Capítulo 9: Confusión
Alejandro tiene el corazón bastante acelerado.
Incluso a empezado a marearse.
El guardia revisa sus bolsos, sus brazos y todo el cuerpo.
El guardia está a punto de terminar hasta que siente una textura extraña cuando roza sus manos.
—Tus manos. —Dice el guardia para que el chico las muestre.
—Yo... Este...
—Vamos.
Pero Alejandro no obedece.
El guardia entonces las toma y las checa.
Alejandro se sorprende cuando ve que no hay nada.
El guardia por fin lo deja en paz.
—Estos chicos de aquí no tienen nada, hay que revisar a los demás.
Fany voltea a ver Alejandro sorprendida e incluso le levanta los brazos.
Alejandro alza los hombros pues no sabe lo que sucedió.
Los dos buscan el artefacto en el piso mientras que Fany se acerca a el y le susurra.
—¿Sabes que?, Seguramente en lo que corrimos se callo, aunque no lo escuche.
Alejandro también habla en susurros. —Estoy seguro de que aún lo tenía cuando el guardia estaba revisandome, pero mejor ya vámonos antes de que nos veamos aún más sospechosos.
Los dos comienzan a caminar a una dirección cualquiera.
Fany decide sacar su celular para comunicarse con Jessi pues sospecha que todos ellos están en el mismo lugar.
Afortunadamente, le contesta rápido.
—¿Bueno?.
—Jessi. ¿Dónde están?.
—Estamos aquí en... Jesús ¿Como se llama?... El caracol, estamos en el caracol, ¿Y ustedes?.
—Salimos de la exposición. ¿Por donde está eso que dices?.
—A pues... ¿Jesús, por dónde?... A ver te paso a Jesús...
Fany espera.
—¿Bueno?.
—Jesus, ¿Por donde está el caracol?
—A pues mira, Ves que estaba la entrada, no te vayas por ahí por qué te vas a salir, vete del otro lado, sigue el caminito y en las primeras desviación, se van a la derecha y ahí llegan.
—Entonces vamos para allá.
—Si, aqui los esperamos.
Fany cuelga un poco irritada por las obviedades de su amigo.
Voltea a ver a Alejandro que esta observando todo a su alrededor.
—Ale, ya me dijeron por donde, ven.
Alejandro la sigue y por primera vez en mucho tiempo, una conversación no fluye entre ellos.
Fany es la que está más controlada, pero el chico se ve aún muy confundido.
—¿Qué se siente pensar que vas a ir a la cárcel?. —Trata de animarlo con su pregunta.
—Nada bonito. —Rie un poco. —Pero ¿Sabes? Creo que es lo más raro que me a pasado en la vida?.
—¿Lo del imancito?.
—Si. —Alejandro tiene una clara desorientación. —Es que, te lo juro que yo creí que aún lo tenía, pero en el piso no había nada.
—Pues mira. —Fany intenta observar la desviación que le menciono su amigo. —Lo pasado, pasado, ciertamente no sabemos que fue lo que pasó, pero ni vas a ir a la cárcel, ni tampoco tienes la cosa esa, así que quita esa cara y disfruta tu viaje, que estoy seguro que lo deseabas más que todos los del autobús.
Alejandro observa a la chica. —Tienes... Tienes razón. ¿Están en el caracol los demás no?.
—Si. —Confirma la chica. —Jesus me dijo...
—Es por aquí. —Alejandro la interrumpió y ahora el que adelantó el paso, fue el.
Cuando se encontraron con el resto de sus amigos, la tensión y la confusión se disiparon totalmente.
—Se tardaron un poco. —Menciona Dyllan
—Pues es que por culpa de este menso, casi nos meten a la cárcel. —Delata Fany.
—Ora ya. —Rie Alejandro. —No es cierto, solo fue una confusión de los pinches guardias.
—Ya no te vamos a sacar Alejandro. —Dice Luis Ángel en broma. —Eres muy tenton.
—¿Aunque pague no?. —Las risas de Alejandro alivianan su tensión aún más.
—Si, aunque pagues, sirve de que con eso nos compramos unos taquitos.
—Ya cállate Benita. —Alejandro hace referencia al apellido de Luis.
—No me digas así.
El resto del recorrido fue grandioso.
Alejandro cada vez que tenía oportunidad, les mencionaba algún dato o echo historico de los mayas y sus templos.
El recorrido termino oficialmente a las 9:30.
Esta vez, Jesús y los demás ya no tuvieron que pedir un taxi, se fueron en el camión de la excursión como debía haber sido desde un principio.
Jesús es el último en subir de todos y su tutor lo detiene.
—Tus amigos causaron disturbios en una exposición.
—¿Y?. —Jesus trata de no sonar grosero.
—No puedo bajarle puntos a ellos por qué no pertenecen a la escuela, pero de alguna forma tu eres responsable así que te los bajaré a ti.
Dyllan alcanza a escuchar y estalla en carcajadas.
—Pero yo que...
—Mi punto fue claro, entra y estate atento por qué a partir de aquí, todo desorden se verá repercutido en tu calificación.
Jesús tiene unas ganas enormes de asesinar a todo el mundo, pero no puede.
Al subirse, Jesús de alguna forma les avisa y los regaña.
Todos se ríen pero a Fany y Alejandro los invade un sentimiento de culpa.
Cuando llegan al hotel y todos se dirigen a sus respectivos cuartos, Alejandro que esta descansado en la misma habitación que Luis, Jesús y Dyllan, checa por un momento su Twitter.
Entre los momentos más destacados, le llama la atención el titular. "Desaparece objeto histórico encontrado en Chichen Itzá".
Al presionarlo, se le muestran todos los detalles.
"El día de hoy, un objeto raro que había sido descubierto recientemente fue reportado como desaparecido tras un día completo de exposición".
—No lo encontraron... —Piensa en su mente Alejandro y sigue leyendo.
"En consecuencia de esto y para la búsqueda del mismo, se pospondrán temporalmente los recorridos nocturnos que habían sido recientemente inaugurados.
—No mames. —Alejandro incluso ríe.
—¿Qué?. —Pregunta curioso Dyllan.
—Cancelaros los recorridos nocturnos.
—¿Neta?.
—Eso significa que llegamos justo a tiempo. —Jesus interrumpe pues también escuchó lo que dijo.
—Pues ya está, tenemos una maldición y hacemos que cierren los lugares. —Luis no le pone tanta importancia.
—No creo, por qué de ser así, hubieran cerrado la escuela. —Dice Dyllan.
Ellos comenzaron a bromear sobre el tema, pero el único que no estaba en sintonía, era Alejandro.
Y con toda razón.
¿Como sentirse sabiendo que todo esté embrollo era básicamente por su culpa?.
O mejor dicho...
El extraño objeto.
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