Una sutil voz pudo escuchar desde el otro lado, y el corazón del moreno se aceleró como si estuviera corriendo una maratón, sentía que los cuadernos que yacían reposando en sus brazos eran rosas, y que estaba en medio de una cita, todo ese escenario desapareció al agitar la cabeza, no podía pensar tales cosas, estaba volviendo a ser el idiota de primaria, y no quería meter la pata otra vez.

Conteniendo su fuerza de voluntad, abrió la puerta, solo pudo fijarse en el bulto de la cama con sábanas delgadas sin mucho diseño, allí estaba el albino, así mismo, el albino con una remera blanca manga larga cubriendo su delgado torso, las mantas solo estaban cubriendo sus piernas.

¿Cómo sería la interpretación? Error solo se decía... Joder, joder, joder.

El joven parecía estar algo adormilado como para no notar que en frente no era su hermano sino Error, solo a los segundos sus hermosos párpados se abrieron de sorpresa, soltando un resuello antes de alzar las sábanas para cubrirse hasta la boca mientras se sentaba.

"¿Q-Qué haces aquí?"

A Error le costó pronunciar palabra, sentía su corazón en su garganta mandando la sangre solo a sus mejillas, miró sus cuadernos y después al precioso joven que estaba en la cama, titubeando pudo pronunciar.

"Solo... V-Venía a darte los deberes. Sí, eso." Dijo nervioso, dejó sus cuadernos en la mesa más cercana pero casi se le cae todo, susurró una grosería, estaba haciendo el ridículo, logrando sacar una sonrisa al albino aunque esto... Error no lo notó. "¿Irás mañana a la escuela...?"

Ink que tenía la mitad del rostro tapado, asintió, dejando que otra vez el silencio los consumiera, Error se estaba maldiciendo, ¿Cómo era posible que hace unos días pudo encararse al contrario y ahora ni hablar podía? Desvió la mirada, frustrado de sí mismo.

"Error..."

"¿Sí...?"

"¿Por qué estás tan nervioso? Yo creo... Que yo soy quien debe estarlo..."

"¿No lo estás...?"

"¡Si l-lo estoy! Pero no sé... Por qué tú lo estás."

"...Porque..." Qué podía decir, no quería delatar todo su gusto por él, todo el pesar que sufrió para poder volver a hablar con él, tantas cosas que decir... Igual como hace años. Volvió a desviar la mirada, frunciendo el ceño. "Nos vemos mañana, ahí me pasas mis cuadernos, recupérate."

Error, otra vez sintiéndose cobarde, se retiró de la habitación, a la par de esa casa sin despedirse de Zephyr, necesitaba un tiempo a solas.