Al despertar se encontró a ese joven misterioso encima de él. Si estuviese menos zumbado habría hecho alguna broma, o hubiese elogiado la belleza del hombre como un producto de su atormentado cerebro defectuoso. Sin embargo, solo logró conectar algunos pocos puntos durante el tiempo de una taza de té. Wei WuXian sintió un par de manos cálidas contra sus hombros, y el toque fue bienvenido.

Y ¡oh no! el chico lindo parecía preocupado.

Wei WuXian supuso que ya no estaba enojado con él, inútilmente luchó por recomponerse para darle una sonrisa coqueta, pero el dolor en sus entrañas dificulto sus planes.

Antes de soltar cualquier tontería sus labios se sellaron con fuerza como si estuviera bajo un hechizo.

En una mezcla entre el pánico y una especie de mirada sombría, el joven habló. "No había pulso... ni siquiera... parecías vivo"

Ah... 'eso', pensó Wei Ying.

¿Cómo explicarlo?

Cuando el hechizo fue liberado, Wei WuXian decidió mostrar indiferencia en el tema. Ignorando la mirada acusadora en el joven, y optando por interrogar sobre lo ocurrido.

El joven no presionó en el tema y fue comprensivo. Comprendió la falta de interés de Wei WuXian por explicar cómo era posible regresar a la vida después de sabe cuanto tiempo flotando en el agua como un tablón a la deriva.

El prístino gege recompuso su postura y con un tono plano carente de emoción confesó que su tío, quien parecía particularmente molesto con él, decidió atacarlo.

"¿Por qué tú tío querría atacarme?"

Wei WuXian se cortó a mitad de su queja.

¿Tío?, pensó con horror. ¿El bonito gege llamó tío a la criatura gigante que destruyó su bote? ¿Acaso se golpeó la cabeza con un coco?

Eso era casi tan absurdo como la mera existencia de Wei WuXian.

El hombre frunció el ceño, particularmente ofendido. "El tío no era ese demonio, el falso señor del mar, mí shufu es la deidad antigua que ronda estas aguas" Le explicó, como si el tema fuese obvio. Wei WuXian solo se sintió más y más confundido.

Wei WuXian no recordó ninguna otra deidad, pero el joven hombre insistió que era aquella presencia que atacó al Hai RuDao con rayos, aquella agitada noche.

"El tío estaba en medio de una tribulación para ascender"

Al menos era su intención antes de que Wei WuXian interrumpiera, arruinándolo todo.

Cuando Wei WuXian preguntó al respecto, el joven no le prestó mucha atención. Se exprimió el cabello para eliminar el exceso de agua y dijo: "Ahora el tío del joven debía esperar varios siglos de cultivo y una nueva tripulación para conseguir su ascenso"

Por supuesto, el tío del joven hombre no estaba feliz.

"Está furioso", declaró.

"¿Qué tan furioso?"

El joven lugareño le explicó que mientras el temperamento de su tío no se calmase él seguirá tratando de ahogarlo en el océano.

¡Wei WuXian había hecho enojar a una deidad hunde botes!

Wei WuXian lanzó un quejido angustioso. El chico se extrañó, probablemente no sabía que una persona podía hacer un sonido desagradable como ese.

Mostrando un lado más suave, y con un ligero ceño que evidenció su preocupación. Trato de tranquilizarle de manera muy torpe. "Mi hermano mayor está tratando de interceder por el tío"

"Mmhm, probablemente su ira amaine en cuatro siglos"

Después de que Wei WuXian lloriqueara por un tiempo ante sus planes vacacionales arruinados, el lindo gege se presentó, en consideración.

"Lan WangJi, Lan Zhan", dijo.

Las lágrimas se atascaron en sus pestañas y los brillantes ojos plateados de Wei WuXian se iluminaron como estrellas en el cielo nocturno.

Llamó a Lan WangJi 'Lan Zhan' repetidamente hasta que las palabras resultaron incomprensibles, y las orejas del joven se tiñeron de rosa.

Wei WuXian trató de no pensar demasiado en Lan Zhan, tan lindo como había sido desde que se conocieron, y su inusual relación con alguna especie de deidad furiosa. Empujó cualquier rareza al fondo de su cabeza e ideó que hacer para calmar la ira de una deidad.

Lan WangJi intercedió, alegando que podía quedarse en su isla hasta que el tío se calmara. Eso, en esencia resultó muy amable para Wei WuXian.

Hacía mucho que nadie le pedía quedarse o le ofrecía asilo. Normalmente lo pateaban a la calle, le lanzaban rocas o llamaban a los perros. Los Jin incluso lanzaron un asedio contra él y lucharon por cortarlo en pedazos.

La única condición presentada fue no comerse a los conejos.

Wei WuXian no tuvo demasiado problema en aceptar sus condiciones.

Y le sonrió de acuerdo.

◆ ◈ ◆

Lan WangJi pareció dispuesto a brindar un recorrido por la isla.

Wei WuXian ya había recorrido el atolón a lo largo de los días, pero compañía era compañía y siempre agradeció por ella.

A pesar de llamar a aquello un recorrido, la verdad fue que Lan WangJi no habló demasiado. Apenas se detenía en determinado sitio, señalaba sin usar palabras y Wei WuXian debía interpretar que es lo que Lan WangJi señalaba para él.

¿Eran las flores? ¿Los arbustos? ¿Es el cuerpo de agua? ¿Esa bonita roca?

Lan WangJi no daría explicación. Así que Wei WuXian exclamó "Wow, ¡qué bonito!", "¡Increible!", "Realmente me encanta!" forzando la emoción en su voz.

Aquello infló el pecho de Lan WangJi con orgullo. Después de un tiempo le resultó fácil a Wei WuXian lanzar halagos sin sentir que era un mentiroso.

Al atardecer llegaron a la boca de una antigua cueva. A Wei WuXian le encantó la cueva, y se aventuró al interior con la emoción propia de un niño.

Esto le resultó extraño a Lan WangJi, pero le siguió sin decir nada.

Wei WuXian concluyó que era una cueva bonita. Tenía una abertura grande que permitía el paso del sol y la luz natural. No era tan sombría como su cueva en el LuanZang, era un poco más amplia y las paredes tenían incrustaciones minerales que daban un aspecto inusual pero agradable.

Wei WuXian elogió la posición de la misma. El viento no entraría en su interior, sino en los laterales cerrados, y en la lejanía se escuchaba una corriente de agua pasar por el subsuelo.

Resultó tan cómodo que, comenzó a planear la construcción de algún nido para pasar la noche.

Lan WangJi escuchó sus planes y observaciones con atención, pero estaba más que claro que no entendía lo que pasaba a su alrededor.

Wei WuXian se compadeció de él y habló.

Lo tomó por las muñecas e hizo un acto pomposo. La reacción de Lan WangJi no tuvo precio, tratando de apartarse por el contacto físico. Conteniendo la diversión, sintió una punzada maliciosa en él. Wei WuXian quería una reacción mucho mejor del lindo Lan Zhan.

Wei WuXian mintió y se presentó como el siniestro espíritu del LuanZang, una antigua montaña embrujada en Yiling.

Le explicó que siempre había vivido en una cueva, por lo cual no habría inconveniente el tomar aquella iluminada cueva como residencia temporal.

Los ojos de Lan WangJi se resplandecieron como cristal de ámbar, muy ligeramente, y preguntó con incredulidad "¿En serio eres un espíritu de montaña?"

Wei WuXian fanfarroneó en respuesta, malabareando un poco de energía resentida entre sus dedos. Dicha energía, se acercó a Lan WangJi sin intención maliciosa, y se movió como los receptáculos de un pulpo. En un acto entretenido, el resentimiento tiró de su largo cabello con delicadeza.

Lan WangJi sintió un escalofrío y evaluó la energía oscura, pero no dijo nada.

Finalmente suspiró aliviado, y todo el inusual asunto de la falta de pulso pareció solucionarse para él.

Lan WangJi que se había mostrado gruñón y arisco corrigió su postura, y lo llamó con formalidad, como el Yiling Laozu, el espíritu del LuanZang.

A Wei WuXian le incómodo tanta formalidad, en especial porque le hacía sonar como una especie de deidad maliciosa, y él en realidad era un pobre hombre desafortunado.

Por supuesto no lo corrigió, y permitió a WangJi continuar con las presentaciones.

"Este humilde se presenta como Lan WangJi, Lan Zhan. De la familia de deidades Lan. Y espíritu protector de esta isla".

El cerebro de Wei WuXian se desconectó. Su boca balbuceó tonterías inteligibles por un tiempo ante la incredulidad. Por supuesto él se consideraba menos humano con cada experiencia sobrenatural que experimentaba, pero jamás conoció a una deidad real.

La revelación de Lan WangJi explicó la etérea apariencia del hombre, también aquellas adorables estrellas de mar pegadas a su cabello y los adornos cuales lluvia de perlas entretejidas. Probablemente, la ropa y el cabello mojado debió ser un indicador de que Lan Zhan no era humano.

Pero, ¿quién era Wei WuXian para juzgar?

Wei WuXian, tan molesto como solía ser, alegó que necesitaba una demostración. "No puedo creerlo solo así, Lan Zhan. ¡Podrías estar mintiendo!"

"Los Lan no mienten" parpadeó.

Wei WuXian era como un mocoso insolente, le gustaba molestar a las personas, en especial a Lan WangJi porque sus reacciones eran únicas.

La confusión dibujó sus preciosas facciones, sus ojos dorados se estrecharon un poco, como si le resultara extraño que alguien dudara de sus palabras. Rompió su perfecta reverencia y su semblante se aplanó.

Wei WuXian temió haber dicho algo incorrecto.

Estuvo a punto de disculparse con él, pero, antes de decir nada Lan WangJi comenzó a aumentar su tamaño hasta la incorporeidad.

¡Superando montañas y valles!

El corazón de Wei WuXian dejó de latir un millón de veces durante la extravagante presentación. Revelándose de entre las nubes, como un halo divino.

Al recuperar el aliento deseo gritar '¡Pero qué carajos, Lan Zhan!'.

Comprendió que no sería lo más educado, y en su lugar balbuceo "¡Que bonito!".

Wei WuXian acertó entonces que era una belleza sin igual. Y el título de divinidad le quedó a la perfección.

Era como un titán de gran tamaño. El empobrecido patriarca recordó la vieja fábula de mercado. Sobre un niño que conoce a un gigante que habitaba en las nubes.

En apenas un pestañeo, Lan WangJi desapareció dando un chapoteo. Wei WuXian lamentó no tener más tiempo para apreciar aquella belleza colosal.

Si Lan Zhan era la deidad protectora de aquella isla, ciertamente él sería su más férvido adepto.

Lan WangJi salió a la superficie en un tamaño práctico manteniendo la cautela en su rostro ante la reacción de Wei WuXian. Este asintió energéticamente con una sonrisa de admiración.

No fue consciente de la debilidad en sus piernas hasta que Lan WangJi lo sostuvo.

Y se desmayó.