Cuando Tae colgó la llamada con dificultad, no dudo en dirigirse hacia Tara...

Ayer había tenido un presentimiento, sentía algo oprimir su pecho, dejo que el tiempo pasará sin darle tanta importancia, pero está noche un sueño atormento su mente, y en lo único que pensó al despertar era en la azabache.

A pesar de sus escasas habilidades en la tecnología estaba logrando adaptarse bastante bien, tal vez sea por qué es un ser superior, que más da...

Últimamente esto ocurrirá más seguido, los recuerdos de vidas pasadas empezaban a atormentar su mente reviviendo cada uno, también noto a su Ángel favorito recordando, pero esto no era coincidencia el destino que tanto esperaba estaba llegando

Sin dudar un segundo término frente el apartamento de la chica azabache esperando respuesta, tocó la puerta una y otra vez..

Espero pacientemente, mientras reía al oír los paso de su linda chica acercándose para abrir.

Aunque ya no lo era, no era suya...

- Tae...- pronunció con esos preciosos labios que tanto añoraba, rojizos y esponjosos, su cara empapada en lágrimas y mejillas sonrojadas, su voz sonaba asustada y él sabe que cuando Tara se asusta lo que menos necesita es estar sola.

-Tara, linda ¿Quieres un abrazo?. - El castaño no sabía cómo reaccionar con Tara, había pasado tantas cosas últimamente y ella había marcado estrictamente límites, unos que habían echo doler su corazón.

Tara no admitiría la gran preocupación que desborda de su pecho, por alguna razón el sentimiento de cariño que tenía por el castaño aumento demasiado en poco tiempo y entre el clima helado lo único que quería era arrullarse en sus brazos, recordaba lo cálidos que eran y ese deseo atormenta a su corazón.

Tara casi se tiró sobre él, sentía temor pero si el castaño estaba ahí todo estaría bien.

abrazo fuertemente el esbelto cuerpo del contrario aliviandose así misma, el castaño estaba complacido por el acto, sentir el cálido tacto de su amada no era algo que ocurriera muy seguido últimamente, suspirando aliviados como si ahí era justo donde pertenecían, pero el mal avanzaba rápido nadie lo podría saber mejor.

-Tae... y-yo te vi...- Susurró Tara en el pecho de Taehyung aprisionandolo con sus delgados brazos este en cambio parecía relajado como si sus palabras no le sorprendieran.

- ¿Si? ¿En dónde pregunto? - estaba relajado no había pánico en su mirada como si estuviera enterado sobre lo que la muchacha diría.

- No lo sé, yo solo lo soñé...- aferró más su agarre escuchando el corazón de Taehyung latiendo a un ritmo relajante y melodioso, este suspiro y llevo a Tara dentro del departamento cerrando la puerta y colocándose en el sofá con ella en su regazo, el pánico de la chica era tanto que no se inmutó por la posición en la que estaban, se abrazo dejándose hundir por la cálida protección.

- ¿Quieres contarme? - murmullo en su oído con la vos ronca, no era aproposito, instintivamente empezó a mecerse para arrullar a Tara como si fuera una pequeña niña así solía tranquilizarla cuándo era una bebé llorona.

-Sip. - contestó bajito sonando casi infantil, el ambiente se torno silencioso abrazando fríamente el departamento, respiraciones relajadas que se convertiría en tranquilas sinfonías, solo había dos cuerpos cálidos dándose confort, Taehyung asistió sin dejar de mecer a la muchacha dándole la señal para decirle sin palabras que la escuchaba.

- Había oscuridad... Estaba muy sola y aterrada, dolía...- Era difícil de explicar su sentir pero el atento castaño comprendía muy bien esa oscuridad.

- ¿Si? ¿Qué más? - pregunto tranquilo.

Tantos límites y barreras que al final sería derrumbadas.

- Yo...yo no sabía dónde estaba..pero te ví ahí.- El castaño asistió lentamente escuchando como su amaba intentaba revivir recuerdos.

Aveces recordar dolía.

- ¿Qué hiciste? - Aún seguía tranquilo sabiendo exactamente que preguntar para armar esa historia.

Distinguir un recuerdo era difícil pero los inolvidables se convierten en sueños que te atormentan a no olvidarlo recordándote tu sufrir.

- Te llamé, tenía miedo y llore gritando tu nombré....- Él tomo en cabello de Tara y lo apartó de su rostro lentamente acariciando para relajarla...

Era cómodo.

- ¿Qué tan fuerte?- parecía una pregunta muy cínica pero no era así, él solo sabía que debía decir para no hacerla olvidar los amargos recuerdos de su corazón que le ayudarían a no cometer nuevos errores.

Necesitaba que volviera a llamar a su nombre o no sería salvado.

- Mucho casi desgarrando mi garganta....- El ritmo seguía Tara ya no lloraba más en cambió Taehyung se sentía demasiado relajado.

Dolió recordar su mirada triste.

-¿Dónde estaba yo? - preguntó sabiendo la respuesta.

Un castigo que estuvo dispuesto a tomar sin culpa pero aún invadido por el pecado.

- De espaldas.- está vez Tara levanto la mirada viendo fijamente lo ojos dorados de Taehyung, estos empezaban a brillar intensamente y la azabache intento justificar la anormalidad de esa acción.

Con sus dulces manos acaricio el cabello castaño y con ondas del contrario mientras esté disfrutaba cada toque y no perdía la concentración en la bella muchacha.

- En tu espalda había....- ¿Cómo diría algo así?, Era demasiado loco, pero mirando fijamente a Taehyung su corazón empezo bombear con intensidad...

Quería comprobarlo, quería saber si las suposiciones creadas en su mente hace menos de veinticuatro horas podrían de alguna manera ser verdad, pero sonaba a ficción..

Taehyung suspiro esperando con paciencia el siguiente movimiento de Tara el cuál podría predecir, esa mirada curiosa que lograba identificar a la perfección asechando con intensidad sus ojos, el se perdió en los verdes de Tara, siempre le parecieron una creación divina que no podía parar de admirar, toda la azabache era tan bella con sus defectos los cuales realmente no lo eran y sus virtudes que llenaba gran parte de su personalidad, no sabe cómo es que se terminó enamorado de esta chica pero su alma no descansará hasta obtener una vida con ella.

Tara acaricio lentamente sus mejillas sus ojos curiosos se despegaron por fin de los suyos, soltando un suspiro analizando la ropa que él traía puesta, una simple camisa completamente blanca y unos pantalones negros de vestir...

¿No sentía frío? Se pregunto la muchacha, el ambiente se torno indecifrable para Tara pero en Taehyung fue diferente, lo reconocía muy bien, la primera vez que peco y profano el cuerpo contrario en anteriores vidas se torno un ambiente tan similar.... pero no era lo mismo, vio los ojos de Tara los cuales no tenían otras intenciones aunque si fuera lo contrario no se hubiera opuesto, eso no impidió que su mente volará regresando al pasado donde la curiosidad de Tara y el deseo los llevo a un acto impropio que sabía bien no debía sucumbir pero fue inevitable, besos, caricias y los te amo que los hacían delirar.

Mientras tanto aún sin piedad Tara lo observaba y acariciaba sin otra intención o amor que los sucumbiera

¿Acaso no miraba lo frustrado y enamorado que se encontraba?

Tan ingenua que llegaba a ser desesperante y no podía evitar amarla aún más, y él tan estúpido arriesgando su existencia.

-¿Qué había Tara? - preguntó con esa tensión que lo invadía pero sin mostrar sentimiento alguno. Observó como las delgadas manos de su amada bajaban lentamente hasta su pecho justos en el primer botón de su camisa eso hizo que el corazón de ambos bombear anhelando algo.

¿Qué exactamente?

Tara se dejó guiar completamente por su instinto desabotonado el primer botón de la camisa con nerviosismo, soltó un suspiro llena de una extraña adrenalina miro a Taehyung otra vez, él parecía tranquilo dispuesto a seder así que ella continúo lentamente desabrochó botón tras botón está vez un poco más confiada dejando al descubierto la piel acanelada de Taehyung, él se tenso en cada toque por la sensación de las bellas manos de su amada rosando su piel, cuando toda la camisa estaba completamente desabotonada analizo un poco al castaño con ese nerviosismo que no dejaba de acompañarla, su cuerpo estaba bien definido tenía el abdomen bastante marcado y le sorprendía muchísimo, admitía que su corazón se aceleró y no pudo evitar pensar en lo atractivo que se miraba así, este estaba sentado en el sofá recargado completamente y con una cara de póker lo observó peinar su cabello con sus manos hacia atrás él la miro levantando una seja interrogante esperando alguna otra acción de la azabache, ella seguía en su regreso con las mejillas rojas como dos manzanas...

No dudo ni un poco en proseguir acomodándose más firme sin bajar del regazo del contrario. Tomo el cuello de Taehyung y lo jalo un poco hacia ella casi abrazándolo este un poco confundido se puso recto sin despegar la mirada de Tara quien acariciando desde su abdomen hacia arriba, con delicadeza deslizó la camisa por los hombros de Taehyung, por instinto entendió la señal haciendo los brazos hacia atrás para ayudar a retirarla, la camisa cayó hacia el suelo descubriendo el cuerpo bien definido del castaños sus brazos fuertes y sus venas que por la tensión se hicieron notar, Tara tomo el rostro de Taehyung y miró sus ojos fijamente intentando transmitir las palabras que se le dificultaban pronunciar...

Acaricio sus hombro aún sin perder esa mirada fija hipnotizadose en sus ojos miel, abrazo su cuerpo y con sus manos recorrió sus espalda hasta donde deberían estar las:

- Había alas, dos grandes alas grises con toques dorados, Justo aquí.- acaricio lentamente su espalda recorriendo una y otra vez buscando sin éxito al sentir la suavidad uniforme en ella no dejo de mirarlo fijo en ningún momento...

- ¿Quieres qué te las muestre? - dijo bajito y grave, Tara lo miro atentamente diciendo que sí con la mirada ya que sus labios no pronunciaban más palabras.

Taehyung aspiro hondo tomo a la azabache acariciando aún sus bellos rizos y hizo que los dos estuvieran de pie aún frente a frente sin apartar la mirada, el castaño se estiro levemente hizo sus hombros hacia atrás, se volteo observando hacia otro lado abandonando el contacto visual con Tara para que observará su espalda la cuál se tensaba y se apreciaban los músculos bien definidos, escucho un suspiro profundo de el castaño...

Pensó que era una broma, realmente no sabía si lo esperaba, sus ojos se abrieron en grande al ver brotar dos enormes alas grises como había descrito detalles dorados hermosos, se quedó plasmada intentando procesar todo, pero al contrario de como una persona normal reaccionaria Tara no estaba aterrada era como si en el fondo supiera que esto que sus ojos observaban era verdad...

- ¿Qué eres? - susurro la azabache sin intención de que el contrario escuchará fallando sin duda, Taehyung se giro mirando a la bonita chica la cuál lo tenía a sus pies, le sonrió cálidamente pero al poco tiempo esa dulce sonrisa se convirtió en una ladeada acompañada de su seja alzada levemente, se acercó sin abrumar a su amada...

Seguía diciendo "su" aún...

Acaricio sus mejillas levantando su curiosa mirada para mirar fija sus ventanas verdes.

- Un híbrido - respondió simple, sus ojos se brillaron en un dorado intenso abrumador.

- ¿De qué? - Él sonrió por la pregunta.

- Lo sabes Tara, fui tu Ángel guardián antes de amarte tanto.- Tara dio un paso atrás, necesitaba procesar todo.

"Antes de amarte tanto" dudas surgieron, preguntas sin respuesta y aunque quisiera aclararlas, el toque de su puerta interrumpió ese momento en el que todo se revelaría ante sus ojos perdiendo la oportunidad.

- !Tara! ¡Estás ahí! -

¡Jungkook!

lo había olvidado por momento, entro en pánico por lo malinterpretable de la situación.

Taehyung sonrió levemente Jungkook ya debió haber sentido su presencia a este punto.

- ¡TARA! ¡ABRE! - Una simple puerta no era obstáculo para Jungkook pero si Tara no la abría no valdría nada entrar, aún así tenía límite de tiempo.

Habría problemas, unos grandes por qué la verdad ya está saliendo a la luz.

Miedo, nervios, irá, amor y emociones complejas humanas ocasionaron esto.

Por eso los Ángeles no se enamoran.

Por eso Jungkook no debió enamorarse.

Por qué había un lado en Taehyung sin piedad y muy peligroso que cobraría venganza hundiendolo en sus propios dolores y pecados.

Gracias por leer.