Teyaka después de absorber la energía de Alejandro, cierra su puño para adquirir su fuerza y este inmediatamente se hace más grande y más fuerte.

Lo siente.

—El muchacho era fuerte. —Dice con una sonrisa al saber que su plan había comenzado.

Fany corre hacia Alejandro, lo voltea por qué estaba boca abajo y lo observa. —¿Alejandro ya está bien?. —Pregunta. —¿Ya fue librado de toda oscuridad?.

—Por supuesto. —Ahora apunta con el anillo a la chica. —Toda maldad a sido librada.

El anillo proyecta la luz hacia Fany, pero Magali al no quitarle la mirada a Teyaka, vio sus intenciones desde el principio y ya había corrido para poder librarla del camino, solo que un mal cálculo de movimientos hizo que la luz abrazara Magali quitándole su poder y su energía para después dejarla totalmente inconsciente.

—¡Pero que!. —Fany reacciona completamente confundida.

Teyaka aprovecha la situación de confusión para absorber está vez la energía de Magali haciéndose un poco más grande y más fuerte.

Todos se acercan a la chica. —¿¡Que fue eso!?. —Pregunta Jesus con una mezcla de confusión e irá.

Teyaka sonríe, aunque no por mucho tiempo pues siente como parte de la energía que ya había absorbido desaparece  devolviéndolo a su tamaño normal y sintiéndose menos poderoso.

Frunce el ceño.

Mientras que Teyaka se pregunta por lo que está pasando, Alejandro poco a poco recupera la conciencia y observa como todos están alrededor de Magali preguntando por lo que a pasado.

El chico está un poco aturdido y observa como Angela también es víctima de Teyaka controlando el anillo de Lumeff.

Alejandro abre exageradamente sus ojos para intentar recuperar en su totalidad sus sentidos.

Cuando Angela cae inconciente, Alejandro puede observar que Teyaka apunta nuevamente a alguien de entre todos sus amigos.

No sabe a quien exactamente, pero lo sabe.

Cuando la luz sale disparada, un escudo se interpone entre la luz y los chicos.

Todos observan a su alrededor y se dan cuenta que Alejandro se a levantado y observa muy enojado a Teyaka que está más que sorprendido, pues además de que se supone que había absorbido toda su energía y por ende no debería estar en pie, ahora no solo podía invocar un escudo sin la intia, si no también podía invocarlo lejos de el.

—¿Y como...

Alejandro que mantiene su brazo levantado, lo mueve hacia Teyaka lanzandolo hacia el.

Rápidamente reacciona y esquiva el escudo, se eleva junto a Luis Angel y con su brazo lanza a los chicos incluyendo a Alejandro lejos de el.

—¡Luis!. —Grita Dyllan al ver lo sucedido.

—Teyaka. —Luis Angel observa como se va alejando del suelo. —¿Que está pasando?.

La forma física que antes emanaba un color azul para ahora emanar uno rojo, lo lleva hasta donde las nubes se mantienen.

—Hace algún tiempo, me prepare para ser gobernante del mundo. —Comienza a relatar. —Los humanos necesitar un líder global, un mediador que les diga lo que está bien y lo que está mal, solo así podré unir a la raza humana. —Confiesa. —Pero ¿Por qué en lugar de gobernarlo solo, no te unes a mi y te conviertes en mi mano derecha?.

—¿Un gobernante mundial? —Pregunta Luis Angel desorientado.

—Efectivamente, el que unificara a la raza humana.

—Pero ¿Por qué yo?, ¿Y por qué reaccionaste así con Magali y Angela?. —Angel baja la mirada y observa desde arriba el gran bosque donde se encuentran.

Afortunadamente, el no le teme a las alturas.

—Por que te pareces demasiado al hijo que me arrebataron cuando fui secuestrado por esos malditos del pueblo Xcaret.

Luis Angel se sorprende ante tales palabras.

—Y reaccione así con ellas por qué necesito poder y ser fuerte para lograr mi cometido. —Voltea a ver a Luis Angel. —Nuestro cometido.

Luis Angel niega inmediatamente. —Pero si dices que me parezco a tu hijo, eso significa que tú no eres el musdux.

Teyaka cruza los brazos. —Pensé que eso ya había quedado claro.

Luis Angel vuelve a negar. —Alejandro tenía razón... Yo... Yo sirvo al musdux, no a ti.

Teyaka frunce el ceño. —Te herede mi arma, Te nombre líder, te di el musdux y tú respuesta ¿Es no?.

Luis Angel no sabe cómo defenderse de eso. —Yo... Lo siento... No puedo.

Teyaka sonríe. —La verdad me lo esperaba. —Se acerca al chico y lo apunta con el anillo. —Lastima que tu lealtad no te servirá de nada. —El anillo entonces envuelve a Luis Angel en luz para absorber su poder y energía vital.

Hasta que no queda nada.

El chico cae por los cielos mientras Teyaka desciende lentamente.

Algunos discutían sobre lo que había pasado, otros cuidaban a Angela y Magali que apenas podían sentir sus pulsos y respiraciones.

Dyllan seguía observando el cielo. —Luis Angel está callendo. —Menciona.

Pero Alejandro está muy ocupado gritándoles a todos que lo que hicieron fue una estupidez.

—¡Luis Angel está callendo!. —Dyllan grita para que puedan escucharlo.

Solo así reaccionan.

—¿Dónde está?. —Pregunta Alejandro.

El rizado apunta rápidamente.

Los demás intentan identificarlo, Alejandro es el primero.

—¿Y Teyaka?  —Alejandro frunce el ceño.

—¡Wey que importa Teyaka!. —Regaña Dyllan. —¿¡Que vamos a hacer!?.

—¡Podrías utilizar tu escudo Alejandro!. —Alfredo sugiere mientras empieza a desesperarse.

—No. —Alejandro responde sin perderlo de vista. —No se desde donde empezó a caer, creo que si le pongo un escudo sería igual que si lo dejáramos caer al suelo.

—Creo que no. —Jesus piensa

—No por qué a mayor distancia, mayor aceleración... —Dice Jessica

—Okey no estamos para cálculos físicos. —Alejandro prepara su mano para hacer una intia e invoca atracción.

La intia sigue la dirección de Luis y lo cubre deteniendo su caída, pero cuando lo hace, Alejandro baja su mano por el peso del chico.

Hasta el momento no lo había probado con objetos tan pesados.

La mano de Alejandro tiembla.

Siente que en cualquier momento, perderá la fuerza y Luis Angel volverá a caer.

Alejandro resiste.

Trata de no perder la concentración.

Quiere estirar la palma de su mano para comenzar a atraer a Luis, pero es demasiado peso para lo que a prácticado y no puede dejarlo caer por qué para la altura aún es peligroso.

—¿Que hago?. —Se pregunta Alejandro comenzando a entrar en pánico.