Capítulo 11: Traducción
PENDEJO, SI TE LO LLEVASTE.
NO
Yo no me lo llevé yo no sé que pedo.
Alejandro, ¿Entonces por qué lo tienes?.
NO LO SE FANY
En serio que no lo séeee
Aparte, tú estás de testigo que yo ya no tenía esa cosa.
PERO SE REALISTA ALEJANDRO
¿Como va a aparecer así nada más?.
NO TENGO IDEA PERO ASI FUE.
Neta estás cabrón wey.
¿Y ahora que hago?.
¿Y por qué crees que yo voy a tener idea?
Pues no se, tu fuiste la única que vio todo y lo raro que fue, eres como la única testigo.
Entonces no se, háblale al presidente y dile que tú la encontraste.
No tengo el número del presidente.
Entonces querido Ale, estás jodido.
Pues ya quedatela, para que te preocupas, igual nadie sabía que era.
Como no me voy a preocupar, es como si el objeto me hubiera perseguido.
Ya me echaron la maldición :(
Ay ya... No seas payaso.
Alejandro suspira y deja el celular.
Observa el objeto que a dejado durante un tiempo en la cama y luego lo vuelve a tomar.
Ve las letras inscritas en el nuevamente.
—Esto no estaba. —Alejandro se encuentra bastante confuso.
Alejandro a veces podía ser bastante supersticioso, así que la idea de la maldición jarocha no abandonaba su mente.
Vuelve a ver las letras. —Pero que hacia esto en un templo maya si estoy seguro que esas son palabras del idioma náhuatl.
Se queda pensando por algunos segundos.
—El Profe Octavio.
Recuerda que el maneja un nivel muy bajo de náhuatl, pero maneja.
Con suerte, esas palabras significaban algo para el esperando que en efecto, no fuera ninguna maldición.
Alejandro se levanta de su cama y checa su horario.
Epistemología que es la clase que le toca con el, es hasta el viernes. Pero recuerda que le da Filosofía a los de primer grado el Lunes
—Al menos eso es bueno. —Dice cuando ve que no va a tener que lidiar sobre el significado de la frase por mucho tiempo.
_______
El Lunes llegó y Alejandro se encuentra en la preparatoria.
Había terminado su clase de física pero en realidad se la había pasado durmiendo, caso no muy diferente al de su amiga Jozz.
Era muy raro que Alejandro soñara durante esas "pequeñas siestas", pero esta vez no estaba teniendo una parálisis del sueño.
Esta vez si esta soñando.
Experimenta una gran paz en lo que parece ser una cueva con agua pura.
Puede ver lo que parecen ser unas siluetas posadas sobre hojas en esa agua.
Pero es extraño por qué a pesar de que las ve, el no se siente ahí.
Todas estas siluetas parecen tener una luz en sus manos.
Mientras pasa el tiempo, el brillo del sol las empieza a distorsionar, pero puede escuchar algo.
"Siente y respira"
No son voces de mujer como lo vio en las siluetas, en realidad son voces con distintos tonos.
"Siente y respira".
Cuando Alejandro comienza a notarse junto a todas estas siluetas...
Despierta.
Alza la mirada pues estaba en una posición donde sus brazos simulaban una almohada.
Trata de enfocar pero es imposible, así que talla sus ojos.
Al voltear, ve que Joselín sigue dormida.
Claro que no iba a desaprovechar la oportunidad de molestarla.
Comienza con jalarle el cabello.
—Jozz, despierta.
La chica no le hace caso.
Alejandro comienza a pellizcarle los brazos.
—Jozz, ya tienes que despertarte.
—No. —La chica comienza a molestarse.
Aunque eso no detiene a Alejandro y la intensidad de sus pellizcos se vuelve más grande.
—Jozz, ya va venir la profa de informática.
—Te voy a soltar un putazo chamaco. —Amenaza la chica.
—Pero es neta.
En realidad Alejandro solo lo dice para molestarla, pero no cree que este tan equivocado.
Saca su celular para corroborar su información.
Son las 8:55.
La profesora llega a las 9.
—Ve Jozz, son 8:55 ya mero llega.
—Pues hasta que llegue me despierto. —Parece que nada podría convencerla de levantar su cara.
La hora le recuerda algo.
En la puerta vienen entrando Oscar, Nora e Ivonne.
Alejandro aprovecha su presencia para preguntar.
—Oscar, ¿A qué horas llega el Profe Octavio para dar su clase de filosofía?
Cuando se trataba de asuntos escolares, Óscar siempre iba a tener la respuesta, o al menos la mayoría de las veces.
—Llega a las 9. —Dice mientras checa su reloj. —A pues a lo mejor ya está.
—¡Gracias!. —Alejandro saca con cuidado "la tapa" como se refirió su madre, la esconde en el bolso de su suéter y corre hacia el salón de los de primer grado.
Al llegar, se asoma al salón y efectivamente, el profe ya está acomodando sus cosas para su clase.
Alejandro entra y lo saluda. —Buenas días profe.
El profe enseguida lo reconoce. —Buenos días Alex, ¿Qué te trae por aquí?.
Alejandro llega hasta el escritorio. —Usted sabe en teoría poco náhuatl ¿Cierto?.
Su profesor ríe. —Bueno... Yo diría mas bien que muy poco.
Alejandro también rie. —Entonces espero que eso sea suficiente. —Saca su mano de la bolsa y le entrega el objeto señalando las letras.
—¿Qué es?. —Pregunta curioso.
Alejandro se pone nervioso, jamás pensó en una respuesta para esa pregunta.
—Em... Fue algo que... —Finge su risa para ganar tiempo. —Me dio mi abuelo.
—A ya. —El maestro no termina de entender que es lo gracioso para el chico, pero no le toma tanta importancia. —Pues a ver.
El profe analiza y se tarda su tiempo en buscar la traducción de aquellas palabras.
—¿Si es náhuatl no?. —Pregunta Alejandro al ver qué su profe no contesta.
El profe lo observa. —Si, si es. —Lo vuelve a observar y después se lo entrega. —Es que... En el náhuatl hay muchos derivados y depende de que región sea. —Explica. —Conozco varios significados de machili por qué ti es un pronombre de tu a lo que recuerdo, entonces podría ser como...
Se detiene.
—Ahora que lo recuerdo, hubo una noticia de que robaron una pieza arqueológica de creo... Chichen Itzá, ¿No viste?.
Alejandro se tensa al escuchar eso. —N-no profe...
—O... Bueno, es que tú artesanía me recordó a la noticia. —Informa. —Pero bueno, en pocas palabras podría decir que lo que está escrito en la pieza es algo como... Sentirás, Respirarás, o como Siente y Respira, una de las dos.
Alejandro traga saliva. —¿Qué?...
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