Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 61: Luchas

—Recuerden está vez no hacer tanto ruido para que no tengamos tanto problema. —Menciona Fany al pie de la pirámide.

Luis angel había aumentado sus habilidades con el escudo pues ahora no le costaba tanto trabajo agrandar su escudo de forma que todos pudieran subir cómodos y no como la otra vez que estaban apretujados para no ser vistos.

—Entonces... Allá vamos. —Luis Angel comenzó a subir las escaleras de la pirámide mientras que los demás lo iban siguiendo.

Todos iban en total silencio hasta que llegaron a la mitad de camino y Alfredo tuvo que parar. —Esperen... —Pidió susurrando.

Los demás también estaban agotados pero no tanto como su amigo.

—Alfredo, ahorita descansas, ya vamos a llegar a la cima. —Le dice Dyllan también en susurro.

—Cinco, cinco. —Alfredo se recarga en sus rodillas.

Todos ríen menos Fany que solo niega molesta.

—En lo que ese wey descansa. —Jesus le habla a la chica. —¿Por fin que pasó con Alejandro?. —Todo esto en susurro.

Fany niega. —No es el momento. —Ella también aprovecha para tomar un poco de aire. —Pero en resumen, Ahora cree que Teyaka no es el musdux.

—¿¡Que!?. —Jesus dice en voz alta.

—Shhhhh. —Lo callan todos mientras se quedan quietos por si sale algo o alguien.

Observan a todos lados, pero nada.

—¿Cómo?. —Jesus está impresionado.

—Pues como lo escuchaste. —Fany menciona. —Por eso le arrebató el musdux a Teyaka, dice que lo va a recuperar.

—¿Y como si Teyaka es el musdux?. —Pregunta el chico confundido.

—Es lo que trate de hacerle ver, pero se aferró mucho a la idea. —Fany desvía la mirada.

—Ya, ya podemos continuar. —Avisa Alfredo en voz alta.

—Shhhhhhh. —Los chicos vuelven a silenciar.

Alfredo cae en cuanta de lo que pasó. —Perdon. —Dice susurrando.

Luis angel vuelve a avanzar y los chicos lo siguen.

No lo hacen rápido.

Se toman su tiempo.

Hasta que llegan hasta arriba.

—Ahi estás. —Dice Dyllan cuando nota la dentia al centro de templo a Kukulkán.

—¿Ahora como lo tomamos?. —Pregunta Luis Angel cuando claramente solo puede pasar una persona al interior de la construcción.

—Mmmm. —Piensa Jesus. —Debimos de haberlo pensado mejor. —Se lamenta Jesus.

—Eso es un echo que ya no tiene sentido que lo digas por qué no ayuda en nada. —Contesta Angela.

Jesus frunce el ceño. —¿Tu que?

Angela ríe. —¿Pues que?. —Angela lo reta.

Mientras Jesus y Angela juegan y los demás piensan en alguna solución, Luis Angel decide desaparecer su escudo y entrar corriendo por la dentia.

—¡Wey espera!. —Trata de detenerlo Fany pero no lo consigue.

Luis es veloz y toma la dentia de dónde estaba resguardada y la observa.

—¡La tengo chicos!. —Avisa con una sonrisa.

Fany y los demás están sorprendidos.

—¿Ya?. —Jesus pregunta. —¿Así de fácil?.

Fany frunce el ceño. —Yo... Creo que sí.

Alfredo celebra. —Ay, por fin no tendremos que exponernos a una situación de muerte. —Dice aliviado.

—Teyaka nos advirtió de algo. —Recuerda Fany. —Supongo que la previsión de Jessi fue lo suficientemente exacta como para que todo saliera... Perfecto.

—Ni yo me la creo. —Agrega Jessi.

—Bueno. —Luis Angel alza sus hombros. —Entonces lo único que queda es que Teyaka aparezca y...

Todo el terreno comenzó a tambalearse.

—¿Que está pasando?. —Pregunta Angela tratando de equilibrarse.

El templo de Kukulkán comienza a resquebrajarse.

Fany observa a su alrededor.

Deduce que tienen que bajar lo más rápido posible antes de que algo grave ocurra.

—¡Luis!. —Le grita Fany. —Tu escudo, ¡Rápido!.

El chico quiere analizar lo que busca Fany con lo que dice, pero mejor decide obedecer e invoca su escudo.

—Ponlo en el piso para utilizarlo de trineo y poder bajar. —Fany indica. —Rápido, ¡Ay que bajar!.

Afortunadamente los chicos entendieron lo que pretendía hacer Fany y reaccionaron ante lo que parecía la inminente destrucción del castillo.

Una vez está el escudo en el piso, todos se acomodan y después bajan lo más rápido posible aunque es bastante difícil mantenerse pues la estructura se está sacudiendo lo que provoca que ellos también lo hagan

Cómo pueden, se jalan y sostienen entre ellos.

Cuando están a punto de llegar al suelo, la construcción explota disparando a los chicos no muy lejos pero si provocando una fuerte caída en todos.

Algunas rodan más que otros.

—¿Están bien?. —Pregunta inmediatamente Fany aunque es imposible que no se le escape un quejido de dolor.

—Si, si. —El único que responde es Jesus.

Fany observa hacia donde antes se encontraba el templo y tal vez es la impresión lo que la hace olvidar el dolor.

—Creo... Creo que todos están vivos. —Jesus termina por levantarse.

—Jesus... —Lo nombra la chica.

—¿Que?

—Jesus.

—¡Que!. —El chico observa a Fany que está indicando hacia un lugar lo que lo lleva a observar también.

—Ahora si estamos pero que bien muertos... —Dice Jesus.

_______

Alejandro cierra los ojos y respira.

—Recuerda no tener miedo. —Se dice a si mismo y comienza el proceso de conexión.

Escucha latir su corazón.

Está nervioso pues late rápido.

Tal vez su inquietud se debe a qué a pesar de que sabe que no debe tener miedo, lo tiene.

—No, no. Tranquilízate. —Se dice a si mismo.

Comienza a escuchar como su corazón regula sus latidos.

Siente y respira.

Alejandro trata de olvidar todo por un momento.

Siente y respira.

Comienza a notar que está flotando.

Abre los ojos y se encuentra en aquel limbo oscuro en el que ya había estado.

—Ya estoy aquí. —Rápidamente busca el musdux hasta que lo encuentra como en la vez pasada, a lo lejos.

—¡Ahí!. —Alejandro empieza a impulsar sus manos para poder llegar al musdux.

Cuando está a punto de llegar, la voz lo vuelve a sorprender.

—¿Vienes a demostrar que eres un inútil?.

Pero Alejandro lo ignora y sigue por el musdux.

—Cuando no sirves, no sirves.

—¿Por qué tuve que ser enviado a la raza más inferior?.

—Inclusive tu sabes que no sirves para nada.

Las voces comenzaban a ser más fuertes y mucho más repetitivas.

Alejandro estaba a punto de alcanzar el musdux, pero las voces lo aturdían demasiado.

Alejandro en lugar de estirar su mano, volvió a tapar sus oídos.

Tal vez, todas esas voces estaban en lo cierto...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro