjame darte cariño|Extra

Contiene mucho smut🔞, así que si
no es cómodo para ti, mejor no leas vv🫶🏽
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—¿Hablas en serio, Minho?

Chan se levantó de su asiento y se fue a servir un poco de agua, intentando procesar aún las palabras de su chico. Él menor rio ante la actitud nerviosa y vergonzosa de su novio y se levantó del asiento del comedor para acercarse a él nuevamente.

—No es obligado, Channie —canturreo, dejando un beso en su mejilla.

—Yo —negó—. No lo sé, no me desagrada la idea, pero...

—¿Pero qué? —arqueó una ceja.

—¿Tengo miedo? —Sonrió.

—¿Crees que te haría daño? —Hizo un puchero, Chan no tardó en sostener su hermoso rostro por las mejillas y dejar un beso en sus labios.

—Jamás, precioso, pero es inevitable no tenerlo, ¿no crees? —Minho asintió.

—Cuando estes listo, ¿bien? —Sonrió. Chan asintió besandolo.

—Chan, cariño, hazlo ya —casi suplicó, sosteniendose de sus rodillas y manos, estando totalmente expuesto ante él.

—¿No puedo jugar un rato más? —Movió nuevamente el vibrador alrededor de su entrada, teniendo este al máximo. Luego lo bajo lentamente pasando por sus bolas hasta la punta de su miembro.

—Ah, eso~ carajo, Chan —gimió—. No, quiero sentirte ahora.

Chan rió ante la desesperació de su pareja, pero no se contuvo de igual manera, también deseaba estar dentro de él. Se alejó y lo colocó boca arriba, se colocó entre sus piernas y se alineó listo para entrar. Comenzó a pasar el vibrado por el pálido cuerpo con algunos chupones que ya había hecho, hasta que se detuvo en sus pezones cuando ya estaba totalmente dentro de él.

—Christopher~

El mayo sonrió contento, viendo como Minho reflejaba en su rostro el placer que sentía. Sus embestidas aumentaron su ritmo y el vibrado bajó hasta su miembro, estimulandolo. Los gemidos del menor aumentan mientras de sus pequeños ojos salieron lágrimas de puro placer al sentir la estimulación en diferentes lados de sus cuerpo; las embestidas que golpeaban su próstata, el vibrador sobre su miembro y los besos de Chan sobre sus pezones.

Estaba en extasis, disfrutando cada segundo, gimiendo el nombre de su pareja una y otra vez, sintiéndose cada vez más cerca.

—Estoy~ —suspiró— estoy tan... cerca.

Con eso Chan aumentó sus embestidas y tomó el pene de Minho con su mano para moverla al ritmo de sus caderas. Solo bastaron algunas embestidas y ambos se corrieron soltando gemidos y gruñidos por parte del mayor.

Chan se acercó a Minho y lo beso tiernamente dejando luego que ambos regularán su respiración, acostandose a su lado. No tardaron en acurrucarse uno con el otro y darse cariños en los que sus cuerpos se recuperarán del reciente orgasmo. Sin darse cuenta, se quedaron dormidos sobre un desastre que luego limpiarian.

Había pasado unas dos semanas desde que el menor le habría propuesto algo a su pareja y a decir verdad, Chan no había dejado de pensar en ello. Actuaba normal, pero había fantaseado estar sobre él, montandolo. Aquello le avergonzaba por alguna razón, pero no podía negar que la idea le calentaba y con la simple imagen del menor dentro de suyo, se exitaba.

Había pasado horas en las que el menor estudiaba, en su computador. Todo para saber más sobre el tema de "la primera vez como pasivo" había descubierto tanto que se sorprendía, desde el método de limpieza anal a la preparación más cómoda para alguien aún virgen. Sin pensarlo mucho, hizo un pedido algo vergonzoso según él y estaba solo a minutos de llegar.

Minho llegaría hoy un poco más tarde de lo usual por una reunión con su grupo de estudio de la universidad, porque debían planear bien una presentacion. Así que Chan aprovecho aquello y decidió que si tendría su primera vez como quien recibía, lo haría bien.

Llevaba tres días tocandose una zona de su cuerpo que nunca pensó tocar, pero admitía le gustaba. Ahora estaba ansioso porque su chico fuera quien lo tocará de aquella manera, sabía que Minho le haría sentir más de lo que sus dedos temblorosos le hacían sentir.

El timbre sonó y aún con toda la vergüenza acumulada, fue a recibir el paquete, le dio su propina al chico sin mirarlo directo a los ojos y cerró rápidamente la puerta luego de firmar y tomar la pequeña caja.

—¿Qué estás haciendo Christopher Bang Chan? —Se preguntó entrando a la habitación.

Puso seguro y fue a tomar una larga ducha, donde limpio su cuerpo y se aseguró de oler bien en cada zona, solo se puso un bóxer y salió listo para abrir su paquete. Hasta que el tocar de la puerta lo alarmó.

—¿Channie? —Minho continuó tocando—. ¿Por qué cierras? —Se quejó el menor de forma infantil, haciendo reír al mayor.

—Oye, cariño, ve a tomar un baño en el cuarto de invitados y vuelve aquí en veinte minutos —pidió.

—¿Qué? ¿Por qué? Chan, abre, cariño, quiero verte.

—Deja de preguntar y ve, anda.

Escucho al pequeño bufar para luego alejarse, haciéndole caso a su novio.

Minho a veces mostraba un aspecto dominante y controlador, sin llegar a lo tóxico. Aquello llamaba la anterior de Chan desde que Minho le propuso ser él quien recibiera alguna vez, porque a su mente venía un Lee Minho dominandolo en la cama y en vez de ser desagradable, le gusto, y mucho.

Abrió la caja y observó el contenido mordiendo su labio inferior, ansioso. Tomó el lubricante y los condones, los cuales no eran cualquiera. Chan había hecho su trabajo y compró un lubricante a base de silicona, había leído que estos son más duraderos y tardan en evaporarse a comparación con los de base acuosa, cosa que era perfecto para una primera vez anal, ya que no había necesidad de aplicar varias veces. Ese tipo de lubricante se juntaba perfectamente con los persevativos de látex de caucho natural, poliisopreno y poliuretano. Asi que pidio los condones Durex perfect connection que son extra lubricados y eran perfectos para aquella práctica sexual, diseñados para eso.

Nunca pensó que haría eso, pero ahí estaba.

Chan colocó todo sobre la cama y seco el cabello, se colocó una camisa que le quedaba grande y holgada, acomodó su compra sobre la mesita de noche y luego de quitar el seguro, se costó a lo largo de la cama, esperando nervioso a que el chico entrara a la habitación.

Solo pasaron unos minutos que para el mayor fueron eternos y Minho entró a la habitación, observando a todos lados, como si esperara algo. Solo vestía un shorts.

—¿Qué buscas? —Preguntó el chico desde la cama.

—Pensé que encontraría flores por todos lados y regalos —se quejó, haciendo reír a Chan.

—Si hay un regalo —admitió, tímido, aquello llamó notablemente la atención de Minho.

—¿Dónde está?

Chan rio, se arrodilló en la cama y se quito la camisa, siendo obvia su respuesta.

—¿Te gusta? —Él menor sonrió acercándose.

—¿Cómo podría no gustarme?

Se metió a la cama y beso los labios de su chico, siendo correspondido rápidamente. Ambos tomaron sus caderas e hicieron fricción, aumentando la intensidad del beso.

—Alli esta la otra parte de tu regalo, Minho.

Habló separándose del beso, señalando la mesita de noche que quedó a espaldas del menor quien se volteó y miro confundido el lubricante y los condones, siendo que nunca habían utilizado ese tipo de lubricante y hace mucho que los persevativos habían desaparecido de su relación, ambos realizaban sus exámenes a su debido tiempo y estaban bien.

—No entiendo, amor. ¿Qué quieres decir con regalo?

Chan rio al notar que Minho no captó rápido el mensaje, se acercó a su oído y luego de lamer y morder su lóbulo susurró:

—Quiero que me folles, precioso.

Minho sintió su cuerpo extremecerse ante la voz dulce y a la vez ronca de Chan, sus palabras retumbaron en su mente y su miembro sin duda alguna había reaccionado a lo dicho. Una imagen se instalo en su mente y fue verdaderamente exitante verse dentro de Chan, de su novio, del amor de su vida.

—Chan, ¿estas seguro?

—Me he preparado por días para ti, créeme cuando te digo que quiero que me folles, Minho. Demuestrame que eres mejor que en mi imaginación.

En segundos Chan estaba acostado sobre su espalda y el menor sentado sobre él, siendo que éste empujó su cuerpo. Acercó su rostro hasta el del mayor y tomó la mandíbula de éste, separando un poco sus labios en el proceso sin llegar a ser brusco.

—¿Te has preparado para mi, Channie? —Asintió—. ¿Exactamente como lo has hecho? —Chan se sonrojo un poco, pero alzo tres de sus dedos dando la respuesta—. No sabes lo que me pone imaginarte tocandote.

—Y no sabes lo que me pone pensar en lo mejor que se sentiría si fueses tú el que me tocará —admitió.

—Te amo.

Y con eso estampó sus bocas en un beso apasionado, haciendo sonidos que retumbaban en la silenciosa habitación. Minho estaba ansioso, sus besos bajaron por el cuello de su chico y comenzó a dejar pequeñas marcar que hacían jadear a Chan, jugo con sus pezones y luego se arrodilló frente a él, entre sus piernas, dejándolo a su merced.

—Si en algún momento no te siente cómodo, solo dilo —pidió.

El mayor asintió como respuesta, sentía que la voz no le saldría más que para gemir, estaba nervioso pero también estaba deseando sentir ya el placer de tener a Minho dentro de él.

Sus dedos llenos de lubricante bajaron a la zona sin perder contacto visual en ningún momento, pronto la tanteo, rozando un rato y luego pasando sus dedos alrededor simulando un masaje. Chan mordía su labio con fuerza ante las sensaciones de ser tocado por él. Segundos después uno comenzó a adentrarse, lentamente. Chan suspiró abriendo incluso más sus piernas y aquello hizo reír al menor, se acercó a sus labios y lo beso mientras su dedo se abría paso dentro de él. Era notorio que Chan había estado jugando con su entrada y eso solo prendía más a Minho. Adentro dos dedos más y como respuesta obtuvo un leve mordisco en su labio inferior, intensificando el beso.

Al principio Chan pensó en lo doloro que todo aquello sería y solo sintió miedo, pero a pasar el tiempo solo pensaba en lo exitante de tener aquella experiencia con quien amaba con locura. Ahora, solo podía pensar en lo bien que se sentía, los besos de Minho eran extasis y placenteros mientras sus dedos se abrían paso dentro suyo. Sabía que estaba en buenas manos por la manera en la que se estaba sintiendo amado, deseado y único con el toque del chico.

De sus labios salían leves suspiros cuando besaba y mordía su cuello al mismo tiempo que sus dedos se movían simulando embestidas, luego sintió una mano en su pene moverse lentamente y jugando con su glande. Solo podía pensar en que quería ser prenetrado ahora.

—Oye, amor~ —Logró pronunciar, pero antes de seguir, Minho habló.

—Unos minutos más, cariño.

Beso sus labios y saco sus dedos comenzando a bajar sus besos por el cuerpo bien formado de Chan, masageo sus nalgas a su gusto, mordió su abdomen y lamio su miembro disfrutando del sabor de su pre semen. Chan gemia y se retorcía ante el toque delicado pero exitante de su chcio. Minho tomó sus caderas y lo giró, haciendo uso de una fuerza que Chan no conocía, alzo sus nalgas hasta rozar entre ellas con su pene aún atrapado en la tela del short, ya que era lo único que poseía.

—¿Qué tan rudo puedo ser, amor?

—Cielos, Minho ~

Chan gimió, porque ante los movimientos del chico, la fuerza de sus mano en sus caderas, su voz ronca, profunda y el roce de su pene, solo podía sentirse más exitado.

—Necesito escucharte, Bang Chan —dijo demandante, dandole una nalgada.

—Todo lo que quieras —jadeo—... por favor~

—¿Por favor qué? —Sonrió y comenzó a besar la espalda de Chan, dejando chupones.

—Minho... —sonó entre gemido y súplica.

El nombrado se puso de pie para quitarse el short que solo era un estorbo, volvió a su lugar y bajo dejando un beso húmedo en la rosada entrada de Chan, quien gimió ante el enorme escalofrío y placer que aquello le hizo sentir.

—Me gusta como gimes en este concepto, Channie —canturreo.

El nombrado se avergonzo un poco, ocultando entre la almohada la sonrisa tímida que se le escapó. Minho tomó la caja de condones, sabia que aquello era para mejorar la experiencia ante el lubricante del persevativo y se colocó uno para luego huntar lo suficiente de lubricante en su miembro.

Los segundos en los que Minho estuvo haciendo eso, Chan se sintió aún más nervioso, estaba a solo un instante de perder su virginidad y era notable que aquello lo ponía nervioso. El menor lo notó y lo tomó del cuello para pegar su espalda a su pecho, ambos estaban sudados a pesar de no haber hecho mucho juego previo.

—Channie, te amo demasiado —susurró en su oído, mientras la punta de su miembro rozaba la entrada del nombrado.

—También te amo mucho, Min —giró su cuello para juntar sus bocas en un beso totalmente tierno, mientras Minho comenzaba a adentrar poco a poco la punta.

Besos suaves, caricias en el cuerpo y algunas sonrisas fue lo que adorno aquella escena, todo mientras Minho entraba por completo y luego a la espera de que Chan se sintiera listo para lo siguiente.

—Vamos, Minho, follame.

Tras decir aquello, Chan dejó caer su cuerpo de forma sexual hasta que su pecho estuvo sobre la cama, todo eso sin perder contacto visual y abrió más sus piernas poniéndose cómodo. Minho tomó fuertemente sus caderas y comenzó un vaivén lento y las nuevas sensaciones para Chan siguieron, soltando jadeos casi silenciosos, cerrando sus ojos y disfrutando de cada estocada.

Unos minutos más fueron suficiente para que Minho le porpocionara una nalgada que lo hizo gemir fuerte, sintiendo un placer que pensó era imposible ante aquel acto y luego sus caderas comenzaron a embestirlo con fuerza, precisión y sensualidad. Su próstata era tocada cada cierto tiempo para alargar aquel momento y que el orgasmo tardará en llegar.

El placer era inexplicable para Chan, cada sensación que había experimentado anteriormente no se comparaba con estar ahora a la merced de Minho, su chico tierno que ahora lo tomaba con fuerza por las caderas penetrandolo una y otra vez.

El mayor se deshizo en gemidos y súplicas por más, su cuerpo respondía de forma placentera a cada toque de Minho, cada beso húmedo en su espalda, cada nalgada, cada embestida, cada chupeton. Todo era demasiado placentero para él. Nunca se arrepentiría de haber tenido aquella experiencia, menos cuando ha sido con el amor de su vida.

Su próstata fue tocada con más frecuencia, logrando que Chan jadee extasiado. Minho lo tomó por el cuello y lo acerco a él nuevamente para besar sus labios. Salió de él de golpe y cambió la posición, estando ahora el mayor con su espalda sobre la cama, se colocó entre sus piernas y le beso nuevamente antes de volver a entrar.

—Quiero ver tu hermoso rostro, Channie.

Y era que para Minho aquello era una vista hermosa y exitante. Chan mordía su labio fuertemente soltando jadeos, su rostro se había tornado rojizo dándole un aspecto tierno pero erótico. Sus ojos brillaban por lágrimas retenidas que reflejaban el placer que estaba sintiendo y su cabello se pegaba a su rostro por el sudor.

Las embestidas volvieron a tomar el mismo ritmo, debes en cuando más acelerado, pero siempre con profundidad y precisión. Chan abrazo por los hombros a Minho, dejando posibles marcas en su espalda con cada embestida, gimiendo su nombre mientras Minho besaba su cuello.

La mano de Chan busco su propia erección para atenderla, pero el menor se alejó cuando sintió su movimiento y tomó su mano.

—Te vendrás sin tocarte ahí, cariño.

Tomó ambas manos del contrario y las llevó sobre su cabeza para seguir con los movimiento. Ambos cuerpos estaban llegando a su límite, todo se sentía en aumento y el doble de placer se instalo en sus vientres. Minho gruñó penetrandolo con más rapidez para golpear fuertemente su próstata hasta que ambos llegaron al preciado orgasmo. Chan suspiró pesadamente cerrando los ojos, sintiendo como se liberaba sobre su abdomen.

—Minho —susurró abriendo los ojos, el nombrado soltó sus manos y comenzó a dejar suaves besos por todo su rostro, haciéndolo reír—. Eso fue... increíble.

Minho beso sus labios, se dieron un beso lento cargado de sentimientos, mostrando con aquel acto lo mucho que sentían por el otro, porque no había palabra que le hiciera justicia a lo que sentían, a ese gran amor que los envolvía.

—¿Estas bien, amor? —Preguntó luego de salir de él, se quito el condón lanzándolo al cesto de basura y con toallas húmedas lo limpio y con su short que estaba en el piso, le limpió un poco el sudor y de igual manera hizo consigo mismo, luego se acostó a su lado.

—Muy bien —admitió aún un poco agitado, Minho sonrió ampliamente.

—Ven, dejame darte cariño.

Lo atrajo a su cuerpo, haciéndolo recostarse en su pecho. Chan gustoso se acomodó casi sobre él con una enorme sonrisa, luego el menor encendió el aire acondicionado. Pasaron varios minutos donde Minho acariciaba su cabello y dejaba besos en su frente y cabeza, mientras él mayor acariciaba su pecho y de igual manera dejaba besos de vez en cuando, pronto cayeron en un profundo sueño, ambos sintiéndose felices y satisfechos por aquella nueva experiencia.

HOLIWIS

Gente, iba a escribir también una parte donde fuesen versátiles, pero ya sentía demasiado largo el capítulo así que lo dejé hasta ahí.

Espero les haya gustado la historia en general, gracias por leer🫶🏽

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ChanSung, HyunSung y BinChan♡

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