Capitulo 9
Bueno aquí está el siguiente capítulo, espero les guste, no olviden dejar sus comentarios, las quierooooo <3
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Y así se dispuso a hacerlo aunque no sabía cómo hacer para que ella aceptara verlo, sabía que estaba enojada con el y sabía que no sería fácil pero tenía que hablar con ella a como diera lugar, necesitaba aclarar todas esas dudas que le carcomían el pensamiento.
-¡Tamara! ¡Akane! -llamó el caballero de leo a las chicas mientras corría acercándose a ellas. Ambas se detuvieron mientras lo observaban con algo de resentimiento, obviamente ellas estaban del lado de su amiga ______.
Aioria dio un gran respiro al momento de detenerse frente a ellas -¿como están chicas? lindo día para pasear ¿no? -dijo mientras se rascaba la parte trasera de su cabeza, era un momento incomodo claramente, el joven sentía las miradas asesinas de las chicas clavarse en el fijamente.
-si, muy lindo, que quieres caballero de leo -dijo Akane mientras se cruzaba de brazos.
-nada, sólo conversar -dijo el rubio soltando una risa nerviosa
-deja el teatro Aioria de Leo, ¿que necesitas? -preguntó Tamara algo impaciente
El joven suspiro -bueno pues si insistes, necesito hablar con ______ y como se que ella no quiere verme, necesito que ustedes me ayuden -dijo el oji verde nerviosamente
Akane y Tamara lo miraron por unos segundos para luego mirarse entre sí -y que te hace pensar que te vamos a ayudar, si ella no te quiere ver por algo será ¿no? -respondió Akane secamente.
-lo se, pero de verdad necesito hablar con ella, es de vida o muerte -ahora Aioria estaba exagerando un poco pero de verdad si necesitaba hablar con ella. Las chicas al notar la desesperación del joven caballero decidieron escuchar lo que tenía que decir.
-y bueno que necesitas de nosotras? -dijo Tamara
-Bueno verán, el plan es....
Primera persona POV
Hoy era una de esas tardes perfectas, había sido un día soleado así que la tarde aún albergaba algo de ese calor el cual era acompañado de esa suave y fresca brisa que prometía una noche fría y despejada.
Me encontraba dando vueltas por el pintoresco pueblo de rodorio, había quedado de encontrarme acá con Tamara y Akane pero llegue algo temprano así que decidí pasear un rato, observar cómo al esconderse el sol, las luces empezaban a iluminar las humildes construcciones que componían aquel acogedor lugar donde a su vez se combinaban una cantidad de olores y sonidos que en conjunto formaban una dulce sinfonía cálida y hogareña. Sonreí al observar esto, seguí mi camino ya que se aproximaba la hora acordada por las chicas, camine un poco hasta llegar a un pequeño campo baldío, a veces veníamos acá a entrenar un poco, nos gustaba por qué era lejos del santuario y podíamos entrenar y divertirnos sin nadie que nos juzgará, y ese era el plan de hoy según ellas.
Pasaron varios minutos y ellas aún no aparecían, era raro, usualmente eran puntuales, yo mientras tanto jugaba con algunas hojas secas que se encontraban esparcidas por el suelo, me gustaba el sonido que producían y el olor que emanaban al momento de estrujarlas en mis manos, pequeños placeres de la vida.
había pasado una hora, o eso parecía, ya me encontraba completamente acostada en el pasto tirando hojas secas al aire, estaba bastante aburrida, al parecer a Tamara y a Akane se les había olvidado nuestra pequeña cita, así que dando un gran suspiro me levante y justo cuando me disponía a irme un sonido me detuvo.
Después de todo no se habían olvidado de la reunión.
-chicas, casi no llegan, ya estaba por irme -dije mientras sacudía un poco de mugre que se había impregnado en mis pantalones, sin embargo, cuando levante la mirada, mis amigas no estaban allí, definitivamente había alguien que no esperaba ver.
-Aioria...¿que haces aquí? -dije sorprendida de ver al caballero de rubios cabellos observándome fijamente.
-______ antes que nada, ya sé que no me quieres ver ni en pintura pero en serio necesito hablar contigo -dijo mientras ponía sus manos en forma defensiva como si yo estuviera apuntándole con un arma, suspiré sonoramente, ¡iba a matar a Tamara y a Akane!
-Habla rápido Aioria que ya es tarde y quiero irme -dije cruzándome de brazos moviendo mi pie impacientemente.
-pues verás -dijo el joven mientras se rescaba la nuca con algo de nervios mientras yo simplemente levantaba mis cejas haciéndole entender que si no hablaba ahora me iba a ir.
-primero quería disculparme por el otro día, nada de lo que dije es cierto, reaccione de mala manera y lo siento de verdad. -Esto me dejo sorprendida, Aioria era muy orgulloso y para el disculparse era bastante difícil, es por esto que pude notar que su disculpa era sincera, lo cual hizo que bajara un poco mis barreras.
-Está bien Aioria, yo también dije algunas cosas de las cuales me arrepiento -dije mientras hacía gestos con mis manos -dejémoslo en un empate y quedamos bien -dije sonriendo levemente. Aioria soltó un suspiro.
-______ la verdad... -hubo un momento de silencio algo incómodo, se notaba que Aioria no sabía que decir, estaba tratando de unir las palabras en su mente pero no sabía cómo pronunciarlas de manera correcta, lo conocía tan bien.
-ese día que fui a visitarte quería arreglar las cosas, que todo volviera a ser como era antes, la verdad te extrañaba mucho y quería volver a tenerte a mi lado pero con lo que pasó me di cuenta que algo era diferente pero no podia descifrar que era.
No me gustaba el rumbo que esta conversación estaba tomando, lo mire fijamente esperando a que continuará tensando un poco mi quijada.
-y pues honestamente Camus me dijo algo que podía ser la causa de toda esta situación y yo solo quería hablarlo contigo -dijo mirándome con ojos suplicantes.
-¿Camus? -¿Camus? Pensé, que tenía que ver el en todo esto?
-si, Camus, Tamara le dijo algo a el -Aioria tomó un tono serio
-q...que le dijo -dije tropezándome con mis propias palabras, ¡iba a matar a Tamara!
Aioria estaba ahora inseguro y se movía de lado a lado balanceándose en sus pies, su labio estaba atrapado entre sus dientes y su mirada me escrutinaba mientras su cabeza no se decidía si decirme o no.
-_______ ¿que sientes por mí? -dijo finalmente en un tono tan suave que parecía un susurro.
Yo me quedé helada ¿que sentía yo por el? Eso era una buena pregunta, ¿lo quería o lo amaba? Creo que lo amaba, pero lo que más me aterraba de este momento era que el lo supiera, el miedo al rechazo, ese vacío que ese sentimiento creaba en mi interior, no sabía que responderle, no sabía que decir, no sabía que hacer...
-Aioria yo... -dije nerviosamente mientras jugaba con mis manos, me sentía entre la espada y la pared con la mirada del caballero puesta fijamente en mi, esperando mi respuesta, no tenía escapatoria y no le iba a mentir, lo notaría, el también me conoce bien, así que tome una gran bocanada de aire y con todo el coraje que logre reunir en esos pocos segundos hable.
-no sé que te habrá dicho Camus pero... yo ya no te veo como un amigo nada más, creo que estoy enamorada de ti -esto último salió de mis labios como un tenue susurro mientras que mi mirada se posaba en las facciones del caballero de Leo.
Continuará.....
Inmediatamente
Y ahí fue cuando lo sentí, el rechazo...
Su cara cambio radicalmente, pasó de tener una mirada expectante y curiosa a una de tristeza e incluso lastima, no pude observarlo un segundo más, esto era lo que más temía y se estaba haciendo realidad, voltee mi rostro para que Aioria no viera como mis ojos se llenaban de lagrimas, ahora lo que menos quería era que me viera derrotada.
-______... -dijo Aioria mientras daba unos pasos acercándose a mi, yo seguía sin mirarlo -no sé que decirte, honestamente no creí que fuera cierto pero tenía que corroborarlo contigo y ahora me siento como un idiota primero por forzarte a decírmelo y segundo por todo lo que te he hecho pasar sin saberlo -dijo el rubio mientras con una de sus manos delicadamente tomaba mi rostro por la barbilla para hacerme dirigir mi mirada a su rostro.
Las lágrimas caían ahora libremente por mis mejillas, La expresión del caballero mostraba simpatía, una tenue sonrisa que solo denotaba lastima se hizo presente en sus labios, su mano que ahora se encontraba en mi mejilla se sentía fría al contacto con mi piel, mientras que con su pulgar trataba de limpiar algunas lágrimas que resbalaban., me sentía tan vulnerable en aquel momento.
-soy un egoísta por pensar solo en mi bienestar y no el tuyo, y ahora entiendo perfectamente tus razones para querer alejarte de mí -ahora Aioria hablaba en un tono muy bajo, como si creyera que incluso el sonido más leve me quebraria, y no estaba alejado de la realidad, en sus ojos veía la indecisión, sabía que no quería herirme pero tampoco sabía cómo no hacerlo con lo que inevitablemente tenía que decirme, yo simplemente lo observaba memorizando sus hermosas facciones porque sabía dentro de mi que después de esta noche su imagen solo estaría allí, en mi memoria.
-tú eres una persona muy importante para mí, te adoro con toda mi alma y se que tú lo sabes, -y aquí viene, el rechazo, quería retirar mi mirada pero sus manos en mi rostro me lo impidieron, estaba atrapada, me hundía en los abismos de sus orbes esmeralda mientras mi corazón se agrietaba con cada palabra que salía de sus labios.
-me duele mucho que estés sufriendo y más aún sabiendo que es por mi culpa, pero a pesar de que mi corazón te pertenece, no es de la manera que tú esperas, te amo, pero como mi hermana.
Senti en ese momento una presión en el pecho insoportable, dicen que el amor no duele físicamente, pero en este momento no podrían estar más equivocados, sentía como mi corazón se despedazaba lenta y dolorosamente.
A pesar de que yo sabía que mis sentimientos no eran correspondidos, nada pudo haberme preparado para este momento, era por eso tal vez que quería evitarlo a toda costa, escuchar esas palabras de rechazo directamente de sus labios era lo más doloroso a lo que me había sometido en toda mi vida.
-N..no t..e preocupes A..Aioria -trate de sonar segura de mi misma pero fracase miserablemente -yo lo sé y no te culpes, está bien, nadie puede controlar de quién se enamora -dije mientras daba dos pasos hacia atrás haciendo que sus manos dejaran mi rostro.
-______ no quiero causarte más daño del que ya he hecho, es por eso que trataré de alejarme de ti y no molestarte, es lo mejor para los dos en este momento -dijo Aioria con algo de tristeza en su voz -algo de tiempo ayuda a sanar las heridas y espero que después podamos volver a retomar esa amistad tan hermosa que teníamos. -una leve sonrisa se asomo en los labios del joven caballero.
-si, tal vez... -dije mientras me limpiaba la cara con mis manos.
-quiero que de igual forma sepas que a pesar de no estar a tu lado, siempre que me necesites, ahí voy a estar y no debes dudar en acudir a mi cuando quieras -nuevamente Aioria se acercó a mi y con la parte de atrás de su mano acaricio mi mejilla nuevamente -además eres una chica muy hermosa, no sólo físicamente sino en tu interior y se que en menos de nada vas a encontrar a alguien que te sepa dar todo lo que necesitas y mereces, siento mucho no poder ser ese alguien.
Sonreí con tristeza y nostalgia al escuchar a Aioria, en este momento lo que menos quería era a alguien más, lo quería a el, a nadie más, pero era ahora más que evidente que eso no podría ser, tome su mano con las mías y le sonreí.
-Está bien Aioria, lo entiendo y agradezco que seas honesto conmigo -dije mientras lo miraba, podía notar el conflicto en sus ojos, no quería que se sintiera mal por mi, al fin y al cabo no es su culpa -de verdad no quiero que te sientas mal, yo voy a estar bien y de verdad espero que seas muy feliz con Marín, es una buena chica al igual que tú y quiero que sepas que tú también cuentas conmigo siempre que lo necesites.
Aioria sonrió, sus ojos se tornaron más brillantes de lo normal y sin previo aviso me atrapó en un fuerte abrazo que correspondí inmediatamente, guardando para mi memoria aquel aroma intoxicante que producía y el sentimiento y sensación que me producía estar en sus brazos, ya que aunque ninguno de los dos lo dijéramos, sabíamos que pasaría bastante tiempo antes de que situaciones como estas se repitieran.
Después de unos segundos sentí como Aioria posó un suave beso en mi cabello para luego apartarse de mi, lo cual causó inmediatamente un vacío en mi cuerpo que no podía explicar, la hora había llegado, la despedida.
Sin más, lo mire unos segundos, sonreí, me di vuelta y comencé a caminar mientras nuevas lágrimas se formaban en mis ojos.
-______ -voltee ante la mención de mi nombre -te quiero y no lo olvides -dijo el caballero de leo a lo cual simplemente asentí y seguí mi camino, dejándolo atrás, dejando todo atrás.
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Que les pareció? Apuesto a que no se lo esperaban muahahaha
Dejen sus comentarios! Las amoooo
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