Gracias a las sombras esfumadas por las flechas de Jesús, Fany logra recuperar la compostura y con una vuelta apuntando la espada hacia el frente, termina de un movimiento con sus enemigos misteriosos.

—Un arco... —Jessi está bastante sorprendida.

—Que obvio, pero también que hermoso. —Dyllan se acerca a su amigo.

Todos los siguen.

—¿Y de dónde sacaste le perfecta puntería?. —Luis Angel pregunta confundido.

—¿No recuerdas que Jesus practicaba el tiro con arco en la secundaria?. —Alejandro le pregunta.

—¡Oh!... Cierto.

—Bueno, ya tenemos a nuestro Hawkeye. —Dyllan le pega a Jesus con el codo.

—Pues ahuevo. —Jesus ríe.

—¿Ya pararon de pasarla bien, pendejos?. —Fany sigue destrozando sombras.

Jesus ríe. —Ya, deja de llorar. —El chico se aparta de sus amigos y comienza a lanzar flechas para ayudar a Fany.

Se acerca lentamente con su amiga.

Sus amigos observan como incluso comienzan a sincronizarse en sus movimientos.

Hacen un muy bien equipo.

Tanto que las sombras apenas aparecen, son destrozadas y el perímetro de visibilidad comienza a aumentar.

Los dos son muy veloces.

Y Alejandro está muy felices por ellos, pero muy decepcionado de si mismo.

—Intenten ustedes también invocar su arma. —Alejandro se dirige a sus amigos. —Acérquense al brillo, traten de no pensar en nada y el musdux los guiará. —Es su momento de ayudarlos como se debe.

Los chicos se miran entre ellos. —¡Yo primero!. —Luis Angel corre hacia el brillo.

—¡A no puto!. —Dyllan también corre tratando de alcanzar a Luis.

Las chicas ríen. —Quien de ustedes primero lo intenta. —Magali ve a Angela y a Jessi.

Jessi se reserva creyendo que Angela también lo hará, pero se equivoca.

—Pues yo. —Angela responde de inmediato.

Jessi y Magali ríen.

—¿Que?. —Angela está confundida.

Sus amigas ríen negando.

—¿Tu quieres ser la segunda?. —Magali le pregunta a Jessi

—Puedes serlo tu si quieres.

—Bueno. —Magali acepta y se acercan al brillo en lo que Dyllan, que finalmente termino ganándole a Luis lo intenta.

Jesus y Fany siguen terminando con las sombras.

El tiempo pasa, Dyllan, Luis Angel y Angela lo han intenso, pero ninguno pudo lograrlo.

Magali está a punto de adentrarse al brillo cuando las sombras dejan de aparecer.

—¿Que pasa?, Estoy esperándolos. —Jesus agitado levanta su arco.

—¡Yo no!. —Fany se recarga en sus piernas para descansar pues está igual de agitada que Jesus.

—Pequeños Defensores. —Habla el musdux mientras que el perímetro de visibilidad aumenta dando a conocer un infinito piso al igual que un infinito horizonte.

Fany y Jesus permanecen en su sitio pero poniendo atención al objeto.

Los más cercanos al musdux son los demás por que estaban intentando invocar su arma y el objeto es el que lo proyecta.

Ponen suma atención a la voz.

—Sus armas han servido a su propósito y han acabado con los enemigos que no solo amenazaban a sus propias vidas, si no también a la de sus amigos, por lo tanto, el primer nivel de ataque:

ES CONSIDERADO COMO COMPLETADO.

Fany y Alejandro suspiran.

Jesus y los demás celebran.

—Pero yo apenas iba a intentar invocar mi arma. —Magali se queja.

—Yo ni pude. —Jessi también lo hace, pero más bien le provoca risa.

—Como bien saben algunos. —Continua el musdux ignorando que la mayoría aún no había invocado su arma. —Constantemente  escaneo el entorno y a ustedes para poder adaptarme a sus necesidades. —Explica mientras que el objeto esférico comienza a transformarse hasta que se convierte en un libro. —Es por eso que a partir de ahora, accederán a mi por medio de lo que ustedes llaman "Libro", así podrán hacer anotaciones de los movimientos que tienen que hacer para poder acceder a armas adicionales y habilidades añadiendo todo lo que les queda por aprender.

El musdux que ahora es un libro está en el piso.

Alejandro se acerca para levantarlo y abrirlo. —Madre santa. —Lo hojea para ver su contenido sin poder expresar alguna otra palabra.

Los demás se asoman pues tienen demasiada curiosidad.

Escudos, Espadas, Atracción, Movimientos especiales, incluso fusiones es lo que a primera vista nota Alejandro más las últimas hojas que están en blanco pero tienen ya unos escritos.

En el primer renglón aparece como:

Nivel de muestra: Completado.

Observa el segundo renglón.

Primer nivel: Completado.

—¿Gustan acceder al segundo nivel?. —Pregunta el musdux que ahora brilla en el margen de la hoja cada vez que habla.

—¡No!. —Responden al mismo tiempo e inmediatamente Alejandro y Fany.

—No por ahora. —El chico agrega.

—¿Pero?... —Magali quiere hablar.

—Defensores... ¡A la guardia!. —El musdux se despide y parece desactivarse al mismo tiempo que todo a su alrededor, incluyendo la espada y el arco se disuelven para  volver a la casa de Fany.

—Eso... ¡Estuvo increíble!. —Dyllan parece muy emocionado e impresionado.

—¡Si!. —Luis Angel se contagia de la emoción de su amigo. —Todo esto es tan... Difícil pero no se... Es como si estuviera en una película como la de Avengers.

—Claro, es grandioso cuando no estás por morir. —Dice Fany recordando la embestida que había tenido.

—Oigan... —Magali toma la palabra. —Pero yo no pude hacer lo que Jesus y Fany.

—Yo tampoco lo intente. —Jessi cruza sus brazos.

—Nosotros tampoco pudimos. —Dyllan se señala y también señala a Luis.

—Ni yo... —Alejandro a diferencia de los demás, se siente bastante decepcionado.

—Entonces deben practicar, ¿No Alejandro?. —Fany lo ve.

—¡Si!, Sobretodo eso. —Alejandro dice con algo de vergüenza.

—Si quieren, podemos organizarnos para que un día o cuando puedan, vengan a entrenar aquí en mi casa o en dónde ustedes quieran. —Fany sugiere.

—Creo que lo mejor sería que quedemos un día, si pueden, dos a la semana. —Jesus menciona.

—Creo que yo solo podría Viernes y Sabado. —Luis Angel es el primero en sugerir los días.

Los demás comienzan a recordar sus rutinas para ver si concuerdan.

O con solo uno.

Al final después de tantas vueltas, si logran establecer los Viernes y Sábados como "Días de entrenamiento".

Todo por que los chicos estaban muy curiosos de descubrir sus propias armas.

—En cuestion al libro. —Alejandro lo toma y lo observa. —Lo estaré leyendo esta semana y después se los prestaré para que también lo puedan leer.

Los chicos asienten sin ninguna discusion o alguien que se opusiera.

Eso le brindo calma y felicidad al chico.

Tal vez, necesitaba más concentración para poder invocar su arma.