—Mamá, ya estoy aquí.

Sakura anunciaba que por fin había llegado a su casa, por lo que la pelirrosa fue recibida con gran entusiasmo y también con una cálida bienvenida por parte de Mebuki. —¡Ya estás aquí, hija! ¿Qué tal te fue en la escuela?

—Bastante bien, mamá. No me puedo quejar —dijo estirándose un poco para liberar tensión. Estuve estudiando gran parte de la tarde.

—Oh, ya veo. Te notas cansada —observó a su hija—. Vino Ino-chan. ¿Acaso no la viste en la escuela?

—Sí —suspiró, dejándose caer en el sillón—, pero se enojó conmigo porque no quise ir al cine con ella y Ten-Ten.

—Eso me pareció, aunque se molestó más cuando le dije que no habías llegado, y que tardarías un poco porque te quedaste a estudiar con Sayuri, tu nueva amiga.

—Ya veo —dijo con agotamiento en su voz—. Pero en realidad Sayuri-chan no estudió conmigo, tuvo que irse por algo de su estadía en Konoha, aunque creo que ella también se molestó conmigo.

—¿Por qué? —preguntó su mamá de repente.

—No lo entendí muy bien, pero sabes mamá, Sayuri-chan me agrada. Ella me recuerda mucho a Sasuke-kun, bueno, cuando él era agradable conmigo.

—¿Con que a Sasuke-kun? —recalcó con una voz pícara.

—No, mamá —dijo sonrojada—, a él solo lo veo en clase, como a Naruto.

—¿Y no será que pasas el mayor tiempo posible con Sayuri-chan? Últimamente solo escucho su nombre.

—Ya te dije, solo estudio con ella. Es igual o más inteligente que Sasuke-kun.

—Pues preséntasela a Ino y que ellas también se hagan amigas —acertó a decir la mamá de Sakura.

—Ya lo intenté. Invité a Ino a estudiar y me rechazó —suspiró con derrota.

Mebuki sintió la decepción de su hija. —Entonces invítalas a cenar este viernes —le aconsejó su mamá—. Estoy segura que podrás hacer que Sayuri-chan e Ino-chan sean amigas.

—¿En serio las puedo invitar, mamá? ¿Y prepararás la comida que más les gusta?

—Sí, Sakura, lo que tú me digas —dijo entusiasmada—, solo que tendrás que preguntarle a Sayuri qué le gusta; en el caso de Ino lo sé perfectamente.

—Sí, gracias, mamá —soltó muy feliz—, pero antes debo de saber por qué Sayuri-chan se molestó.

—Pues cuéntame qué sucedió con Sayuri, tal vez pueda ayudarte.

Sakura se acomodó mejor y comenzó a relatarle a Mebuki todo lo que había sucedido en la biblioteca, desde lo que le comentó Iruka, hasta la reacción incómoda que tuvo Sasuke; por lo que varios minutos, Mebuki habló.

—Sí, tienes razón, Sakura. Sayuri actuó de forma extraña, pero a lo mejor le llamó la atención el premio.

—Esa impresión me dio, mamá; aunque en realidad no estoy tan segura.

—Pregúntale —sugirió Mebuki a su hija—. No veo que pueda ser de otra forma.

—Sí, eso haré, mamá —sonrió muy convencida—. Mañana que la vea le preguntaré.

°*°*°*°

Sasuke llegó muy temprano al día siguiente a la escuela transformado en Sayuri. Deseaba platicar con Sakura y conocer la identidad de aquel chico que le gustaba.

El escuchar a Ino quejarse de Sakura, comprendió que él también se sentía ofendido; pues se supondría que él, no mejor dicho que Sayuri era su amiga. ¿Cómo era posible que no confiara en ella? Debía admitir que se sentía traicionado, tanto o más que Yamanaka.

Así que corrió al salón donde ellos tomaban clase. Sabía de antemano que ella estaría ahí, como siempre puntual y repasando sus notas para la clase.

—Buenos días, Sakura —le saludó Sayuri desde el marco de la ventana que adornaba su salón en la academia.

—Buenos días, Sayuri-chan —respondió sorprendida con una linda sonrisa—. ¿Qué haces colgada ahí? ¿Tomarás clases en esta aula?

—No, Sakura —aclaró—, todavía no, pero me gustaría platicar contigo un momento antes de iniciar tu clase.

—Sí, claro. —La pelirrosa asintió un poco nerviosa. —¿Tienes problemas? ¿Te puedo ayudar en algo, Sayuri?

—No, no, debo de preguntarte algo importante y me gustaría que fueras muy sincera —pidió la chica de cabello negro.

—Está bien, puedes preguntarme lo que sea, Sayuri-chan. Tú te has convertido en una gran amiga —dijo con una sonrisa— Yo también quiero preguntarte algo importante.

—Entonces, acompáñame a la azotea, así podemos hablar sin interrupciones.

—Pero Sayuri-chan, ya está a punto de empezar la clase. No me gustaría llegar tarde.

—Descuida, llegaremos a tiempo, queda mucho tiempo antes de empezar con tu clase —dijo, extendiéndole su mano para que la tomara y salir por la ventana hasta la azotea.

—¿Y bien, Sayuri? ¿Cuál es la pregunta? Porque realmente me estás asustando. ¿Tienes algún problema?

—Sakura, dime, ¿te gusta alguien?

—¿Qué dices? ¿Esa es tu pregunta?

Sayuri asintió. —Es muy importante, Sakura, ¿te gusta alguien? Ayer Yamanaka dijo que alguien más te gusta y que por eso la dejaste sola, pero cuando yo te pregunté me dijiste que no, porque no querías tener novio por el momento.

—¿Qué? ¿Cuál chico? ¿Ino habló contigo? —preguntó Sakura sin entender lo que realmente ocurría— Desde que terminé con Sasuke, yo no he salido con nadie.

—No, Ino no habló conmigo, yo lo escuché por casualidad, pero Sakura, tienes que decirme, ¿terminaste con Sasuke por ese chico?

—¿Cuál chico? No existe tal chico —negó la pelirrosa—. Debe de haber una confusión. Estos últimos días he estudiado contigo en la biblioteca, es más, hasta Ino se siente desplazada por ti.

—¿En serio, Sakura?

La pelirrosa asintió. —No sé la razón, pero me gusta estar contigo, Sayuri-chan.

Sasuke la observó y no pudo dudar de las palabras de Sakura, pues él mismo se sentía así, por lo que sin más tomó una decisión muy abrupta en ese momento y dispersó el jutsu frente a la pelirrosa.

—Concuerdo contigo, Sakura —dijo una voz completamente diferente pero demasiado conocida.

—Sayuri, tú...

—No existe Sayuri, siempre he sido yo —confesó el chico perteneciente al clan Uchiha.

—¿Cómo pudiste? —preguntó en un hilo de voz que denotaba su enojo— Todo este tiempo fuiste tú, Sasuke Uchiha. ¿Por qué lo hiciste?

—Porque quería saber si te gustaba otro chico —dijo con una actitud muy relajada.

—¿Qué? —cuestionó sin poder creer lo que estaba escuchando— ¿De qué rayos hablas?

—Quería saber si te gustaba otro chico, pero ya no tiene importancia —habló aliviado—. Lo importante es que te gusta estar conmigo y a mí también, así que lo más lógico es...

—¿Regresar? —Sakura terminó la frase del Uchiha. —¡Claro que no!

—¿Y por qué no? —gritó cambiando abruptamente su actitud— Si acabas de decir que te gusta estar con Sayuri, y Sayuri soy yo —soltó frustrado—. ¿Cuál es el problema?

—No puedo creer que me estés preguntando eso —censuró la pelirrosa mientras miraba al cielo suplicando ayuda divina—. El problema Sasuke, solo se puede definir con una simple palabra: engaño, ¿la conoces?, ¿te suena conocida?

—No seas sarcástica, Sakura. Es cierto, posiblemente no debí de hacerlo, pero daté cuenta somos un buen equipo —agregó con afán de arreglarlo todo.

—Pero me engañaste, Sasuke. Todo este tiempo que te hiciste pasar por Sayuri seguramente para burlarte de mí, ¿verdad? Y lo peor del caso es que ni siquiera puedes admitir tu error, por no hablar de una disculpa.

—No, claro que no —juró el Uchiha—. Yo no me burle ni te engañé solo comprobé nuestra conexión.

—Sigues sin admitirlo, solo te excusas —añadió Sakura— ¿Qué hay de tus planes? Recuerdo bien que en nuestra última conversación aclaraste que yo no estaba en ellos.

—Eso era antes —desdeñando las palabras de la pelirrosa.

—¿Antes de qué, Sasuke? —estalló— No hay excusas en todo esto, ¿o sí?

La respuesta del Uchiha nunca llegó. El reconocer sus fallas no le era fácil y mientras meditaba cómo responder a Sakura, el timbre sonó cual concurso anunciando que había perdido el juego.

—Bueno, creo que esta plática se ha terminado, te diría que fue un placer, pero no lo fue.

Sí, una vez más el gran Sasuke no tomó la decisión correcta.

—¡Carajo! —murmuró Sasuke con enojo— ¡Eres insufrible, Sakura Haruno! —gritó al aire al verse solo.

Ya en clase Sasuke tenía fruncido el ceño con un muy mal talante y no dejaba de ver a Sakura, quien literalmente no le prestaba atención en ningún momento.

En tanto, Iruka-sensei indicaba que ya había revisado sus trabajos, por lo que caminaba a cada lugar de sus alumnos para entregarles en propia mano sus trabajos revisados y calificados, además de pronunciar algunas palabras para cada uno de ellos.

—Sasuke Uchiha —clamó su nombre con una voz cantarina—, veo que has decidido estudiar nuevamente. —Toma, muchas felicidades.

El joven shinobi no daba crédito al ver la máxima calificación y dos puntos adicionales por el buen trabajo presentado. —¿Qué es esto? —preguntó sorprendido.

—Los resultados de estudiar, Sasuke. —Fueron las palabras de su maestro, siendo la respuesta más obvia. —Así que te sugiero seguir así.

Iruka dio la clara muestra de lo que era un hecho, el cual constató con sus propios ojos. El estudiar lo había hecho salir del bache, pero había algo más que logró hacer posible su triunfo: Sakura.

La pelirrosa, la chica que en su momento había minimizado lo había ayudado a salir de su bloqueo mental con sus sesiones de estudio, pero ahora, ella no le quería hablar.

Todos sus problemas se habían arreglado. Sakura estaba fuera de su alcance y sus calificaciones habían mejorado. Sasuke estaba seguro que su padre estaría complacido.

«Su día mejoraba cada vez, definitivamente era de lo más genial, ¿no?» pensó sarcásticamente Sasuke...

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Fin del capítulo 4 | 02.04.2022

Este es el penúltimo capítulo. Como siempre, les agradezco por todo el tiempo que me regalan al leer mis historias. Nos seguimos leyendo.