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7. Desaparecido.

Una semana pasó desde la reconciliación con Max, y aún no sabía nada de él. Desapareció de la tierra como si nunca hubiera existido. A veces, lo único que me recordaba que no había soñado a aquél chico de ojos color miel era escuchar su nombre cuando pasaban lista. Bueno, eso, y también las constantes preguntas de los maestros sobre dónde se podría encontrar el chico.

No se había conectado a ninguna red social desde aquél día. Ni una llamada, ni un mensaje. Sin signos de vida presentes, comenzaba a dudar que volviera. Y no era el único, Emma me dio un gran susto ese día:

"Tal vez se cansó de éste lugar y volvió a donde vivía antes."

Quité la vista del libro que tenía frente a mí y la dirigí hacia ella, más que nada para ver si hablaba en serio. Ella se dio cuenta de mi mirada.

"¿Qué?" preguntó. "Es posible."

"Y tal vez no tiene internet," agregó George. Él leía (o al menos eso aparentaba) una revista de la biblioteca sobre deportes mientras escuchaba las conversaciones. "Eso explicaría por qué no se ha comunicado."

"Yo lo dudo," comentó Brandon. Las miradas se dirigieron a él. "Para eso tendría que haber venido un adulto a darlo de alta. Y eso significaría tener su nombre removido de las listas. Sigue apareciendo en ellas."

"Pues, en ese caso, mas le vale que aparezca pronto," dijo Tina dejando de lado la revista que había tomado. Parecía no estar tan interesada en ella como en la plática. "Por su propio bien, claro. Lleva cinco días sin venir a clases y apenas comenzamos la escuela. Cinco días más y tendrá que repetir el año entero."

"En eso tiene razón," concordó Brandon.

Me quedé pensando un momento en todo eso. Era bastante extraño que Max desapareciera de un día para otro, sin avisar o dejar rastro alguno de existencia. Díganme adivino, pero estaba casi cien por ciento seguro de que tenía algo que ver con el mensaje que había visto el día del parque. Un mensaje así sólo significaba malas noticias. ¿Desaparecer de la nada un par de días después? Eso no sonaba a buenas noticias exactamente.

George, Emma y Brandon decidieron ir por almuerzo a la cafetería de la escuela. Yo me negué porque había almorzado en mi casa, y Tina se quedó usando la misma excusa, pero la mirada fugaz que me dirigió me dijo que probablemente no era del todo cierto.

Una vez se fueron todos, Tina no dudó en comenzar a hablar.

"¿Te das cuenta de lo extraño que es?" preguntó sin pensarlo dos veces.

"Creo que todos nos damos cuenta, Tina," respondí con algo de sarcasmo en mi voz.

"Hablo enserio," replicó ella. "¿Te das cuenta de que lo último que supimos de él con exactitud fue tu visión en las escaleras de la fiesta misteriosa?"

"Ya te dije que no estoy seguro de que sea él."

"¿Y quién, si no él?" respondió. "Admitelo, era él. Y, ahora que lo pienso, también es la última visión de la que me has contado. ¿Has tenido otras visiones después de eso?"

La mención de mis visiones me tomó por sorpresa. En ese momento justo fue cuando caí en cuenta de que lo que decía era verdad. No podía recordar haber tenido otra visión después de la de la fiesta. No sobre él, no sobre Alice, no sobre nadie.

Negué lentamente con la cabeza, cayendo en cuenta de que podría significar algo. Aún no estaba seguro de cómo funcionaban las visiones. En parte porque últimamente no había tenido tiempo para pensar en eso (con el asunto de Max desaparecido por un lado y a Alice y los estudios por el otro), y en parte porque estaba tratando de olvidarme de las visiones lo más que pudiera, y estaba funcionando.

"¿Qué crees que signifique eso?" me preguntó Tina.

"¿Por qué tendría que significar algo?" repuse yo. "Puede ser simplemente una coincidencia."

"Disculpa, querido Cody, pero hace mucho tiempo que dejé de creer en las coincidencias."

Me encojí de hombros e hice una mueca. "Puede ser."

"¿Me estás diciendo que una de las dos unicas personas que has visto en tus visiones desaparece junto con tus visiones, y crees que pueda ser una coincidencia?"

Asentí con una expresión de "Duh" como respuesta. "¿Por qué no podría serlo? Tal vez simplemente no hay nada importante por ver por ahora. Y tal vez él simplemente está demasiado enfermo y sus padres no se tomaron la molestia de venir a reportarlo." O tal vez simplemente tiene sida, pensé sin querer. No. Me negaba a pensar que eso fuera cierto. El mensaje que había leído tenía que estar mal. No había manera de que Max tuviera sida. ¿No... había... manera?

Tina soltó un bufido frustrado y estuvo a punto de hablar, pero no alcanzó. Fijó su mirada en un punto detrás de mí, y antes de que pudiera voltear a descubrir lo que veía, un par de manos misteriosas saltaron hacia mis ojos, cubriendo mi vista totalmente.

"¿Quién soy?" dijo una voz bastante conocida con un tono juguetón.

Puse una sonrisa en mi rostro y contesté. "Hm, no lo sé. ¿George? Tus manos están suaves, hombre."

"Claro que no soy George, graciosillo," respondió Alice descubriendo mis ojos y pasando a un lado del sofá hasta ponerse junto a mí.

"¡Hola!" me dijo una vez que estuvo sentada a mi lado. "Y hola, Tina."

Tina sonrió y alzó las cejas como respuesta, pero una vez que Alice volteó de nuevo hacia mí, cruzó los ojos y se recargó en su asiento.

Decidí ignorar el repentino gesto de Tina y le dediqué mi atención a Alice. "¿Y ése milagro que visitas la 'nerdicueva'?" pregunté sonriendo. Nerdicueva era el término que uno de los chicos de su clase había utilizado para referirse a la biblioteca en una discusión entre varios de sus amigos y los de mi clase (principalmente Tina).

"Ja ja," respondió Alice con claro sarcasmo. "Sabes que a mí me gusta estar aquí."

"¿Enserio?" pregunté de igual manera. "Juraría que sólo vienes porque estamos nosotros."

"¡Me ofendes!" dijo ella llevando sus manos a su pecho. "¿A caso no recuerdas quién te dio la bienvenida a Narnia hace un par de días?"

"Cierto," admití. "Sólo bromeaba. Sé que te gusta leer. Es una de las cosas que más me gustan de ti."

Detrás de Alice, pude notar a Tina hacer un gesto de querer vomitar. Ignoré sus caras de nuevo y continué.

"De cualquier manera, no viniste hoy a leer, ¿O sí?"

Alice se encogió de hombros e hizo un gesto de 'qué importa' mientras se acercaba a mí. "Vine porque me acaban de anunciar que habrá una gran fiesta en un par de días. Es en parejas, el tema es-"

"Déjame adivinar," la interrumpió Tina. "El mismo de todos los años, 'Parejas famosas'."

Alice devolvió su mirada a mí. "Así es. Será algo genial y quería pedirte que vinieras conmigo. ¿Qué dices?"

¿Una fiesta llena de personas que, o no conocía, u odiaba hasta la muerte? Normalmente le daría un gran, rotundo "NO" a quien fuera que me estaba invitando. Sin embargo, era Alice quien me lo pedía. Alice, la chica de los ojos verdes tan lindos que podía pedir el cielo y lograr que se lo bajaran. Alice, la hermosa damisela que todo chico quería rescatar del castillo, sólo para tener la oportinidad de besarla. Alice, cuyo nombre sonaba al pronuncuarlo tan dulce como un caramelo en Navidad. Alice, pidiéndome a mí, Cody, a ir con ella a una fiesta de populares. ¿Qué hombre en su sano juicio diría que no?

"Claro," accedí con gran facilidad. "Suena divertido."

"¡Genial!" respondió ella y se levantó un poco para alcanzar a darme un beso en la mejilla. "Te daré más detalles luego, por ahora necesito planear lo que llevaremos nosotros. ¡Adiós!" Y, dicho eso, salió disparada tan rápido como había llegado.

Cuando regresé mi mirada a lo que estaba frente a mí, me encontré con una Tina con una expresión de incredulidad.

"¿Puedo ser la primera en vomitar?" preguntó ella. Yo no hice más que rodar los ojos y tomar mi libro de donde lo había dejado.

"¿Hablas enserio? ¿Fiesta con los populares? ¿Quién te has vuelto?"

"La fiesta no ha comenzado aún, sigo siendo Cody."

"Sabes a lo que me refiero, Cody. Acabas de firmar un contrato del cual no puedes escapar, y todo para follar con una chica linda."

Auch. El comentario, por más inofensivo que sonara, logró lastimarme. ¿En serio creía Tina que todo lo que quería era llevar a Alice a la cama? Inclusive, ¿Creía que lo único que me importaba de ella era su belleza? ¿Era así como Tina creía que era? De nuevo, auch.

"Como digas," le respondí en una voz baja y obviamente molesta. "Disculpa por querer divertirme un rato."

Me levanté del sofá y me dirigí a la salida para darle un mejor efecto a mis palabras. Tina había herido mis sentimientos al compararme con los calenturientos de nuestras clases, y pensaba hacérselo saber.

Lo que no esperaba era que, justo antes de salir de la nerdicueva, un chico chocó conmigo, despistándome por más de un segundo.

Los sonidos y la iluminación de aquél extraño lugar volvieron a aparecer ante mis ojos. Una mezcla de olor a queso procesado y alguna bebida que no era refresco normal inundó mi olfato. Frente a mí, un sin fin de personas extrañas bailaban sin ninguna restricción. Reconocí el lugar como la fiesta de la visión pasada.
Estaba pasando de nuevo. Otra visión. Y era una conocida.
Sabiendo lo que pasaría, dirigí mi mirada hacia las escaleras, justo a tiempo para lograr presenciar a dos figuras subir por el mismo lugar de antes.
Me quedé en mi lugar un momento, epserando a que la visión se acabara por sí sola, pero no ocurrió.
"¡¿Qué esperas?!" le grité a nade en específico, sabiendo que ninguno de los presentes me escuchaba. "¡¿Qué se supone que deba hacer?!"
Como si la visión me entendiera, mi vista se enfocó en las escaleras mientras todo lo demás se volvía una extraña mezcla borrosa de colores. "Okay," hablé de nuevo y avancé hacia las escaleras.
Por alguna razón me tenté a ver hacia atrás. Logré ver algo que ya casi había olvodado por completo: a mí llorando.
La escena me llenó la cabeza de dudas. ¿Por qué lloraba? ¿Por qué Alice me consolaba? ¿Era mi imaginación, o más que triste parecía molesto? ¿Por qué no iba tras Max en ése momento? ¿Por qué no me callaba de una vez e iba a ver lo que ocurría allí arriba?
Decidí dejar mis problemas futuros al futuro yo, sabiendo que el futuro yo podría lidiar con ellos a su manera, y continué mi travesía por la visión.
Me di cuenta de que era la primera vez que lograba moverme libremente en una visión, así que decidí que esa sería una visión importante o complicada de entender... o ambas.
Subí las escaleras, me acerqué a unas habitaciones, y en cuestión de segundos comencé a escuchar unas voces apagadas. Me acerqué más a donde creía que provenían las voces. Agudizé el oído una vez que llegué frente a la puerta, y traté lo mejor que pude de comprender las palabras a través de la música del lugar.
Al principio sólo podía escuchar garabatos sin sentido. Sonidos que sólo llegaban a mí, se burlaban de mi incapacidad de entenderlos, y se iban así de rápido. Pero luego, como si el universo quisiera que escuchara sólo esa pequeña parte de la conversación, la música paró y las voces se hicieron tan claras como el cristal. No necesité agudizar tanto mi sentido del oído para entender lo que venía después.
"Vamos, yo sé que quieres," dijo una voz. "No puedes decir que no nos la pasamos bien juntos."
"No, no estoy seguro de querer hacer esto," respondió una nueva voz. "No es correcto..."
"¡¿Y qué más da si es correcto o no?!" replicó la primera voz con un tono más elevado. "Lo que importa es pasarla bien igual que siempre."
Comenzaba a sentir la sangre dentro de mí hervir sin siquiera saber por qué. Estaba molesto, de pronto, y no tenía idea ni de cómo ni con quién...
"Ya te dije que no," respondió la segunda voz, ésta vez más afirmativa que antes.
"A mí nadie me dice que no. Prepárate, porque lo vas a necesitar..." *

Salí de mi visión de la misma manera en la que entré: con un respingo.

Confundido, alterado y exaltado por lo que acababa de escuchar, me levanté del suelo parpadeando rápidamente. "Lo sie..." comencé a decir antes de darme cuenta de quién se encontraba frente a mí.

"¡¿Max?!" exclamé al ver los ojos color miel levantarse del suelo.

*Para dejarlo claro, esa misma visión la saqué del 2do capítulo. Sientanse libres de revisar:)

***

Hola! Estoy intentando actualizar más pronto de lo normal (considerando que la última vez tardé meses, creo que he logrado un avance), pero he tenido unas complicaciones últimamente. Falta de computadora, problemas técnicos, estoy leyendo otras cosas, escuela, ESCUELA, estuve enfermo (a casi morir) toda la semana pasada... en fin, problemas surgen, pero espero que les esté gustando la historia hasta ahora.

Gracias por su tiempo, chicos! Lo hago por ustedes, no por mí, así que sientsnse libres de comentar UuUr

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