Mis dos madres
Un caso curioso les vengo a contar. Les digo curioso porque no sé qué otra palabra emplear, no hay adjetivos para describirlo como tampoco la necesidad de hacerlo... yo solo quiero que entiendan mi situación, se pongan en mi lugar y si pueden, me sepan perdonar.
Yo soy Ángel Andrés, algunos me dicen Ángel otros Andrés, pero el seudónimo que más me gusta es "Figlio", el que me pusieron ellas, las mujeres de mi vida.
Nací en una pequeña ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires, y mi infancia y adolescencia fueron hermosas. Siempre estuve rodeado de personas muy cariñosas y amables que seguían valores que siempre admiré, esos valores que querían que yo siguiera de grande y que espero no me abandonen nunca.
Vivía en una casa no muy grande, con tres habitaciones, cocina y baño, y un patio amplio donde jugaba con mi mama y mi tía siempre que estaban en casa. A pesar de que no éramos ricos, nunca nos faltó nada, ellas trabajaban para mí, siempre me decían que yo era quien más les importaba y que si algo no podían darme por falta de dinero lo creaban ellas mismas. Pero lo que más extraño en estos momentos es que si yo lloraba, ellas lloraban conmigo. Siempre estaban para escucharme y aconsejarme. Jamás me gritaron, como he oído a otros padres con sus hijos, ellas siempre traían un vaso de jugo, cuando era chiquito, o el equipo de mate, cuando ya era grande, para hablar conmigo, y lo hacían con calma y paciencia aun cuando me ponía rebelde y no quería escucharlas. Tenían el don de dejarme tranquilo y en paz después de cada charla, y me refiero a la seguridad de que siempre iban a estar ahí para mí, las necesitara o no.
Un día un maldito vecino nuevo se mudó a la cuadra. Era una persona desagradable, de esas que se les notaba en la mirada que no era feliz y no quería que nadie lo fuera. Un viejo con el alma desgraciada quien sabe por qué.
El caso es que Andrea y Caren lo conocían y él a ellas.
El diez de julio, aniversario número dieciséis de mi nacimiento, en evidente estado de ebriedad golpeó mi puerta y empezó a gritar: "¡donde está la torta!... ¡la torta donde está!". Yo, inocentemente le ofrecí una porción de la torta de cumpleaños, pero no era a eso a lo que se refería. Me dijo: "pendejo, ¿vos sabes quienes son tus padres? ¿Te parece normal como vivís? ¡Deberían estar presas!". Yo no entendía nada.
Días después me lo crucé en el almacén en iguales condiciones y me dijo que él podría enseñarme muchas cosas de gente que yo creo conocer y de gente que ni sé que existe pero que me competen. "Yo sé quiénes son tus verdaderos padres, por ejemplo." Y frases como: "Nos arruinó la vida a todos."... "¡Era la novia de tu madre!"... "¿Cuál tía?"... "La tienen que pagar."... "Era un chico joven e inocente."...
Se lo comenté a mi mama, me dijo que esperáramos a mi tía, y después hablaríamos los tres juntos. Entonces prepare el mate y esperé...
¡Aajjj! me ganó la impaciencia y me fui a la casa del viejo. Tenía que saber más, sobre todo acerca de mis "verdaderos padres". La curiosidad me estaba matando, imaginen que fui criado por dos mujeres solas, sin ayuda de ningún hombre, por ende "padre" era una palabra fantasma para mí, pero que haya dicho "tus verdaderos padres" me estaba quemando por dentro.
"No recuerdo mucho, solo que tu madre era una buena chica y Joni también. Pero eran jóvenes los dos y no tenían la responsabilidad necesaria para tenerte. Joni, se desligó... fue un acto cobarde de mi parte obligarlo a hacerlo. Él me obedeció, y sin embargo, no sé nada de mi hijo desde esa discusión. Se fue y nunca más volvió.
Tus abuelos no la querían a tu mama en la casa, siempre dormía donde podía. Tenía una amiga, según ella, (pero para mí eran más que eso aunque no se animaran a decirlo) que la ayudaba un montón. Joni y tu madre peleaban mucho por ella, y cuando él se fue ella aprovecho para llevarla a su casa. -Con ironía agregó- Ahora viven como reinas del palacio de los cuentos de hadas las dos ¿o no?
Tu madre era muy chica, ni siquiera trabajaba, en cambio ella tenía más calle, como se dice en el barrio, y sabía bien de muchas cosas... seguramente como tu padre no estaba tu mama no quería criarte sola, entonces ella ideo el plan. Joni decía que estaba loca por tener un hijo. El embarazo de tu madre le vino justito y la convenció de hacer lo que hicieron.
Pibe, investiga bien. Fíjate vos quien es quien en tu familia."
Las enfrente y no me negaron nada, solo corrigieron algunas cosas.
¡Juro que sentí impotencia y traición y mucha ira y a la vez confusión y creía que ya no sabía quién era yo mismo, y las odiaba y...!
Las denuncié.
Hace nueve meses que estoy en un orfanato o casa de minoridad o instituto de menores... no sé cómo se llama este lugar. No sé nada de ellas, acá soy un número y por supuesto que ¡no me cuentan nada de nada!
Las extraño mucho. Me arrepiento de haberles arruinado la vida a dos personas que por mi lo daban todo, que siempre estaban ahí y ahora... ahora ni se dónde están. Seguro me odian... solo quiero pedir disculpas, actúe cegado por la confusión y el impacto de la verdad y ahora que me doy cuenta de que lo que hicieron está mal pero lo que más me afecta es esta soledad que siento sin ellas, quisiera volver el tiempo atrás y no haberlas alejado.
Por favor, que alguien les diga que quiero de nuevo nuestro hogar. Que yo por encima de todo, ¡Amo a mis dos mamas!
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