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Solo unos meses habían pasado desde la charla que habian tenido con sus abuelos. No fue la forma más conveniente de hablar del pasado de sus padres y suyo, ya que principalmente Jeongin no debería de haber husmeado en un cuarto que no era propio, pero claro estaba que sentía curiosidad por saber que había sucedido. Hyunjin paso a ser una parte muy importante de sus vidas, Jeongin hasta se atrevió a decirle a las estrellas que aquella alma gemela con la que su papá Minho se refería a su papá Jisung era él.
Pero algo quedaba inconcluso, desde lo ocurrido sabian que nadie más había ocupado la casa a nombre de Lee, la cual heredaba por apellido Jeongin. Creyeron que desde la última vez el barrio se convirtió en un lugar peligroso que nadie se atrevia a confrontar, además de los rumores que corrían en la casa desde la desaparicion de toda la familia. Muchos niños inventaban tontas leyendas por lo deteriorada que estaba la casa luego de 18 años sin cuidado, la pintura mohosa, el cesped gigantesco que vaya saber si no salía una bestía de estre ellos, muchas ventanas rotas por los mismos hombres que rondaban las calles.
-¿Estas seguro de querer ir solo?- Preguntó Hwang al telefono desde su trabajo en una tienda, en ese momento se encontraba en su descanso de 5 minutos anets de salir, asi que no había problema. Jeongin, quien se encontraba con los ojos atentos al camino, con sumo cuidado de: 1- No causar ningun accidente, y 2-No dañar el auto nuevo que le habían regalado sus abuelos junto a su permiso de conducir.
-Será un vistazo rápido, además es de día, nada puede pasarme a plena luz del día- Contestó con simpleza, eran tiempos diferentes, las distintas sexualidades comenzaban a hacerse ver mucho más hoy en día, sus abuelos estaban orgullosos de que al fin la sociedad les viera al menos un porcentage de aceptacion y aseguraba que a sus padres también les hubiese emocionado -Eso creo, de todos modos sales en aproximadamente 20 minutos, la casa esta a menos de 5 de tu trabajo. Me queda algo de camino, asi que si estas inseguro puedes acompañarme- Sus manos se movían sobre el volante color cobre, doblando a la derecha siendo guiado por el GPS de su coche.
-Nos vemos ahí entonces- Dijo tiernamente, haciendo sonreir como bobo a Jeongin, pese a los años que estaban juntos aún le encantaba la manera de actuar de su novio -Debo volver, adios, te amo Innie-
-Igual yoo- Alargó la última palabra antes de escuchar como colgaba.
En su mente había intentado recordar a sus padres, al menos un destello de sus caras, sus voces, algo que lo hiciera recordar. Sus sueños eran algo extraños, podía verse a si mismo cuando era pequeño acompañado de dos personas que se veían demasiado borrosas para distinguirlas, observaba sus labios moverse pero no comprendía porque no podia escucharlos. La ruta que tomo era algo conocida, solía tomarla para ir a ver a Hyunjin a veces saliendo del trabajo o estando en horario, nunca era mal momento, entonces dio lugar a que su mentes divagara un poco en el camino. Como si pusiera su cuerpo en modo automatico.
En su cabeza cruzó unos vagos recuerdos de un cielo grisaseo, algunas goats proximas a su rostro mientras era cargado por alguien y luego todo se oscureció, el frio recorria su cuerpo y sinto una clase de nostalgía que lo obligó a querer llorar.
"Hey baby..."
-A llegado a su destino- La voz del mismo auto lo obligo a si mismo a pisar el freno con fuerza mientras intentaba calmar su corazón latiendo de manera acelerada.
-Dios- Suspiró dejandose caér en el volante del coche, presionando la bocina por un corto periodo de tiempo. Dirigió la mirada con uno de sus rasgados ojos hacía la casa, al parecer habían cortado un poco el cesped, cosa que agradecía ya que no correría peligro de encontrarse con algún animal cercano -Hyunjin no tarda en llegar, ire solo por el momento- Habló mientras quitaba su cinturon y se bajaba.
Su vestimenta era bastante sencilla, unos pantalones holgados color negro, una playera negra lisa y una chaqueta de cuero junto a una pequeña bolsa por si queria llevar algo de la casa, unos lentes comunés de marco fino en el puente de su nariz y su usual cabello negro liso azabache, no planeaba llamar mucho la atención en dicho lugar no sabiendo si había cumplido del todo su objetivo.
Caminó por entre medio del cesped que lograba cubrir por encima de sus zapatos, mirando la cara con una mueca de nostalgia, nunca había regresado allí desde que tenia 2 años. Había crecido, madurado y vuelto a casa, su verdadero hogar con sus padres. Tomó el picaporte, dejando ligeramente sucia su mano de un color a errumbre pero eso no le impidió seguir adelante. Llegando a la escalera logró visualizar a dos pequeños muñecos, uno de una ardilla y el otro de un conejo, algo sucios y polvorientos sin saber con exactitud hace cuanto que yacían en esa posicion. Al tomarlos algúnos insectos salieron de ahí, causandole una cara de disgusto.
-Ush, asqueroso- Susurró teniendolos ya en sus pálidas manos, limpiándolos y admirándolos con claridad. Sacó su telefono para así sacarles una foto y mandarla a sus abuelos con una sonrisa plantada en el rostro -Estoy aqui... al fin- Siguió su camino escaleras arriba, observando las habitaciones que a veces veía en sus sueños y al final del pasillo, con un zorro aún pintado en la puerta, su habitación.
Abrió la puerta con cuidado, quitando algunas telarañas en el camino y tosiendo logeramente debido al olor de la humedad. Todo estaba como el día en el que se fueron, su baúl de juguetes, su cuna y sus muñecos. En la pared derecha podía ver aún las inscripciones que había junto a unos rayones que suponia eran de él cuando era más pequeño, las palabras que veía eran centimetros, tal vez de su altura, hechó una pequeña risita sintiendo sus ojos picar y no necesariamente por el polvo.
Volteó ligeramente su cabeza, aún con ambos peluches en sus manos, pudiendo ver como debajo de su cuna había una clase de papel -¿Qué es esto?- Estiró una de sus manos para alcanzarlo, era una fotografia.
-¿Ves esta foto?- Parpadeó unas cuantas veces reconociendo la foto y aquella voz en su cabeza -Este es papá Minho y este...-
-Amaa isuu...-Paso no de sus dedos por la foto de dos jovenes, sus padres. Las lagrimas no tardaron en hacerse presentes cayendo sobre el papel y sobre su mano, sus piernas flaquearon y cayo al suelo mordiendo sus labios con gotas incontrolables rodando por sus mejillas. Guardó ambos muñecos en su bolsa cuando sintió su telefono vibrar por una notificacion, limpió su rostro con sus manos levemente y lo leyó:
-"Estoy llegando, esperame♡"- Enviado hace un segundo. Hyunjin normalmente se traslaaba en bus hacía su trabajo, dejandole el auto ante cualquier emergencia y además que no poseía aun licencia de conducir, por el momento había acordado llegar a la casa caminando.
Jeongin se levantó de su lugar, dando un último recorrido a la casa sintiendo el aire pesado del ambiente, como si algo le dijera que no debía estar ahí o que algo malo pasaría. Cuando sus finos dedos rozadon la madera agrietada de la escalera, tres golpes se escucharon el la puerta principal.
¿Hyunjin había llegado? Pero, ¿No había sido demasiado rápido?
Tres golpes más se hicieron escuchar, asustandolo un poco, no había ventanas en la planta baja que le permitieran saber quien estaba afuera, asi que junto todo su coraje y acabando de bajar las escaleras abrió la puerta apenas unos centimetros.
-¿Si?- Habló de forma temblorosa sin querer.
-¿Te mudaras aqui?- Preguntó un hombre mayor, alto y fornido -¿Acaso conoces a quienes vivian aquí?-
-Si señor, los conozco- Un golpe brusco abrió la puerta de par a par, logrando que el hombre se viera mucho más alto frente a un asustado y delgado Jeongin -¿U-usted quien es?- Se atrevió a cuestionar ante el extraño, quien lo miro de arriba abajo y soltó una risa seca.
-Con que eres tú...Me preguntaba donde habías quedado luego de que ese maricón desapareciera- Avanzó varios pasos casi queriendo acorralar al pelinegro -Tu eras el bebé del que hablaban, 18 años han sido ya hace tanto tiempo-
-¿Como puede tener una lengua tan sucia para hablar así de otro ser humano?- Escupió sin pensarlo mucho, retractandose casi al instante cuando el rontro del hombre se desfiguró por completo y lo tomo de la chaqueta.
-Ellos, tus adorados padres si así lo quieres llamar, son una aberracion y merecen la muerte- Apretó más el agarre haciendo que quedara sostenido en el aire por minimos centimetros. La sangre de Jeongin sentía elarse, ese hombre conocia a sus padres y no tenia duda en que había sido responsable de su desaparicion -Veo que de tal palo tal astilla, crearon una aberracion igual a ellos-
-¡Tu mente podrida debe merecer la muere!- Respondió dando una patada en su entrepierna, sacando rápidamente su telefono, inteligentemente tomandole una foto para denunciarlo luego.
-¡Pequeña rata!- Bufó tomandole de la pierna y haciendolo caer, arrastrandolo fuera de la casa. El vecindario vacio, sin nadie que pudiera ayudarlo a escapar de las garras de aquel hombre, sus dedos intentaban al menos tomar una raiz del suelo pero solo logrando arrancar el largo cesped que también le impedía la vista. Solo unos metros de una blanca camioneta, a unos metros de lo que creía sería su fin -¿Quieres conocer a tus padres? ¡JA! No debiste venir aqu-
Fue interrumpido por un puñetazo, seguido de otro cuando el hombre ya se encontraba tendido en el suelo -¡Jeongin!- Gritó una voz conocida acercandose y ayudando a que se levantara.
-Jinnie- Lo abrazó con fuerza, casi habiendose rendido ante todos sus impulsos había tenido suerte que Hunjin en secundaría se inscribiera a clases de defenza personal y practicara boxeo. Sea quien sea, había puesto al mayor en el lugar indicado al momento indicado
-¿Baby, te paso algo? ¿Estas bien?- Jeongin no respondía, solo lo abrazaba sollozando el silencio -Vamonos ya antes de que despierte- Mencionó apartandose minimamente y dados de la mano llegando al carro.
-Gracias...-Susurró cuando el auto arranco siendo conducido por Hyunjin, el destino había cambiado a su favor y esperaba hacer justicia algún día por la oportunidad.
El hombre fue arrestado por acoso y trato de personas tras descubrir que Jisung y Minho no habían sido los primeros en su lista. La policia reviso su casa de pies a cabeza dando con pruebas de millones de casos de desaparecidos, tanto hombres como mujeres de diferentes edades pero al parecer con una misma coincidencia, una sexualidad diferente a la hetero.
Abrieron nuevamente el caso de la desaparecion de Bang Han Jisung y pese a que no lograron dar con su cuerpo como tal, lograron darle un poco más de informacion acerca de lo que le habían ocurrido, tanto a él como a Minho. Lo cierto era que antes de que ambos fuesen arrebatados de este mundo, pasaron sus ultimos días juntos como las almas gemelas que eran.
Jeongin y Hyunjin pudieron llevar una vida normal, en un apartamento junto a su pequeño cachorro Kkami.
Fin.
Gracias por tomarse el tiempo de leer esta algo corta historia y gracias a los que tambien apoyaron "Let me Let you go - Hyunin" pese a su eliminacion el mes pasado. Fue una historia que salió de algo muy random como mis gatos, tuve un Deja Vú un dia cuando veía a dos de mis gatos, recordando como antes había tenido otros dos y como uno desapareció el otro simplemente murió de tristeza. De todos modos si les gusto espero la compartan con sus conocidos, perdon el tiempo que tarde en actualizar y saben que los amo muxo.
¡ARRIBA LOS HOMOSEXUALES Y NO DEJEN QUE ALGUIEN LES DIGA COMO SER!
roman yamazaki- <3
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