Capítulo 43: Sueños
Alejandro suspira cuando por fin llega a su casa.
Toca el timbre y lo recibe su madre.
—Que onda mamá.
Ella se da la vuelta y se sienta en el sofá. —Te ves muy cansado.
—Si. —Deja la mochila en el sillón más próximo y se sienta como si no hubiera descansado en tres días. —La escuela se está volviendo muy pesada estos últimos días.
Su madre ve la tele con los brazos cruzados. —¿Seguro? O no será que es... ¿Por qué te vas de pinta?.
Alejandro frunce el ceño. —Bueno fuera.
—Bueno fuera dices —Su mama parece molesta. —Me hablaron de la escuela y me dijeron que las últimas horas no estuviste presente. Que seguramente te escapaste.
Alejandro entonces se pone muy nervioso. —¿A-a, te hablaron?.
—Si, y mira, no me voy a poner a discutir contigo, no me importa saber si te fuiste o no te fuiste, lo único que quiero, es que esto no se repita, ¿Está claro?.
—Pero yo no...
—¿Está claro?. —Repite su madre interrumpiendo cualquier explicación que pudiera darle.
—Esta claro. —Alejandro dice entre molesto e indignado.
—Sube a acomodar tus cosas y después bajas por la escoba, quiero que me ayudes a barrer. —Se levanta y comienza a apurarse.
—Si mamá. —Dice mientras piensa que pudo haberle dado una buena justificación, pero mejor solo se calla y procede a obedecerla.
¿Para que generar una discusión?, Comenzaba a pensar desde que se dió cuenta que era muy difícil hacer cambiar de opinión a la gente.
Deja la mochila en dónde pertenece y se sienta en el costado de su cama para pensar en lo que había sucedido con sus amigos y Angela.
Tal vez lento, tal vez poco a poco pero todos comenzaban a tener mejorías respecto a los poderes y sobre cómo actuar.
Todo residía en qué tan comprometido estabas con los entrenamientos.
Aunque estos últimos le parecían algo extremos, sin duda estaban aprendiendo a llevar mejor sus armas y las intias las asimilaban más rápido.
Alejandro piensa.
Hay algo que no le termina de cuadrar en todo esto.
Siente que hay algo que está haciendo mal o que están haciendo mal.
Pero no sabe que es.
Tal vez el repentino cambio de actitud del musdux hacia ellos y hasta en su nombre.
Alejandro tenía muchas preguntas, pero ahora le daba pena y temor resolverlas.
Al principio creyó que solo eran suposiciones equivocadas por el cambio.
Pero lo había visto hoy con la pregunta de Jessica.
Por qué prácticamente la ignoro.
¿Entonces, que podía esperar con el?.
Aún así, el musdux o tayaka sería siempre el de la última palabra.
Y mientras estuviera instruyéndolos, el no podría exigir.
_______
Eran las 2 de la mañana del nuevo día, nadie estaba despierto si hablábamos de Alejandro y sus Amigos.
Todos soñaban pero pocos recordaban lo que sucedía en aquellos escapes de la mente hacia la realidad.
Luis Angel tenía poco tiempo durmiendo.
Solo 1 hora.
Pero el sueña.
Ve un gran campo verde.
No hay árboles, no hay nubes, no hay flores.
Solo el campo y el cielo azul despejado.
—¿Así que quieres aprender intias?. —Teyaka le habla desde atrás.
Luis Angel voltea y ve que es el.
—¡Si!.
—¿Alguna en específica?. —Pregunta Teyaka cruzando sus brazos.
Luis Angel lo piensa. —No lo se... ¿Que tal la del escudo? No tengo un arma para protegerme.
—¿En serio? —Teyaka se extraña. —Pero eso es de las más fáciles, ¿No quieres alguna que te ayude más? No lo sé... Teletransportación, movimiento de cosas, deformación de masa, tal vez...
—Por el momento solo quiero aprender bien la del escudo. —Interrumpe Luis Angel pues no entiende nada de lo que le está diciendo.
Teyaka roda los ojos y sonríe. —Pon tus dos manos frente a ti.
La forma física entonces le explica los movimientos que tiene que hacer con sus manos para poder realizar la intia del escudo.
—¿Pero sabes?. —Teyaka interrumpe su lección cuando Luis Angel está a punto de terminar. —Sigo sintiendo que es algo muy básico de enseñar, así que te enseñaré el del escudo pero con una mejora.
—¿¡A si!?. —Luis Angel se emociona.
—Si, mira. —Teyaka sigue mostrando con sus manos. —Ahora que tienes ya formada la intia del escudo normal, lo único que tienes que hacer es agregar unos sencillos movimientos.
Teyaka posicióna sus manos nuevamente frente a el y los mueve hasta formar una línea recta enmedio de las dos líneas que se formaban juntando sus manos izquierda y derecha hasta el punto medio.
Después Teyaka atraviesa las líneas con su manos para cancelarla.
—Ahora tú has lo mismo pero en lugar de agarrarlas, pon tu brazo frente a ti para simular que estás agarrando el escudo y así completar todo el proceso.
Luis Angel asiente, hace lo que Teyaka le dictó siempre teniendo en mente que lo iba a lograr, al abrir sus ojos se percata de que efectivamente tiene un escudo blanco transparente que cubre la mitad de su cuerpo.
Lo mueve y sonríe emocionado. —¡Funcionó!. —Le dice. —No puedo creerlo, en verdad funcióno.
—Y si que funcióno. —Teyaka también sonríe.
Luis angel lo mueve por todos lados.
—A y también lo puedes agrandar. —Sugiere Teyaka. —Solo tienes que tocar el escudo y después mueves a la izquierda.
Luis Angel, sorprendido y hundido en su fantasía, hace lo que Teyaka le dice.
Y efectivamente, el observa que su escudo a tomado un tamaño más grande.
—¿Y hasta donde se puede agrandar?. —Pregunta el chico curioso y feliz.
—Hasta dónde tú quieras.
—¿¡En serio!?
—Si, solo recuerda que mientras más grande, requiere mayor concentración y mayor trabajo.
—Si por supuesto. —La emoción de Luis Angel aún no pasa. —¿Entonces el plus era que se agranda no?.
—No. —Teyaka comienza a pensar en algo.
—¿A no?, Entonces que es. —Luis Angel se acerca a Teyaka.
La forma física lo mira. —Tu escudo es invisible, por lo que se puede ver todo, pero no te puedo ver a ti.
Luis Angel abre sus ojos exageradamente. —¿¡En serio!?, Cuéntame más.
—Espera. —Teyaka alza su mano para que no siga avanzando. —¡Eso es!, Los conectare a todos en un mismo sueño para recolectar las dentias faltantes mientras duermen!. —Ve al muchacho. —En un momento regreso.
Teyaka desaparece de la vista de Luis Angel.
—¿Que?... —Es lo único que puede decir por su confusión.
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