Una vez todos escogieron sus respectivas puertas, se encargaron de buscar hasta el cansancio la piedra.

Cosa más difícil para Jessica y Alejandro que por estar solos, no se podían permitir un descuido.

Los que se fueron en pareja como por ejemplo Fany y Jesus, se enfocaron en solo un lado lo que les facilito la búsqueda y también que el lugar era muy distinto al ecosistema helado de la primera puerta.

—Bueno, aquí tampoco hay nada.

—Me hubiera gustado restregarle a los demás que nosotros la encontramos.

Los chicos habían llegado al límite invisible que también los detuvo en la puerta donde fueron todos.

—¿Quien crees que le haya encontrado?. —Pregunta Jesus a la chica.

—Pues, pudo ser cualquiera, pero apostaría a Jessica o a Angela y Magali.

—Ay pues claro tus amigas.

—No es eso. —Fany voltea para ver el alrededor del lugar.

Había una pequeña estrella roja en el cielo que apenas alcanzaba para alumbrar el alrededor.

Justo en dirección del muro invisible, parecía haber unos grandes edificios que no se parecían en nada a alguna construcción de la tierra.

Eran edificios largos y puntiagudos y parecía facilitar el paso del aire justo en lo más alto de las construcciones.

—Es curioso, estoy segura de que ninguna de las estrellas que hay aquí son las que están en el cielo terrestre.

Jesus observa el cielo. —Pues yo no sé, a lo mejor de que casi nunca las veo por qué yo miro todo igual, aunque si que se ven más aquí.

—Vamonos, a ver si alguien ya descubrió la piedra esa.

—Pues va. —Jesus comienza a caminar de vuelta a la gran puerta. —Yo apuesto por Dyllan y Benítez o por Jessi también.

—Seguramente dijiste Jessi en lugar de Alejandro para que no te dijera "Ay pues tus amigos".

—Ora, no estés inventando.

Cuando los chicos salen, se dan cuenta de que no hay nadie.

Caminan hacia la próxima puerta.

—¿Aquí quien se metió?. —Pregunta Jesus a la chica.

—Creo que ahí están Magali y Angela.

—¿Si?. —Jesus duda.

—¿O se metieron Dyllan y Luis Angel?. —Se cuestiona Fany. —Ya no me acuerdo.

—¿Y si entramos para ver qué están haciendo?. —Jesus sonríe.

—Suena mejor a quedarme aburrida y fría aquí.

Jesus pone su mano en la puerta para abrirla y tras de ella están Dyllan y Luis Angel.

—Oh. —Jesus ríe.

—¿Encontraron algo?. —Pregunta de inmediato la chica.

—No encontramos ni madres. —Dyllan se escucha desesperado.

—¿Pero si buscaron bien no?. —Fany observa a los dos chicos.

Dyllan y Luis Angel se miran y después ríen.

—Pues al menos yo estoy seguro de que si.

—Nada más dónde no pendejos. —Fany se voltea y se dirige a la siguiente puerta.

Dyllan mantiene sus manos levantadas por no entender el enojo espontáneo de la chica.

Jesus va detrás de Fany y Dyllan junto con Luis Angel lo siguen.

—Entonces en esta puerta si están Angela y Magali. —Alcanza Jesus a la chica.

—Pues si. —Fany pone su mano y justo como había ocurrido con los chicos, ocurre con la chicas.

—Ay que bueno que están aquí. —Fany celebra. —¿Encontraron algo?.

Magali y Angela ríen. —No

—Me lleva. —Fany dice susurrando.

Jesus se acerca y la señala. —Ahora nada más te queda Jessica como apuesta. —Se burla.

—Callate, que a ti también solo te falta esa apuesta. —Entrecierra los ojos y voltea para mirar a Angela y a Magali. —¿Están seguras de que buscaron en todos los lados posibles?.

—Completamente segura. —Confirma la chica.

—Si, hasta la mensa se cayó. —Rie Magali por el recordatorio.

—¡Ash! Te dije que no lo mencionaras. —Dice la chica avergonzada.

Fany solo niega con su cabeza. —No se por que no puedo confiar en ustedes.

—Al menos aún queda dos. —Jesus observa las puertas en dónde se metieron Alejandro y Jessica.

—Vamos a ver el de Jessi. —Angela opina.

—Pues a ver, ojalá ella si lo haya encontrado por qué ya nos tardamos bastante buscando esa maldita piedra. —Fany se acerca a la puerta donde se metió Jessica y está vez no hay nadie esperando del otro lado, pero si se observa en lo más lejos, una silueta que parece estar luchando con alguien.

El lugar es el mismo de la puerta de Fany y Jesus.

—¿Esa es Jessi?. —Pregunta Jesus entrecerrando los ojos.

Fany invoca su espada. —Si y creo que está en pequeños problemas.

Fany corre hacia ella.

—E... Espera. —Jesus invoca su arco y la corretea.

Los demás no se quedan esperando y hacen lo mismo, menos Luis Angel que aún no a aprendido a invocar su arma.

—¡Jessi que pasa!. —Grita Fany ahora que se a acercado.

Puede escuchar los gritos de esfuerzo de la chica que mientras más se acerca, más parece que está golpeando a alguien.

Hasta que llega y queda totalmente confundida.

—¿Que pasa?. —Pregunta Fany extrañada.

Jessi da un último espadazo al muro invisible que tiene en frente y termina por tirar su espada que a la caída, desaparece.

Agitada, ve a a fany y señala al frente. —Ahí.

Fany sigue la señal hasta que ve un punto brillante azul.

—¿Acaso es?...

Los demás chicos llegan con Fany y Jessica.

—¿Todo está bien?. —Pregunta Jesus con su arco en mano.

—¡No mames, creo que si es!. —Fany grita emocionada.

Jesus voltea a ver a los demás y parecen igual de confundidos que el.

—¿Que es que?. —Pregunta Jesus soltando su arco para que esté desaparezca.

—¡La piedra!. —Fany señala a dónde se ve el punto azul. —Te dije que lo iba a encontrar Jessi. —Celebra con una gran sonrisa.

—Aja, pero como vamos a sacarla de ahi. —Angela se acerca para percatarse por ella misma de qué es la piedra.

Fany deja de festejar.

—Ese es el problema. —Jessi se está recuperando de su agitación.

Dyllan sin aún haber soltado su tridente, trata de clavarlo en el muro invisible, pero es desviado fuertemente.

Angela al ver eso, intenta con su lanza, pero también falla.

—Es que... Este muro es impenetrable. —Magali intenta con su hacha pero no consigue nada.

—Y ya llevamos más de 1 hora. —Luis Angel revisa su reloj

—¡Más de una hora!. —Dicen todos al mismo tiempo.

—Esta vez si nos la puso difícil el musdux. —Dice Fany preocupada.

Todos comienzan a pensar en cómo diablos van a conseguir la piedra si está al otro lado del muro.

Y siguen pensando hasta que ven a algo moverse cerca de la piedra.

—Wey... —Reacciona Dyllan acercándose.

—Que no ese de ahí es... —Jesus también lo nota.

—¡Es Alejandro!. —Fany grita sin poder creerlo.