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Capítulo 29: Intento

—¿Están seguros de que esto va a aguantar?. —Grita Luis sintiendo como las flechas llegaban por poco a ellos.

—Por supuesto que sí. —Asegura Dyllan con una sonrisa. —Esta es roca de la buena y no mamadas. —Después voltea con Alejandro que parece que está pensando más de mil cosas. —Wey.

Alejandro lo mira después de despertarlo se su trance. —Que.

—Vamos a valer verga.

Alejandro ríe. —Mejor ponte a pensar como romper eso o si no si vamos a valer verga.

Las flechas dejaron de atacar.

Alejandro se asomo inmediatamente y vio que el muro estaba prácticamente acabado.

—¿Y bien?. —Pregunta Luis Angel. —¿Cuál es plan definitivo?. —Dice mientras se recarga en la pared.

—Tal vez si...

Luis no era de mucho peso, pero el muro estaba bastante desgastado como para soportar su peso por lo que el muro se inclina y termina de caerse.

Dyllan lo observa y el a su vez ve a Alejandro.

Sin decir nada, mira a Fany y a Jesus que permanecen en el muro de adelante mientras observan lo que había ocurrido y decide correr hacia ellos para tener con que ocultarse.

Dyllan se posicióna a un lado de Alejandro y lo ve. —Creo que deberíamos de hacer lo mismo.

Alejandro sonríe. —Es lo único que podemos hacer.

Los chicos llegan hasta Jesus y Fany quienes ponen cara de molesta.

—¡Esperen no!. —Grita Fany.

—Nosotros... —Jesus quiere hablar.

Alejandro lo interrumpe. —¿Y si en lugar de flechas, lanzas la espada de Fany?

Los dos se quedaron sin palabras.

—Lo se, suena algo loco, pero tus flechas son livianas y solo logras esquivar algunas flechas, si lanzas la espada de Fany, tal vez puedan con las flechas y si llega hasta cañón, tal vez pueda destruirlo... ¿No?.

Jesus asiente pues tiene lógica lo que dice.

—Es mi espada, ¿Y si no llega o se pierde?.

Alejandro se queda en silencio por unos momentos. —No creo tener otras opciones de acabar con el cañón entonces.

Fany roda los ojos y le entrega la espada a Jesus.

—Trata de que caiga en un lugar donde lo pueda recuperar soquete.

—Primero veo si puedo lanzarla y ya después me preocupo por lo demás.

Fany golpea a Jesus fuertemente en su hombro.

—Violenta. —La mira con algo de molestia y después de haber perfeccionado su tiro con las flechas que de no haber sido por las otras, si llegaban hasta el cañón, calcula el tiro con la espada que ayuda mucho que sea demasiado liviana.

—Bueno, aquí vamos. —Jesus habiendo retraido la cuerda de su arco, lanza la espada que va a una buena velocidad.

—Gracias al cielo que fuiste a esos cursos de tiro con arco Jesus. —Dice Luis Angel maravillado con aquel tiro.

Después de algunas segundos, los chicos observan como la espada a pesar de empezar a ser golpeada por algunas flechas, sigue su camino directo al cañón.

Dyllan cruza los dedos cuando por fin todos ven como la espada cae arriba del cañón agrietando su estructura.

—¿Funcionó?. —Pregunta Jesus.

Y todos ven como más flechas comienzan a salir de ahí.

—Me lleva la chingada. —Dice Fany mientras todos se resguardan detrás del muro donde estaban.

Las flechas comenzaron a taladrear la roca.

—¿Ahora que vamos a hacer?. —Pregunta Fany gritando por el ruido que hacen las flechas que los amenazan.

Alejandro la ve. —Casi funciona, estoy seguro de que si hace lo mismo con la espada de Jessi, podremos derrotarlo.

—¡Pero la espada de Jessi es más pesada!. —Dice Jesus algo aturdido por el gran ruido que provocan las flechas.

Después de eso, dejan de golpear la roca, pero sienten como el muro comienza a caerles encima.

—¡Valió verga!. —Grita Luis Angel y todos corren para no ser aplastados por el muro.

Las piedras y el polvo hacen toser a los chicos que empiezan a llenarse de miedo por si la espada de Jessi no ayuda a destruir el cañón de flechas.

—Tenemos que decirle. —Dice Fany pasando la mirada por todos.

Caminan hacia el muro donde creen están las chicas y descubren que están sentadas platicando tranquilamente.

—O sea si, pero no le dije así como, Wey me gusta otro ¿Sabes?. —Dice Angela aparentemente explicando un problema.

—Pues es que ahí tu la cagaste Angela. —Jessica asegura.

—Pues si. —Concuerda Magali.

—A ver. —Alejandro camina hacia ellas y toma la espada de Jessica.

—¿¡Que haces!?. —Se levanta e intenta quitársela, pero Alejandro pone su brazo para protegerla.

—Este es el único muro que queda en pie y si no logramos romper el cañón de flechas, vamos a morir, así que necesitamos tu espada para intentar algo. —Se la entrega a Jesus y este la sostiene.

—¿Que van a intentar?, ¿Me la van a devolver?. —Jessica los mira preocupada.

—Bueno... —Alejandro voltea a ver a Jesus. —De eso se encargará ese wey.

—Mira, voy lanzar tu espada al cañón para tratar de penetrarla y romperla solo que... Tu espada está un poco pesada y...

Las flechas comenzaron a llegar otra vez por lo que todos se resguardaron en ese muro.

—Mierda, tiene que funcionar o si no, está vez si nos va a llevar la chingada. —Fany habla con Alejandro.

—Veras que si.

Después de un tiempo, las flechas dejaron de golpear el muro.

Jesus no dudo ni un segundo en asomarse para comenzar a calcular su disparo.

—¿En serio creen que funcionará?, Por qué... —Dice Jessi.

—Silencio. —La calla Alejandro. —Esta aproximando su tiro, no puede desconcentrarse.

Jessi roda la ojos molesta pero obedece.

Jesus, habiendo decidido el ángulo, solo desea que lo logré.

Entonces lanza la espada.

Y todos ven como va recorriendo el aire hasta comenzar a llegar al cañón.

—Lo va a lograr. —Asegura Angela pues todos están asomados viendo.

La espada va en picada hacia el cañón y choca con el agrietandolo aún más, pero no destruyéndolo.

Aparte, la espada al chocar con la espada de Fany provocó que las dos se caigan.

—¡Mi espada!. —Gritaron al unisono

—Creo... creo que ¡Si lo logro!.

El cañón entonces apunta al muro y comienza a disparar flechas con una fuerza impresionante.

Los chicos se ocultan y las flechas comienzan a golpear el último muro desgastando la roca bastante rápido pues lo hace probablemente con el triple de fuerza que antes.

Fany mira a Alejandro. —Estamos perdidos.

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