Alejandro había confirmado algo que una vez que surgió, sabía que era verdad.

Alejandro también confirmo que de ser verdad, estarían en peligro.

Pero no imagino en que tanto.

Se encontraba en la azotea de su casa.

Alejandro trataba de ubicar la constelación de Orión pues había aprendido a calcular la hora de acuerdo a su posición.

—5:15... —Dice en su mente.

Los segundos seguían transcurriendo.

El chico seguía sin poder decidirse.

—Alejandro. —Habla el musdux. —Se el héroe que quisiste ser desde el principio.

Esas palabras son demasiado importantes para el chico.

Por qué ahora que las había escuchado, podía recordar esa emoción y adrenalina de las primeras veces que tuvo la conexión con el musdux y de cuando hicieron sus primeras misiones.

Recordó esa sonrisa de cada noche al siempre decir las mismas palabras antes de dormir.

—Puedo ser un héroe.

Gracias a eso, Alejandro pudo clarificar su camino.

—No dudaré de mis capacidades. —Se dice a si mismo. —¿Y si falló?. —Comienza a pensar sobre las cosas malas que podrían pasar, luego niega. —Bueno, al menos lo intentare. —El chico piensa incluso en sus amigos; junto a ellos, pase lo que pase, todo será mejor

Ahora se siente más listo. —Lo haré. —Le dice al musdux. —¿Pero como lo detengo?.

—Si aún no han conseguido la dentia, solo tómala y destruyela. —Responde el libro. —Pero si ya la consiguió, es un echo que invocara el anillo de Lumeff y ni tu ni nadie podrá detener eso. —Explica. —Pero sí puedes quitarle el anillo, utilizalo para el fin con el que fue creado. —El musdux se abre para mostrarle a Alejandro una página en concreto que mostraba intias. —Absorbe el poder de Teyaka para privarlo de su uso y así tu victoria estará garantizada.

Alejandro se acerca para observar todas las intias.

—¿Son las intias necesarias para derrotar a Teyaka?. —Pregunta Alejandro esperanzado.

—No, pero uno de ellas te ayudara, utiliza la que dice Reprani.

—Muy bien. —Alejandro cierra los ojos para concentrarse y levanta su mano para comenzar a hacer la intia.

—No. —Detiene el musdux.

Alejandro abre los ojos y levanta sus brazos.

—Esta intia es un poco diferente, tienes que formarla desde tu pecho. —Explica el libro.

Alejandro se hace una idea de lo que quiere decir el musdux. —Muy bien. —Responde inseguro.

Comienza hacer un semicírculo desde la parte izquierda de su pecho y finaliza en la parte derecha.

Cuando aleja su brazo, una vestimenta comienza a formarse a partir de la intia.

Alejandro queda maravillado y una gran sonrisa se forma en su rostro cuando se forma una pequeña capa en su espalda.

La vestimenta es de un metal ligero gris y reflejante que no se encuentra en la tierra, en su pecho hay combinaciones con azul incluyendo el semicírculo que se quedó formado en su pecho a partir de la intia.

—Es la armadura oficial de los defensores Pentium. —Habla el musdux mientras Alejandro no para de admirarla. —Tu no eres un Pentium oficial pero por la situación, lo amerita. —Informa. —Esto te puede proteger de grandes golpes ya sea por intias de bajo o alto poder, también puede agilizarte en tus movimientos de rápida reacción y además contiene un escudo de emergencia por si estás distraído, solo que no es muy efectivo con intias de alto poder.

El chico está boquiabierto.

Ve al musdux y suspira. —Gracias.

—Escaneé la ubicación de tus amigos, seguramente Necalli está con ellos así que ten mucho cuidado, te teletransportare hacia ellos. —Avisa el libro. —Recuerda, si no han conseguido la dentia, solo es cuestión de que la destruyas, en caso de que ya tengo el anillo de Lumeff, solo quitaselo y utilizalo, no dejes que esclavice a todo el mundo.

Dos círculos aparecen frente a Alejandro, uno está en el piso y el otro está arriba de el.

Los círculos se acercan a el, pero el chico levanta su brazo. —¡Espera!, Ven conmigo.

—No puedo. —Responde inmediatamente el musdux.

—¿Por qué?, Te necesito, si no, estoy seguro de que los demás no me creerán y...

—Alejandro. —Interrumpe el libro. —Son tus amigos, ellos te creerán, y si no... Confía en mi, ellos de todos modos te creerán.

—¿Pero por qué no puedes acompañarme?. —Pregunta triste el chico.

—Es peligroso que esté ahí, puede absorber mi energía y utilizarlo para su voluntad. —El musdux esta a punto de teletransportar a Alejandro pero recuerda algo. —Una última cosa.

Del libro, sale una intia que se adhiere a Alejandro.

—Ten cuidado, rebaje el poder de tus intias al 50%.

—¿¡Que!?. —Alejandro se preocupa. —¿¡Por qué!?.

—Solo durará media hora, pronto sabrás por qué.

—No, espera. —Alejandro avanza pero el círculo que tenía debajo, sube rápidamente y es teletransportado.

________

—¿Entonces?... —Pregunta Fany. —¿Es posible rescatar a Alejandro de la oscuridad con eso?.

—Totalmente —Asegura Teyaka.

—¿Necesitarás el musdux?. —Pregunta Luis Angel recordando que el tiene un libro.

—No. —Responde inmediatamente.

—Pero si Luis Angel tiene el libro, ¿Entonces que tiene Alejandro?. —Pregunta Jesus confundido.

Angela también quiere hablar, pero Teyaka le alza el brazo y la mira indicándole que no lo haga.

—Alejandro tiene una copia del musdux, así como Luis Angel y Magali. —Revela Teyaka. —Todo esto para que más tuvieran la oportunidad de aprender intias, en lugar de solo uno.

Jesus asiente.

—Pero bueno, ahora que reunieron las 7 dentias para celebrar su gran paso y acercamiento a defensores Pentium, ¿Por qué no invocamos el anillo de Lumeff y así extingimos toda la maldad de este planeta?.

Los chicos lo piensan por un momento. —¿Quienes seríamos si dijeramos que no?. —Pregunta Luis Angel a sus amigos.

—Es increíble como todo puede acabarse con un artefacto. —Habla fany. —Sigo sin poder creerlo, pero antes había muchas cosas que no creía posibles y se volvieron realidad. —Se sincera la chica. —Dejare que nuevamente los poderes que no a mostrado el musdux me sorprendan. —Sonrie. —Y también para traer a Alejandro devuelta. —Dice aceptando la decisión.

Teyaka cierra los ojos y sonríe. —Entonces, llegó la hora de invocar el anillo de Lumeff.