Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍

╔💢════════════╗
Mutants Rising 
╚══════════════💥╝

El pequeño grupo sale del pub, Eva aún sentía esa punzada en el pecho desde que reconoció a Klaus en los recuerdos de Moira. Eso le dió a entender que lo ocurrido en el orfanato no fue simple casualidad y mucho menos un acto de fanatismo.

—Los llevaremos a Langley para que hable con nuestros superiores sobre la investigación de su tesis, profesor— Adam le explica mientras caminan hacia la van negra adornada con un discreto logo de la CIA

Todos entraron en el vehículo.  Mientras Levin conducía y Moira iba como copiloto,  Adam iba junto a los Xavier en la parte trasera de la Van.

—Hola— Adam la mira, esperando no incomodarla

—Hola— Eva le responde, sonriendo.

Ese pequeño gesto hizo que el corazón del agente latiera con fuerza

—¿Crees que nos van a tomar en serio?— Eva le pregunta sacándolo de sus pensamientos

—¿Tú no?— Adam le pregunta de vuelta, mirándola

—No estaría tan segura. Hemos estado ocultos por años y quienes nos descubrieron solo nos utilizaron para un beneficio propio— Eva mira por  la ventana, sus ojos azules fijos en las calles— los van a tomar por locos— le advirtió, refiriéndose a él y a sus compañeros — y aún si les demostramos que es verdad, nos verán como algo peligroso, no vale la pena que se arriesguen Adam

—No has cambiado nada— Adam ríe

—¿Eso es algo malo?— Eva alza una ceja

—Con gente como tú, no— le asegura el rubio.

Y de la nada él sintió que todo seguía igual, pero era eso. Un simple sentimiento que hace años se juró a sí mismo que enterraría en lo más profundo de su corazón, pero no tuvo el valor de cumplir con eso. Era consciente de que no volvería a haber nada entre ellos después de tantos años y sobre todo por la manera en la que terminaron las cosas.

Pero no era tiempo de pensar en eso.  Hicieron una breve parada en la casa para que pudieran tomar sus pertenencias, y después se dirigieron hacia el aeropuerto para tomar un vuelo directo hacia Langley.

Llegaron a la pista de aviación, directo al avión privado de los Xavier que los esperaba para abordar.
Subieron las escaleras y tan pronto como la última persona estuvo dentro, la compuerta se cerró. Todos tomaron asiento.

—Me imagino que tienen facilidad de palabra— Aaron observa a los agentes, a la espera de una respuesta— me refiero a sus superiores. Quiero pensar que serán capaces de entender esto, por el bien de todos.

—Son un poco difíciles de tratar pero no hay nada que un par de argumentos lógicos no puedan resolver— Adam fue quien le respondió— de todas formas la mayoría de ellos no van a entender del todo lo que digan, pero si les suena inteligente no lo van a pensar mucho y les darán la razón.

—¿Tan jodidos están?— pensó Cassandra

El vuelo transcurrió con cotidianidad, nada más llegar, tomaron otro vehículo para ir al cuartel general dónde Macone y la mesa directiva los esperaban. Adam, Levin, y los Xavier se quedaron de pie para que Moira, Eva y Cassandra pudieran tomar asiento.

Se presentaron, y Macone le pidió a Charles que explicase su tesis con detalle. El proyector se encendió y él comenzó con su explicación con naturalidad.  Todos escuchaban atentos las palabras del recién graduado profesor.

—Se cree que la llegada de la era nuclear aceleró la mutación. Es posible que haya personas con habilidades extraordinarias entre nosotros— finalizó, apagando el proyector.

—¿En serio crees que un científico loco me va a hacer creer en damas que resplandecen  y hombres que se esfuman?— Macone dijo apenas Charles terminó, con evidente molestia, viéndolos de reojo— acaba de ganarse un boleto al área de máquinas de escribir— vuelve su mirada hacia Moira.

Macone quiso dar por terminada la reunión y Moira se puso de pie.

—Por supuesto que no, agente Mactaggert. Guarde asiento— Aaron le habla a la mujer con amabilidad, mientras todas las miradas se posan  sobre él, y Moira vuelve a sentarse

—Claramente esperaba esta reacción de su parte, sobre todo porque durante toda mi explicación solo imaginó que clase de pastel servirían en la cafetería— la voz de Charles se volvió severa— es de manzana, por si aún tenía la duda

—¿Ahora nos dirá que pensemos en un número del uno al diez?— uno de los hombres junto a Macone se ríe

—No. Pero podría contarme sobre su hijo William, en quien estaba pensando, lo cuál me parece muy tierno— la respuesta de Charles deja helado a más de uno— Aunque igual sería útil si me hablara de los misiles Júpiter que esta nación está poniendo en Turquía.

—¡Trajeron un espía a mis instalaciones!— Macone apunta con el dedo hacia Adam y Moira

Moira comenzó a negarlo todo, alegando que ella no sabía nada de ningunos misiles. Todos los hombres de traje comienzan una discusión en torno a esa acusación.

—¡Nosotros no trajimos a absolutamente nadie de esa clase!— Adam se acerca a Macone— ¡Ellos son de confianza!

La discusión continúa en esa pequeña sala de juntas, los Xavier volteaban a verse sin saber qué hacer, hasta que algo pasa por la mente de Eva.  Cassandra sonríe al leer su pensamiento.

Formó una esfera de energía, enviándola directo a Macone sin dejar que esta le causara algún daño, tan solo haciendo que girara alrededor de su cabeza.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de todos, y cuando ella notó que habían tenido suficiente, la energía se disipó.

—Los quiero fuera de aquí— la voz de Macone sonaba áspera y amenazante— los aislaré hasta que decida qué hacer con ellos— se retracta casi de inmediato solo al ver cómo se ponen de pié

—Mis instalaciones están fuera— una voz que no se había oído antes hace que todos volteen la cara a esa dirección. Provenía de un hombre de cabello negro, con gafas y traje.

Los cuatro hermanos se fueron con ese hombre. Adam se levantó ignorando a Macone por completo cuando sintió su celular vibrando en el bolsillo de su pantalón.

—¿Diga?— coloca su teléfono al oído

—Es un lío y de los gordos, no te lo imaginas— la voz de Beyazid se oye en la otra línea

—¿Igual o más que el mío y el de Mactaggert?—  Adam va y viene en línea recta— Macone ya nos puso la soga al cuello

—Después de pasar semanas repitiendo lo mismo, al fin se dieron cuenta de que Sebastian Shaw y Klaus Schmidt son la misma persona— al fondo se oía como el turco abrochaba el cierre de su maleta— me asignaron el caso, ya saben que están ustedes dos así que andan muy confiados

—Quédate al pendiente del celular porque voy a llamarte cuando necesite que vengas— Adam exhaló— hasta luego— cuelga

Adam caminó por el pasillo, buscando a Levin y Moira. Bajó la velocidad de sus pasos cuando los vió parados al lado del bebedero.

—¿Y el profesor?— pregunta nada más llegar— ¿Los aislaron?

—No Adam, fueron con Fitzgerald al estacionamiento— le explica la castaña un tanto estresada mientras Levin se inclina para beber agua  —No entiendo porque Macone hace esto, deberíamos ir tras Shaw pero está más ocupado persiguiendo a los mutantes equivocados

Moira seguía despotricando en contra de su jefe y Adam estaba tan ocupado escuchándola que ninguno de los dos notó que de un momento a otro, Levin se quedó paralizado frente al bebedero, mientras el agua corría.

—¿Levin?— Moira sacude el hombro de su compañero cuando ve que no se mueve

—Tranquilos, no le pasa nada, solo lo paralicé para que podamos hablar un rato.— la voz de Charles resuena en sus mentes— este Shaw nos interesa tanto como a ustedes. Veamonos en el estacionamiento.

—No voy a negar que eso se sintió raro— Adam pestañeó.

Para ese entonces Levin ya había recobrado la conciencia, y el trío de agentes se dirigió de prisa al estacionamiento donde encontraron a Fitzgerald y a los Xavier.

—Fuí el hazmerreír de esta agencia por años y al fin se demuestra que no estuve equivocado, lo sabía— Fitzgerald hablaba con emoción— les van a fascinar nuestras instalaciones

—Me temo que eso tendrá que esperar— Charles caminaba a pasos apresurados hacia el coche— según tengo entendido, la agente Mactaggert conoce información relevante de Sebastian Shaw y si no actuamos ahora lo perderemos

—Pero no tengo el permiso de mis superiores— objetó el pelinegro.

Aaron exhaló, viendo por encima del hombro a Fitzgerald

—¿Quiere ver un truco de magia?— el sarcasmo en su hablar hizo sonreír a Cassandra

—¿Eh?— Fitzgerald arrugó la frente

El mayor de los Xavier rodó los ojos, presionando sus dedos en su sien — Si usted nos ofreció su ayuda, acarree con las consecuencias. Ahora deje de hacer preguntas estúpidas y meta su trasero en el auto

—Muy bien— él obedece ante el control del telépata.

Llegaron del cuartel general, a la pista de aviación de Langley, donde nuevamente pretendían subir al avión.

—¿Dónde dice que está?— Charles le dirige la palabra a Moira

—En Miami. Nuestros agentes lo vieron rondando por la costa a bordo del Caspartina— Moira le extiende el folder que contenía la información— Dijeron que no estaba solo, así que supongo que lo acompañan las mismas personas que ví en el Hellfire la otra noche

—Alerté a la guardia costera, lo primero que haremos será ir al puerto para confrontarlo. Ya hay refuerzos esperando— les informa Adam quitándose sus lentes de sol






MIAMI, FLORIDA

Erik se sumergió en el agua, nadando hasta llegar a la otra orilla, subiendo despacio por el pequeño puente de  madera y con pasos apenas audibles, se sube al yate cuidando que nadie lo vea. Con respiración agitada, empuña aquella daga que tomó en Argentina, y sale del escondite, caminando con calma.

Apenas lo ven, Emma y Janos se ponen de pié al igual que Klaus.

—¡Ah!— exclama sorprendido mientras alza sus manos indicándoles que se queden detrás de él— el pequeño Erik Lehnsherr— dijo en alemán curvando una sonrisa mientras Erik no le quitaba la vista de encima— ¿Dónde está la dulce Ateleia? Hace tiempo no sé de ella— aquellas palabras salen con burla de su boca.

—Quiere asesinarte— le hizo saber Emma con los ojos fijos en Lehnsherr.

Primero le causó dolor, haciendo que cayera de rodillas con las manos en su cabeza.

Erik escuchó un lamento en su interior, uno que hizo que cada vello en su cuerpo se erizara. Comenzó a recordar los experimentos con Klaus y como este lo observaba, gozando de llevarlo al límite del dolor. Un flash lo llevó al rostro afligido de su madre mientras los separaban,  tan solo para luego ver a Klaus disparándole en la cabeza. 
Otro de sus recuerdos se centró en Natalya muriendo igualmente frente a sus ojos y el cómo después de caer de las alturas, su cuerpo marchito quedó entre sus brazos. Después, aparecieron los tristes ojos de esos pequeños niños que lo veían marcharse mientras lloraban.

Eso le desgarró el alma pero también le dió fuerzas para seguir peleando, dió un apretón al mango de la daga, lanzándola con ayuda del magnetismo. Emma fue más ágil y con solo alzar su mano la daga se detuvo, adquirió su forma de diamante y tomó impulso para dar un giro. Antes de tocar el suelo, estiró una de sus piernas para patear a Erik, mandándolo fuera del barco hacia el agua.

—Emma, no tratamos así a los nuestros— Klaus ladeó la cabeza, la rubia sonrió.

Cuando creyeron que todo estaba en calma, vieron a lo lejos una imponente embarcación de la guardia costera con sus faroles apuntando en su dirección.

—¡Esta es la guardia costera de los Estados Unidos!— dijo un agente por el megáfono —¡Los tenemos rodeados!

—¡Ahora es una fiesta!— Schmidt alza sus brazos a los costados.

En primera línea, estaban los agentes Mactaggert y Macleod junto a los Xavier. Charles trató de entrar a la mente de alguno de ellos. Mas frunció los labios cuando no obtuvo ningún resultado.

—Es increíble, hay alguien como yo en el bote. Está bloqueándome— aparta los dedos de su sien sabiendo que por el momento, tenía las manos atadas

—¿Alguien como usted?— Moira se abre paso entre los guardias

—Un telépata— le aclaró, viendo hacia el bote— lo lamento pero no hay mucho que pueda hacer

Eva sabía que debía actuar, que tenía que ir más allá si quería tenerlos contra las cuerdas y frustrar los planes de Klaus. En un arranque de valentía se giró hacia Adam.

—Dime por lo que más quieras que tienen una fuente de energía— alza las cejas tomándolo por los hombros— si hay un telépata con ellos entonces me voy a ver en la obligación de usar otros métodos.

—Están por el pasillo. Son transmisores de energía eléctrica— le dice— ¿Qué vas a hacer?

Eva se dió la vuelta, corrió escaleras abajo hasta llegar al pasillo, bajando un poco la velocidad cuando casi al final del corredor encontró una puerta que tenía un cartel donde se leía una advertencia sobre el manejo de la electricidad. Abrió la puerta forzando el candado con un delgado tubo metálico. Tomó los transmisores de energía entre sus manos, comenzando a sentir la descarga por todo su cuerpo, un hormigueo seguido de un ardor la invade emientras se adapta. Cuando sintió que todo punzaba, se detuvo.

Volvió a dónde antes, encontrando en el camino a Aaron y Adam, quienes iban a buscarla.

—¿Qué hiciste?— Aaron trata de acercarse pero frena en seco cuando Eva alza la palma de su mano

—No se me acerquen, puede ser peligroso— les advierte.

Regresa con Charles quien la mira con preocupación sabiendo lo que había hecho. Eva se impulsa con la misma energía para comenzar a levitar yendo al frente, custodiando las lanchas donde los elementos de la marina iban.

Janos distingue la sombra de una figura femenina a lo lejos, no pudo ver su rostro pues estaba a contraluz más lo que destacaba en ella era el atrayente halo plateado que emanaba de ella a causa de la energía. Sus manos empiezan a flexionarse con firmeza, creando dos tornados que fueron directo hacia las lanchas. Todos se preparan para caer al agua pero una fuerte barrera de energía resplandece frente a ellos, disipando aquellos torbellinos que parecían cobrar más fuerza al avanzar. El choque provoca una leve onda expansiva que hace las aguas mecerse y el viento arreciar. Los agentes estaban a salvo.

Eva regresa al frente de la nave, tomando su lugar junto a Charles.

—Diles que vayan adentro ahora— la rubia deja salir una exhalación pesada— no sabemos qué otro as tenga bajo la manga y mientras esa telépata nos siga bloqueando no podremos hacer mucho— Eva se sostiene de los hombros de Charles y deja caer su cabeza en su pecho mientras siente un mareo azotarla— mierda…

Charles atiende la indicación de su hermana y todos van hacia adentro de la embarcación buscando un lugar seguro.

Un agudo zumbido retumba en los oídos de Charles, haciéndolo trastabillar y agarrarse de la pared al tiempo que suelta un quejido.

—¿Estás bien?— Eva lo sostiene poniendo una mano en su espalda y otra en su pecho.

—Hay alguien más allí afuera— Charles gira sobre sus talones y sale de regreso a la cubierta.

A lo lejos mira las enormes cadenas del ancla ondeando hacia el yate de Shaw. Enfocó toda su atención en ese punto fijo, había alguien bajo el agua que movía esas cadenas.

—Maldición— Eva lleva sus dedos a la sien y al instante logra ver a Erik, quien guiaba las cadenas por el primer piso, destruyéndolo todo a su paso.

Las cadenas se quedaron enganchadas y por apenas segundos, no hubo ninguna especie de movimiento hasta que Charles grita

—¡Suéltalo!— sus manos aprietan los barrotes de la cubierta— ¡Lo tienes que soltar!— vuelve a gritar— quiere levantar el submarino— siseó volteando hacia sus hermanos

—No piensa soltarlo, alguien tiene que saltar y ayudarlo— Eva no deja de mirar hacia el agua

Charles no lo piensa dos veces y se deja caer al agua, nadando con todas sus fuerzas hacia Erik, pues si no llegaba a tiempo se ahogaría.

Lo sujetó por la parte interna de los brazos, imposibilitando que siguiera intentando. Los dos veían al submarino alejarse

—Déjalo ir—le pide, a través de la telepatía— sé lo que esto significa para ti, los dos tenemos el mismo objetivo pero si no lo sueltas te ahogarás. Erik, calma tu mente

Los dos comienzan a nadar hacia la superficie, jadeando al querer recuperar el aliento

—¿Qué hiciste? Ese es mi problema— Erik estaba a la defensiva— ¿Cómo podríamos tú y yo tener el mismo objetivo?

—Lo que les hizo a tí y a Ateleia, se lo hizo también a mi hermana— le explicó— ese infeliz tiene muchas cuentas pendientes, Erik.

A lo lejos aprecian la luz de una linterna, al enfocar la vista distinguieron a una de las lanchas

—¡Por aquí!— Charles comienza a llamarlos

En un par de minutos se encontraban arriba de la lancha, yendo de regreso al barco.

—Tenemos que traerlas con nosotros— Charles comienza a sentir el aire chocar contra su cuerpo mojado, causándole una sensación de frío— no van a estar seguras hasta que estén con nosotros

—¿De qué hablas?

—Si Klaus ya sabe que le estamos siguiendo la pista y que tú reapareciste, van a ir tras ellas, sobre todo si están solas— el castaño mueve los húmedos mechones de su cabello hacia atrás, peinándolos  con su mano— tenemos que traer a Ateleia y a Raven antes de que ese imbécil se ponga creativo

Ya se encontraban arriba del barco, donde no tardaron en ofrecerles toallas para secarse.

Eva es la primera que recibe a Charles con un abrazo que él correspondió con más fuerza.

—Lo hiciste muy bien— acaricia su cabello y besa su frente— así tienes que seguir. Hazlo por tí

Eva le agradece con una sonrisa y besó su mejilla. Charles dirige la vista hacia Moira

—¿Qué hay que hacer ahora?

—Tenemos que ir con Fitzgerald. Él es el único que sabe qué podemos hacer— Moira los mira con atención

La expresión de Cassandra era un poema —¿Él va a saber qué hacer con Shaw?— se cruza de brazos— No tenemos la más mínima idea de cuáles sean sus planes, y sabemos muy poco de sus aliados— argumentó— además por lo que veo, tu jefe está más interesado en usarnos como soldaditos de juguete— el desagrado en ella es evidente— si sigue así, Klaus, o como sea que ese insulto a la creación se llame, nos va a tomar mucha ventaja.

Al salir del lugar, fueron directo al aeropuerto para de nueva cuenta abordar el avión, regresando a Langley pero esta vez yendo a las instalaciones de las que Fitzgerald estaba a cargo.

Hicieron una parada en Nueva York para poder llevar a Raven y Ateleia con ellos. Ninguno pudo conciliar el sueño pues estaban inmersos en sus propios pensamientos

—¿La CIA hizo un trato con ustedes?— Ateleia no terminaba de entender ese asunto del todo

—Eso parece— Erik flexiona su cuello mientras se remueve en el asiento— hay unos asuntos entre Rusia y los Estados Unidos, creen que Shaw está detrás de todo eso

—¿Y qué van a hacer?

—No lo sabemos aún, tenemos que esperar

Así fue como volaron de regreso a Langley, yendo esta vez a la base de investigación de la CIA, apartados del cuartel general.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro