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Capitulo 11

Dios soy pésima con esto de la continuidad jajaja pero bueno, me demoro pero al menos lo hago, aquí está el siguiente cap, de antemano pido disculpas por algunos errores de redacción que arreglaré luego y por qué el capítulo en si, es algo insulso, espero que haciendo eso a un lado, sea de su agrado.
Saludos
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Tercera persona POV

Lo que restaba de la fiesta transcurrió con normalidad, _______ evito encontrarse nuevamente con Aioria y este tampoco propicio algún encuentro con la joven, no quería que las cosas se volvieran aun mas incómodas de lo que habían sido momentos atrás.

El caballero de leo abandono el lugar pasadas algunas horas sin dejar rastro alguno de su presencia en aquel evento, el joven decidió ignorar ese sentimiento extraño que había provocado en el, ver a ______ con el caballero de Escorpio, al fin y al cabo supuso que no era de importancia.

Aioria decidió que aún era muy pronto para tratar de volver a entablar una amistad al menos cordial con ______, sobre todo después de ver su actitud en la fiesta, sonaba bastante arrogante pero, al parecer, ella aun no lo había superado.

Por lo tanto se alejó nuevamente, pero algo estaba presente todos los días en sus pensamientos, era ________.

Ella decidió también que aún era muy pronto para volver a verlo, aun sus heridas no sanaban por completo, la joven sabía que tenía que verlo constantemente durante lo que le quedaba de vida, no había forma de evitarlo, así que ella se propuso que con algo de tiempo, lograría verlo sin sentir absolutamente nada, y tal vez podrían volver a entablar una amistad. Pero para eso necesitaba tiempo.

Y así sucedió, los días se volvieron semanas y las semanas en meses y en un abrir y cerrar de ojos ya habían pasado 8 meses, la joven se sentía maravillosamente, había dedicado todo ese tiempo a sí misma, a entrenar, a leer, a comer, a salir con sus amigos, a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

________ estaba recuperando nuevamente el control de su vida y esto la hacía sentir muy bien, poco a poco recupero la confianza en sí misma y ahora sentía que todo lo que se propusiera lo podría alcanzar.

A su vez, cada día que pasaba, su amistad con el caballero de Escorpio se hacía más fuerte, se habían vuelto prácticamente inseparables, eran tan diferentes y tal vez por eso era que se llevaban tan bien. Esto contribuyó en gran parte con la recuperación del corazón de la joven ______, el caballero de Escorpio recogió los pedazos y ahora, poco a poco, juntos los estaban uniendo.

Todo parecía por fin tomar su curso, ahora el futuro no se veía negro ante los ojos de la joven, finalmente todo parecía transcurrir con normalidad, como siempre debió haber sido.

Pero todo lo contrario pasaba con el caballero de leo, desde aquel día de la fiesta la imagen de ________ daba vueltas todo el tiempo en su cabeza, sobretodo en esos momentos cuando se encontraba en la soledad de su templo donde sin dudarlo se hallaba anhelando su presencia junto a él.

Aioria amaba a Marin, y en eso no había duda, pero algo faltaba en su vida, la joven pelirroja no lograba llenar por completo su corazón.

El caballero de leo se encontraba cada vez más seguido extrañando la dulce y cálida voz de_____ cuando le daba palabras de aliento, su mirada brillante y alegre cuando hablaba de algo que le apasionaba y esas carcajadas que compartieron juntos tantas veces; una sonrisa se asomaba en los labios del rubio cada vez que un recuerdo pasaba frente a sus ojos.

El joven no podía seguir así, la ausencia de _____ en su vida estaba creando un agujero que cada día se hacia mas grande y no sabia con que rellenarlo.

Aioria trataba de pasar todo su tiempo con alguien a su lado, la mayor parte del tiempo ese alguien era Marin, al principio funciono y mientras que estaba con ella lograba distraer sus pensamientos y ese vacío en su interior que gritaba el nombre ______.

Pero al pasar de los días las palabras de la pelirroja le sonaban insulsas y se hallaba recordando las conversaciones que tenía con ______, su mente divagaba a un lugar diferente y de pronto estaba nuevamente soñando despierto.

Para ______ fue una sorpresa que no esperaba al abrir la puerta de su hogar encontrarse con el caballero de leo, la chica aun, a pesar del tiempo, sentía miedo por este momento, temía que su corazón y mente la traicionaran y al momento de verle, nuevamente cayera perdida en esas orbes esmeralda, sin embargo, para su fortuna, nada de ello paso.

La joven sonrió, al fin lo había conseguido.

Aioria le devolvió la sonrisa, sus ojos la examinaron rápidamente, rescatando nuevamente cada centímetro de ella para su memoria, como si después de todo este tiempo, necesitara un recordatorio de aquella imagen, ella no había cambiado, excepto que ahora tenía el cabello un poco mas largo y sus ojos, sus ojos ya no mostraban esa duda y tristeza que reflejaban el ultimo día que los había visto, era realmente hermosa, esto reconfortaba el corazón del caballero.

Primera persona POV

Y ahí estaba el, Aioria de leo, en la puerta de mi casa, con una sonrisa plasmada en su rostro, esos ojos verdes me observaban con detalle mientras que yo solo sonreía, no solo por el hecho de volver a verle si no por lo que su presencia producía en mi interior.

Al fin había conseguido superarlo.

—Aioria, ha pasado algún tiempo –dije sonriéndole mientras me recostaba en el marco de la puerta.
—así es -respondió simplemente, mientras se balanceaba de un lado a otro sin quitarme la mirada de encima. Deduje que estaba nervioso, aun lo conocía bien.
—¿a que debo el honor de tu visita? -pregunte algo divertida al ver al gran caballero de leo hecho un manojo de nervios.
—yo solo -hizo una pausa, alzo su mirada unos segundos hacia el cielo azul para luego posarla nuevamente en mi rostro —yo solo quería hablar contigo -dijo finalmente.

Esto me tomo desprevenida, siempre pensé que nuestro reencuentro se daría en circunstancias diferentes, nunca se pasó por mi cabeza que el fuera a buscarme, sin embargo no podría haber mejor momento que este para hablar nuevamente con él.

Sonreí ampliamente —por mí no hay problema -dije a lo cual el rubio soltó un gran suspiro, como si hubiera estado sosteniendo la respiración mientras esperaba mi respuesta, su expresión no mostraba nada más que alivio.

Caminamos por horas, hablamos de todos los temas posibles, reímos hasta que salían lágrimas de nuestros ojos, Aioria parecía tener un sinfín de palabras en su cabeza que necesitaban salir, note que cada minuto que pasábamos juntos le quitaba un peso de sus hombros, como si en este tiempo que estuvimos separados, dentro de él, se hubieran represado tantas cosas que ahora estaban a punto de desbordarse.

Me daba alegría poder ser de ayuda para él, y ahora sentía que podía lograr esa relación que el propuso en aquel entonces, creo que podíamos ser amigos de nuevo.

—bueno, ya es algo tarde, y para ser honestos, tengo algo de sueño -dije mientras involuntariamente salía un bostezo de mis labios, Aioria soltó una pequeña carcajada.
—si se te nota, vamos -dijo mientras daba unos pasos — te acompaño
—no es necesario -dije sonriendo —conozco bien el camino, mejor ve a descansar -dije dándole unas palmaditas en la espalda. El solo sonrió mientras negaba con su cabeza.
—aun sigues siendo igual de testaruda
—igual que alguien que conozco y no quiero mencionar -dije mirándolo fijamente, el rió nuevamente.
—bueno, que descanses -dije alejándome un poco.
—______, espera -dijo Aioria alcanzándome, lo mire esperando a que hablara pero nuevamente la duda y los nervios se hicieron dueños de su expresión

—¿si? -dije alentándolo a hablar, el me miró fijamente por unos segundos.
—¿podemos vernos otro día? -pregunto algo inseguro, temía a lo que pudiera responderle, yo simplemente sonreí.
—claro -dije alegremente a lo que su semblante se relajó —que pases buena noche.
—lo mismo –dijo él mientras una sonrisa se asomaba en sus facciones.

Pasaron los días y nuevamente surgía entre nosotros una amistad, se empezaba a crear de nuevo esa confianza que teníamos desde niños y de nuevo nos hallábamos siendo confidentes el uno del otro, como en los viejos tiempos.

Aunque a Tamara y a Akane aún no les terminaba de agradar la idea del caballero de leo haciendo presencia en mi vida nuevamente, no se opusieron cuando les insistí que estaba bien, que ahora todo era diferente.

Todo parecía ir como debía haber sido siempre, sin embargo algo había cambiado.

Al tiempo que mi amistad con Aioria se construía nuevamente, había alguien mas que no podía dejar de lado, Milo, el había estado conmigo en mis peores momentos y se había convertido en mi mejor amigo.

Pero al parecer, esto no le agradaba a Aioria y no entendía el por que. Cada vez que mencionaba al caballero de Escorpio todo el semblante de Aioria cambiaba, no sabia por que le desagradaba tanto, hasta donde tenía entendido eran buenos amigos, tal vez en el tiempo que estuvimos separados sucedió algo de lo que no estaba enterada.

Un día en particular me encontraba con Aioria caminando por los rústicos caminos de rodorio, el estaba contándome una historia algo graciosa, para el al menos, ya que reía solo como un maniático, yo reía por el simple hecho de verle así, mas que por la historia en si, pero de repente mi visión fue obstruida por dos manos que cubrían mis ojos y una voz muy conocida para mi me susurró al oído.

—Adivina quien
Una sonrisa apareció inmediatamente en mis labios —Milo, deja las tonterías -dije mientras retiraba sus manos de mis ojos y volteaba a verle, el estaba con sus brazos abiertos y una sonrisa pícara en sus labios.
—¿y mi abrazo? -dijo haciendo un puchero, yo solté una carcajada mientras me acercaba a el quien inmediatamente me atrapo en un fuerte abrazo.
—no te habrás olvidado de los planes que teníamos para hoy ¿o si? - dijo mientras nos separábamos el uno del otro, sus ojos azules mirándome fijamente, realización llego a mi, si lo había olvidado y el lo sabia.
—Milooooooooo -dije algo dramática —yo jamas podría olvidar algo así, solo estaba dando un paseo con -dije mientras volteaba a ver a Aioria pero quede en silencio por algunos segundos al ver la expresión del caballero de leo, el ceño fruncido, sus labios fijos en una cerrada línea, su mirada fría, posada fijamente en el caballero de Escorpio, si las miradas mataran, milo ya estaría en el ultimo circulo del inframundo —con...Aioria -dije algo dubitativa mientras miraba a Aioria y luego a Milo, quien me seguía observando alegremente, al parecer no se había percatado de la actitud de Aioria o simplemente decidió ignorarla.

—claro, te creo, y ¿entonces? – pregunto el peliazul mientras se cruzaba de brazos.

Voltee a ver a Aioria —gato, creo que tendrás que contarme esa historia otro día, veras, ten..-Aioria no me dejo terminar de hablar cuando interrumpió bruscamente lo que estaba diciendo.
—eso veo, no hay problema, vete, igual yo también ya tenia planes con Marin -dijo de una forma no muy amable, ¿Por qué actuaba así? —adiós ______, Milo -dijo secamente el rubio para luego alejarse a paso apresurado.

Yo simplemente lo observe fijamente mientras se alejaba aun confundida con su actitud, pero Milo me saco de mis pensamientos.

—y a ese que bicho le pico -dijo mientras ponía su brazo sobre mis hombros
—ni idea –dije verdaderamente confundida
—bueno, ya se le pasara –dijo milo encogiéndose de hombros —¿vamos?
—si, vamos -dije tratando de no darle importancia a lo que había acabado de suceder.

Aioria POV

No se por que, pero me molestaba demasiado ver a Milo cerca de _____, me molestaba como la miraba, como le hablaba, como se le acercaba, sentía que en cualquier momento iba a explotar.

Entiendo perfectamente que _____ tiene todo el derecho de salir con quien quiera pero con Milo no, el no le conviene, ni como amigo, menos como algo mas, la sola idea me hacia hervir la sangre, debía hacer algo, no podía dejar que esto progresara, debía proteger a ______, por que eso era ¿no? Me sentía así por que temía que alguien le hiciera daño, ella es mi amiga y no quiero que sufra, nada mas, mi amiga, solo eso.

Y el momento se presento, esa noche nos correspondía a Milo y a mi hacer la custodia del santuario.

Nos encontrábamos caminando en silencio, la tensión se podía sentir a kilómetros de distancia, hasta que decidí hablar.

—Milo -dije serio
—hmm - respondió el caballero aun sin voltear a verme
—¿que intenciones tienes con ______? -pregunte directamente, no me iba a poner con rodeos, quería salir de esto lo antes posible.

Al escuchar mis palabras Milo inmediatamente poso su mirada en mi, sus facciones mostraron algo de confusión para luego tornarse serias.

—¿a que te refieres?-dijo ahora con toda su atención fija en mi
—no te hagas el idiota -dije mirándolo fijamente, —sabes perfectamente de que te hablo.

El río un poco lo cual me molesto pero decidí ignorarlo esperando su respuesta.

—mira Aioria no se que es lo que te pasa, pero si tanto quieres saberlo, ______ es una chica muy especial y se ha convertido en alguien muy importante para mi, y si, tal vez me interese como algo mas que una amiga -dijo mientras se cruzaba de brazos en posición desafiante —y si tienes algún problema con eso, francamente no me interesa.

Al escuchar lo que Milo tenia que decir tuve que contenerme para no partirle la cara de un golpe, apreté mis puños con frustración, tome un gran respiro y trate de calmarme

—no quiero que te le vuelvas a acercar –dije entre dientes, tratando de sonar lo mas tranquilo posible.

El me miro por unos segundos incrédulo para luego soltar una sonora carcajada.

—no puedes estar hablando en serio ¿o si? -pregunto con una sonrisa burlona en su rostro.
—quieres que te demuestre que tan seriamente estoy hablando -dije sin poder evitar que mi cosmos se elevara debido a la ira que sentía en ese momento.
—no es necesario -dijo Milo encogiéndose de hombros para luego mirarme fríamente —afortunadamente tu no eres el que decide eso, es ______ y creo que después de todo lo que paso entre ustedes eres el menos indicado para dártelas ahora del gran caballero protector, aun no se como ella decidio volver a hablarte -dijo mientras daba unos pasos en mi dirección para luego detenerse en frente mío, mirándome fijamente puso su mano en mi hombro.

llegaste tarde Aioria -dijo mientras una sonrisa con aire de superioridad se hacia presente sus facciones al ver mi reacción a sus palabras.

No se por que, pero esas tres palabras me habían desestabilizado por completo.

—n...no... es lo que tu crees, ella es mi amiga y solo quiero lo mejor para ella, y eso definitivamente no te incluye -dije tropezándome con mis propias palabras, ¡maldicion! ¡Que me pasa! ¡Por que le estoy dando explicaciones!

Milo soltó una sonora carcajada.

—sigue repitiéndote eso a ver si algún día te lo crees -dijo mientras emprendía camino dejándome enojado y confundido.

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