6:00 am.

Suena el despertador y como todos los días, Alejandro tiene que levantarse para poder ir a la preparatoria.

O también puede optar por dormir 5 minutos más para compensar algunos segundos que no durmió el día de ayer por estar observando vídeos de hormigas bailadoras a las 3 de la mañana.

El reloj ya dio las 6:30.

Ahora sabe que nunca debió dormir esos 5 minutos.

Se levanta lo más rápido posible pero no puede empezar a apurarse sin antes poner "Venus" de la banda musical Zoé.

Ahora sí, se organiza para poder arreglarse, pasarse algunas veces el peine, ponerse el uniforme y desayunar un café con leche bien caliente.

Su clase de Estadística empieza a las 7:00 en punto y Alejandro está saliendo de su casa a las 6:50.

Pero él no a revisado su reloj y no tiene que hacerlo.

La preparatoria en la que estudia esta literalmente a la vuelta de su casa.

Repite una y otra vez la canción que no a dejado de escuchar desde que se levanto y canta camino a la escuela.

"Vienes como el mar
Envuelta en un ciclón
Vienes y te vas, como una Venus te apareces
Me hundiré en tus olas y que nos lleve la corriente".

No se le da mal la cantada y aunque hay personas pasando por las calles, para el es como si no existieran.

"Será por qué te amo, será por qué es así, se que no es real y nadie es propiedad pero te siento mía".

Y tal vez, la canta con más sentimiento por qué se acerca a su escuela y acercarse a su escuela significa estar cerca de la persona de la cual está enamorado.

"Te voy a cuidar como tú lo haces por mí".

En realidad no lo cuidaba, pero era de sus canciones favoritas y sentía que aplicaba perfecto para su situación.

Cuando llega a la entrada del colegio, saluda y entrega su credencial de estudiante a Don Agustín, el guardia de la escuela.

Mientras camina hacia su salón es inevitable no hablar con sus amigos de otros grados.

Son 7:05. Se quita sus audífonos y después de subir 70 escaleras, abre la puerta del salón donde lleva la materia de estadística.

La maestra ya está enseñando algunos conceptos del diagrama de venn, así que Alejando solo saluda con la mano a sus amigos y se sienta.

En el área hay internet libre que no tarda en conectarse automáticamente a su celular por lo que comienza a vibrar conforme le llegan las notificaciones.

Alejandro cuidando de que su profesora no se de cuenta, checa absolutamente todas y solo una es la que llama su atención.

Un mensaje que había sido mandado a un grupo de Messenger que se llamaba "JEMADABECH".

Definitivamente era un nombre raro, pero solo los involucrados sabían el significado.

La previsualización del mensaje era:

"Casi estoy obligado, de todos modos los..."

Alejandro frunció el ceño.

La persona que había mandado el mensaje era su amigo Jesús.

De inmediato comienza a pensar Sobre las posible continuaciones de aquel mensaje.

—Muchacho, la próxima vez que te vea con el teléfono te lo quitaré. —Dice la maestra que no se a aprendido su nombre.

—Lo siento. —Alejandro guarda el celular un poco asustado. —Sera en otra ocasión. —Piensa y mejor se concentra en la clase.

Aunque a veces se le olvidaba que concentrarse en la clase más bien era sinónimo de acumular sueño.

Pasan los minutos y rebasando la media hora, Alejandro reza por qué termine el módulo o la maestra presenciara como es que termina dormido.

Justo cuando cierra los ojos, la maestra recuerda —"No se les olvide realizar su tarea, es rúbrica de evaluación".

Sacude su cabeza y observa como todos están guardando sus libretas y estucheras.

El chico suspira y se estira mientras piensa en la persona a la que le va a pedir la tarea pues se encontraba en una gran batalla contra el sueño.

Procede a guardar sus cosas y sale directo a su salón oficial.

—¡Ale!. —Mika lo alcanza y lo abraza por detrás.

—Holis. —Saluda con una sonrisa.

—¿Como te pareció la clase de hoy?. —La chica lo libera y camina junto a él.

—Pues, como siempre, nada aportante a mi futuro.

Mika se ríe. —Muerte al sistema educativo.

—¡Muerte!. —Alejandro alza los brazos imitando a un líder a punto de una revolución.

Los dos entran al salón donde todo tercer grado ya se está reuniendo para la siguiente clase: Física.

Mika se dirige a su asiento y Alejandro hace lo mismo, solo que él tiene que pasar por todo un mar de sillas ocupadas por sus amigos.

—¿Como estas Pame?, Ya despierto Sebas, supongo que ese cálculo no pudo contra ti, ¿Cierto Richi?, Qué onda Oscar, ¿Y Nora?.

—Ya sabes, en el quinto sueño.

—Nunca nos falla. —Agrega Alejandro con unas carcajadas.

Al final de la fila, hay dos sillas, la penúltima está vacía y la última la ocupa una persona.

El chico se acerca para hacer una reverencia y después abrazar a la persona que se encuentra ahí. —Poderosisima Jozz.

Ella se ríe. —Ale.

—¿Como estas?. —Pregunta Alejandro que se sienta y deja su mochila en suelo.

—Pues ahí maso, apenas y entiendo todos los conceptos que el profe quiere enseñar.

—Pero te querías ir a salud.

—Si lo vale, ahora ponte en silenciador y déjame dormir. —Joselin se acomoda entre sus brazos y cierra los ojos.

Alejandro se ríe. —¿A qué horas te dormiste mensa?.

—A las dos. —Responde sin levantar su cabeza

—Me dormí a la 2:30 y no estoy chillando como tu. —Informa Alejandro.

Joselín solo le levanta el pulgar y después vuelve a acomodarse para dormir.

Alejandro niega riendo.

Ahí es cuando recuerda que tiene un mensaje que leer.

Saca su celular y se dirige a "Messenger".

Esta a punto de apretar el chat pero la profesora llega avisando sobre los próximos exámenes y exposición que son importantes para la calificación y eso lo distrae, apaga el celular y no lo agarra hasta que se da cuenta que se está volviendo a quedar dormido.

Alejandro entonces vuelve al chat, pero el sueño lo inundaba tan profundamente que ni siquiera pudo apretar el mensaje para poder verlo, se quedó dormido.

El resto del día escolar no fue diferente al de los demás. Maestros enseñando, el grupo sin poner atención, Joselín contándole a Alejandro sobre sus aspiraciones del futuro y haciéndolo reír cuando rezongaba a los profesores, Su crush sin hacerle caso.

Eran las 6 de la tarde cuando Alejandro estaba acostado en la cama revisando su Facebook y se acordó del mensaje que no había leído.

Entro a la aplicación, pero una notificación le llega.

"Mi Sobrino Memo ha subido un nuevo vídeo - Valiente (Covers Tristes)".

El chico sin pensarlo, entra al vídeo disfrutando de cada segundo de la canción pensando en la persona que ama.

Cuando anochece y gracias a una corazonada que le dijo a Alejandro que le faltaba algo, recuerda lo del mensaje.

Esta en su cama acostado apunto de dormir, Alejandro agarra el celular y entra a la aplicación para después selecciónar el chat.

Entra y lo primero que percata es que a pesar de que todos los miembros ya lo leyeron, nadie contesto.

Alejandro sonríe y niega, luego lee.

Jesús: Casi estoy obligado, de todos modos los invito a una excursión que la escuela organizó a Chichen Itzá, el costo es de 1500 pesos con todo incluido, la verdad es que está muy bien y si se animan, me avisan.

—¿Chichen Itzá? —Pregunta en su mente Alejandro mientras imagina un flashback muy elaborado de las pirámides y los mayas.

Eso lo emociona, pero sabe que no puede ir, sus papás nunca lo dejarían.

Hace una mueca de disgusto y luego escribe.

Chale jesus, estaría chido pero ves que mis papás apenas me dejan salir a plaza dorada y tú ya quieres llevarme a Yucatán.

Alejandro lo envía y deja el celular para por fin dormir.

"Aunque sería increíble tener una aventura por allá".