Capitulo 7
Hola! Acá está el siguiente capítulo y me gustaría dedicárselo a Irene_de_libra que me dio ánimos esta mañana ya que no me sentía muy conforme con lo que escribo, muchas gracias! ❤️ y así pues, tratare de mejorar, espero que les guste y recuerden dejar sus comentarios y votos :)
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No sé que había pasado esa noche entre Aioria y Marín y la verdad no quería pensar en ello, generalmente suelo pensar de más las cosas y en este momento, darle vueltas en mi cabeza a aquella situación era evidentemente algo que no me convenía.
Es por eso que llegue a una conclusión, aunque me causara dolor, lo mejor era alejarme de Aioria, se que extrañaría mucho su amistad pero también sé que si logro superar estos entupidos sentimientos que tengo por el caballero de Leo, podremos volver a ser como éramos antes y podré volver a verlo como solo un amigo.
Y pues como dice el conocido refrán, ojos que no ven, corazón que no siente, igual, al parecer, a la única que le iba a afectar esto era a mi por qué por lo visto Aioria tiene otras prioridades en este momento...
Era una tarde soleada, Marín, Akane, Tamara y yo habíamos sido enviadas por el patriarca a una misión que según el, era de gran importancia y gran dificultad, era por eso que nos enviaba a las cuatro, la cuestión era que aún no pasaba ¡nada!, ya llevábamos tres días en esta estupida isla y nada había sucedido, estábamos en la búsqueda de un extraño objeto que era de gran necesidad para el Patriarca, y que era custodiado celosamente por guerreros muy poderosos, eso era lo único que sabíamos o lo único que se nos había dicho.
No nos fueron dados más detalles, ni siquiera sabíamos con certeza en que parte de la isla se encontraba el dichoso objeto y para ser honesta ya estaba bastante impaciente además de cansada de estar caminando con ese clima infernal!
—Marín, ¿sabes a dónde nos estamos dirigiendo? –pregunté mientras me acercaba a la pelirroja quien caminaba con mucha seguridad.
—la verdad no lo sé con certeza pero algo me dice que vamos en la dirección correcta, ¿no puedes sentirlo? En esa dirección –dijo mientras señalaba hacia una montaña que se veía a lo lejos —se siente una energía muy fuerte
—ahora que lo dices, es cierto, debemos estar cerca, apresuremonos para volver a casa pronto –dije mientras caminaba un poco más deprisa.
Caminamos unos cuantos kilómetros más hasta llegar a lo que parecía una cueva donde según lo que habíamos deducido, se encontraba el objeto aquel, aunque algo parecía extraño.
—tengo un mal presentimiento –dijo Akane mirando a su alrededor
—es cierto, no sé por qué pero ya no se siente aquella energía que percibimos antes –dijo Tamara mientras daba unos pasos para posicionarse junto a Akane
—es verdad, pero debe ser por qué ya estamos cerca –dijo Marín sin darle mucha importancia.
—no se Marín, eso no tiene lógica, entre más cerca, ¿no deberíamos sentir la energía fortalecerse? –pregunté
—pues si, pero no sabemos de qué objeto se trata, puede ser algo diferente, mejor entremos a la cueva, saquemos el objeto y vallamonos de aquí –dijo la pelirroja mientras se adentraba en la oscura cueva. Vi como su silueta desaparecía en la oscuridad, voltee a ver a Tamara y Akane las cuales me dieron una mirada insegura, yo hize una seña con mi cabeza y las tres empezamos a caminar en la misma dirección que había ido Marín, sin embargo, las tres sabíamos que algo no andaba bien, espero que solo sean ideas nuestras y nada pase.
Increíblemente todo hasta el momento iba bien, al parecer estábamos equivocadas y Marín tenía razón, habíamos encontrado el objeto fácilmente, era una especie de camafeo antiguo, no se veia muy poderoso o importante que digamos pero si el patriarca lo necesita con tanta urgencia, por algo será.
Rápidamente llegamos nuevamente a la entrada de la cueva, por fin podríamos volver a casa, la verdad no había sido una misión complicada pero no sé por qué motivo, me sentía demasiado agotada, y al parecer, no era la única, a las demás se les notaba el cansancio en la mirada, era extraño, como si algo estuviera absorbiendo nuestra energía.
—les dije que sería sencillo –dijo Marín mientras nos alejábamos un poco de aquella cueva, yo simplemente voltee mis ojos algo exasperada, no era que odiara a Marín, a decir verdad la apreciaba mucho, era una buena persona, sin embargo no podía evitar sentir algo de resentimiento hacia ella.
—Aún no hemos completado la misión –dije en tono frío y cortante.
—esperen, deténganse –dijo Akane deteniéndose abruptamente
—¿que pasa? –pregunté mirándola extraña
—¿escuchan eso? –dijo la oji violeta mientras miraba a su alrededor
—yo no escucho nada –exclamó Tamara
—yo tampoco –dijo la pelirroja, —tal vez es algún animal, mejor apresuremonos antes de que anochezca –exclamó mientras emprendía camino nuevamente.
—Tal vez...-dijo Akane con algo de desconfianza en su voz, sentía que algo no estaba bien.
Y Akane tenía razón, cuando menos lo imaginábamos, habíamos sido atacadas mientras estábamos completamente desprevenidas, y de un momento a otro nos encontrábamos luchando fuertemente con unos guerreros de una increíble fuerza que no habíamos visto jamás.
Por fortuna éramos fuertes y no nos íbamos a dejar vencer tan fácilmente, sin embargo, la situación empeoraba a cada minuto, sentíamos como nuestra energía era absorbida a gran velocidad y sin razón alguna, al parecer era obra de aquellos guerreros, quienes habían creado una especie de barrera protectora alrededor de la isla lo cual hacía que todo aquel que entrara fuera privado de su energía.
Que evento más desafortunado, al parecer no íbamos a poder ganar esta batalla, ya habíamos logrado derrotar a cuatro de ellos pero aún quedaban tres en pie y nosotras estábamos muy mal heridas, Tamara parecía tener un brazo roto y estaba sangrando de un costado, Akane tenía una herida profunda en su pierna, además de varios golpes en todo su cuerpo, Marín tenía una herida en su cabeza y su mano estaba bastante golpeada, creo que estaba quebrada y yo, al parecer tenía varias costillas rotas, no sabía cómo íbamos a salir de esta.
Sin embargo, cuando estábamos apuntó de emprender nuestro último ataque, algo inesperado sucedió, de pronto lo guerreros estaban retrocediendo, una mirada de terror en sus ojos mientras observaban algo atrás de nosotras, y eso ahí cuando lo sentí, aquellos cosmos tan familiares para nosotras.
—Son...son...¡los caballeros dorados de Athena! –exclamó uno de los guerreros algo atemorizado
Inmediatamente voltemos a ver para encontrarnos con aquellos rostros familiares, creo que nunca había estado tan feliz de verles, allí se encontraban Milo, Camus, Mu y...Aioria, el cual tenía fija su mirada en la pelirroja que estaba junto a mi.
—Caballeros de Athena, no nos importa que tan fuertes sean, no permitiremos que se lleven lo que nos pertenece –dijo uno de los guerreros mientras rápidamente tomaba a Akane desprevenida y la amenazaba con una espada en su garganta, sin pensarlo, los tres dos guerreros nos atraparon a Tamara y a mi de la misma forma.
—mujer –dirigiéndose a Marín — devuélvenos lo que es nuestro y dejaremos ir a tus amigas –dijo el guerrero que me tenía atrapada de los brazos mientras presionaba la hoja de su espada contra mi torso, haciendo que una pequeña mancha carmesí empezará a manchar mi ropa, el dolor era insoportable
—déjenlas ir si no quieren morir –dijo Camus en tono frío pero amenazante mientras observaba con furia al guerrero que tenía aprisionada a Tamara.
—suerte si creen que al atacarnos sus amigas no se verán afectadas –dijo el hombre que tenía a Akane mientras la movía un poco para usarla como escudo, acción que fue copiada por los otros dos guerreros.
Marín, quien se encontraba junto a Aioria, y los demás caballeros apretaron sus puños en frustración, no sabían que hacer, si atacaban probablemente moririamos junto con los guerreros y si no hacían nada, la misión fracasaría.
Pero lo que ellos no sabían era que no nos íbamos a dejar vencer tan fácilmente, voltee a ver a Akane quien inmediatamente asintió, como si leyera mis pensamientos, a, igual que Tamara, incrementamos nuestros cosmos y los concentramos en las partes de nuestros cuerpos que tenían más fuerzas y en un rápido movimiento, Akane golpeó con su codo a su atacante en el estomago, lográndose liberar de su agarre, inmediatamente Aioria vio la oportunidad y lo atacó sin piedad con su plasma relámpago.
Al mismo tiempo Tamara golpeó al guerrero con su pierna y logró liberarse, Camus lo atacó con su polvo de diamantes y lo dejo congelado en el acto.
Por último yo con mi pierna, al igual que Tamara, golpee a mi atacante y al igual que mis dos amigas logre liberarme, sin embargo no conté con la misma suerte que ellas y cuando me estaba alejando para darle paso al caballero de Escorpio para que hiciera su ataque, sentí un dolor punzante en la parte baja de mi espalda, ¡el desgraciado había logrado apuñalarme! Y Sin más, caí al suelo de rodillas.
—¡maldito! ¡Aguja escarlata! –Milo atacó al guerrero sin piedad, lo cual le quitó la vida al instante.
—¡______! –escuche que Tamara y Akane exclamaron a lo lejos, todo se escuchaba muy lejos, mi vista se hacía borrosa, me sentía débil y caí de cara contra el suelo.
Rápidamente Milo se acercó a mi junto a Mu, Camus, Tamara y Akane, a ellos pude distinguirlos por sus voces, sin embargo Aioria no estaba allí, con las pocas fuerzas que me quedaban, gire mi cabeza para observar y a lo lejos lo vi, parecía no importarle nada en ese momento que no fuera aquella chica que había robado su corazón, toda su atención estaba puesta en ella, asegurándose de que se encontrará bien, en ningún me dedico siquiera una mirada...es definitivo, Aioria se olvido por completo de mi.
—debemos hacer presión en la herida y llevarla rápidamente al santuario o de lo contrario morirá –dijo Mu calmadamente mientras ponía una especie de vendaje en mi herida, el dolor se hizo presente inmediatamente, sin embargo no perdí la conciencia y sentí como era levantada cuidadosamente del suelo.
Abrí mis ojos un poco para ver que era Milo quién me llevaba en sus brazos, voltee a ver a los demás, Tamara era cargada por Camus quien la miraba atentamente y le preguntaba algo que honestamente no podía escuchar, Akane era llevada por Mu, aunque no dejaba de protestar ya que no le gustaba que la cargaran de esa forma, sonreí ante esta escena.
Por último allí estaban ellos, Aioria llevaba a Marín en sus brazos celosamente, ella estaba recostada completamente en el pecho del caballero mientras este con una mirada que solo se podría describir como preocupación la observaba detalladamente y platantaba pequeños besos en el cabello de la chica mientras le susurraba tiernamente palabras que eran inaudibles para mí.
Inmediatamente retire mi mirada, cerré mis ojos y Apoye mi cabeza en el pecho del caballero de Escorpio, dos lagrimas se escaparon de mis ojos. Más que el dolor físico, lo que causaba mis lágrimas era el dolor que sentía mi corazón, a pesar de todo, mis sentimientos por el caballero de Leo no habían cambiado y a pesar de que me había alejado hacía unos meses de el, aún su ausencia me dolía profundamente, pero lo que más me hería en estos momentos era el confirmar que el me olvido por completo, que no fui y que no soy nada para el, en lo más profundo de mi corazón yo esperaba que el me extrañara, que todos esos años de amistad significarán algo para el y que a pesar de estar enamorado, no se olvidara de mi, que en su memoria aún estuvieran esos momentos que vivimos y que en su corazón hubiera un pequeño espacio reservado para mí, pero lamentablemente estaba muy equivocada.
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