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Capitulo 02

Teodoro

— ¿Cuando vas a comenzar a abrigarte un poco más? Estamos en temporada de frio ¿ Sabías? — le dije observándola de arriba a abajo, Jess se encogió de hombros.

— Noo, no tenía idea— habló su mejor idioma el sarcasmo, ni siquiera se tomó el tiempo de prestarme atención.

Me tomé un momento para observar la de manera detenida mientras ella escogía que galletas llevaría, llevaba un suéter de red negro que tienen huecos para tu pulgar encima de el tenía una franela de manga corta con un estampado de un prisma, tenía algo que ver con una ¿ Música? O ¿ Libro?, Junto a unos shorts rotos de mezclilla azul claro con unas mayas de red que llegaban a la mitad de sus muslos, dejando un pequeño espacio descubierto entre esta y sus shorts haciendo que se viera su blanca piel, y sus típicos tenis negros de corte alto. No tiene un cuerpo tonificado, ni con las mejores curvas, pero sin dudas era el más bello que mis ojos han tenido el placer de ver. Nunca me cansaría de el.

Su melena corta ahora celeste estaba recogida en una coleta media alta, sus mejillas y nariz se veían más rojizas de lo normal por el frío, sus ojos grises estaban concentrados en leer el contenido de un empaque de galletas que no conocíamos, y sus labios rosas por naturaleza estaban algo resecos y entreabiertos. Es hermosa.

De manera repentina ella se sacudió y se abrazó a su cuerpo, lo cuál me asustó.  Me puse alerta, dirigí mi mirada a sus ojos buscando alguna señal o pista de lo que le pasó, Jess solo hizo una mueca de desagrado sin mirarme, y giró su cabeza a ambos lados del pasillo donde estábamos, yo solo seguía sus movimientos con la mirada desconcertada.

Jess hacía una y mil maniobras como si intentará encontrar algo escondido.
Me resultaba gracioso que ni con lo que tenía en mente dejara las galletas en su lugar.

— ¿ Me vas a decir que sucede?

— Estaba leyendo, cuando sentí un escolofrío en mi espalda y fue cuando sentí una mirada lasciva sobre mí— ahí fue cuando toda la sangre se me subió a la cabeza, sintiéndola helada.

Quería que la tierra me tratara y me escupiera al otro lado del mundo en la isla más pequeña de Japón, bajé la mirada sintiendo vergüenza y las mejillas sonrojadas.

»— ¿Sería algún viejo pervertido?

Puso sus manos sobre sus cejas, jah, como si eso la fuese a ayudar ver más de cerca.

— Cre-creo que te lo imaginaste, solo estamos tu y yo, y no e visto a nadie más— dije con los nervios a flor de piel, aún tenía las mejillas sonrojadas, y no me atrevía a mirar la así que seguía mirando el piso.

Jess lo pensó.

— Está bien— echó un último vistazo al pasillo y se giró hacía mi, aún con las galletas en sus manos, mirá se llaman Chocopeanuts, son galletas de chocolate con relleno de maní, así como las oreos, llevaré un par, no sabes cuánto dinero y tiempo.e ahorraría si son buenas, sería un dos por uno.

— Uno— comencé a enumerar con mis dedos— ¿por qué te vas a llevar dos cajas si ni siquiera las haz probado? Y segundo ¿ Significa que ya no vas a comprar más Oreos, ni mantequilla de maní para sacar las del carrito?

— Uno— enumeró con sus manos— porque no sé si me gustan o no, y si después me gustan y no hay más porque compré una sola caja, quien irá al súper a media noche en pijamas vas a ser tú— colocó uno de sus dedos en mi pecho, a lo cuál yo asentí asintiendo.

« Como siempre» Gritó mi conciencia.

Jess me devolvió el asentimiento de cabeza sabiendo que no discutiría con ella por eso.

— Y número dos, No, el que ya no me quiera embarrar las manos con maní o no quiera pasar horas separando oreos para después unirlas con maní como relleno, no significa que no me gusten las oreos originales de chocolate con relleno de vainilla y que no quiera echarle mantequilla de maní a otras cosas—  levanté las manos en señal de rendición.

— Ok — me di la vuelta para tomar el carrito y colocarlo frente a Jess.

Metió las choco... Choco.... Choco algo en el carrito junto a unas a un par de bolsas de Dani's, sus galletas favoritas, un empaque de palomitas de microondas avanzamos al siguiente pasillo donde habían bebidas. Tomé un jugo de naranja y un jugo de manzana, Jess por su parte agarró dos Coca cola's y una 7up, a veces me pregunto ¿ Cómo cabe tanto en un cuerpo tan pequeño?, Continuamos a nuestra última parada bolsas de frituras metí al carrito dos bolsas XXL de Ruffles de papa una salada y otra con cebolla, dos de Doritos, dos de Pepito y dos de aros de cebolla con ajo, para Jess un asco para mí una delicia.

Ahí fue donde me detuve en seco analizando el carrito y noté que Jess no había metido nada, giré y la encontré mirando la parte más alta de los estantes.

— Hey, ¿ Qué pasó?— me posicione a su lado y miré en dirección a la que ella veía— Ohh.

— Están muy altos para mí, ¿ Creés alcanzar los?— sentí su mirada en mí.

— déjame intentarlo— me puse de puntas y no, me faltaban unos veinte centímetros, así que opte por saltar, pero solo logré rozar el empaque con mis dedos— No puedo, ¿ No está en otro lugar?— Jess negó con la cabeza— Uy ¿ Solo por esta vez no harías la excepción?— me miró con cara incrédula

— ¿ Es enserio?, Son las Ruffles de todito, ¿ Sabes que es eso?— fruncí los labios— eso, de todito tiene papás normales— las de ajo son mejores— platanitos dulces y salados, Doritos, tocineta y palitos de queso, ¿ Cómo crees que no van a ser necesarios?

— tu solo lo llevas por la tocineta

— ¿Algún problema?— dijo cruzándose de brazos

Negué con la cabeza

— Ya sé tengo una idea— dijo sonriendo— ponte de cuclillas

—¿Qué?— rodó los ojos

— Vamos solo hazlo.

Negué con la cabeza, Jess juntó sus malos enfrente de ella y hizo su cara tierna

— por favor, por mí

Ay no, no puedo resistir a esos ojos suplicantes y a esos labios que en un puchero se ven más que provocativos, la cabeza equivocada está empezando a reaccionar

— Está bien

Me agachó lo más rápido que puedo, no quiero que lo note, pero está no fue una mejor idea.

Un cosquilleo recorrió todo mi ser hasta llegar a un punto exacto. Cuando sentí a Jess trepar mi espalda y después su muslo interno rozar con mi mejilla atraves de ésas mallas ahora el otro. Esto es demasiado para mi pobre ser.

El calor que emana de sus muslos calentaba mis mejillas, aunque de igual forma estarían calientes, siento como estoy sonrojado, y lo único que hago es intentar que mi concentración se enfoque en algo más para aliviar un poco la tensión haya abajo.

Jess se remueve en mis hombros

— Lista, ya puedes pararte

— Eh, s-si ya.. ya voy—

«Por favor deja de moverte!!» grito para mis adentros

Me paro y Jess se sujeta de mi cabello, suelto un gruñido,pero no es de dolor. Soy masoquista lo sé, y eso solo me éxito más

— Lo siento, hecha te un poco más adelante— lo hago. Demonios, y ahora como escondo mi parte no racional, sin que ella se entere? — así, este no— tomó una bolsa y la sacudió— este tampoco, a ver más atrás— se alzó con ayuda de sus muslos en mis hombros, Dios!!, La fricción me está matando, estoy tan duro que duele, suelto otro gruñido— lo siento, pero es que ésos están golpeados los necesito, lo más enteró posible.... Eh! Ya los encontré

La bajé lo más rápido y cuidadosamente posible.

— Necesito ir al baño

Se lo dije lo más rápido posible, sin darle tiempo a responder y me voltee corriendo a lo flash hasta el mostrador para pedir la llave del baño.

Cuando salgo mis ojos se posan en Jess. Me estaba esperando al lado de la entrada fuí con ella.

— Lo siento se suponía que yo iba a pagar— negó con la cabeza

— No importa,— me extendió una bolsa, la recibí — te compré unas cápsulas para la indigestión y reflujo estomacal

Revisé el contenido de la bolsa

— ¿Porqué?

— Hace rato tenías la cara roja, saliste corriendo y como duraste en el baño— me explicó, yo solo pude bajar la cabeza con un sonrojó por la vergüenza — No es necesario que vallas a mí casa , lo podemos dejar pa...

— No es necesario, estoy bien tu tranquila y déjame pagarte era mi turno

— Claro que tienes que pagarme, estoy reuniendo para una nueva falda plisada, se me verá increíble— y no lo dudo

— Toma— le pasé el dinero— si puedes pagar una compra tan grande, puedes comprarte una falda

— Si, pero se agotaron, estoy en lista de espera y también necesito pagar el plan de mi celular, y unos audífonos nuevos está vez inalambricos, siempre me enredó con los cables— decía pausadamente, mientras contaba— ey! espera me diste demás

Me mira de manera acusadora con su ceño fruncido, me encogí de hombros

— Propina por... ¿Ser mi enfermera personal?

— Si serás— entrecerró sus ojos— también tengo dinero, no tanto como tú familia, pero si tengo, toma— me extendió el dinero

Negué con la cabeza mientras que con mi mano empujaba suavemente la suya a su pecho.

— Solo apoyo a la causa— me fulminó con la mirada—y sabes que yo con tanto dinero es seguro que lo voy a desperdiciar en cambio tú si sabes administrar el dinero y si le vas a dar un buen uso— me seguía torturando con la mirada. Esto era una guerra querrá que iba a ganar.

Estubimos un rato así cuando llegó una idea a mi cabeza por fin este cerebro inútil no está del todo muerto. Me acerqué ella se mantuvo firme observando cada uno de mis movimientos cuando nuestros rostros estubieron a centímetros de separación. No pude evitar ver sus labios entreabiertos tiene esa mala maña de respirar por la boca, regresé mi vista a sus ojos alcé mi cara para que mis labios quedarán en sus ojos y sople. Jess dió un salto hacia atrás.

— Ahh, ¿ Que te pasa?— se soba los ojos.

— Me pasa que soy el ganador y tienes que aceptar el dinero— hago mi postura de victoria con los brazos cruzados

— Fue trampa, además ¿Que clase de victoria es esa?— me mira con los ojos entrecerrados

— Una victoria para alguien como yo que no es para nada común igual que tú— comencé a recoger las bolsas ya que el Uber ya estaba estacionado en frente de la acera

— De verdad que a tú mamá le faltó tomar vitaminas estando embarazada, porque tú cerebro está más defectuoso que mi corazón, buenas tardes— saludó al conductor quien le devolvió el saludo con un asentimiento de cabeza, metía las bolsas en el maletero

— Ey! No te metas con él, — Jess voltea los ojos—si aún hace boom-boom, ¿Verdad?— tomé el pulso de su muñeca y revisé sus pupilas

Nos encaminamos al auto una vez todas las bolsas están en el maletero

— Si, por el momento aún funciona .... — me mira con una ceja alzada— además si no estuviera latiendo¿Cómo es que estoy hablando contigo en este momento?— me encogí de hombros

— ¿Quien sabe si eres una ilusión, un recuerdo, un fantasma o estoy loco? También ...— me soltó un golpe en el hombro, no sé cómo con lo pequeña que es hace que me duela cada uno de sus golpes.

—Au!.

— Deja de decir idioteces— está enojada, pero eso no evita que sonría.

Me encanta cuando sonríe. Se abrocha el cinturón y yo también. Comenzamos a hablar sobre la versión de el juego del calamar en la vida real en Venezuela, lo sé nombre extraño el de ese país, pero demonios ¿Cómo lo iban a recrear? Sería difícil sin todo lo ilegal. Hablamos de una que otra cosa y no pudieron faltar mis chistes que Jess decía que eran malísimos, pero si son tan malos ¿Porqué se ríe?.

Llegamos a su casa estaba vacía con excepción de Isaac.

Entré en la cocina donde él estaba lo salude con la cabeza mientras dejaba dos bolsas de compras en la isla, Isaac me lo devolvió cerrando su laptop

— ¿Cómo vá todo,Isaac?.

— Bien y ¿Tu, James?

— Bien.

Jess se aclaró la garganta

— Ehnm, si, es bueno que todos estén bien, lo suficiente como para ayudarme con las bolsas.

— Si eres tonta,— tomé las bolsas que tenía enredadas en los brazos

— Isaac en el auto hay más, ve rápido— Isaac salió como alma que lleva el diablo ante la orden de su hermana.

Pobre lo entiendo, Jess si que puede ser intimidante. Terminando de quitar las bolsas de los brazos de Jess no pude pasar por alto las marcas rojas que estos ahora tenían.

— Te dije que me esperarás.

— Y yo que no te tardarás ¿Recuerdas que la paciencia no es lo mio?.

Fuí por unos pañuelos para mojar los con agua fría y colocarlos en sus brazos eso haría que volvieran a su tonalidad y temperatura más rápido. Isaac entró con las bolsas restantes.

— Isaac rápido tu hermana lenta y descuidada..

—Ey!— protestó

— No se cuidó y tiene los brazos marcados— pude ver cómo se ponía pálido — búscame una crema hidratante para la piel y gasas.

— Si, señor— hizo un saludo a lo militar y salió corriendo.

Este chico debería considerar ser atleta.

— ¿Cómo es eso de lenta y descuidada? ¿Ehh?.

— E-e. Eso pues... Pues tienes que ser conciente de que si lo eres. Jejeje— no puedo evitar reírme cuando estoy nervioso.

—¿Si? Pues tienes que estar conciente de que yo no soy cualquiera— me tomó de la oreja— ¿Entendiste?

—Ay, ay, ay

— ¿Entendiste?— me la jaló más fuerte. Asentí con la cabeza— No te oí

— ¡Sii! Si, entendí— me soltó

— Pues espero que no se te olvide o ....

— ¡Aquí está!— llegó Isaac a la cocina me pasó el botiquín de primeros auxilios. Lo abrí y saqué la crema hidratante tomé un poco y lo coloqué en mi oreja que ahora me ardía— Oye, ¿Qué te pasó ahí, James?.

— Intenta llamar "lenta, descuidada" a tu hermana a ver cómo te vá.

Comencé a aplicarle la crema a Jess en sus maltratados brazos

—Ugh, te entiendo perfectamente— pozo una de sus manos en mis hombros— no sabía que una cuchara podía hacer tanto daño hasta que interumpí a mi hermana cuando cantaba "You Found Me" de "The Fray" mientras cocinada.

— Eso es para que no me cortes la inspiración y el flow, además ni te pegué ya que la esquivas te a tiempo.

— En ese momento ví mi vida pasar ante mis ojos— Isaac lo dijo con una mano en su pecho. Solté una carcajada.

Con estos hermanos y sus historias de guerra nunca te podías aburrir.

— Terminé— y con eso di por terminado las compresas improvisadas para Jess.

Me paré de una de las sillas que tenía la isla para desayunar, Jess se sirvió un vaso de agua para sentarse y sacar las cosas de las bolsas.

— Ey!, James.

— ¿Si?

— ¿No te interesaría tener un sugar baby? Porque a mí sí me interesaría tener un sugar daddy como tú— solté una carcajada

— ¿Qué?

— Si osea si gastas todo ésto en mi hermana que a cada rato te envía a la friendzone..— Jess se ahogó con el agua

—¡¿Qué?!.

— Ay, no te hagas— negué con la cabeza en señal de que cortara el tema— bueno, en fin. Si así gastas en mi hermana, imagínate cuánto gastarías en mi.

— Si quieres algo,solo pídelo

— James ¿Te parece si nos casamos y a los tres días te suicidas?

No esperaba que Jess fuera tan rápida, se colocó detrás de Isaac y le atestó un golpe en la cabeza.

— Bajate de esa nube y tú— me señaló— no le dez alas, ya es suficiente con las estupideces que dice.

— Pero si yo me voy a casar con Harry Styles

— Wow, ¿Lo conoces?

— Claro

— Dí la verdad— le dijo Jess con el ceño fruncido

— Pero si es verdad, yo lo conozco y muy bien— se cruzó de brazos y dirigió su mirada con clara indignación hacía otro lado— el que él no me conozca aún, es solo un detalle.

Me golpeé la frente con la palma de mi mano. Claro que lo conoce, yo también lo conozco pero que idiota soy. Jess tenía razón.

— Vez tenía razón y tú— pozo una mano sobre mi hombro— mi querido amigo eres un pobre, pobre iluso

— Ay, no. Me largo a casa Adrick, aquí no me quieren.

— Si, claro, reina del drama, Pollie ya vuelvo voy a cambiarme— con eso Jess salió de la cocina con dirección a su habitación

— ¿No es esa chica que te estaba filtrando la otra vez?— asintió con la cabeza— ¿No te desagradaba?.

— Sí, pero digamos que tiene Play Station 4 en su casa, es linda, es mi tipo, aunque su ropa, agh me causa escalofríos y su primo está para chuparse los dedos— y con eso salió de la cocina

— ¡Recuerda taparte más estamos entrando en la temporada de otoño!

— ¡Guarda te el papel de niñera sobreprotectora para mí hermana y aprovecha esta oportunidad para salir de la friendzone!

— ¡A mí nadie me a mandado a esa zona!

— ¡Ajá, y yo no soy bisexual, adiós!— después de eso escuché como la puerta se cerró.

Yo me quité mi chaqueta y sudadera, la calefacción estaba encendida pero aún hacía frío, uno agradable. Me dispuse en sacar las cosas y ordenar las, hoy me quedaba en casa de Jess así que por ahora solo íbamos a usar la mitad de las cosas, también compré otras demás para los recesos en la prepa, metí las bebidas que tomaremos en el mini refri de la sala en una bandeja vacíe los snacks y puse las palomitas de maíz en el microondas, preparé la película y mientras esperaba a Jess pasé las cosas de la cocina a la mesa de la sala una que es grande de ancho, pero pequeña de altura, la verdad muy agradable ya que me recuerda a la decoración japonesa que es muy culta.

— ¿Ya está listo todo?

— Si — me levanté del suelo, sacudiendo me las manos, como si en esta casa fuese a haber polvo, siempre está pulcra y la responsable de eso es Jesica, la mamá de Jess y Isaac;— solo falta traer las palomitas del micro...

Jess estaba parada a unos pocos metros de mí, tenía una blusa azul con unos shorts deportivos cortos, su cabello caía a ambos lados de su cara estaba desenredado y aún escurría agua.

«Dios ¿porque eres tan cruel con los mortales? ¿Quien se puede resistir a tanta ternura?»

— Está bien, yo las voy a buscar tu ponte cómodo.

Tragué saliva y le respondí con un asentimiento de cabeza. Me tiré en el mueble y me pasé la mano por la cara.

«Dios, mientras más crecemos más difícil se vuelve resistir me»


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Nota de autor:
Ok, tardé bastante en actualizar, pero todos tenemos vidas aparte de Wattpad y se hace difícil equilibrar, pero Wow no sé si sea mal visto que me emocione ver cómo poco a poco mi historia le llega a más gente y me encanta 😁 gracias por el apoyo a todos que se toman el tiempo para leer está historia y a los apoyos de personas que se los agradezco mucho y prometo mejorar tomando todo lo que me dicen y aconsejan.
Saludos y hasta la próxima actualización. Alex M Gudiño

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