-Minho...-Toco ligeramente la puerta, visualizando al nombrado acostado en la cama observando como el pequeño bebé dormia tranquilamente a su lado -¿Te encuentras bien?- Solo se limitó a asentir con sus ojos tristes y perdidos.

Aquella semana que Minho habia solicitado libre para "pasarla con su familia", se habia transformado en una semana donde se dedico a reportar el desaparecimiento de Jisung. No habia nada, ni una sola pista, huella, sospechoso o involucrado. Su esposo se habia esfumado como la niebla de la noche cuando el sol sale.

Pasaron las horas interminables de cada día, uno más eterno que el anterior. Minho acompañado de Jeongin se decidieron mudar "temporalmente" a casa de los padres de Jisung, quienes tambien estaban preocupados de que les pudiese ocurrir algo estando en aquella casa.

Minho estaba apagado, a pesar de que mostrara su mejor cara ante su niño, nada era lo mismo sin la alegria de su amado. Todas las noches cuando Jeongin ya se encontraba profundamente dormido, salia al patio del frente y se sentaba al lado del ya grande y viejo ciruelo.

-¿Por qué me alejaste de mi Hannie?- Cuestionaba en busca de respuestas mientras dejaba que las lagrimas corrieran libremente por sus mejillas -Sabes...a Hannie no le gustaban singificativamente las flores del ciruelo- Sonrió triste mientras sus manos jugaban con el cesped -Sus flores favoritas siempre fueron las rosas rojas-

Sacó la billetera de su bolsillo, una pequeña polaroid que guardo con cuidado todos estos años. Recordó aun como se le había sido otorgada...

Llegaba de su primer trabajo en una tienda cercana, ese día no le fue del todo bien pero aún asi su felicidad no caia. Entró a la sala de su pequeño apartamento y encontro esa polaroid sobre la mesa. Luego sintió unas manos y un pequeño cuerpo rodearlo en un abrazo...

-Te amo Minhoonie-

-Te amo Hannie...- Susurró con los ojos cerrados sintiendo todo su cuerpo temblar ante su nostalgia. Dias sin comer, días sin ir a su trabajo, días sin hacer nada...

¿Era buen padre? ¿Cuidaba bien a Jeongin? ¿Sería capáz de seguir adelante sin Jisung? ¿Podria tener una vida normal despues de que le arrebataran a su alma gemela?

Seungmin observaba todo desde la ventana dentro de la casa, a todos, excepto al pequeño Jeongin que no tenía conciencia aún, les afectaba el hecho de que Jisung llevara casi un mes desaparecido y ver como Minho poco a poco iba perdiendo más sus fuerzas de vivir los hacía preocupar mucho más. Cuando visualizo la figura del castaño levantandose en direccion a la casa decidió subir rápido, para asi no interrumpir el momento que estaba teniendo. Minho en silencio saco una hoja y un lapiz, comenzando a anotar algo que desconocía mientras era interrumpido por las gotas cayendo de sus ojos, sorbió su nariz y respiro al parecer buscando calmarse, tomó su abrigo, pero antes de que saliera de la casa Seungmin decidió preguntar:

-Minho...¿A donde vas?- Preocupado. Minho cerró sus ojos con fuerza tras ser descubierto.

-Volveré a casa y buscaré a Hannie, no dejaré que esto acabe asi-

-Es peligroso, quien sabe quienes te esperan ahí- Le tomo suavemente del brazo -¿Piensas dejar a Innie?- Minho amaba a su pequeño hijo, pese a todo, que Jeongin llegara a sus vidas les habia traido un poco de luz a su vida que se encontraba en penumbras. Pero no era lo mismo si no podia compartir esa alegría con su amado chico que conocia desde hace ya muchos años, ahora comprendía un poco como se sentia Han cuando él estaba en el trabajo.

-Y-yo...- El castaño tomo la mano de Seungmin y la apartó de su brazo, dejando sus lagrimas salir de nuevo sin control -Volveré...lo prometo-

-Dime que si no encuentras nada volveras...o si lo haces iras con la policia, pero por favor no vayas a ningun lado solo-

-Esta bien..-

-¡Vecinos!-

-¡Innie no corras!- Gritó Chan, algo viejo ya para correr tras su pequeño e inquieto nieto de 4 años. Jeongin volvió radiante de energia tras ver el nuevo auto que se estacionaba en diagonal a su casa. Aquella vivienda habia quedado vacia desde que el señor Lee padre de Minho, falleció de un paro cardiaco.

-Vamos Appa Chan- Reclamó jalando de su gran y palída mano.

-Innie, ¿Por qué no vas tú y tocas el timbre de los nuevos vecinos?-

-¿En serio? ¿Puedo?- Preguntó con una gran sonrisa en sus labios.

-Solo si recuerdas tener cuidado...ahora ¡Ve, rápido!- Alentó.

El pelinegro de ojos como los de un zorro, corrió con cuidado al cruzar la calle hasta llegar a la puerta color negro de la gran y seria casa color café. Ante el pequeño Jeongin se veía bastante imponente y algo aterradora pero claro que eso no logró detenerlo. Mientras visualizaba por el rabillo del ojo como su abuelo Chan se acercaba cada vez más, se puso se puntas de pie y toco el timbre que tambien era de un color oscuro. Escuchó unos pasos ir y venir en el interior, como si dudaran en abrir la puerta o como si algo se lo impidiera. Escuchó como la cerradura se movia y al abrirse lo primero que vió fue un vestido de color blanco, acompañados de un chaleco tejido negro y unos zapatos a juego.

-Buenos di- Oh- La mujer de oscuros cabellos y pálida piel, bajo su mirada encontrandose con los razgados y brillantes ojos de zorro que poseía Jeongin -Hola pequeño-

-¿Usted es la nueva vecina?- Preguntó con sus mejillas y orejas sonrojadas, la mujer sonrió de manera maternal agachandose un poco hasta quedar a la altura.

-Lamentamos la interrumpcion, Jeongin estaba emocionado por conocer a los nuevos vecinos- Comentó Chan unos pasos más atras.

-No es molestia alguna, entonces..¿Te llamas Jeongin?- El bajito asintió.

-¿De donde vienen? ¿Viajaron mucho? ¿Vino con alguien más? ¿Se quedará mucho tiempo?- Soltó pregunta tras pregunta con mucha emocion haciendo reir a la mayor.

-Pues venimos desde un poco lejos, pero...-

-¡Mami mira!- Gritó una voz infantil desde adentro de la casa, asomandose por la puerta con un dibujo en sus manos. Jeongin se apartó con timidez tomando la mano de su abuelo -¡Qué lindo! ¿Como te llamas?- El niño, centimetros más alto que Jeongin, con ojos razgados y cabello marrón oscuro, que también estaba vestido con unos pantalones cortos celestes y una playera negra, se acerco con emocion ante la visita de un posible nuevo amigo.

-¿No le vas a responder, pequeño?- Rió por lo bajo Chan, acariciando su cabello insitandolo a saludar.

-Jeongin- Susurró escondiendose tras su mayor.

-Eres muy bonito, Jeongin- Sonrió haciendo sus ojitos pequeños -Yo me llamó Hyunjin y cuando crezca seré todo un artista. ¿Tu que quieres ser de mayor?- Preguntó curioso mostrandole el dibujo que tenia en mano, el azabache aun con timidez observó el bonito lunar que se resaltaba debajo de su ojo.

-Yo... no se-

Luego de ese encuentro, Jeongin tenía mucha verguenza de salir de casa y toparse con su nuevo vecino. Chan y Seungmin día a día le comentaban que tendría que hacer amigos en algun momento y que Hyunjin solo era un poco más energico y extrovertido, pero no tenia ninguna mala intencion y siempre queria hacer sentir al menor incluido en sus actividades.

Por otro lado, Seungmin aún se quedaba despierto en las noches en la espera de que su hijo y Minho volvieran a casa. Jeongin preguntaba que era de sus padres, ya que conocia que las dos figuras con las que vivia eran sus abuelos. Con el paso del tiempo temían que este creyera que sus padres lo habian abandonado porque no lo querian. Entonces como pasó en su momento con su hijo Han, esperarían que fuese mayor para explicarles todo lo ocurrido.

Estuve un poco ocupado con cosas de la escuela y demás, perdonen, pero ya este mes se vienen los examenes y de ahí las vacaciones, asi que trataré de actualizar conforme el tiempo me lo permita <3

Roman Yamazaki fuera wiii