Luego de 4 largos años donde Seungmin y Chan criaron con un poco más dificultad debido a la vejez, Jeongin, de 8 años recien cumplidos, fue dejado con cuidado frente de la nueva instalacion donde ahora estudiaría. Habian conseguido cupo curiosamente en la misma escuela donde Jisung estudiaba cuando se mudaron desde Malasia.

Todavia quedaban unos 10 minutos antes de que la campana sonara, aprovecharian para hablar por si el pequeño estaba nervioso.

-¿Por qué debo hacer amigos?- Preguntó mirando por la ventanilla como todos los niños entraban en grupos, siendo los mejores amigos de "toda la vida". Chan rió por lo bajo.

-Porque... no tener amigos es algo aburrido y poco sano- Comentó -Además, todo pasa más rápido cuando te diviertes, ¿no lo crees?- Jeongun dudó aprentando sus labios.

-Es solo que no lo entiendo...- Susurró acomodando sus prendas. El mayor se inclino hacia él para así prestar atencion, ya que se encontraba en el asiento del conductor obviamente, alentandolo a que prosiga -Repiten que no hable con extraños, pero... ¿Por qué en la escuela si debo hacerlo?- La sonrisa peternal que adornaba en la cara de Chan se fué cayendo de a poco al escuchar esas palabras y su corazon se oprimió levemente

"Solo porque es una instalacion que dicta saberes, no lo comprendo" Recordó las palabras del pequeño Jisung a la misma edad, obligandose a recuperar la compostura.

-Tu padre Jisung solia decir lo mismo, ¿sabes?- Carcajeó por bajo.

-¿De verdad?- Habló el menor, con sus ojitos de zorro tan brillantes como siempre que mencionaba a sus mayores.

-Claro, ¿sabes que le pasó el primer día de escuela?- Negó -Ese dia conoció a una persona muy importante para él, a tu misma edad, conoció a tu papá Minho- Jeongin abulto sus mejillas pensando.

-¿Crees que...-Giro su cabeza levemente hasta toparse con la gran puerta a lo lejos de la instalacion -...Pueda encontrar a alguien como papá Jisung encontró a papá Minho?- Frunció levemente sus labios, escuchando ya como la campana resonaba en el interior de la instalacion.

Chan dio un beso dulce en su cabeza, desabrochando el cinturon del pequeño y mirandolo con ojos brillantes -Estoy seguro que si. Ahora ve y diviertete-

A Jeongin desde siempre le había gustando pintar, como a cualquier niño de su edad, solía hacer dibujos con muchos garabatos y sus profesores de arte le repetían:

"Los garabatos hacen sucio tu dibujo"

Pero a él no le importaba, amaba pintar y dibujar para ocupar su mente. Ya había sonado hace unos minutos la campana del recreo, fue entonces cuando sacó la pequeña libreta de su mochila junto a sus lapices de colores, comenzando con sus trazos.

-¡Qué lindo!- Exclamó alguien a su lado con tanta emocion que hizo sobresaltar a Jeongin -Tu mochila es linda, es parecida a la mia, pero la mía tiene un huron, mamá dice que me parezco mucho a ese animal entonces creo que también es lindo- Dijo rapidamente con una sonrisa -La tuya tiene un zorro, son identicos, sus ojitos son bonitos igual que los tuyos- Las mejillas del pequeño pasaron a tintarse de un color rosado fuerte, sacandole una risita al contrario.

-S-supongo...- Susurró avergonzado enfocandose nuevamente en su dibujo. Jeongin se había sentado solo, al ser nuevo tenia algo de miedo de sentarse con alguien desconocido, entonces aquel niño de cabello azabache y un lunar debajo de su ojo opto por sentarse en aquel lugar vacio -¿Tú no te sentabas...allá?- Preguntó apuntando a un asiento donde reposaba dicha mochila de hurón.

-Si, pero ahora me sentaré aqui contigo- Dijo meciendo su cuerpo con inocencia con una sonrisa dibujada en el rostro -¿No te molesta, verdad? Me llamó Hyunjin, tu vecino, me pareces muy lindo y tierno, entonces creo que podriamos ser amigos- En los 10 minutos de conversacion que ambos estaban teniendo, Jeongin descubrió lo extrovertido que era Hyunjin.

-No me molesta...-Susurró de nuevo.

-¡Genial!- Lo abrazó con emocion, asustando un poco a Jeongin quien no estaba acostumbrado a recibir contacto de otras personas que no fuesen sus abuelos.

Chan esperaba sentado en la ya vieja y agrietada casa. Se preguntaba la última vez que la había pintado o remodelado, aún seguia con un color turquesa viejo, él color favorito de Jisung.

-¿Querido?- Preguntó Seungmin sacando al mayor de sus pensamientos -¿Estas bien? Eh estado llamandote y como no respondias supuse que...- Chan se obligo a si mismo a formar una sonrisa, pese a todo aún era un tema sensible seguir en la casa donde tenía sus mejores memorias junto a su desaparecido hijo.

-Lamento eso, supongo que estoy algo pensativo- Rió mostrando su dentadura blanca y los oyuelos a los costados de su boca. Seungmin solo negó con la cabeza -¿Qué necesitabas?-

-No importa ya, por cierto...-Se acerco posicionandose atrás de  la silla, haciendo un sutil masaje en los tensos hombros de su esposo -Encontre un poco de pintura en el almacen del fondo, a Innie tambien le gusta el color turquesa, entonces pense que podríamos renovar un poco esta vieja casa-

Así fue como ambos, no tan jovenes como la última vez, comenzaron a pintar las tablas de manera de la casa. Como si estuviesen renovando nuevos recuerdos, cada pequeña mancha que tapaban les recordaba a una aventura que habían tenido. Siempre recordaban a Jisung y a Minho juntos desde aquel día, donde la casa se pinto de su caraceristico color turquesa.

Chan y Seungmin por mucho que la sociedad los vea como aberraciones, era muy buenos padres, siempre apoyando, amando y alentando a sus retoños. Conocido era que Jisung no era biologicamente su hijo, pero ellos lo habían criado de manera excepcional, con valores, metas y confianza entre familia. Había algunos, al enterarse del caso de ambos, les dirian que fue su culpa que su hijo saliera con una orientacion sexual "anormal". Mientras que ellos sabían que enseñandoles que el amor es hermoso sin importar el genero, no tendrían dificultades o miedo de contarles algo acerca de sus amoríos. No como uno de sus compañeros, que al saber que tenia otra sexualidad sus padres lo habían echado de casa recordandole la deshonra que era ante la familia.

Ellos habian criado a Jisung durante 20 años, hasta que decidió mudarse junto con Minho a un apartamento propio a mediados del 94, en aquel momento la casa paso a estar mucho más tranquila de lo que acostumbraban. De no ser por suerte que ambos venian de visita cada fin de semana, probablemente Seungmin y Chan se habrían aburrido de la rutina. Pero todo parecía empezar de nuevo con la llegada del pequeño Innie, otra vez escuela, deberes, enseñanzas, travesuras, y otra vez les habían entregado a un niño en sus brazos y desaparecido sin dejar rastro. Seungmin cada noche esperaba el regreso de Minho.

Entre la fluida conversacion se le shizo escuchar una vocesita familiar acercarse, fue cuando al voltear ambos mayores vieron a su nieto hablando cómodamente con su vecino Hwang. Estos pequeños se despidieron y tras Hyunjin señalar a su casa, Jeongin llegó corriendo hacia ellos.

-¿Hiciste un nuevo amigo, Innie?- El pequeño asintió sonrojado y muy feliz.

-Apa Chan tenía razon, no es malo hacer amigos, Hyunjinnie me acompañó todo el camino es muy agradable. Mañana ire con el de camino a clase, ¿puedo?- Chan y Seungmin se miraron, como teniendo nuevamente un deja vu.

-Claro que puedes, eres todo un campeon ya- Alagó giñando un ojo, haciendo que el de ojos de zorro saltara de alegria y entrara a la casa -Como crecen estos niños...-

¿La historia se volvería a repetir?

[Aviso: actualizare conforme tenga los capitulos, ya que ultimamente no eh tenido mucha inspiracion para escribir, diganme sus opiniones hasta el momento y que les va pareciendo. Gracias por leer, los amo <3]

roman yamazaki-