Capítulo 1
Los alumnos se arremolinaban en los listados publicados con las calificaciones de cada uno de los estudiantes de aquella institución ubicada en la aldea de Konoha.
Las reacciones y expresiones de algunos de ellos eran extremistas y en algunos otros exageradas; sobre todo los que su puntuación no era aprobatoria, puesto que sabían lo que sucedería cuando sus padres se enteraran.
Entre ellos, se encontraba Naruto Uzumaki, quien estaba al borde del llanto junto a su amigo Sasuke Uchiha, cuyo nombre fue colocado cuidadosamente dentro de los primeros lugares a diferencia del chico rubio.
Pero esto a Sasuke no le satisfacía en lo más mínimo, ya que no era el primer lugar; nuevamente, Haruno Sakura figuraba en dicho lugar.
—No, otra vez —Sasuke gruñó.
—Sí, otra vez me castigarán —confirmó Naruto con tristeza, evocando la mirada molesta de su madre—. Seguramente será el doble de tiempo que aquella última ocasión. Esto no augura nada bueno.
—¿De qué hablas, Naruto? ¿Ahora de qué te quejas? Lo tuyo no es novedad. Te he dicho en muchas ocasiones que deberías de estudiar con empeño. Te bajarán de rango y te castigarán más severamente.
Naruto gruñó y miró a su amigo. —Eso ya lo sé. ¿Y tú, por qué estás tan enojado? Apareces en los primeros lugares.
—¿Enojado? —Enarcó su ceja. —Obvio que estoy en los primeros lugares —aseguró el Uchiha.
—¿En cuál puesto? Seguramente te volvió a ganar Sakura, ¿o me equivoco? —habló con confianza, sabiendo que por la cara de su amigo esa era la razón de su enfado, lo cual provocó un largo y triste suspiro— Creo que los dos tendremos que estudiar más —anunció el chico rubio.
—No lo creo, tonto. Estoy seguro que sus calificaciones son debido a un golpe de suerte más que otra cosa —agregó Sasuke con cierta arrogancia.
Naruto comenzó a reír. —¿En serio crees eso?
—No seas tonto, Naruto. Tú sabes de qué hablo —condenando su situación—. Ella es de un clan menor, ¿cómo es que podría ganarme?
—¡Vamos! ¿Por qué dices eso? Sabes muy bien que Sakura es muy inteligente y única —explicó con mucha naturalidad—, y ha demostrado ser muy buena estudiante. Es lógico que figure en el primer lugar. Lo que tú has dejado de hacer, solo te has dedicado a entrenar y has dejado de lado tus estudios por creerte el mejor, sin mencionar que tu actitud en las últimas semanas es diferente y grosera hacia ella.
—Cállate —respondió molesto—. Eso no es cierto. Lo que pasa es que Sakura es muy molesta y me quita el tiempo para estudiar.
—¿Qué? Sakura no es molesta y no te quita el tiempo —contradijo a su amigo—. El problema de tu bajo rendimiento es que te has confiado y no has estudiado.
—¡Ja! Eso lo dices porque no es tu novia, tonto —replicó furioso.
—Termina con ella —dijo de una forma muy lógica—, así tendrás tiempo de estudiar y no tendrás ningún pretexto.
—¿Y dejarte el camino libre y a todos los que están tras de ella? Ni loco, torpe —fulminó a su amigo con la mirada. —Sakura seguirá siendo mi novia. No te hagas ilusiones.
—Entonces, ¿cuál es tu plan? —Dejando en el aire una preocupación latente.
—¿Cuál plan? ¿Tenemos planes? —preguntó Sakura con una gran sonrisa al ver a su mejor amigo y a su novio viendo las calificaciones— Por cierto, buenos días, chicos. ¿Cómo están?
—¡Sakura-chan! ¡Por fin llegaste! ¿Ya viste? Nuevamente quedaste en el primer lugar —gritó muy entusiasmado— Otra vez le ganaste a Sasuke.
—¿En serio? —Sorprendida se abrió paso entre los alumnos para comprobar lo que decía su amigo. —¡Es cierto! Te he ganado de nuevo, Sasuke-kun.
—Sí, como sea —habló con su inusual indiferencia.
—¿Solo dirás eso? —le reclamó Naruto a Sasuke—. Deberías de felicitarla.
—Tú no te metas, tonto.
La pelirrosa los observó con nerviosismo y supo que en cualquier momento se pelearían, por lo que de inmediato tomó la mano de su novio. —Él no está enojado, está feliz por mí, ¿verdad, Sasuke-kun? —Por lo que, sin dar tiempo a responder, tomó la mano de Naruto y dijo: —Vámonos al aula, ya está a punto de sonar el timbre —auguró.
—¡No, Sakura-chan! Espera unos minutos más. Ni siquiera ha sonado la campana...
En eso, un sonido fuerte anunciaba el inicio de clases.
—Ya lo escuchaste, tonto. —Esta vez fue Sasuke quien habló. —Anda, camina. No quiero llegar tarde a clase. Recuerda que hoy nos toca biología con Anko-sensei y ella suele ser extremadamente puntual.
Pero cuando Naruto se disponía a seguir a sus amigos, fue detenido por Iruka para indicarle que se dirigiera a la dirección puesto que su mamá lo estaba buscando.
—El perdedor tendrá problemas. No me extraña.
—¿¡Qué!? —pronunció sorprendida— Sasuke-kun, no deberías de ser tan malo con Naruto. Él es tu mejor amigo.
—Y tú mi novia. ¿Por qué no debería? —preguntó malhumorado.
—Ya te lo dije. Naruto es tu amigo —comentó sin temor a ser repetitiva—. ¿Por qué estás tan enojado el día de hoy? Entiendo que sea inicio de semana y que en las calificaciones no fueron las que esperabas, pero son buenas. No le veo el problema.
—Tú no lo entenderías —habló sin disimular su enojo.
—Otra vez con el tema de la perfección del clan Uchiha pues estudia y deja de quejarte; yo podría...
—¿Ayudarme? Por favor...Mejor apresúrate. No quiero llegar tarde a clase —finalizó la conversación frunciendo el ceño.
—Pues sí, ayudarte —aclaró soltando su mano—, pero sino quieres mi ayuda con un solo no, es suficiente. No es necesario ser sarcástico. Te veo en clases. —Dejando al Uchiha en medio del pasillo.
—¡Carajo! Espérame, Sakura —gritó el Uchiha al ver como su novia seguía su camino al aula.
Sasuke estaba muy molesto. Nadie lo entendía. La presión de su clan, en especial de su padre y su hermano para cumplir sus expectativas de perfección, estaban minando su vida y generando un corto circuito en su mente, a tal grado que ahora le era necesario estudiar, cuando antes para figurar en el primer lugar lo lograba sin hacerlo; y para acabarla, ahora tenía que competir con Sakura en el campo académico.
¿Y si dejaba de ser perfecto? Seguramente Sakura no gustaría de él. Todo se estaba yendo en picada.
Su vida sería más fácil si fuera otra persona.
°*°*°*°
—Bueno, chicos, cómo les decía, todos los seres humanos están formados por células, y sin estas... —La profesora Anko fue interrumpida por los toquidos de la puerta. —Adelante.
—Lamento la interrupción, Anko —dijo Iruka, quien iba acompañado de uno de los shinobi del clan Uchiha—. Podrías dejar salir un momento a Sasuke.
—Uchiha, ya escuchaste. Sal de inmediato —ordenó Anko.
De mala gana el chico se levantó y salió del aula. —¿Qué sucede, Iruka-sensei?
—Tu padre, Sasuke —soltó—. Está pidiendo que te presentes ante él y ahora —aclaró el policía militar de Konoha, quien acompañaba a Iruka.
—Estoy en clase. Lo iré a ver en cuanto salga de la escuela.
La respuesta no dejó tan satisfecho al policía de su padre, pero se marchó ante la insistencia de Iruka, al saber que solo pedía verlo para conocer sus calificaciones, detalle que dejó un poco preocupado al hermano menor de Itachi, ya que sabría lo que vendría después.
—Vuelve a clase, Sasuke; y dile a tu sensei otra vez que lamento la interrupción.
Cuando se reincorporó a su clase, tomó asiento, pero sintió la mirada llena de curiosidad tanto de Naruto como de Sakura, puesto querían saber para que lo habían llamado, solo que este no dijo nada, y haciendo un pequeño movimiento con las manos supieron que todo estaba bien.
Pasó el tiempo y sin darse cuenta el horario de clase se había terminado.
—Hoy no podré acompañarte a casa, Sakura.
—No importa —habló indiferente—. Entiendo que tienes que ver a tu papá.
—¿Te veré mañana? —Sasuke sabía que su novia estaba molesta y no la podía culpar.
—No, mañana tengo un compromiso —dijo mientras terminaba de guardar sus cosas.
—¿Con quién?
—No tiene importancia, basta decir que no puedo verte, además, no creo que estés de ánimo para estar conmigo, es más, me he preguntado si realmente quieres verme. Te has estado comportando de una manera muy grosera e indiferente en las últimas semanas, que bueno, eso me hace pensar en muchas cosas.
Sasuke hizo su cabeza hacia atrás, en señal de desesperación. —Por favor, veámonos, así podemos platicar de esto.
La pelirrosa pareció meditarlo un poco antes de aceptar lo que le proponía Sasuke, quien solo asintió y se despidió de su novia, aconsejándole que se marchara de inmediato, ya que en cualquier momento llovería.
°*°*°*°
Como lo había comentado el chico Uchiha; la lluvia comenzó a caer, justo cuando Sasuke se presentó en el Departamento de la Policía Militar de Konoha. —¿Y bien, papá? ¿Para qué me hiciste venir? —preguntó Sasuke en la oficina de su padre; esperando que Fugaku le diera el permiso para sentarse; lo cual realizó señalando la silla que estaba de su lado izquierdo para conversar mejor.
—¿Es necesario que te lo diga, Sasuke? —dijo con voz reprobatoria en su voz—. Hoy he recibido tus calificaciones. Debo decir que estoy impresionado. Tus notas en los conocimientos de un shinobi han sido de excelencia, sin embargo, en las calificaciones académicas no figuraste en el primer lugar por segunda ocasión.
—Solo fue por menos de un punto —recalcó el hijo menor de los Uchiha.
—Sí, fue menos de un punto y 9 lugares —contestó ironizando la situación— Así fuera una décima alguien llegó al primer lugar antes que tú. Recuerda lo que Itachi y yo te hemos dicho sobre la preparación de un shinobi.
—Lo tengo presente, padre.
Fugaku se acercó recordándole lo que su hermano mayor siempre le decía: Un buen shinobi, debía de instruirse en todo aspecto; incluyendo la literatura, las ciencias, historia; no era suficiente con estudiar ninjutsu, genjutsu y taijutsu. Un shinobi debía de tener y cumplir el cuadro completo.
—Entiendo, padre.
—Dudo que entiendas, Sasuke —censuró su actitud—, ya que son dos veces que ocurre lo mismo. Dime una cosa, Sakura, ¿sigue siendo tu novia?
—Sí.
—Necesito que termines con ella.
—¿Qué?
—Te lo dije, Sasuke. Esa niña Haruno es mala influencia para ti —dijo con voz conciliadora.
—Eso no es cierto. Ella es muy inteligente. Ha quedado en primer lugar —habló sin disimular su enojo.
Fugaku tomó los documentos sobre su escritorio. —Sí, lo he visto en los resultados de las calificaciones. Puede ser que tú seas la mala influencia para ella.
—Entonces, lo mejor será que esté a su lado.
—No, necesito que te dediques completamente a tu preparación. Itachi a tu edad ya había hecho grandes cosas. Él no tenía tiempo para noviecitas. Lo primero para él siempre fue su preparación. Deberás de alejarte de ella o nunca destacarás en el clan.
Sasuke gruñó y negó la orden. —No quiero. —Su padre le recordó la conversación que tuvo con Naruto, por lo que se preguntó si él estaría haciendo algo mal, aunque lo descartó de inmediato.
—Está bien, hijo —replicó con una voz que se escuchaba peligrosamente calmada—, tendré que tomar otras medidas y con eso bastará. Tal vez le pida al Hokage que...
—Terminaré con ella —murmuró—. Sakura no será mi novia y mañana se lo diré. No tendrás que mover un dedo —finalizó, sabiendo que su padre podría hacer algo desagradable— Pero, ¿qué pasa si logro superar tus expectativas?
—Las discutiremos en cuanto eso suceda, en tanto, espero tu compromiso, ya que es una orden expresa como tu padre y líder de tu clan: Nada de noviecitas. La única y principal preocupación que debes tener, es tu preparación para convertirte en un shinobi.
Sasuke asintió, sabiendo que lo mejor era acatar la orden de su padre. No temía por lo que le pudiera decir a él, pero sabía de antemano que cumpliría cualquier amenaza hecha contra Sakura.
—¿Y qué hay de Naruto? ¿De él no dices nada?
—¿Debería? —masculló Fugaku.
—Él es uno de los peores alumnos de la clase y nunca has tenido problemas con él.
—Sasuke...—cortó su voz para acercarse a su hijo—. Este problema nunca se había presentado antes, en otras palabras, tu distracción y falta de interés en el estudio se generó a partir de tu noviazgo con Sakura. Puedes retirarte. Te veré en casa. Ah, no lo olvides. Estás castigado.
Bajo ese alegato, Sasuke no pudo decir nada, solo dio media vuelta y se retiró de aquella fría oficina.
Cuando el adolescente abandonó la habitación, una voz sonó a las espaldas del líder del Clan. —No crees que tu actitud fue un poco exagerada. Sakura podría ayudar a mi hermano.
—¿Lo crees? —preguntó sin decir nada— Yo lo dudo mucho, Itachi, lo dudo mucho.
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Fin del capítulo 1 | 20.03.2022
Esta historia será corta, y la cual evoca a una de las épocas que más me gustan, es decir, la época Genin. Pero, ¿les está gustando? Ojalá que sí. Como siempre, les agradezco por todo el tiempo que me regalan al leer mis historias. ¡Muchas Gracias!
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