—¿Entonces... Ya estamos fuera de peligro?. —Pregunta Dyllan después de la explicación de Alejandro, Fany, Jesus y Jessica.

—Totalmente. —Fany confirma.

—¿Y por cierto?... —Alejandro quiere cuestionar. —¿Cómo es que ustedes recuperaron su energía?, Pensé que teníamos que devolverla personalmente con el anillo de Lu... —El chico piensa por un momento. —Cierto... ¿Dónde está el anillo de Lumeff?. —Frunce el celo.

—Justo aquí.

Alejandro voltea asustado y los demás chicos también.

—Musdux...

El libro se mantenía levitando y sosteniendo el anillo de Lumeff.

—Alejandro. —Menciona su nombre. —Ya te había dicho que debías dominar tu reacción de espanto.

—Si... Si... Lo siento.

—Respondiendo a tu anterior pregunta. —El musdux deshace el anillo de Lumeff. —El portador ya no existe más, por lo que la energía y poder absorbidos simplemente regresan a sus dueños originales.

—Entiendo. —Alejandro se queda pensando en algunas cosas que aún no entendía y recuerda una de ellas. —¿Y como fue posible que mi energía y poder regresaron y la de ellos no. —Señala el chico.

—¿Recuerdas que utilice una intia en ti antes de que te fueras?

Alejandro asiente. —Lo del 50% ¿No?.

—Exactamente, esa intia reducía la efectividad de tus intias al 50%, pero también reducía cualquier intia que te aplicarán a ti al 50%. Cómo el anillo de Lumeff resume una gran intia complicada y no podía regresarte solo el 50% de tu poder, la intia quedaba cancelada y te regresaba absolutamente toda tu energía y tu poder.

Alejandro está sorprendido —¿Entonces sabías lo que iba a pasar?.

—Solo sabía que era una posibilidad.

Alejandro sonríe. —Es bueno tenerte de vuelta musdux.

—Es bueno tenerlos de vuelta. —El musdux les habla a todos. —Le hicieron honor a su título y aunque todavía no son defensores oficiales o no han llegado al nivel Pentium, debo admitir que cada uno peleó con valor y poniendo su vida en segundo plano para salvar la de los demás.

El libro le quita el uniforme a Alejandro dejándolo con su ropa que antes traía puesta.

—La verdad es que incluso ya podría nombrarlos, pero aún tienen algunos niveles por completar.

Los chicos asienten.

—No me cabe ninguna duda de que el universo eligió unos excelentes defensores. Estoy muy orgulloso de ustedes.

Los chicos se sientes felices por escuchar esas palabras.

—Hora de regresar a casa. —Concluye el musdux.

—¡Esperen!. —Alfredo habla y ve a todos.

—¿Que sucede?. —Pregunta Fany extrañada.

—¿No se les hace raro que esté sueño ya haya durado bastante?

Los chicos se quedan observando entre ellos.

—Sobre eso... —Luis ríe un poco.

—Alfredo. —Alejandro lo llama. —Tenemos que hablar.

_________

Los chicos terminaron explicando a Alfredo lo que era el musdux y que todo lo que vivían era real.

Alfredo en un principio le costó trabajo creer todo lo que le dijeron, justo como a los demás, pero termino aceptandolo.

Los chicos preguntaron al musdux si el podía ser parte del equipo y el libro no se negó en ningún momento, así que a pesar de que Fany seguía sin estar del todo de acuerdo, lo acepto.

Programaron nuevamente el sábado como día de entrenamiento.

Los libros que había duplicado Teyaka, desaparecieron sin dejar rastro.

Al haber pasado las dentias, los niveles serían más fáciles de completar.

El musdux advirtió que aún así no debían confiarse y poco a poco, los chicos comenzaron a pasar nivel por nivel.

Sin ninguna prisa, aprendiendo las intias que debían aprender.

—Musdux. —Pregunta Alejandro en un día donde le toco conservar el libro.

—¿Que sucede?.

—¿Algún día podré invocar mi arma?.

El musdux guarda silencio por un momento.

—Tal vez no puedo darte una respuesta certera pero lo que si puedo decirte es que no debes perder la paciencia.

Alejandro asiente, aunque como siempre, tiene una pregunta que hacer.

—Estuve pensando... ¿Si desaparecieron las cosas que hizo Teyaka, por qué su Macahuitl no lo hizo?.

—Por que la heredó, paso a ser parte de Angel.

A Alejandro le encantaba aprender cosas como esas.

—¿Y estamos totalmente seguros de que no hay rastro de Teyaka ni aquí, ni dentro de ti cierto?

—Cierto. —El musdux confirma. —Necalli se desintegró para ser parte nuevamente del universo.

—Eso es un gran alivio. —Expresa el chico.

—Supongo que falle con el, espero no hacerlo con ustedes.

Alejandro no sabía que responder ante eso y no por desconfiar, de echo, aún se le hacía increíble la historia que había contado sobre Teyaka.

Probablemente todo residía en qué no sabía cómo animar a una inteligencia artificial.

Después de aquella plática, Alejandro cerro el libro pues creía que ya había estudiado lo suficiente no sin antes despedirse.

El sábado llegó.

Día de entrenamiento.

—¿Están listo predefensores?. —Dice el musdux levitando y enseñando la hoja de los niveles.

—Mas que nunca. —Dice Alejandro y voltea a ver a sus amigos.

—Estaría mintiendo si digo que no. —Fany roda la ojos.

—A conquistar otro nivel. —Jesus alza su puño.

—Sabes que siempre lo estoy. —Dice Dyllan.

—¿Yo? incluso más que todos. —Jessica finge un tono de superioridad.

—Orale, nos estamos tardando. —Luis Angel se escucha emocionado.

—Hora de demostrar lo aprendido. —Alfredo aplaude y suspira.

—Ya me hace falta sacarle filo a mi lanza. —Angela alza sus cejas

—Puto el que no. —Amenaza Magali.

Los chicos ríen.

—Muy bien, es hora de entrar al nivel...

—Defensores...

—¡A la carga!.

Fin.