Capítulo 12. Las Cascadas Celestes

Luego de aquella charla por parte de ambos jóvenes el trayecto en nave se tornó un tanto incómodo para el pelirrojo a causa de su pequeño descubrimiento, el solo saber que al ícono que rescato portaba una muñequera lo desconcertaba, el pitido era lo de menos.

El viaje no era tan corto, unos minutos, cincuenta para ser más exactos, cincuenta minutos para llegar a uno de los sitios más hermosos y misteriosos del mundo, Las Cascadas Celestes, un sitio repleto de colinas y montañas, cuevas, cascadas y pequeños ríos que se formaban de forma naturas. Flores de diferentes especies se apreciaban a la distancia, kilómetros de plantas totalmente sagradas para todos los residentes de aquella zona. Puentes y construcciones situados entre colinas y explanadas, además, se caracterizaba por las divinas cascadas de agua que fluían entre las colinas, cascadas celestes...
Aquel sitio era uno de los más sagrados pues de ahí provenían los guerreros más fuertes en conjunto de un arduo entrenamiento. La sabiduría y la inteligencia era primordial. El respeto sobre todo.

Tan solo llegaron, la caminata fue un tanto tediosa para Blaze pues la infinidad de escaleras y puentes lo mareaban a tal punto de confundirlo. Diversos patios con guerreros en pleno entrenamiento, otros en cambio debían asistir a sus clases diarias.

Blaze- ¿Entrenas aquí?

Portal- Si, desde que era un crio, a mis 7 años me mandaron aquí, actualmente soy un pupilo- Al dar esa última palabra sonrió de forma sincera, se sentía orgulloso de sí mismo.

Luego de una infinidad de escaleras, su destino se hizo presente... Un dojo con un tono oriental muy delicado, repisas con gran cantidad de libros, una mesa con vasos de madera muy delicados junto a una tetera. Una ventana que daba a uno de los campos de entrenamiento y por el centro de aquel cuarto un gran almohadón alargado. Plantas en finas macetas y pequeñas cajas cerca de ellas.

Portal- ¿Hola?- Al preguntar, entre aquellos estantes apareció aquel curandero.

???- Los cerezos caen cuando vienes Portal- Ante eso realizo una reverencia.

Portal- Jeje, fui delatado- Rio nerviosamente, al parecer la misma naturaleza captaba la llegada del pelirrojo- Su nombre es Caleb, nuestro curandero.

Caleb- Es un placer volver a verte Portal ¿A quién traes?- Su voz se oía muy serena, al parecer era de un carácter pacífico y amable. Muy respetuoso.

Portal- Necesita de tu ayuda, esta mal herido... - Rápidamente se acercó hacia el menor para luego colocar su mano en su frente, parecía un contacto tibio, no era ni tan frío ni tan caliente.

Automáticamente lo tomo en sus brazos, sin embargo, no pudo evitar el largar un quejido de dolor, no obstante se disculpó amablemente. Lo llevo hacia aquella cama con apariencia de almohadón para así recostarlo en la misma. Automáticamente, al sentir ese suave contacto, quedo fascinado por la suavidad que le otorgaba.

Caleb- ¿Qué le sucedió?

Portal- Por lo que yo sé, se cayó hacia un profundo agujero en la pradera de ahí en adelante no estoy tan informado- Contesto algo preocupado.

Caleb- Ya veo...- Ante eso se arrodillo a un costado del menor para poder saber sobre aquel incidente, con una linda mirada le dedico una sonrisa para así evitar que se alterara- ¿Podrías contarme que te sucedió?- No estaba tan seguro si en verdad debía de contarle o no, aunque si le decía todo lo sucedido podría ayudarlo.

Blaze- Me atacaron... Un sujeto extraño me ataco... - Ambos abrieron sus ojos atónitos- Al principio parecía alguien de fiar... luego me ataco... intento adueñarse de mi cuerpo y mente... y luego intento matarme...

Caleb tomo en sus manos un frasco y un vaso, volcó parte del frasco en el vaso para luego colocarlo cerca de una fuente de calor, al parecer era una especie de té.

Caleb- Tranquilo, no dudo para nada de lo que le dices es verdad, se oye muy cruel y despiadado, pero aquí estás a salvo y no dudaré en ayudarte pequeño. Por lo que puedo diagnosticar, cuentas con unos cuantos hematomas y cortes, nada que no pueda tratar. Momentáneamente, quiero que cierres los ojos un rato y te relajes, escucharas atento a mis indicaciones y todo volverá a la normalidad- Asintió levemente para luego cerrar sus ojos y relajar el cuerpo, evitando el hecho de caer dormido.

En el momento en el que en que el menor cerro sus ojos, Portal cambio su semblante a uno mucho más preocupado de lo normal. Tomó asiento en uno de los almohadones para distraer sus pensamientos sin embargo el pelibicolor capto sus emociones sin ningún drama.

Caleb- Veo que alguien anda pesimista- Se acercó a la posición del pelirrojo para así ofrecerle un té y así relajar su mente- ¿Pasa algo con Bio?

Portal- ¿Qué? Nada... No es nada... Solamente es que... Casi cometo el mismo error... - Tomo el té en sus manos para así beber un sorbo un tanto nervioso.

Caleb- Explícate.

Portal- Es Blaze... Creo que conoce a... - Elevo su mirada aún más nervioso de lo normal, no deseaba dar aquel nombre.

Caleb- ¿Cubo?- Completo la oración del pelirrojo- Te estas amargando a ti mismo, no puedes seguir pensando en lo que él te ha hecho en un pasado- Tomo una hoja que se hallaba en el ramo de unas flores para luego ponerla en frente del rostro de Portal- Esta hoja representa a Cubo y a ti- Ante eso la rompio en dos para luego soltar el primer pedazo- Este es Cubo, quien se fue por su parte- Luego suelta el segundo trozo- Y este eres tú, quien se va por su otra parte.

Portal- No es solo eso, cuando vi la muñequera del niño me hizo pensar una cosa... Él es el único capaz de hacerlas... ¿Qué pasara si abre la boca y le dice de mí?

Caleb- ¿No que ya lo superaste?

Portal- ¡Lo supere! Y soy muy feliz con Bio pero no iba a saber que se cruzaría otra ves en mi vida...

Caleb- Yo no creo que estés tan alterado por él, ¿Tiene que ver con tu error?

Portal- Si... Considere dejar a Blaze a mitad de la nada... Como hice con... Ya sabes... - Dejo caer una pequeña lagrima por su mejilla la cual fue borrada por el dedo índice del curandero.

Caleb- Esto...- Mostro la pequeña gotita en la punta de su dedo- Muestra que estas débil... Y no lo eres...

Portal- Gracias... - Suspiro para continuar tomando aquel té para así relajar sus pensamientos de una buena vez y así dejar al peliblanco continuar con su trabajo.

Tomo aquel vaso el cual se recalentó al encontrarse cerca de aquella fuente de calor, su contenido se encontraba tibio para así evitar que el paladar del menor se quemase al beber aquel líquido.

Se acercó lentamente hacia la cama en la cual se hallaba Blaze, no dormido, se posiciono de tal manera para así no sintiera ninguna incomodidad al momento de realizar su trabajo. Arrodillado coloco el vaso a un costado suya para así acabar con todas las molestias del peliblanco.

Caleb- Blaze... Escucha con atención, te daré algo para que tomes... No preguntes que es, solo tómalo relajado- Acerco el vaso hacia los pequeños labios del menor indicándole que los abra para así beber el contenido del vaso.

Lentamente fue bebiendo aquel liquido el cual no le causo ningún disgusto en su paladar, es más pareció agradarle el sabor del mismo.

Dejo el vaso a un costado para luego proseguir. La parte que venía era la más sencilla en su trabajo, la cual era curarlo definitivamente.

Nublo su mente para así concentrarse, respiro y exhalo lentamente.

Junto ambas manos para así concentrar sus poderes, los cuales eran obvios. Colocó ambas manos mirando hacia abajo de forma que sus palmas miraran hacia el cuerpo del menor. De las mismas comenzaron a brotar unos rayos de luz los cuales indicaban que podría proseguir. Comenzó a mover sus manos desde la cabeza del menor hacia sus pies para así todas sus dolencias se convirtieran en algo inexistente.

A punto de concluir, coloco sus palmas en el pecho del pelinegro para así esos rayos de luz desaparecieran en su interior.

Lentamente retiro sus manos del pecho del menor dejando a entender que su labor concluyo por completo. Volvió a reincorporarse, sin antes dar un breve aviso al pelinegro el cual tomo como pretexto para así realizar un pequeño labor, ya que como Portal se encontraba algo distraído era un ahora un nunca.

Caleb- Aguarda unos minutos...- Se acercó hacia una mesa en la cual se encontraban varios cuadernos especiales repletos de apuntes acerca de su trabajo. Arranco la última hoja del mismo para así escribir una carta hacia cierto destinario, sin embargo no la mandaría de manera anónima ya que el un futuro debería de charlar a solas con él receptor.

Coloco el sello de las cascadas para luego firmarla con su propio nombre. Doblo aquella carta de tal manera que entrara en un sobre de no gran tamaño. Luego de eso se acercó a la posición del pequeño para así de manera sigilosa y cautelosa, inserto aquel sobre en el bolsillo del jean de tal manera que disimulara un poco.

Caleb- Ya puedes abrir los ojos- En el momento en que el menor abrió sus ojos todos sus dolores, heridas y cortes ya no surtían aquel agonico efecto en su cuerpo.

Blaze- Yo, no siento nada ¡Genial!- Automáticamente reincorporo su cuerpo para así brindarle un tierno abrazo a su sanador- ¡Muchas gracias!- Por el otro lado Portal observó aquella acción con una pequeña sonrisa que expresaba ternura.

Ante tal acción Caleb solamente sonrió levemente para luego corresponder suavemente al abrazo. No fue suficiente tiempo para así aquel contacto se rompiera, pues Blaze agradecía su ayuda con una ligera pero a la vez tierna sonrisa.

Blaze- Gracias... - Ante eso se acercó hacia la posición del pelirrojo que se hallaba un tanto conmovido.

Portal- Eh yo... Sera mejor que te lleve a la Capital... - Al dar aquellas palabras observo de re ojo a Caleb quien no realizaba nada más que mandarle una mirada fija y penetrante para luego dirigir su dedo índice hacia la zona inferior de su ojo.

Caleb- Ojito nene... - Susurro levemente para así no fuese oído por nadie.

Tanto Blaze como Portal se retiraron de aquel sitio sin objetar palabra alguna que describiera sus emociones o sentimientos, sus rostros hablaban por sí mismos, el menor expresaba toda su felicidad y gratitud mientras que el mayor no hacía nada más que expresar inseguridad y frustración.

Mientras tanto dentro de aquel Dojo el peliblanco intentaba reincorporarse en su típica rutina, solamente que en ese momento optó por refrescarse observando por la ventana a aquellos guerreros que practicaban y mejoraban sus habilidades. Sin embargo, su cuerpo se veía atormentado por la preocupación, ya que al recordar la charla que tuvo con aquel guerrero pelirrojo, inquietaba sus pensamientos.

Caleb- Lo que les espera... - Inseguro y preocupado suspiro pesadamente para luego mirar detenidamente una pequeña planta que se hallaba sembrada en una delicada maseta.

Al observarla detenidamente esta comenzó a debilitarse para así caer rendida hacia abajo...

Continuará.