i ━━ mist
trigger warnings: blood, death, implied character death, violence, trauma, self-harm, mental health issues, bestiality, canibalism
créditos por la inspiración gráfica doomkills ♡
La escuela había iniciado un nuevo ciclo escolar. Tefnut no era nuevo, no necesitaba un recorrido personal ni alguien que le explicara el mecanismo de Monster High porque ya lo conocía al derecho y al revés, como la palma de sus agrietadas manos y el color grisáceo de sus ojos similar al de la bruma que lo atravesaba desde que era solo un cachorrito, un chivo inofensivo y débil, pero ahora había evolucionado. No era un cabrío, era un maldito chupasangre que necesitaba saciarse, pero no se atrevía a hacerlo por voluntad propia. Tefnut tenía tanto miedo de sí mismo, que sabía, estaba demasiado consciente de que, si comenzaba a alimentarse, jamás iría a detenerse por su cuenta. Aborrecía su propia carne, su cuerpo, su mente, sus instintos animales. Tefnut estaba atrapado, cegado por una niebla invisible que lo asfixiaba como el humo de un incendio y él se estaba quemando junto a una casa de madera bañada en combustible.
¿Alguna vez se detendría el impulso de dañar y matar? ¿Cuándo sería el día en que finalmente no se sintiera como una máquina asesina que necesitaba destruir, romper y rasgar sus propias carnes para saciarse de su sed vomitiva de sangre? Tefnut no quería convertirse en su padre, estaba aterrorizado de un día mirarse al espejo y darse cuenta de que su dermis, cubierta de cicatrices ocasionadas por él mismo al canibalizarse, está limpia y que sus manos están manchadas de un líquido carmesí que no le pertenece. Tefnut no quería eso. Él no quería convertirse en un monstruo destructivo cuando podía salvar a los demás de sí mismo.
── ¿Te sientes bien? ── preguntó Clawdeen Wolf al notarlo un poco ido.
Tefnut le sonrió mostrando ligeramente sus colmillos. No eran los de un hombre lobo o los de un vampiro, eran más grotescos y afilados. Listos para ir a la yugular.
── Por supuesto, es solo que me duele la cabeza ── respondió, cuando lo que le dolía era el cuerpo completo ── ¿A dónde van ustedes? Oí que saldrían después de clases.
── Oh, iremos al Maul a ver TwiHard ── la chica lo pensó un poco antes de añadir ──. Puedes acompañarnos si quieres, Ghoulia compró un boleto extra, dudo mucho que a alguna de las chicas o a mi hermano les moleste que vayas.
── No lo sé, no estoy tan seguro de que sea una buena idea, no he tenido mucho autocontrol durante estos últimos días.
Clawdeen observó el cuello de Tefnut y su rostro repleto de cicatrices y manchas rojizas, como si hubiera rasgado su propia piel, arañando y arrancando pedacitos de sí para alimentarse. Ella lo había estado vigilando durante semanas, notando sus cambios bruscos de humor. Luego de la infancia, saciar su sed de sangre y carne humana se había vuelto un total desafío para él, a diferencia de otros monstruos como ella o sus demás amigas.
── Podemos conseguir algo de carne, es fácil cubrir el olor y su forma para no incomodar a Draculaura si es lo que te preocupa.
── Es precisamente esa una de las razones por las cuales no puedo aceptar ir con ustedes, no puedo solo reemplazar la carne humana con la de los animales, no es tan fácil como suena, Clawdeen ── Tefnut chasqueó la lengua. Su estómago daba vuelcos, hambriento por carne humana o de ghouls que pudieran ser una presa fácil ──. Agradezco tu invitación, pero no puedo ir, tendré que ir a casa ahora que salgamos de Monster High.
A diferencia de su padre, El Chupacabras, Tefnut no consumía carne de cabras o chivos indefensos por las noches, ni siquiera podía comer un poco de esos animales porque no era capaz de saciarse ni un poco. Desde pequeño, Goats se había convertido en un ser que aborrecía sus instintos y que se derretía al oler la carne humana o la de monstruo, pero jamás la carne animal. Y por eso, se tenía miedo.
Muchísimo miedo.
Sus padres habían intentado controlarlo, pero luego de los diez años, los kilos y kilos de carne de cabra ya no surtían ningún efecto en él. Se había vuelto inmune, no lo alimentaban en lo absoluto y tuvo que recurrir a un acto atroz impensable.
Exhumar cuerpos recién fallecidos de las localidades más cercanas, convirtiéndose en un carroñero. Debía hacer algo para no morirse de hambre, no tenía opción. Si podía proteger a los humanos de los alrededores y a sus amigos, iba a hacer cualquier cosa para cumplir su objetivo sin dañarlos.
── ¿Estás seguro? Podemos acompañarte a tu casa para que comas, podemos esperarte.
── Clawdeen, no es necesario, me tardaría demasiado, no es un simple almuerzo ¿sabes? Con mi familia hemos recolectado carne de todas partes y la hemos preservado en un enorme refrigerador para mantenerla fresca y no se pudra, y la sangre la hemos conseguido gracias al padre de Draculaura que nos ha ayudado muchísimo también brindándonos reservas cada dos semanas ── el estómago del chico gruñó, retorciéndolo de dolor en el acto. Soltó un quejido al sentir sus tripas moverse en su interior ── ¿Lo ves? No es un antojo pequeño, es mucho más que eso.
Sus ojos se nublaron, como esa neblina abrumadora que lo había estado azotando durante todo el día desde que llegó a la escuela.
── ¿Estarás bien?
── Créeme, estaré bien, sabes que siempre lo he estado, es solo que el alimento animal no me ha estado alimentando bien y he estado más hambriento que nunca. Es algo voraz, demasiado intenso como para poner en palabras, me siento abrumado como si una niebla me estuviera envolviendo y Clawdeen, me tengo mucho miedo.
La chica lo tomó por los hombros, sin saber que soltaría un alarido al tocar en una herida abierta que se había provocado unos instantes atrás en los baños de hombres al arrancar un trozo de su propia carne para alimentarse.
── ¿Es por eso por lo que tienes todas estas heridas? Tefnut, no es normal lo que estás haciendo, estás canibalizándote, te estás comiendo a ti mismo. No tienes que hacer esto, sé que sonará morboso, pero sí puedes cazar más que simples cuerpos muertos.
── Clawdeen, me da asco pensar en comerme a un ser humano vivo, porque ya no solo se trata de los normies ── el rubio gruñó, por el hambre voraz y porque explicarlo se sentía como si un nudo se atara en sus entrañas ──. Clawdeen, he comenzado a desear carne de ghouls, sangre de monstruos, eso ya no es normal.
Ella se tambaleó al oírlo, sintiendo sus rodillas debilitarse como si estuviera por desplomarse en el suelo del pasillo.
── Eso no es posible, eso sí es antinatural, nosotros los monstruos no comemos otros monstruos, es más abominable que alimentarse de normies.
── ¿Ahora lo entiendes? Esa es la verdadera razón por la que no puedo ir con ustedes, porque sé que no me podré controlar y no quiero ceder a mis instintos más primitivos. Los quiero a salvo, lejos de mí.
── Prometo que te ayudaré, haré que puedas cambiar esa dieta asquerosa, sé que podemos lograrlo juntos.
── Ojalá pudieras hacer algo, pero no puedes cambiar la naturaleza.
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